Voz pasiva y activa: ¿qué son?
Voz pasiva y activa: ¿qué son?
La voz pasiva y la voz activa pertenecen a esa lista de conceptos literarios que rara vez se manejan como debe ser, tanto por parte de los escritores como de los críticos.
Existen muchos puristas sobre el tema con opiniones muy cerradas y dramáticas sobre estos dos tipos de redacción, y eso muchas veces evita que tengamos una idea de clara de la función que cada uno cumple.
En este artículo hablaremos a fondo sobre el tema, así que, si te interesa, ¡no pares de leer!
¿Qué es la voz pasiva?
La voz pasiva es aquella que muestra un sujeto sobre el cual recae pasivamente una acción. Es decir, este tipo de oraciones colocan el enfoque en el objeto que recibe la acción y no en el que la ejecuta, lo cual puede tener sus ventajas narrativas.
Por ejemplo, la oración con voz pasiva “Juan fue atravesado por una lanza vengativa y certera”, pone como principal actor a Juan que, aunque recibe pasivamente el acontecimiento, es el elemento sobre el cual el enfoque narrativo debe quedarse, ya que es más importante que la lanza.
La construcción de las oraciones pasivas se estructura de la siguiente forma:
Sujeto pasivo – verbo auxiliar (ser/estar) – participio (verbos que terminan en ado/ido) – preposición – complemento agente.
Algunos críticos y escritores consideran que la voz pasiva SIEMPRE es negativa para la narrativa de una historia, ya que le quita agencia a los personajes y, en muchas ocasiones, la redacción termina afectando el ahorro del lenguaje debido a que la versión en voz activa suele ser más eficiente.
Sin embargo, esa perspectiva está equivocada. Como mencioné antes, existen ocasiones en las que la voz pasiva te permite mantener el enfoque narrativo en el elemento adecuado; por lo que evitarla a toda costa puede ser negativo para tu obra.
La voz pasiva solo vuelve un problema cuando se utiliza de forma errónea y/o lleva la atención al elemento narrativo incorrecto. Por ejemplo:
“La lanza fue arrojada con fuerza hacia Juan”.
No solo el enfoque en “la lanza” es el equivocado desde el punto de vista narrativo, sino que también está limitando la acción. Mientras que en la oración anterior la acción fue “Juan es herido de muerte”, en esta nueva versión para mantener la voz pasiva necesitas retrasar el acontecimiento narrativo hasta un punto en el que el sujeto se convierte en pasivo.
¡Es importante tomar esto en cuenta para que la voz pasiva no impacte negativamente tu obra!
Más ejemplos
- Augusto fue engañado por su hermano.
- Las margaritas eran arrastradas por el viento y depositadas gentilmente sobre el pasto fresco frente a nosotros.
- La tumba de Arquímedes fue saqueada con violencia y sin reparo en el cuerpo del difunto.
- Valeria fue golpeada vilmente por las noticias de su tía, su corazón fue estrujado con cada palabra y las lágrimas aparecieron antes de que pudiera contenerlas.
¿Qué es la voz activa?
La voz activa coloca a un sujeto que realiza una acción directamente y de forma activa. Esta forma de redactar suele colocar sobre los personajes un mayor nivel de agencia y es mucho más fácil de entender para los lectores.
La acción se vuelve más clara en parte porque la construcción de este tipo de oraciones suele adaptarse al formato más común del habla:
Sujeto – verbo – predicado.
Por ejemplo, la primera oración que vimos en este artículo, en voz activa se traduciría como “la lanza atravesó a Juan”. La eficiencia en cuanto al ahorro del lenguaje es mucho mayor y la acción se vuelve irrefutable y clara para la audiencia de buenas a primeras.
Es por esto que la voz activa suele ser alabada por la mayoría de los círculos literarios, ya que rara vez representa un error narrativo que se pudo solucionar por medio de la voz pasiva. Sin embargo, como verás en el tercer ejemplo de abajo, existen situaciones en las que esta voz no tiene mucho sentido, y ahí es donde estar abierto a usar la voz pasiva se vuelve crucial.
Más ejemplos
- El hermano de Augusto lo engañó.
- El viento arrastró a las margaritas y las depositó con gentileza sobre el pasto fresco frente a nosotros.
- Se saqueó la tumba de Arquímedes con violencia y sin reparo en el cuerpo del difunto.
- La noticias de su tía golpearon vilmente a Valeria, cada palabra estrujó su corazón y las lágrimas aparecieron antes de que pudiera contenerlas.
¿Cuál deberías favorecer?
Como espero que haya quedado claro con los ejemplos, deberías favorecer aquellas que, tanto desde un punto narrativo como estético, se adecúa más a lo que quieres transmitir con la oración y la escena de la que forma parte.
La voz pasiva y la activa son extremadamente útiles en distintos contextos, y parte de convertirte en un gran escritor pasa por entender cuál es la más apropiada para cada párrafo que trabajas.
¡Espero que este contenido te haya servido! Si fue así y quieres leer otros parecidos, ¡no olvides suscribirte al newsletter del blog!