El arquetipo del padre: ¿qué lo conforma y cuál es su uso narrativo?
El arquetipo del padre: ¿qué lo conforma y cuál es su uso narrativo?
Hace tiempo, uno de los lectores del blog me pidió que hablara un poco sobre el arquetipo del padre y cómo se construyen este tipo de personajes.
Lo cierto es que es un tema complejo, que abarca muchas más cosas de lo que piensas, por lo que me pareció apropiado construir un artículo que explique cada punto a detalle.
Si te interesa, ¡no pares de leer!
¿Qué es el arquetipo del padre?
Para empezar, cuando hablo del “arquetipo del padre” no estoy refiriéndome precisamente a una relación consanguínea entre un padre y su hijo o una madre y su hija. En realidad, el arquetipo del padre es justamente eso: un arquetipo.
Es decir, es un modelo, un patrón que podemos identificar en distintas historias y representaciones artísticas.
En este caso, nos referimos a una figura masculina o femenina que representa un bastión paternal para el personaje en cuestión, y que puede tanto ser una fuerza positiva en el relato como un ente abusivo y tiránico.
A su vez, el arquetipo del padre también puede ocupar un rol principal en el que parte de su responsabilidad como tutor y la necesidad de mejorar su actitud paterna, impulsa una buena parte de la historia, como en el caso de Buscando a Nemo o Guerra de los Mundos, por ejemplo.
Por supuesto, este arquetipo tiene miles de formas de representarse, pero en este caso me voy a enfocar en dos formatos: el arquetipo paterno como personaje principal y como personaje secundario.
Tipos de padre como personaje principal
En este caso, obviamente me refiero al padre que se vuelve protagonista en la historia y quien tiene el arco que está en el núcleo del conflicto central de la trama.
En este caso, existen cuatro tipos.
1. El héroe
En el caso del héroe, tenemos a un personaje que tiene muchas cualidades positivas y que es arrojado en una situación particularmente negativa que le obliga a explorar su debilidad más grande. Su arco gira más en torno de actuar como un salvador o protector, y su crecimiento está más relacionado con aprender a interpretar un mundo hostil y capacitar a su hijo o pupilo a que haga lo mismo.
Algunas historias que cuentan con este arquetipo son Demon Slayer con Tanjiro, La vida es bella con Guido y Aliens con Ripley.
2. El hombre que busca la redención
En este caso, estamos hablando de un personaje que necesita redescubrir el valor de su familia. Es un hombre que ha perdido el norte de lo que es realmente valioso de su rol como padre, y que tiene que reconectar con eso.
El personaje en estas historias suele tener un sistema de valores que está más orientado hacia cosas que no están relacionadas con la familia, lo cual le lleva a fallarle constantemente a aquellos que lo aman.
Su arco suele girar en torno a reconectar con su pupilo o hijo, y crecer como persona para ser capaz de congeniar con él o ella.
A su vez, en este tipo también entra el personaje que se ve forzado a asumir un rol paterno y reconstruir su sistema de valores.
Un ejemplo de esto sería Mary Poppins con el señor Banks, Real Steel con Charlie y Los Increíbles con Bob.
3. El sobreprotector
Aquí vemos a un personaje que está tan aterrado de los peligros del mundo exterior, que está afectando negativamente a su hijo o pupilo. Estos personajes suelen estar obligados a transformarse en una versión más valiente de sí mismos y permitir que sus hijos los sigan.
La característica principal que los separa de los mencionados anteriormente, es que, a pesar de que inician la historia siendo capaces de entender el valor de la familia, su visión de lo que significa protegerlos está distorsionada y rota.
Un ejemplo es Buscando a Nemo con Marlin y Sin Reservas con Kate.
4. El corrupto
Aquí, el arquetipo del padre es un corrupto, alguien que está teniendo una caída lenta en la maldad o la demencia. Aquí arrastra a sus seres queridos en esta espiral y termina lastimándolos.
Este arco es muy poco común, pero se puede apreciar con cierta frecuencia en películas de terror como Terror en Amytiville con George o The Shining con Jack.
Tipos de padre como personaje secundario
Ahora, hablamos del rol que toma este arquetipo cuando entramos en el reino de los personajes secundarios. Aquí también hay cuatro.
1. El rey sabio
Este suele ser un personaje bastante noble y bueno, que actúa como una fuerza positiva para el personaje, ya sea para inspirarlo o transmitirle sabiduría. Suele ser representado de una forma bastante idealizada y por lo general tiene muy pocas fallas que apenas afectan el relato.
Algunos ejemplos serían Orgullo y Prejuicio con el señor Bennet, Harry Potter con Dumbledore y Las Crónicas de Narnia con Aslan.
2. El tirano
En este caso, el personaje actúa como una limitación negativa para el personaje. Es alguien que impide su crecimiento como individuo y que constantemente genera pensamientos negativos en el protagonista.
Algunos ejemplos serían Joker con Penny y Cenicienta con la madrastra.
3. El maestro o guía
El maestro es el arquetipo que enseña al personaje principal las habilidades y enseñanzas que necesita para evolucionar. Se diferencia del rey sabio porque, al contrario del primero, este reta constantemente al protagonista, y suele hacer su labor de maestro con cierta exasperación.
Estos personajes deben tener un arco dentro de la historia que evolucione al mismo tiempo que el del personaje principal, y al final deben aprender a entender mejor a su pupilo y a sí mismos, o guiarlos en la dirección correcta.
Algunas historias con este arquetipo son Kung Fu Panda con Shifu, Hércules con Philoctetes y el Señor de los Anillos con Gandalf.
4. El anciano que hay que salvar
Este es, probablemente, el más difícil de construir. En este caso, el personaje representa el redescubrimiento y redención de los valores tradicionales, es el momento en el que la juventud se arrastra a las profundidades para encontrar algo valioso que sus ancestros tenían.
Este es el arquetipo más simbólico, pero que tiene muchísimo poder si se maneja con cuidado.
Una historia que lo maneja a la perfección es Pinocho con Geppetto.
Utiliza el que más beneficie a tu historia
Como te podrás dar cuenta, un arquetipo no tiene que estar encerrado en un solo tipo de padre. Lo cierto es que un maestro puede tener aspectos tiránicos y un poco de rey sabio. A su vez, este personaje puede tener su propio arco en la historia y evolucionar a medida que la trama se desenvuelve.
Lo importante es que utilices aquel que tendrá más sentido para explorar tu temática o el arco de tu personaje principal.
Si te gustó el artículo, probablemente disfrutarás este sobre los protagonistas y cómo diferenciar a los buenos de los malos. ¡No te lo pierdas!
te viste demon slayer y que te parecio
Habías dicho que Gandalf entra en el arquetipo paragón, lo que me causa conflicto es que el paragón no puede crecer más como personaje pero el maestro o guía, como lo pones aquí, si debe crecer. ¿Es que ambos pueden existir en el mismo personaje ?
¡Hola, Iván! En realidad, puedes tener maestros que crecen con el pupilo (Philoptetes de Hércules) y también maestros paragón que no crecen con los personajes (como Gandalf y Dumbledore). ¡Espero que esto resolviera tu duda!
Algo que me gustaría que hablas es una función que le da sabor a los personajes: EL CONFLICTO INTERNO.
Spiderman 2 es un expertó haciendo esto ya que tanto el conflicto interno del personaje como el conflicto externo van agarrados de las manos.
¡Qué gran idea! De hecho, ya tenía pensado hacer un artículo sobre el conflicto y su importancia en la narrativa. ¡Gracias de nuevo por tu sugerencia, Ikki! ¡Siempre son bienvenidas!