Las 9 características de un texto literario hecho y derecho
Las 9 características de un texto literario bien construido
Los autores han logrado hacer maravillas extremadamente ingeniosas con la forma en que estructuran sus historias, sin embargo, existen ciertas características que todo texto literario tendrá o por lo menos debe tener para poder seguir considerándose a sí mismo una obra literaria.
Estas características son compartidas por todos los tipos de textos literarios, desde los cuentos hasta las novelas y están muy definidas.
Por eso, en este artículo te las pienso compartir todas. ¡Aquí vamos!
1. Lenguaje
Los textos literarios se aprovechan del lenguaje para el desarrollo de la historia, pero no hacen uso de este de una forma meramente informativa, sino que lo aprovechan para embellecer el relato y transmitirle al lector ideas y conceptos profundos.
2. Subjetividad
Aunque Truman Capote se ha acercado mucho a eliminar este elemento, lo cierto es que todos los textos literarios tienen un cierto grado de subjetividad.
Esto quizás pueda sonar como algo negativo, pero lo cierto es que la subjetividad es una parte crucial de la construcción de textos literarios porque le permite al autor introducir algo de su propia personalidad, logrando que se diferencie del resto de escritos y dotándolo de idiosincrasia.
3. Ficcionalidad
Los textos literarios se caracterizan también por relatar hechos ficticios, incluso si estos están fundamentados en eventos reales como sucede con las novelas históricas y las novelas de no ficción.
Esto es precisamente lo que permite que el talento y creatividad del autor se aproveche a lo largo del texto literario.
4. Gratuidad
Esta característica es la que diferencia los textos literarios de los textos propagandísticos.
Estos textos se construyen o se leen de manera libre, sin que exista realmente un objetivo marcado o una idea se intente promover de forma consciente. Los textos literarios son exploraciones artísticas y honestas, en las que el autor no tiene una finalidad definida, sino que se embarca en un viaje por el simple hecho de que quiere hacerlo, al igual que su audiencia.
En el momento en el que esto se olvida y al autor se le ocurre la brillante idea de “educar a su audiencia”, está creando propaganda, no un texto literario hecho y derecho.
5. Carácter imitativo
Los textos literarios se basan en la realidad misma para construir sus historias; es decir, la imitan.
Esta imitación puede estar llena de imaginación y creatividad, pero finalmente es una reinterpretación de algo que ya existe.
De nuevo, esto puede parecer algo negativo, pero lo cierto es que esta característica es la que permite que incluso historias tan fantásticas y extrañas como Jojo’s Bizarre Adventure digan, al menos simbólicamente, algo interesante sobre nosotros mismos y el mundo que nos rodea: su esencia, al igual que la nuestra, está puesta en la realidad.
6. Legitimación
La legitimación se refiere a la naturaleza “inmortal” de los textos literarios que les permite ser transmitidos de una persona a otro a través de los siglos, siempre y cuando sean capaces de ofrecer algo de verdadero valor.
Dicho de otra forma, las obras que perduran se vuelven clásicos que están tan conectados con la naturaleza humana, que el hombre necesitaría convertirse en una especie nueva para que deje de extraer algo de estas obras. ¡Eso es lo que hace que los clásicos sean tan especiales!
Al mismo tiempo, esta característica es la que nos ayuda a discernir las obras buenas de las malas. Las que sobreviven por sus méritos narrativos, son grandes obras; las que no, pues, no lo son.
Es por eso que la medida de un autor y su obra se mide con certeza una vez que muere.
7. Intención poética
Un texto literario se diferencia del resto de textos porque existe una intención marcada de crear algo poético y estético, algo que llene de emociones al lector y ofrezca algún tipo de crecimiento personal, incluso si este no está muy marcado.
Esta característica es una de las que separa con más claridad los textos literarios de los textos técnicos como los ensayos o los reportes periodísticos.
8. Espíritu de la época
Los textos literarios son un producto de la época en la que vive su autor y los conflictos sociales que caracterizan su existencia.
Estas obras nos permiten capturar los sentimientos más profundos y complejos de la sociedad en la que fueron creados, y a esa característica es la que conocemos como “espíritu de la época”.
9. Verosimilitud
La verosimilitud es básicamente la idea de que las historias deben mantenerse creíbles o, dicho de otra forma, deben asegurarse de no romper la suspensión de la incredulidad de la audiencia.
Es por esta característica que resulta extremadamente falso decir que las historias de fantasía o las dirigidas a los niños no tienen por qué tener sentido. ¡Es importantísimo que lo tengan!
¡Y con eso llegamos al final! Ahora conoces todas las características que tienen los textos literarios bien construidos.
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