¿Cómo crear y desarrollar los traumas de un personaje?

¿Cómo crear y desarrollar los traumas de un personaje?

¿Cómo crear y desarrollar los traumas de un personaje?

Si hay algo de lo que somos aficionados los escritores, es de crear los traumas de un personaje y procurar que sean vehículos que inviten a la audiencia a preocuparse por él y sufrir a su lado.

Sin embargo, esa es una forma muy superficial de utilizar este elemento y, si caes en el error de que solo sirven para añadir drama, jamás serás capaz de hacer que los traumas ayuden a profundizar la historia y eleven a tu personaje a niveles legendarios.

Si quieres aprender más al respecto, ¡no pares de leer!

¿Qué es el trauma de un personaje?

El trauma de un personaje, como te podrás imaginar, es la secuela psicológica (y en algunos casos física) que un evento negativo produjo en él.

Fíjate que hay una palabra clave en esa definición y es “secuela”. Es decir, para que realmente exista un trauma, el personaje debe estar constantemente sufriendo las consecuencias negativas que la tragedia imprimió en él.

Es decir, no es un trauma que a un personaje se le muera alguien que quiere, sino el dolor que viene después y cómo le impide continuar con su vida, crear relaciones con otros, etcétera.

Por ejemplo, como Superman nunca sufrió por la muerte de sus padres originales y la destrucción de Krypton, eso no es un trauma. En cambio, la muerte de los padres de Batman, justamente porque define el resto de su vida y lo tortura constantemente, sí es un trauma.

¿Cuáles son los tipos de traumas narrativos?

Existe una cantidad infinita de traumas que puedes explorar en una historia, pero, desde el punto de vista narrativo, hay dos en particular que es importante conocer y que impactan directamente la experiencia del lector.

Pre-introducción

Los traumas de pre-introducción son simplemente aquellos que adquirió el personaje antes que fuera introducido a la historia. Es decir, estos son traumas que el lector no vio suceder.

Un ejemplo sería la muerte de los padres de Harry Potter o la destrucción del planeta natal de Thanos.

Estos traumas pueden ser interesantes para presentar personajes misteriosos, con una pasado oscura y una personalidad atormentada; sin embargo, carecen de impacto emocional, porque el lector no los conoce y, por lo tanto, no entiende la profundidad del personaje.

Si manejas bien el misterio, el personaje puede ser interesante, pero entonces el reto está en que el trauma debe estar a la altura de las incógnitas que presentaste para que las expectativas del lector sean alcanzadas.

Dicho esto, incluso si lo haces bien, este tipo de traumas tienen un impacto emocional menor, porque usualmente debe compartirse de manera expositiva, lo cual limita lo involucrado que se siente la audiencia, porque no vivió el momento con el personaje, solamente le están contando qué pasó.

Podrías darle la vuelta a este problema incluyendo una especie de flashback que ponga a los lectores en la piel del personaje, pero no todas las historias se benefician de este recurso. ¡Así que ten cuidado!

Post-introducción

Estos son los traumas que ocurren después de la introducción del personaje. El lector los vive con los personajes y tiene una mayor comprensión del contexto en el que sucedió todo.

Un ejemplo sería el eclipse en Berserk o la muerte de la mamá de Izumi en Parasyte: The Maxim.

Estos traumas son los más poderosos que puedes incluir porque colocan a la audiencia en la piel de los personajes, y te permiten explorar a fondo las emociones que los invaden. Además, como el lector entiende el contexto, puede crear empatía y reaccionar emocionalmente.

Así es como puedes lograr que tu lector llore y se frustre, y cree un vínculo indestructible con el personaje, algo que le ayude a interesarse por lo que le suceda al protagonista o personaje secundario.

¿Dónde está el truco? Son los más difíciles de construir porque dependes de la construcción de los símbolos, de los personajes y de la escena “traumante” en sí. Si estos tres elementos no se hicieron bien, no crearás un impacto emocional verdadero.

¿Cómo construir y desarrollar estos traumas?

Como te podrás imaginar, realmente no existe una fórmula mágica que aplique a todas las historias y tampoco querríamos que existiera. Si fuera así, todas las obras tendrían la misma estructura y nos aburriríamos de ellas.

Sin embargo, hay algunas buenas prácticas que puedes aplicar y que te ayudarán a construir bien estos momentos. ¡Aquí te van!

Relaciona el trauma con la lucha del personaje

Como mencioné antes, la existencia narrativa del trauma de un personaje está directamente relacionada con la forma en que le afecta; es decir, si no afecta su lucha, el trauma no existe.

Si colocas que un personaje está acomplejado por ser feo, porque de niño le pegaban y su madre lo insultaba, pero su lucha está relacionada con hacerse más fuerte, el trauma será hueco y sin sentido, porque no es un obstáculo que superar.

Un trauma siempre debe ser algo que le impide al personaje alcanzar sus objetivos, algo que constantemente lo sabotea y paraliza.

Es como cuando Guts, cuya lucha es encontrar un lugar al que pertenecer, es incapaz de crear relaciones íntimas porque abusaron de él cuando era niño.

O cuando a Midoriya, cuya lucha es convertirse en un héroe que haga justicia al legado de All Might, le cuesta creer en sí mismo porque ha sido bulleado toda su vida y nunca ha sido alguien especial.

Esa relación te ayudará a explorar el trauma, llenarlo de sentido y lograr que apoye el arco del personaje.

Crea consecuencias en su carácter

Un trauma no debe ser algo que de vez en cuando sale a la luz, sino un antes y después en la vida del personaje. De lo contrario, no es verdaderamente un trauma, sino algo malo que sucedió y ya.

Es como la muerte de Han Solo en la nueva trilogía de Star Wars. Si no fuera porque de vez en cuando lo mencionan, pareciera que a nadie le importa (algo que sufren todos los momentos emocionales en estas películas).

Si quieres que el trauma tenga sentido, debe haber consecuencias en la personalidad del personaje, algo que refleje que aprendió una lección terrible cuando la tragedia se posó sobre su hombro y lo oprime desde entonces.

Hazlo y verás que el trauma se vuelve inolvidable y poderoso.

Explora el símbolo a fondo

En una historia, prácticamente todo es un símbolo y los traumas son algunos de los más poderosos. Dicho esto, existen miles de formas de interpretar estos traumas, incluso si son superficialmente los mismos.

Por ejemplo, no es, simbólicamente, el mismo trauma que se te muera tu padre si lo amabas, a que se muera si lo odiabas.

Si los miras rápidamente, son los mismos (muerte del padre), pero exploran cuestiones distintas en los personajes, porque el que amaba a su padre, a lo mejor se siente perdido y con ganas de venganza, mientras que el otro se siente triste y extraño, por un lado celebrando la muerte, pero con la terrible sensación de que su padre nunca lo amó.

Ambas situaciones pueden ser muy poderosas, pero solo si de verdad te pones a explorarlas, si intentas que la historia ayude al personaje a descubrir lo que el trauma y sus consecuencias dicen sobre su persona y la estructura del mundo.

Trabaja la respuesta del resto de personajes (obligatorio en los traumas post-introducción)

Cuando algo terrible sucede, no es el suceso en sí lo que causa un impacto, sino la reacción de los personajes y lo que piensan al respecto.

¿Has escuchado la pregunta filosófica “si un árbol cae en medio del bosque y no hay nadie ahí para escucharlo, ¿realmente sucedió”? En las historias, la respuesta a esa pregunta es un rotundo “¡NO!”.

Es decir, si tu personaje se vuelve una peor persona por culpa del trauma, pero ninguno de los otros personajes repara en este hecho, entonces no sucedió, nunca se sentirá real o importante.

Un libro que maneja esto a la perfección es Crimen y Castigo de Dostoyevsky, donde la caída en la desesperanza y el delirio de Raskolnikov es acentuada por los personajes que lo rodean, haciendo alusiones a lo errático que es su comportamiento y teniendo conversaciones bastante pesadas y crudas con él, donde queda evidente para la audiencia que el protagonista se siente perdido y torturado.

Si pareciera que el elenco de personajes es inmune a las consecuencias del trauma, entonces tus lectores se sentirán de la misma forma y poco a poco lo olvidarán.

¡Y ya llegamos al final del artículo! Con toda esta información, serás capaz de construir un trauma realmente poderoso y especial.

Si tienes alguna duda o quisieras agregar algo, ¡asegúrate de dejar tus comentarios! ¡Siempre respondo y leo todo!

2 thoughts on “¿Cómo crear y desarrollar los traumas de un personaje?

  1. Buenos blogs amigo, podrías hablar sobre el protagonista, cuando es opacado y pierde importancia al existir personajes más influyentes o interesantes, ¿cómo solucionarlo o es algo correcto? Saludos

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *