La ambición como elemento narrativo: ¿cómo construirla?
La ambición como elemento narrativo: no es lo que esperas
Las historias casi siempre intentan rodearnos de dramas intensos y conflictos increíbles que jamás veríamos en nuestra vida diaria, y para que este tipo de situaciones puedan crearse, siempre es útil contar con al menos un personaje que posee una ambición poderosa.
No es casualidad que veamos este elemento con tanta frecuencia en las historias, pero precisamente por eso es muy probable que jamás te hayas preguntado qué significa, cuál es su propósito y cómo se construye.
Si te gustaría aprender más al respecto, ¡continúa leyendo!
¿Qué es la ambición?
La ambición es un deseo poderoso e intenso de obtener algo importante y valioso. El fin que se persigue y el valor que tiene depende totalmente del portador de la ambición, lo cual convierte este sentimiento en algo profundamente subjetivo y es crucial entender eso para construir buenos personajes ambiciosos.
Al contrario de lo que algunos creen, la ambición no es algo malo en sí. De hecho, sin ambición no podrías levantarte de la cama, ir a trabajar, intentar cosas nuevas o buscar mejorarte a ti mismo. Es una emoción que nos permite aprovechar nuestra vida y encontrar algo mejor de lo que tenemos ahora.
Dicho esto, no todo es color de rosa. Si hay algo que sabemos muy bien, es que la ambición puede convertirse en una obsesión malsana.
Y sí, estos conceptos no representan lo mismo, especialmente en las historias. La diferencia más clara entre la ambición y la obsesión, es que la primera está bien pensada y depende de la voluntad del personaje, es algo que él o ella poseen y entienden; la obsesión, por su lado, se convierte en una idea tenaz que no tiene suficientes razones lógicas detrás y se apodera de la voluntad del personaje, incluso si este no lo entiende del todo.
La ambición es algo mucho más racional y planeado, lo cual hace que el conflicto tenga un tono distinto y ponga el peso de las consecuencias de una manera mucho más directa en los hombros del personaje.
¿Qué representa simbólicamente?
La ambición, simbólicamente hablando, es una representación del arco que el personaje vivirá a lo largo de la historia. Este elemento nos ayuda a darle una dirección a la historia y que la audiencia entienda rápidamente el valor que cada escena tiene para el crecimiento del personaje.
Esto es genial, especialmente si la ambición es interesante de por sí, porque tus lectores de inmediato querrán ser parte de la evolución que el personaje vivirá para poder alcanzar su meta.
Por eso es que muchas sagas con bastante longitud procuran colocar una meta de inmediato, como One Piece que le da una ambición distinta a cada uno de los personajes principales del relato.
¿Cómo desarrollarla en una historia?
La ambición no es precisamente difícil de pensar, de hecho, muchas veces aparece orgánicamente gracias a tu propia intuición y el entendimiento que tienes de tus personajes.
Sin embargo, el tema no es tanto que se te ocurra, sino la forma en la que consigues que tenga verdadero impacto narrativo.
¡Aquí te van algunos consejos para que lo logres!
Establece los motivos por los que existe la ambición
El hecho de la ambición sea profundamente subjetiva significa que cada personaje debe tener una razón sumamente idiosincrásica para perseguirla.
No te servirá de mucho crear personajes cuyas ambiciones no tienen una justificación que va más allá del obvio beneficio que llegar a la meta le ofrecerá. Es decir, un personaje que quiere convertirse en CEO de la compañía solo porque “pues, ¿quién no querría un trabajo así?” u otro que quiere viajar a París porque “bueno, es París”, no te ofrecerá mucho y tu audiencia sentirá que es intercambiable con cualquiera, porque sus razones son tan similares a los que alguien en la calle te diría para salir del paso, que rápidamente se sentirán falsas.
No, deben haber motivos únicos y especiales que justifican la existencia de dicha ambición. Quizás quiere ser CEO porque, cuando era un niño pobre un hombre, que tenía esa misma posición, lo ayudó e inspiró. Quizás el personaje quiere viajar a París porque ese era el hogar del padre que nunca conoció.
Son esos detalles los que permiten que la ambición tenga peso narrativo y que la audiencia sienta que está presenciando algo especial.
Permite que el personaje cuestione su meta
Lo interesante de una ambición poderosa, es que conseguirla no es fácil. De hecho, me atrevería a decir que mientras más compleja sea obtenerla, más fuerza deberá tener en el relato.
Si piensas trabajar con esta clase de ambiciones, entonces te conviene que el personaje la explore con cuidado y sopese si de verdad la quiere.
Con esto no me refiero a que el personaje se eche para atrás en una parte de la historia, sino a que la pregunta “¿seguro que esto es lo que quieres?” aparezca frente a él y se vea obligado a darle una respuesta.
¿Por qué crees que en One Piece es tan recurrente que un personaje le ponga en perspectiva a Luffy lo imposible que es su sueño de convertirse en el Rey de los Piratas? Bueno, porque esa exploración nos ayuda a entender la determinación del personaje. El hecho de que no titubee ayuda a que la ambición tome fuerza, porque se nos está recordando que el valor que la meta tiene para el protagonista es mayor que el valor que su propia vida tiene.
Permite sus victorias le den y le quiten
Otra cuestión importante es que la ambición, incluso cuando estás tomando las decisiones correctas para llegar a ella, siempre representa un costo.
Dicho de otra forma, no son las derrotas los conflictos más importantes que dispara la búsqueda de una meta ambiciosa, sino las victorias, porque mientras más escalones suba tus personajes, más pesado sea hace el viaje y se verá obligado a dejar cosas atrás.
En One Piece sucede cuando Luffy pierde a Ace, o cuando el Merry Go es destruido, o cuando Kuma separa a la tripulación.
Todos estos momentos llegan como consecuencia de las victorias de los personajes, que si bien les permitieron avanzar y crecer, también los colocan frente a obstáculos más grandes y crueles que son una prueba viviente de que la meta está cerca.
Nota: sé que estoy mencionando a One Piece demasiado, pero es que esta serie literalmente gira en torno a una ambición y se las ha ingeniado para manejar el elemento a la perfección por años. ¡Hay pocos ejemplos mejores!
Hazlo evolucionar a medida que se acerca a su ambición
Eso sí, no puedes olvidar lo que mencioné antes sobre el significado simbólico de la ambición: es una representación del arco narrativo.
En pocas palabras, para llegar a la meta necesitas que tu personaje evolucione como persona, porque alcanzar la ambición es la prueba de que ha crecido a lo largo de la historia.
Es como cuando ves una película de un sujeto agobiado y obsesionado con conseguir la posición en el trabajo que tanto cree necesitar. Estos personajes suelen ser tipos que viven al límite y son completamente incapaces de mirar a su alrededor y disfrutar la vida por lo que es.
Su ambición, aunque objetivamente es representada por el ascenso laboral, en realidad es encontrar un propósito en la vida. Su problema es que los medios que usan para buscarlo son erróneos, y por eso la narrativa les ayuda a entenderlo, cambiar de sendero y, eventualmente, alcanzar su ambición por el camino correcto.
Su evolución es lo que hace que merezcan obtener lo que buscan y lo cierto es que, para entonces, la recompensa en sí no es lo que tiene más valor, sino el trayecto que recorrieron a lo largo de la trama.
¡Y con eso se acaba este artículo! Espero que hayas aprendido mucho sobre la ambición y quizás hayas sacado uno que otro tip útil para tu historia.
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