Tiempos verbales: ¿Cómo escribir como un profesional?

Tiempos verbales: ¿Cómo escribir como un profesional?

Tiempos verbales: ¿Cómo escribir como un profesional?

Un error que veo que constantemente cometen los escritores novatos, es el cambio injustificado de tiempos verbales dentro de sus párrafos, lo que muchas veces complica o directamente arruina la lectura de sus escritos.

Por eso, me gustaría explicártelos a fondo para que no pases por ese problema. Admito que no es fácil entender a la perfección estos conocimientos, pero al menos tenerlos presentes te servirá muchísimo.

¡Sigue leyendo y aprende todo sobre el tema!

¿Qué son los tiempos verbales?

Un tiempo verbal es una forma gramatical que indica el momento en que ocurre o se desarrolla una acción o un estado. En la mayoría de los idiomas, los tiempos verbales se utilizan para indicar el pasado, el presente y el futuro.

Los tiempos verbales surgen en los idiomas porque son una forma de indicar cuándo ocurre o se desarrolla una acción o un estado. El tiempo verbal permite al hablante o escritor situar la acción o el evento en un momento temporal específico y comunicar de manera efectiva cuándo ocurrió, cuándo está ocurriendo o cuándo ocurrirá.

Los tiempos verbales surgieron naturalmente en los idiomas como una forma de expresar diferentes aspectos del tiempo, tales como el pasado, el presente y el futuro, así como la duración, la repetición y la finalización de una acción o un estado.

Además, los tiempos verbales también pueden ayudar a expresar matices como la incertidumbre, la hipótesis, la suposición o la posibilidad, lo que permite una comunicación más precisa y efectiva en diferentes situaciones, especialmente en la construcción de historias y relatos.

¿Por qué es importante respetarlos?

Si no se respetan los tiempos verbales, puede haber confusiones en la comunicación, lo que puede llevar a malentendidos e incluso a errores graves. Además, el uso incorrecto de los tiempos verbales puede hacer que el hablante o escritor parezca poco educado o poco sofisticado en su uso del idioma.

Por ejemplo, deja que te comparta un párrafo con tiempos verbales incorrectos y luego la versión corregida.

Ejemplo incorrecto: “Yo estaba caminando por el parque ayer cuando de repente yo caí al suelo. Hoy, yo veo un médico porque mi pierna duele mucho. El doctor me dice que yo necesito un yeso y que no debo caminar por un tiempo. Yo estaba muy triste porque yo tenía planes para ir al cine mañana.”

Ejemplo corregido: “Ayer estaba caminando por el parque cuando de repente caí al suelo. Hoy voy a ver a un médico porque me duele mucho la pierna. El doctor me dice que necesito un yeso y que no debo caminar por un tiempo. Estoy muy triste porque tenía planes para ir al cine mañana.”

En la versión corregida, se usan tiempos verbales consistentes en el pasado, presente y futuro para describir las acciones que ocurrieron, están ocurriendo y van a ocurrir. Además, se utilizan los tiempos verbales apropiados para cada acción: el pretérito imperfecto para describir la acción en curso en el pasado (estaba caminando), el presente para describir una acción presente (voy a ver), el presente y el futuro para describir una situación presente y futura (me duele y no debo caminar), y el pretérito imperfecto y el pretérito para describir una acción habitual y otra específica en el pasado (tenía planes e hice referencia al día anterior). Esto permite una comunicación más clara, coherente y fluida.

Por lo tanto, es importante tener una comprensión sólida de los diferentes tiempos verbales en un idioma y saber cuándo usarlos adecuadamente para lograr una comunicación clara y efectiva.

¿Cuáles son los tiempos verbales?

Existen varios tiempos verbales en español que se utilizan para indicar cuándo ocurre o se desarrolla una acción o un estado. Los principales tiempos verbales son:

Presente

El tiempo verbal presente es uno de los más utilizados en español y se utiliza para hablar de acciones que ocurren en el momento presente o que son habituales o verdades universales.

Por ejemplo, si decimos “Yo como una manzana”, estamos hablando de una acción que está ocurriendo en el momento en que se habla. Por otro lado, si decimos “Yo como manzanas todos los días”, estamos hablando de una acción que es habitual y que ocurre repetidamente.

El tiempo presente se forma a partir de la raíz del verbo, a la que se le añaden diferentes desinencias según la persona y el número. Por ejemplo, para el verbo “comer”, la conjugación en presente sería:

  • Yo como
  • Tú comes
  • Él/ella come
  • Nosotros/nosotras comemos
  • Vosotros/vosotras coméis
  • Ellos/ellas comen

Es importante tener en cuenta que algunos verbos tienen formas irregulares en presente, como “ser” (yo soy, tú eres, él/ella es, nosotros/nosotras somos, vosotros/vosotras sois, ellos/ellas son) o “ir” (yo voy, tú vas, él/ella va, nosotros/nosotras vamos, vosotros/vosotras vais, ellos/ellas van).

Además, en español se utiliza el presente para expresar una acción futura en algunas situaciones, como en frases que expresan planes o intenciones. Por ejemplo, “Mañana voy al cine con mis amigos”.

Es importante tener en cuenta que el contexto y la situación en la que se utiliza el tiempo presente son importantes para entender el significado preciso de la oración.

Pretérito imperfecto

El pretérito imperfecto se utiliza para describir una acción que tuvo lugar en el pasado, pero que no se ha completado o que era habitual en el pasado.

Por ejemplo, si decimos “Yo caminaba por el parque todos los días”, estamos hablando de una acción que se llevaba a cabo en el pasado de forma habitual. También se puede utilizar el pretérito imperfecto para describir el contexto de una acción en el pasado. Por ejemplo, “Hacía mucho frío cuando salí de casa esta mañana”.

El pretérito imperfecto se forma a partir de la raíz del verbo, a la que se le añaden diferentes desinencias según la persona y el número. Por ejemplo, para el verbo “caminar”, la conjugación en pretérito imperfecto sería:

  • Yo caminaba
  • Tú caminabas
  • Él/ella caminaba
  • Nosotros/nosotras caminábamos
  • Vosotros/vosotras caminabais
  • Ellos/ellas caminaban

Es importante tener en cuenta que algunos verbos tienen formas irregulares en pretérito imperfecto, como “ser” (yo era, tú eras, él/ella era, nosotros/nosotras éramos, vosotros/vosotras erais, ellos/ellas eran) o “ir” (yo iba, tú ibas, él/ella iba, nosotros/nosotras íbamos, vosotros/vosotras ibais, ellos/ellas iban).

El pretérito imperfecto también se utiliza en español para describir una situación en el pasado que se extendía en el tiempo. Por ejemplo, “Mientras yo estudiaba para el examen, mi hermano veía la televisión”. En esta oración, el verbo “estudiaba” describe una acción en el pasado que se extendía en el tiempo, mientras que “veía” describe una acción en el pasado que se llevó a cabo en un momento específico.

Pretérito perfecto simple

El pretérito perfecto simple se utiliza para describir una acción que tuvo lugar en el pasado y que ya ha finalizado. También se conoce como pretérito indefinido, y es uno de los tiempos verbales más utilizados en español.

Por ejemplo, si decimos “Yo estudié para el examen”, estamos hablando de una acción que se llevó a cabo en el pasado y que ya ha finalizado. Otras formas en las que se puede utilizar el pretérito perfecto simple incluyen describir acciones específicas que ocurrieron en el pasado, como “Yo compré un coche el año pasado”, o para hablar de una secuencia de eventos en el pasado, como “Llegué a la estación y cogí el tren”.

El pretérito perfecto simple se forma a partir de la raíz del verbo, a la que se le añaden diferentes desinencias según la persona y el número. Por ejemplo, para el verbo “estudiar”, la conjugación en pretérito perfecto simple sería:

  • Yo estudié
  • Tú estudiaste
  • Él/ella estudió
  • Nosotros/nosotras estudiamos
  • Vosotros/vosotras estudiasteis
  • Ellos/ellas estudiaron

Es importante tener en cuenta que algunos verbos tienen formas irregulares en pretérito perfecto simple, como “ser” (yo fui, tú fuiste, él/ella fue, nosotros/nosotras fuimos, vosotros/vosotras fuisteis, ellos/ellas fueron) o “tener” (yo tuve, tú tuviste, él/ella tuvo, nosotros/nosotras tuvimos, vosotros/vosotras tuvisteis, ellos/ellas tuvieron).

El pretérito perfecto simple se utiliza comúnmente para describir eventos en el pasado que no tienen relación con el presente, o que no se repiten. También se utiliza para contar historias y narrar eventos en el pasado.

Pretérito pluscuamperfecto

El pretérito pluscuamperfecto es un tiempo verbal que se utiliza para describir una acción que tuvo lugar en el pasado y que ya había finalizado antes de otra acción también en el pasado. En otras palabras, se utiliza para expresar una acción anterior a otra acción pasada.

Por ejemplo, si decimos “Cuando llegué a casa, mi hermana ya había cenado”, estamos utilizando el pretérito pluscuamperfecto para describir que la acción de cenar ya había ocurrido antes de que llegáramos a casa. Otras formas en las que se puede utilizar el pretérito pluscuamperfecto incluyen describir una acción anterior a otra en el pasado, como “Antes de salir, ya había llovido mucho”, o para narrar una historia en la que se describen eventos en un orden cronológico.

El pretérito pluscuamperfecto se forma a partir del verbo auxiliar “haber” en pretérito imperfecto, seguido del participio pasado del verbo principal. Por ejemplo, para el verbo “comer”, la conjugación en pretérito pluscuamperfecto sería:

  • Yo había comido
  • Tú habías comido
  • Él/ella había comido
  • Nosotros/nosotras habíamos comido
  • Vosotros/vosotras habíais comido
  • Ellos/ellas habían comido

Al igual que con los tiempos verbales antes mencionados, se debe tener en cuenta que algunos verbos tienen formas irregulares en pretérito pluscuamperfecto, como “ser” (yo había sido, tú habías sido, él/ella había sido, nosotros/nosotras habíamos sido, vosotros/vosotras habíais sido, ellos/ellas habían sido) o “tener” (yo había tenido, tú habías tenido, él/ella había tenido, nosotros/nosotras habíamos tenido, vosotros/vosotras habíais tenido, ellos/ellas habían tenido).

El pretérito pluscuamperfecto se utiliza comúnmente para describir acciones que ocurrieron antes de otra acción en el pasado, y a menudo se utiliza junto con el pretérito perfecto simple o el pretérito imperfecto para narrar una historia en el pasado.

Futuro simple

El futuro simple es un tiempo verbal que se utiliza para expresar una acción que tendrá lugar en el futuro, es decir, que aún no ha ocurrido. Por ejemplo, “Mañana estudiaré para el examen” o “El año que viene viajaré a Europa”.

La conjugación del futuro simple es bastante sencilla, ya que se forma a partir del infinitivo del verbo y las terminaciones correspondientes para cada pronombre personal. Las terminaciones para los verbos regulares en español son las mismas para todos los verbos:

  • Yo hablaré
  • Tú hablarás
  • Él/Ella hablará
  • Nosotros/Nosotras hablaremos
  • Vosotros/Vosotras hablaréis
  • Ellos/Ellas hablarán

Como se puede ver, todas las formas del futuro simple comienzan con la raíz del verbo y se le agrega la terminación “-é”, “-ás”, “-á”, “-emos”, “-éis” o “-án” según el pronombre personal que se esté utilizando.

Es importante tener en cuenta que los verbos irregulares en español tienen formas irregulares en el futuro simple, por ejemplo, el verbo “ser” en futuro simple se conjuga como “Yo seré, Tú serás, Él/Ella será, Nosotros/Nosotras seremos, Vosotros/Vosotras seréis, Ellos/Ellas serán”. También es importante destacar que en español no hay una forma de futuro para el verbo “ir”, por lo que se utiliza el futuro simple del verbo “ir” junto con la preposición “a” para expresar acciones futuras. Por ejemplo, “Mañana voy a estudiar para el examen”.

En resumen, el futuro simple se utiliza para expresar acciones que tendrán lugar en el futuro y se forma a partir del infinitivo del verbo y las terminaciones correspondientes para cada pronombre personal. Es importante tener en cuenta que los verbos irregulares tienen formas irregulares en el futuro simple y que el verbo “ir” se utiliza para expresar acciones futuras.

Condicional simple

El condicional simple es un tiempo verbal que se utiliza para hablar sobre situaciones hipotéticas o posibles que podrían ocurrir en el futuro, pero que no son seguras o no han ocurrido todavía. También se utiliza para expresar deseos, consejos o sugerencias de manera educada. Por ejemplo: “Si tuviera dinero, compraría una casa en la playa”, “Me gustaría viajar por todo el mundo”, “Deberías estudiar para el examen”.

La formación del condicional simple es bastante sencilla, ya que se forma a partir del infinitivo del verbo y las terminaciones correspondientes para cada pronombre personal. Las terminaciones para los verbos regulares en español son las mismas para todos los verbos:

  • Yo hablaría
  • Tú hablarías
  • Él/Ella hablaría
  • Nosotros/Nosotras hablaríamos
  • Vosotros/Vosotras hablaríais
  • Ellos/Ellas hablarían

Como se puede ver, todas las formas del condicional simple comienzan con la raíz del verbo y se le agrega la terminación “-ía”, “-ías”, “-ía”, “-íamos”, “-íais” o “-ían” según el pronombre personal que se esté utilizando.

En el español, hay algunos verbos que son irregulares en el condicional simple y no siguen la regla general. Por ejemplo, el verbo “haber” en condicional simple se conjuga como “Yo habría, Tú habrías, Él/Ella habría, Nosotros/Nosotras habríamos, Vosotros/Vosotras habríais, Ellos/Ellas habrían”.

Dicho de otra forma, el condicional simple se utiliza para hablar sobre situaciones hipotéticas o posibles que podrían ocurrir en el futuro y se forma a partir del infinitivo del verbo y las terminaciones correspondientes para cada pronombre personal. Es importante tener en cuenta que algunos verbos son irregulares en el condicional simple y no siguen la regla general.

Imperativo

El imperativo es un tiempo verbal que se utiliza para dar órdenes, hacer sugerencias o dar instrucciones a alguien. Es decir, es una forma de dirigirse directamente a otra persona para indicarle qué acción debe realizar o cómo debe hacer algo. Por ejemplo, “¡Haz tu tarea!”, “¡No te preocupes tanto!”, “¡Ven aquí!”.

En español, el imperativo se utiliza principalmente en la segunda persona del singular y del plural (tú y vosotros), aunque también se puede utilizar en la primera persona del plural (nosotros) para hacer una sugerencia o invitación. La forma del imperativo es diferente para cada pronombre personal y depende del verbo que se esté utilizando. Por ejemplo:

  • Tú habla más despacio. (hablar)
  • Vosotros comed más frutas y verduras. (comer)
  • Bailemos toda la noche. (bailar)

Es importante tener en cuenta que algunos verbos irregulares tienen formas especiales en el imperativo. Por ejemplo, el verbo “ser” en imperativo tiene la forma “sé” para la segunda persona singular (tú) y “sed” para la segunda persona plural (vosotros). Asimismo, el verbo “ir” tiene la forma “ve” para la segunda persona singular (tú) y “id” para la segunda persona plural (vosotros).

Otro aspecto importante a considerar es que el imperativo también puede tener un tono educado o de respeto, dependiendo del contexto y de la forma en que se utilice. En estos casos, se puede utilizar la tercera persona del singular (usted) en lugar de la segunda persona singular (tú). Por ejemplo, “Por favor, vaya a la oficina del director” o “Discúlpeme, ¿podría ayudarme a encontrar esta calle?”.

En conclusión, el imperativo es un tiempo verbal utilizado para dar órdenes, hacer sugerencias o dar instrucciones a alguien. Se utiliza principalmente en la segunda persona del singular y del plural, aunque también se puede utilizar en la primera persona del plural para hacer sugerencias o invitaciones.

Infinitivo

El infinitivo es un tiempo verbal no personal, lo que significa que no está conjugado para ninguna persona gramatical (como “yo”, “tú”, “él/ella”, etc.). En lugar de eso, el infinitivo se utiliza para expresar una acción de manera general, sin especificar quién la realiza. Por ejemplo, en la oración “Me gusta leer libros”, “leer” es un infinitivo que indica la acción que me gusta, pero no se especifica quién está realizando la acción.

En español, los infinitivos se forman a partir de la raíz del verbo más el sufijo “-ar”, “-er” o “-ir”, según la conjugación del verbo. Por ejemplo, el infinitivo del verbo “hablar” es “hablar”, del verbo “comer” es “comer”, y del verbo “vivir” es “vivir”. A diferencia de los verbos conjugados, el infinitivo no cambia de forma ni se modifica para concordar con el sujeto de la oración.

El infinitivo se utiliza en diferentes contextos, como para expresar una acción que se va a realizar en el futuro (por ejemplo, “Voy a salir a correr”), para expresar una orden o instrucción (por ejemplo, “Comer sano es importante”), o como objeto directo o indirecto de un verbo (por ejemplo, “Me gusta leer”).

Estos son los principales tiempos verbales en español, pero también existen formas compuestas y tiempos verbales menos comunes. Es importante conocer y utilizar adecuadamente los diferentes tiempos verbales para una comunicación clara y efectiva.

¡Y listo! Espero que este artículo te haya ayudado a entender mejor los tiempos verbales y su importancia. Si tienes alguna duda, ¡puedes compartirla en los comentarios!

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