Narrador testigo: ¿qué es y cómo puede ayudarte?

Narrador testigo: ¿qué es y cómo puede ayudarte?

Narrador testigo: ¿cuándo te conviene usarlo?

Existen muchos tipos de narradores que un escritor puede aprovechar para sacarle el máximo provecho a su historia, y quizás uno de los más interesantes y particulares es el narrador testigo.

Si eres un gran fanático de la literatura, es muy probable que hayas leído muchas historias con esta clase de narrador, pero eso no necesariamente significa que lo entiendes por completo o que puedas utilizarlo en una obra que piensas escribir.

Si te interesa conocer más sobre el narrador testigo, sus ventajas y desventajas, y en qué tipo de historias brilla, ¡no pares de leer!

¿Qué es un narrador testigo?

El narrador testigo es aquel que se caracteriza por una historia desde la perspectiva de alguien que presenció los eventos en cuestión, pero no participó en ellos como protagonista. Puede que haya estado presente, pero, en realidad, el foco de la trama se lo lleva alguien más.

Aquí te va un ejemplo:

“Cuando volví del Este el otoño pasado, era consciente de que deseaba un mundo en uniforme militar, en una especie de vigilancia moral permanente; no deseaba más excursiones desenfrenadas y con derecho a privilegiados atisbos del corazón humano. La única excepción fue Gatsby, el hombre que da título a este libro: Gatsby, que representaba todo aquello por lo que siento auténtico desprecio. Si la personalidad es una serie ininterrumpida de gestos logrados, entonces había en Gatsby algo magnífico, una exacerbada sensibilidad para las promesas de la vida, como si estuviera conectado a una de esas máquinas complejísimas que registran terremotos a quince mil kilómetros de distancia” – fragmento de El Gran Gatsby de F. Scott Fitzgerald.

Como ves, la narrativa es realizada por un personaje que tiene sus propias opiniones y forma de experimentar el mundo que lo rodea, pero la historia en sí está enfocada en un tercero, alguien cuyas proezas y actitudes son el verdadero motor que impulsa la trama.

Esto hace que el narrador testigo sea muy particular porque permite explorar al protagonista desde los ojos de alguien más. Es como si una persona relatara lo que haces según su propia interpretación, tan limitada o acertada como esté.

Ventajas del narrador testigo

Si la pregunta que está sobre tu cabeza es “¿qué clase de historias se benefician del uso del narrador testigo?”, estoy seguro que conocer las ventajas que aporta te responderá esa duda. ¡Aquí te las comparto!

Ideal para explorar personajes misteriosos e interesantes

Explorar personajes misteriosos y extraordinarios desde el punto de vista protagónico, usualmente es muy difícil, ya que existen pocas cosas que se pueden dejar a la imaginación de la audiencia.

A medida que la trama avanza, narrativamente te verás obligado a mostrar cada una de las facetas del personaje, hasta que el misterio pierda todo su encanto. Esto no es algo malo en sí, pero lo es si justamente tu intención es que una buena parte del peso narrativo recaiga sobre ese misterio.

En este tipo de escenarios, es donde el narrador testigo brilla por dos razones en particular:

  • Los misterios del personaje están mejor escondidos;
  • La audiencia vive la historia y descubre el misterio junto a un personaje íntimamente relacionado con los eventos de la trama.

Si tu idea es trabajar un personaje misterioso e interesante, ¡este narrador puede ser el ideal para ti!

Perfecto para contar historias con acertijos y misterio

Lo que mencioné antes no solamente beneficia a personajes misteriosos, sino que también favorece a las tramas que contienen una gran cantidad de acertijos y misterio.

Esto es lo que vemos en la historia de Edgar Allan Poe El Extraño caso del Señor Valdemar, donde todo se cuenta a través de un testigo que presenció los perturbadores eventos que toman lugar en la historia.

Como la resolución del acertijo depende de la información proporcionada por el narrador testigo y su entendimiento de lo que sucede, el escritor tiene muchísimo control sobre la experiencia de la audiencia, permitiéndolo manejar con mayor facilidad la tensión de la obra y el ritmo con el que sus lectores arman las piezas del rompecabezas.

Te permite involucrar de una forma particular a la audiencia en la historia

A diferencia de otros tipos de narradores, el narrador testigo tiene la ventaja de estar metido en el embrollo del asunto (como el narrador en primera persona), pero de todas formas tener una visión externa (como un narrador omnisciente), ya que lo que está haciendo en realidad es contando lo que el personaje importante, el verdadero protagonista, realiza.

Eso quizás no parezca muy interesante, pero en realidad es lo máximo, porque la audiencia no solo presencia lo que el personaje hace, sino que lo hace desde dentro de la historia, permitiéndole sentirse todavía más cercana a ese personaje misterioso e interesante que la historia presenta.

Si quieres mitificar a tu protagonista, ¡este narrador te puede ayudar muchísimo!

Desventajas del narrador testigo

A la hora de trabajar este narrador, también hay ciertas desventajas que debes tomar en cuenta. ¡Aquí te las comparto!

Mucho peso sobre los hombros del narrador

El narrador testigo tiene la dificultad de que el personaje interesante no es el que cuenta la historia, y eso puede impactar gravemente el interés de tu audiencia en la historia.

Sin embargo, que eso no te asuste ni te haga pensar que debes darle más desarrollo a tu narrador. En realidad, esto se puede compensar con una lírica poderosa e interesante.

En este caso, no es tan importante quién es el narrador testigo, sino cómo el narrador testigo es capaz de compartir los eventos de la historia de una forma atractiva y llamativa.

La lírica que utilizan estas historias debe ser muy poderosa, con párrafos eficientes y bien construidos, con diálogos refinados con un propósito claro.

De lo contrario, la historia se volverá aburrida muy rápidamente y no habrá forma de rescatarla.

Tiene una naturaleza expositiva en su centro

Como, al final del día, un testigo cuenta las cosas de forma retrospectiva, el narrador testigo es fundamentalmente un diálogo expositivo.

Eso significa que mantener un buen ritmo narrativo suele ser muy complicado con este tipo de narradores, especialmente si no se te ocurren formas naturales de introducir al personaje en cada uno de los eventos cruciales de la trama.

La resolución del misterio define el clímax de la historia

Seguro te encantó escuchar que este narrador te ayudará a trabajar a fondo los misterios de tu obra, pero deja te comparto una adevertencia al respecto: las historias con estos narradores GIRAN en torno a ese misterio, por lo que su resolución termina siendo crucial para el desenlace de la misma.

Es decir, todo el desarrollo se encargará de hacer que tu audiencia esté expectante, deseando descubrir de una vez cuál es la pieza faltante del rompecabezas. Si lo que les terminas entregando no está a la altura de lo que has construido, la experiencia de la audiencia se irá al caño y tu historia será un desastre.

De cierta forma, un narrador testigo te obliga a jugártela toda al misterio de la obra. Potencia sus probabilidades de éxito, claro, pero aumenta también las consecuencias negativas de crear un misterio con una respuesta aburrida y poco interesante.

¿Cómo saber si es para ti?

El mejor tip que te puedo dar aquí es simplemente que te preguntes lo siguiente:

  • ¿Qué tan importante es para mí trabajar los “misterios” de mi obra?

Si la respuesta es “MUCHÍSIMO” entonces deberías considerar seriamente al narrador testigo, ya que ningún otro tipo de narrador podrá ayudarte de la misma forma, especialmente si esos misterios giran en torno a tu protagonista.

Si no hay misterios interesantes en tu historia o estos no son el verdadero enfoque de la misma (desde el punto de vista de la trama), entonces no tiene mucho sentido que utilices esta clase de narrador, ya que estarás desaprovechando sus principales ventajas.

Dicho esto, ¡no tengas miedo de experimentar! ¡Quizás se te ocurra una forma muy original de aprovecharlo!

5 ejemplos de narradores testigo exitosos

Ahora que ya conoces todo sobre el narrador testigo, deja que te recomiende algunas novelas increíbles que te permitirán experimentarlo en su máxima expresión. ¡Aquí vamos!

El Gran Gatsby de F. Scott Fitzgerald

El Gran Gatsby es una de las novelas con mayor prestigio de la historia, siendo considerada por muchos como la obra maestra de la literatura estadounidense.

Aunque no comparto esa opinión del todo, sí te puedo decir que entiendo perfectamente a aquellos que la sostienen.

En pocas palabras, El Gran Gatsby es un libro que explora a profundidad el concepto del “sueño americano”, con sus vicios y sus virtudes, a través de una historia desgarradora y llena de sueños y tragedia.

La historia es contada por Nick Carraway y el protagonista es Jay Gatsby.

Ejemplo de la redacción:

“Vi por primera vez a Gatsby cuando era un teniente segundo y nos encontramos de camino a la costa de Santa Lucía. Nos dijo que era hijo de gente adinerada de San Francisco, que había sido educado en Oxford, que había vivido en todas partes, y que su dinero procedía del bienestar familiar. Después de conocerle me pareció que lo único auténtico de toda esa historia era que había vivido en todas partes, como si en verdad hubiera experimentado los cuatrocientos y tantos años que dicen que tiene la raza.”

Drácula de Bram Stoker

Todos conocen la figura de Drácula, pero, al igual que ocurre con la criatura de Frankenstein, no muchos conocen la obra que le dio vida al monstruo.

A diferencia de los otros libros de esta lista, Bram Stoker no utilizó a un solo narrador testigo, sino que varios personajes cuentan sus encuentros con el monstruo a través de cartas y entradas en sus diarios.

La trama está construida de forma impecable y la tensión de la misma es simplemente de otro nivel.

¡Échale un ojo!

Ejemplo de la redacción:

“Mi nombre es Jonathan Harker. Soy un abogado inglés que he venido a Transilvania por negocios. He venido aquí por invitación del conde Drácula, cuyas vastas propiedades se extienden a lo largo de las colinas y los valles de esta región. Espero que mi viaje sea sin incidentes, aunque me siento un poco ansioso, ya que no estoy familiarizado con las costumbres de este país.”

Sherlock Holmes de Sir Arthur Conan Doyle

Sherlock Holmes es un clásico mundial de la literatura hasta el punto que ha trascendido a otros medios como el teatro, el cine y la televisión.

Más de cien años después, lo cierto es que todavía no podemos tener suficiente de este personaje, y uno de los principales culpables de esto es nuestro querido Watson, el narrador testigo de esta saga inmortal.

Al igual que Drácula, no creo que haga falta que te explique en realidad de qué van estas historias. Lo mejor que puedo hacer es recomendarte encarecidamente que te expongas al genio absoluto que es Sir Arthur Conan Doyle. ¡No dudes ni un instante más!

Ejemplo de la redacción (extraído de la historia Estudio en Escarlata):

“En el año 1878, tomé mi título de doctor en medicina en la Universidad de Londres y procedí a Netley para completar mi educación militar. Había terminado mis estudios antes de la aparición de la epidemia de cólera que, partiendo de la India, causó estragos en todo el mundo. Habiendo completado mis estudios, solicité y obtuve la licencia para ir a América del Sur y recoger ciertos especímenes biológicos en el curso de mi investigación allí. Los hechos que voy a relatar datan de hace varios años, y ya han sido comentados por la prensa de todo el mundo. Me referiré, sin embargo, a los acontecimientos tal y como los presencié yo mismo.”

El Vampiro de John Polidori

El Vampiro es un relato corto escrito por John Polidori, un escritor británico que, aunque quizás no lo conoces, era una gran eminencia en su época.

Con decirte que se dice que la idea de este relato surgió en la famosísima Villa Diodati, un lugar que ha inspirado escritores como John Milton, Voltaire y Mary Shelley (esta última, de hecho, estaba con Polidori cuando la musa le llegó).

El Vampiro nos cuenta la historia de un extraño y malvado hombre que parece ser más demonio que humano.

Esta historia fue la que popularizó el término “vampiro” y la que hizo que se volviera un elemento cultural con extrema influencia en los esfuerzos narrativos hasta nuestros días.

El narrador testigo es un personaje anónimo que cuenta la historia de su amigo, Aubrey, quien realmente tuvo contacto con el vampiro; el protagonista, sin embargo, es un hombre de la alta sociedad londinense llamado Ruthven.

Ejemplo de redacción:

“Fue en una noche lluviosa del otoño pasado cuando entré en posesión del paquete que contenía los papeles de mi difunto amigo, el señor Aubrey. Nadie podría estar más convencido que yo de la verdad de los hechos que se relatan en ellos. Sin embargo, antes de proceder a narrarlos, me parece necesario ofrecer algunas explicaciones que puedan dar mayor credibilidad a su contenido.”

Cumbres Borrascosas de Emily Bronthë

Esta novela nos cuenta la tumultuosa historia de amor y venganza entre los personajes principales, Heathcliff y Catherine Earnshaw.

La historia comienza cuando un niño huérfano llamado Heathcliff es adoptado por la familia Earnshaw y criado junto a su hija Catherine en una casa de campo llamada Cumbres Borrascosas en Yorkshire, Inglaterra. A pesar de su vínculo cercano, Heathcliff y Catherine tienen una relación complicada y tormentosa, y su amistad se convierte rápidamente en una obsesión mutua.

Cuando Catherine se enamora de Edgar Linton, un vecino adinerado, decide casarse con él a pesar de su amor por Heathcliff. Esto provoca un gran dolor en Heathcliff, quien jura venganza contra Catherine, su familia y la familia de Linton.

La novela explora temas como la obsesión, la venganza, la traición y el amor no correspondido a través de la vida de Heathcliff y Catherine, y las consecuencias que sus acciones tienen en la generación siguiente.

Esta historia es narrada por Nelly Dean, una sirvienta que trabaja en la casa de campo de la familia Earnshaw y que cuenta la historia de la caótica relación entre Catherine Earnshaw y Heathcliff.

Ejemplo de redacción:

“Señorita Cathy y él eran como hermano y hermana. Pero la idea de que él pudiera ser lo bastante bueno para ella nunca se le pasó por la cabeza. Además, ella tenía a Linton: una vez, él se lo oyó decir a la tía Nelly. Entonces decidió que no se trataba de una broma, sino de una cosa seria y concreta, una realidad. Y sufría a causa de ello.”

¡Y con eso acabamos! Espero que hayas aprendido mucho sobre el tema con este artículo y, quizás, te aventures a utilizar al narrador testigo en alguna de tus obras.

Si, más bien, descubriste que no es el ideal para ti, lee este artículo que contiene a los distintos tipos de narradores y los explica brevemente. ¡No te lo pierdas!

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