El imperio malvado: ¿por qué es tan común este elemento?
El imperio malvado: ¿por qué es tan común este elemento?
No es nada raro que en historias de fantasía y ciencia ficción aparezca un imperio malvado que hace que el mundo se vuelva peligroso y terrible.
Tenemos el caso de Star Wars, Los Juegos del Hambre, Eragon e, incluso, Prison Break. Todos con emperadores (o dirigentes) con filosofías perversas que provocan miseria en los habitantes del mundo fantástico.
Por supuesto, estoy seguro que a ti se te pueden ocurrir otras diez historias con este elemento, así que por qué no hablamos un poco sobre por qué es algo tan recurrente y cómo construirlo correctamente.
¡Sigue leyendo!
¿Qué es un imperio malvado?
Un imperio malvado es una institución gubernamental que se rige bajo la filosofía depravada de un líder decidido y temible.
Como ves, en este elemento la figura del emperador es crucial, porque justamente es quien alimenta las motivaciones de su imperio y sus súbditos, de cierta forma, son una extensión de sí mismo.
Esto no quiere decir que no puedas tener súbditos que lo traicionen o estén en su contra, pero la gran mayoría de las personas deben estar de su lado, ya sea por medio o por fanatismo.
Ese detalle es importante, porque justamente lo que hace que un imperio malvado se sienta peligroso (y por ende su emperador) es la gran cantidad de recursos que tiene y lo imposible que resulta siquiera plantarle cara.
¿Qué representa cómo símbolo?
Es incuestionable que todos nosotros nos sentimos decepcionados del mundo hasta cierto punto. Puede ser porque nos molestan las tendencias que están saliendo, porque tenemos poca fe en la raza humana o porque la estructura de nuestra sociedad nos parece tan corrupta que pareciera que no hay forma de cambiarla.
Este último sentimiento es el que inspira la creación de los imperios malvados, y por eso representan la parte corrupta de nuestro sistema de jerarquías sociales. Estos elementos son geniales para estudiar aquellas perversiones que hacen que una nación próspera se convierta en una presa del totalitarismo ideológico y cómo nosotros podemos levantarnos contra las cosas que no nos gustan del lugar en el que vivimos.
Esos son temas poderosos que pueden construir algunas de las historias más atrapantes y atractivas que existen, pero hay un problema importante que debes considerar: es muy fácil construir este tipo de historias y quitarle toda su profundidad al símbolo.
¿Cómo? Bueno, creas un imperio tan retorcido e insalvable, que todos los personajes que forman parte de él se vuelven unidimensionales y aburridos. También, puedes cometer el error de cargar la historia de mensajes políticos poco sofisticados donde actúas como que la oposición a tu partido es pura maldad y la tuya es la bondad personificada.
Ten mucho cuidado con eso, porque tu imperio malvado, en lugar de fortalecer tu historia, terminará por arruinarla.
¿Cómo construirlo?
Ahora hablemos un poco sobre cómo se construye un imperio malvado que sea creíble e interesante. ¡No pares de leer!
Establece el funcionamiento de la jerarquía
Para que el imperio malvado se sienta real, necesitas que se entienda, al menos de forma superficial, la forma en la que está dividido en las diferentes posiciones que te otorgan poder dentro del sistema.
Por ejemplo, Star Wars hace una excelente labor de esto, presentándonos un esquema en el que los que tienen poder debajo del emperador todos pertenecen al ejército, de forma tal que rápidamente entendemos que se trata de una dictadura militar.
Puede parecer un detalle menor, pero es crucial que el imperio malvado tenga una identidad propia para que sea más fácil para la audiencia encontrarlo creíble y no vago y falso.
Además, es importante que dentro de esa jerarquía introduzcas personajes que tienen sus propias motivaciones para seguir al imperio o, todavía más interesante, que decidieron separarse de él al presenciar de primera mano su corrupción o aquello en lo que los convirtió.
Esto es interesante porque la corrupción de un sistema no siempre es aparente para aquellos que están adentro, y presentar esta idea introducirá mucha complejidad a la historia.
Enaltece la figura del emperador
Como mencioné antes, realmente no puedes tener un imperio malvado si no trabajas la figura del emperador. Es como lo que sucede en la mayoría de las películas donde están los nazis, pero ni Hitler ni ningún otro alemán de alto rango toma protagonismo.
En esos casos, el imperio malvado nunca aparece como símbolo, ni tiene el mismo peso temático. Simplemente, aparece como un villano genérico que el héroe puede asesinar con total justificación.
Digo, es cierto que el imperio malvado mejor construido sigue siendo en parte eso, carne de cañón para el protagonista, pero la diferencia es que no es solo eso, sino que también carga símbolos poderosos que apoyan la historia.
En las películas de Indiana Jones, por ejemplo, podrías quitar a los nazis y poner a los rusos y nada sustancial cambiaría. Por supuesto, esto no es una crítica porque esas películas no buscaban aprovechar los símbolos de un imperio malvado, pero si una historia sí los necesita y sigue los pasos de Indiana Jones, fallará estrepitosamente.
Esto sucede porque un “imperio” es algo vago que realmente no tiene forma, y el emperador lo que te permite es darle una definición clara que permite que la audiencia pueda identificar rápidamente todo lo que está mal con el sistema.
El emperador es la figura que hace que todo tenga sentido y permite que las metas de los personajes no sean vagas y sin sentido, sino que exista una definición clara de las condiciones de victoria: derrotar al emperador.
Es decir, si ese personaje cae, simbólicamente, la corrupción de la sociedad ha sido extirpada y los personajes lograron su cometido en el sentido más profundo.
Nota: algo curioso sobre Star Wars es que quien realmente cumple la labor de emperador es Darth Vader, mientras que Palpatin es un personaje más cercano al arquetipo del Señor Oscuro, pero ya hablaremos de eso en otra ocasión.
Relaciona el arco del personaje con el imperio
Tanto el imperio como el emperador, por mero concepto, son siempre antagonistas, lo que significa que la única forma de lograr que tengan un verdadero impacto en la historia es relacionando el arco del protagonista con el imperio de una forma personal y significativa.
¿Por qué crees que en Star Wars el imperio asesina los padres adoptivos de Luke y resulta que Darth Vader es su padre? En pocas palabras, ¡porque era crucial que Luke tuviera razones personales y pesadas para participar en la lucha!
Eso es importante porque de lo contrario los personajes serán simples activistas superficiales peleando solo porque una vaga idea de altruismo los mueve. Eso es superficial en la vida real, pero en las historias es diez veces peor.
¡Ojo con esto!
Trabaja las motivaciones de la facción rebelde
Aprovechando que acabamos de hablar de el protagonista y sus motivaciones en relación con el imperio, es hora de que toquemos un tema que es inseparable del imperio malvado: los rebeldes.
Si es cierto que tu imperio es cruel e inhumano, entonces es obvio que existirán personas que se le opongan. Sin embargo, si es cierto que el protagonista necesita tener razones reales y no solo una extraña sensación de que “hay que pelear porque es lo correcto”, tus rebeldes necesitan esto, pero multiplicado por cien.
¿Por qué? Porque los rebeldes, hasta cierto punto, también deben representar el fanatismo de la víctima, aquel sufrimiento que te hace ver a la oposición como un todo que debe ser destruido, y no solo eso, sino que destruirlo es una obligación moral.
La diferencia entre una víctima fanática y una víctima heroica, es que a la primera la mueve el odio mientras que a la segunda la mueve la idea de reformar y cambiar los elementos corruptos del sistema. Una busca destruir y la otra construir.
Esa diferencia es importante para darle profundidad a la historia, porque cuando un imperio hace cosas malvadas, no significa que todos los que habitan en él son malvados, y esa distinción puede hacer que tu obra se vuelva increíblemente sofisticada y memorable.
¡Y con eso acabamos! ¡Espero que ahora tengas una mejor idea de cómo construir imperios malvados increíbles y entretenidos!
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¡Hola JEFS!
Me ha encantando este artículo, siempre tan claro y me gustan los ejemplos que pones, pero tengo una duda respecto a este elemento, ¿lo puedo adaptar a una organización “corrupta” en vez de un Imperio Malvado?
¡Ten un buen día!
¡Claro que sí! Lo importante es que el elemento te aporte el valor simbólico que buscas. No importa si le pones el nombre de imperio, reino u organización. ^^