Romance entre rivales: de enemigos a amantes

Romance entre rivales: de enemigos a amantes

Romance entre rivales: ¿cómo construirlo?

Todo aquel que haya visto una cantidad decente de películas románticas, seguro, ya está más que familiarizado con el clásico romance entre rivales, ese que lleva a dos personajes que se odian a volverse loquitos el uno por el otro.

Es tan prevalente este cliché que casi todos podemos identificarlo de forma instantánea cuando hace su primera aparición.

Ahora, no quiero que eso te haga pensar que estoy criticándolo en lo absoluto. De hecho, en este artículo espero transmitirte las ventajas que ofrece para que, quizás, consideres incluirlo en tu historia.

Si te interesa saber más, ¡no pares de leer!

¿Qué es un romance entre rivales?

Un romance entre rivales se refiere a una relación romántica en la que los personajes inician como polos opuestos o incluso enemigos, pero, gracias a la trama y a su evolución como personajes, terminan enamorándose.

Si te lo propones, te apuesto que se te pueden ocurrir muchos ejemplos rápidamente, como Ron y Hermione o Anastasia y Dimitri.

Es tan común, que casi pareciera que a muchos escritores no se les ocurra otra forma de lograr que sus personajes se enamoren… pero lo cierto es que estos escritores están aprovechando algunos de los elementos más importantes pero menos reconocidos de la construcción de relaciones románticas en las historias.

¿No me crees? ¡Deja que te lo demuestre!

¿Qué ofrece desde el punto de vista narrativo?

El amor es un sentimiento extremadamente complejo del que ya hemos hablado en este blog. No se trata solo de besos y miradas furtivas, sino que involucra una entrega total por parte de los personajes, algo que exige el máximo nivel de vulnerabilidad y crecimiento para ambos.

Enamorarse es genial y hasta divertido… pero amar… eso sí que es un reto.

Es por esto que las historias que planean desarrollar un romance necesitan forzosamente ser antagonistas para su pareja, en el sentido de que deben ser una fuente de conflicto que le obliga a crecer y evolucionar como persona; de una forma no muy distinta a como lo hace el villano.

Esto puede parecer paradójico, pero es absolutamente necesario. De lo contrario, el arco de tus personajes estará desligado de su relación romántica y esta pasará a sentirse hueca y superficial.

Entonces, los escritores que presentan a sus personajes primero como opuestos o rivales están en realidad hackeando el sistema, ya que están logrando incluir este conflicto de una forma mucho más orgánica y dramática en la obra.

Dos personajes que discuten entre ellos y se pelean, también son dos personajes que constantemente se ven obligados a conocerse de una forma más profunda y, si juegas bien tus cartas, lograr que ese sentimiento se convierta en amor es bastante sencillo.

Es por eso que los romances entre rivales suelen ser muy útiles en historias cuyo conflicto principal no es el romance, sino que este se encuentra atado a una trama secundaria. Por supuesto, está claro que puedes crear una historia con un romance que gire completamente alrededor de esta rivalidad, pero mi punto es que tu novela no tiene que ser romántica en esencia para que le saques provecho al elemento.

¿Qué necesita incluir un romance entre rivales?

Ahora que entiendes la razón de ser de este elemento narrativo, hablemos un poco sobre qué necesitas hacer para que esté bien construido.

La rivalidad debe nacer de las fallas de los personajes

Si tienes tiempo leyendo este blog, entonces estoy seguro de que ya sabes por qué esto debe ser así; si no es así, entonces deja que lo explique muy rápidamente: si la rivalidad no está atada a la falla central de los personajes… entonces no estará atada a su arco.

Es decir, si tienes un personaje orgulloso y otro egoísta, necesitas que estas dos fallas sean aquello que los hace pelearse. En el caso de Ron y Hermione, por ejemplo, Ron es rudo, testarudo e insensible, mientras que Hermione es una sabelotodo y sensible en extremo.

Estas dos fallas son las principales causas por las que Ron y Hermione se la viven peleando y discutiendo. A medida que avanzan los libros, ambos van creciendo y aprendiendo el uno del otro; incluso si esta evolución es bastante lenta y sutil.

Es por esto que te resulta casi imposible creer que Ron habría alcanzado la madurez que consiguió sin Hermione y viceversa. ¡Eso es lo que te permite entender que terminen amándose!

Asegúrate de hacer un balance entre las peleas y los momentos cálidos

Algo que veo con mucha frecuencia en las películas románticas que mi esposa me sienta a ver, es que es bastante común que el romance entre rivales se incline en extremo hacia el lado de LA RIVALIDAD, sin entender el lado amable que también deben trabajar.

Un ejemplo de esto lo vemos en la película de Colors of Love, donde (aunque técnicamente no empiezan como rivales) la protagonista es un absoluto vomitivo con su interés romántico sin que haya una buena razón para eso.

Por supuesto, esto también se agrava porque el sujeto es demasiado perfecto y, por lo tanto, no tiene una falla central que realmente justifique la reacción de la chica y que además lo ayude a él a vivir un arco poderoso que te haga entender cómo la protagonista cambió su vida.

Ella es extremadamente agresiva hacia él y eso hace que te preguntes constantemente “¿por qué rayos le anda insistiendo tanto a esta tipa?”.

Los personajes claramente tienen química entre ellos… pero los momentos cálidos no son aquellos en los que se están sonriendo o uno se cae encima del otro y se quedan viendo llenando el aire de tensión romántica.

Los momentos de calidez llegan cuando uno de los dos se encuentra vulnerable y el otro, en lugar de antagonizarlo, le ayuda; le extiende la mano para que salga del hoyo y esté mejor.

Estos momentos son los que hacen que los personajes entiendan que aquel que consideran un obstáculo, puede que sea un aliado invaluable; y ese cambio de perspectiva despierta algo dentro de ellos que ya estaba ahí, pero que no reconocían.

La tensión sexual no es lo que debe unir a tus personajes, sino estos momentos de vulnerabilidad que les permiten tender puentes entre sí.

Haz que los personajes crezcan GRACIAS AL OTRO

Si tuviera que proponer un romance entre rivales simple, pero bien construido, creo que propondría Stardust, porque me parece un ejemplo perfecto de cómo dos personajes enfrentados se enamoran al ayudarse A CRECER MUTUAMENTE.

Él, un completo perdedor sufriendo por una mujer que no lo quiere, y ella, una ingenua y orgullosa estrella sin un lugar al que ir, terminan siendo la pareja ideal, precisamente por la forma en que se complementan.

Él necesita un poco de orgullo y confianza, y ella necesita un poco de humildad y guía. Uno tiene aquello de lo que el otro carece, y por la misma interacción que sostienen, a ambos se les va pegando lo mejor del otro. ¿No es eso exactamente lo que deberíamos buscar todos en nuestra pareja?

Lo cierto es que esto debería estar presente en TODAS las relaciones románticas que se construyen en una historia, pero en una historia entre rivales es todavía más importante porque este es el único catalizador lo suficientemente fuerte para que la transformación sea creíble.

¡Y con eso llegamos al final del artículo! Si te gustó el contenido y sientes que aprendiste algo nuevo, ¡estaré bastante contento!

Si quieres aprender más sobre el tema, quizás te guste este artículo sobre la obsesión y cómo manejarla en las historias. ¡Échale un ojo!

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