¿Cómo crear interacciones entre personajes?

Crear un buen protagonista es un reto grande, pero es todavía más difícil crear interacciones entre personajes que sean buenas y poderosas, y mejoren la historia cada vez que toman lugar.

Si estás comenzando tu carrera de escritor y quieres descubrir la fórmula para lograrlo, ¡este artículo es para ti!

¿Por qué te interesa crear buenas interacciones?

Bueno, empecemos por lo primero, ¿por qué vale la pena esforzarse porque cada interacción entre los personajes sea significativa e interesante?

La razón más obvia es que esto logrará que tu historia se mantenga interesante de comienzo a fin, pero hay dos aspectos mucho más importantes que considerar:

1. Buenas interacciones se traducen también en evoluciones para los arcos de los personajes.
2. Es la mejor forma de asegurar que cada personaje tiene un lugar propio en la historia.

Cuando un personaje y otro chocan, también lo hacen sus ideas, sus personalidades e, incluso, sus arquetipos narrativos y eso es lo que realmente les hace tener valor temático en la historia, porque una idea solo es tan valiosa como lo resistente que es al ponerse a prueba.

Si aprovechas estos cruces para darle a cada personaje una razón para existir, más memorables se harán en la mente del lector.

Elementos que afectan las interacciones entre personajes

Entonces, hablemos un poco sobre los elementos que debes considerar cuando dos o más de tus personajes interactúan. ¡Aquí van!

El background de ambos

Para poder crear un personaje que se sienta real, necesitas entender de dónde viene, y una de las principales razones por las que te interesa hacerlo, es porque es la única forma de lograr que tenga una voz propia al relacionarse con otros personajes.

Un sujeto que ha vivido toda su vida como ladrón es muy probable que no se lleve bien con el paladín del grupo, ni tampoco esté muy interesado en que lo sermoneen, como si su compañero estuviera en una escala moral superior a la de él.

De la misma forma, si tu paladín está profundamente alineado con su religión y su honor, probablemente tendrá pocas palabras amables que decirle al ladrón, y no apreciará mucho tener que trabajar en conjunto con él.

Esto es un ejemplo muy sencillo, pero se puede volver más y más complejo a medida que añades distintos elementos, como que ambos perdieran a sus esposas por culpa del villano de la historia. Puedes utilizar esto para que ellos mismos se den cuenta que son más similares de lo que creen, porque tienen la misma meta (vengarse del villano) y ambos fueron hombres que amaron profundamente a sus esposas.

Estos pequeños detalles te pueden ayudar a producir grandes momentos entre los personajes, incluso si ninguno de ellos es el protagonista.

El ejemplo más práctico que se me ocurre es el de Gimli y Legolas, dos personajes secundarios en las películas de El Señor de los Anillos, pero que tenían una interacción tan interesante que fue suficiente para que todos los recordáramos con cariño, a pesar de que no tuvieron un impacto gigantesco en la narrativa.

Sus diferencias filosóficas

Para empezar, no se trata de crear conflicto entre los personajes solo porque sí, sino de interpretar correctamente la clase de reacción que un determinado comentario o situación producirá en ellos.

La cuestión es que los cambios filosóficos no tienen por qué ser siempre algo diseñado para romper a los personajes, sino que también pueden formar parte de su crecimiento y evolución, y no hay nada mejor para detonar ese cambio que el hecho de que otro personaje te ayuda a darle forma y vida a una filosofía de vida particular.

Por supuesto, no tiene sentido que te guardes las diferencias filosóficas entre los personajes para los momentos dramáticos, sino que estas deben verse muy seguido, de forma tal que aparezcan poco a poco en el subconsciente de tus lectores y estos sientan que comprenden la manera de pensar del personaje, incluso si no la comparten.

Me refiero a cosas tan sencillas como que el héroe se rehúse a utilizar la violencia aunque el otro procure forzarlo, o que el villano no pida disculpas, sino que ofrezca las gracias cuando hace algo alineado con su forma de ver el mundo.

Por supuesto, para lograr esto primero necesitas entender cuál es la filosofía de vida de tu personaje y cómo esta se separa de la de los demás. Si construyes eso bien, ¡entonces estarás un paso más importante de crear una interacción inolvidable!

Su rol en la historia o su relación con la temática

Está claro que no podemos inventarnos una increíble backstory para personaje que aparece en nuestra obra, especialmente si esa backstory nunca se volverá relevante para la trama. Además, una característica puede ser explorada de muchas formas, y no siempre te conviene atacar varios frentes al mismo tiempo, sino enfocarte en un solo camino temático y profundizarlo.

Por eso debes entender muy bien el rol que los personajes tienen en la historia y lo que necesitas extraer de ellos. Es probable que crees un personaje tan complejo que, por sí solo, te permita abrir cientos de caminos narrativos con el resto del elenco, pero es imposible que logres llevar todos a buen puerto.

Mientras más aterrizado esté tu enfoque y más claro estés de lo que los personajes harán para ayudarte a transmitir el mensaje central de la obra, ¡mejor!

Elementos que afectan la calidad de las interacciones entre personajes

Una de las cosas más curiosas de la última película de las precuelas de Star Wars, Revenge of the Sith, es que, en concepto, la escena final es sumamente épica: dos Jedi, el maestro y su antiguo padawan, se enfrentan en un duelo a muerte en una montaña de fuego, por el bien de la galaxia, pero, principalmente, por el alma del corrompido aprendiz.

Esa premisa, por sí sola, da para que la interacción entre estos personajes sea inolvidable y ejemplar, justo porque está presente todo lo que mencioné antes: un conocimiento profundo del background de ambos, diferencias filosóficas dramáticas y marcadas, y un rol claro en la historia y temática para ambos. Sin embargo, esta escena es más conocida por los memes que ha creado que por ser una obra artística valiosa.

Bueno, eso es porque también hay ciertos elementos que afectan la calidad de las interacciones de los personajes, y son las culpables de que ejecutar este concepto sea mucho más complicado de lo que parece a simple vista. ¡Deja que te los comparta!

El diálogo

No todas las interacciones tienen que tener una conversación larga y profunda, pero incluso el silencio es una forma de diálogo en las historias y es interesante comprender este concepto.

¿Por qué? Bueno, porque si lo comprendes, entonces te será muy fácil entender que incluso la postura, el tono y la selección de palabras de los personajes dicen mucho más de lo que nos podemos imaginar.

La calidad del diálogo es, quizá, la parte más importante de una interacción entre personajes, pero no es porque le comunica al lector lo que está sucediendo, sino porque es la que le da una voz propia a cada uno, le da forma al conflicto y avanza la narrativa.

No hablaré sobre todo lo que involucra construir un buen diálogo (para eso necesitaré un artículo entero), pero por lo menos te diré que las palabras que usan no pueden salir de ti como escritor, sino de los personajes.

No deberías transmitir el mensaje directamente como tú quieres, sino utilizar las palabras que ese personaje usaría. Para lograr eso necesitas conocerlo muy bien y entender de dónde viene. ¡Esa es la mejor forma de que sus palabras suenen impactantes y llenas de significado!

El momento de la historia

No es lo mismo la interacción de dos personajes enamorados cuando se acaban de conocer que cuando tienen tiempo en una relación. A su vez, no es lo mismo la forma en la que habla un rey con su general más confiable a cuando el reino está en paz que cuando las puertas del castillo son derrumbadas.

Quizás esto parezca lo más obvio del mundo, pero es alarmante la cantidad de veces en las que muchos escritores ignoran por completo el momento de la historia y el contexto de la escena. Como en The Last Jedi cuando Rose besa a Finn en el momento en el que todo aquello por lo que luchaban está por desaparecer.

Se siente falso y ridículo, especialmente porque estos dos personajes no tuvieron una sola interacción real en el resto de la película (como cuando Rose le cuenta sobre lo terrible que es la guerra a él, a Finn, un stormtrooper rebelde que desertó horrorizado. ¡Y lo peor es que este se le queda viendo como si le estuviera presentando una nueva perspectiva!).

Si el background de los personajes importa, te podrás imaginar que el lugar que ocupa la escena en particular dentro de la narrativa es todavía más relevante, porque es lo que afecta de una forma mucho más directa el arco de los personajes y la temática de la obra.

Cada escena tiene un contexto y necesitas entenderlo para que las interacciones de los personajes lo transmitan, a través de sus interacciones, con la justicia que se merece.

Su crecimiento como personajes

Igual que en la vida real, las interacciones de los personajes deben evolucionar a medida que ambos crecen en la historia. Esto lo ves muy seguido en historias románticas donde los protagonistas, de entrada, no se llevan para nada bien o, por el contrario, se han traicionado tanto mutuamente que para el final de la historia apenas y se soportan.

Claro está, esto no se reduce solo a parejas, puesto que amigos, enemigos y familiares pueden sufrir transformaciones tan drásticas que cambien por completo su dinámica con los demás.

Ten esto muy presente porque te puede ayudar a establecer esos momentos de evolución de los personajes y utilizar las interacciones con un sentido más profundo, que ponga en evidencia el viaje que tus personajes han recorrido.

¡Ten todo esto presente y créeme que las interacciones entre tus personajes serán geniales y poderosas!

Si te gustó este artículo, considera leer este otro que habla sobre los protagonistas y cómo diferenciar a los buenos de los malos. ¡No te lo pierdas!