Antropomorfización: un recurso tan antiguo como interesante
Antropomorfización: ¿por qué es tan recurrente en las historias?
Desde Esopo hasta Disney, la antropomorfización es una técnica narrativa que se ha usado desde hace siglos para la construcción de historias. Quizás por eso es que la mayoría de los escritores apenas piensan en la utilidad del concepto y simplemente lo ven como una gimmick o cuestión de estilo, más que una herramienta que puede beneficiar una historia.
Como te podrás imaginar, es difícil que una técnica narrativa se mantenga relevante por tantas generaciones si no tiene algo que la haga verdaderamente especial y útil para la construcción de historias.
Por esa razón, creo que vale la pena que analicemos un poco lo que la antropomorfización puede ofrecerle a una historia. ¡Sigue leyendo!
¿Qué es la antropomorfización?
La antropomorfización es una técnica literaria que consiste en otorgarle a animales, conceptos abstractos u objetos inanimados características humanas.
Cada vez que observas a un zorro que habla, una roca que tiene emociones y rostro o la “representación física del miedo”, estás siendo testigo de la antropomorfización siendo utilizada en una historia.
Los cuentos de hadas y, más comúnmente, las fábulas aprovechan esta técnica de forma excepcional, aunque también se extiende a libros y películas, particularmente en el género fantástico.
Dicho de otra forma, la antropomorfización no es algo que se utilice en toda clase de géneros, ya que por su naturaleza puede romper la suspensión de la incredulidad del espectador o lector si se utiliza en el contexto narrativo equivocado.
¿Para qué sirve la antropomorfización?
La antropomorfización es una técnica que se utiliza para simplificar o subvertir la construcción de personajes en un relato aprovechándose de las características atribuidas al objeto, concepto o animal que se está humanizando.
Por ejemplo, cuando pensamos en un zorro, pensamos en un animal astuto, tramposo y bribón; por lo que si lo antropomorfizamos, la audiencia le dará esas características de forma automática al personaje. Eso simplifica el trabajo.
Por otro lado, si agarramos al mismo zorro, pero hacemos que el personaje sea todo lo contrario a lo que la audiencia espera, entonces estaremos subvirtiendo sus expectativas y tomando una ruta narrativa potencialmente interesante.
Ahora, lo interesante aquí es que las culturas alrededor del mundo tienen formas muy distintas de interpretar los símbolos narrativos; lo que hará que quizás la descripción que hice antes de los zorros no haga clic contigo, ya que en tu país se les ve de una forma diferente.
Esto es importante porque una historia que utiliza la antropomorfización estará inevitablemente trabajando conceptos culturales que reflejan una parte del mundo; algo que puede resultar útil tanto para realzar la cultura como para criticarla o subvertirla.
Un ejemplo genial lo vemos en Kung Fu Panda, donde nuestro protagonista Po, un panda, representa en la cultura China la fragilidad. Esto lo vemos reflejado en la historia por la forma en que la mayoría de los personajes reaccionan a esta característica del personaje, diciendo en infinidad de ocasiones “¿Es un panda?” de forma despectiva.
Esto, a su vez, está atado al arco del personaje, a quien le cuesta ver algo especial en su propia persona. Dicho esto, a medida que progresa la historia, Po logra subvertir esta idea convirtiéndose en un guerrero poderoso, capaz de vencer a un enorme e intimidante tigre.
La historia de Po no funcionaría de la misma forma si este fuera un león o un águila, porque la simbología no se traduce de la misma manera.
Incluso si no tenías idea de la simbología de los pandas antes de ver la película, la forma en la que está construida te ayuda a entenderla.
Lo mismo podemos decir de historias como la Liebre y la Tortuga o Caperucita y el Lobo. La antropomorfización no solo ayuda a que las historias adquieran símbolos profundos de una forma más sencilla, ¡sino que ayuda a que existan para empezar y se mantengan en el tiempo!
¡Esta técnica ayuda a crear arquetipos narrativos muy interesantes!
Tipos de antropomorfización en una historia
La antropomorfización puede aparecer de dos formas en una historia y te las voy a explicar a continuación.
Antropomorfización universal
La antropomorfización universal se refiere a historias en las que todos los personajes están antropomorfizados; es decir, no hay un solo humano en la narrativa.
Esto es lo que vemos en películas como Zootopia, Cars o El Rey León.
La antropomorfización universal tiene la ventaja de que el mundo entero gira en torno a símbolos, ya que todos los personajes tienen al menos el potencial para representar “algo” profundo simplemente por la forma en que se presentan.
Por ejemplo, en El Rey León, es extremadamente significativo que el animal a resaltar sea un león y todavía más interesante que existan tres leones que realzan, subvierten y profundizan los símbolos que representa; con Mufasa siendo el que realza, Scar el que subvierte y Simba el que profundiza.
A su vez, otro aspecto interesante de la antropomorfización universal es que la estructura del mundo debe ajustarse para que quede con su “sociedad de no-humanos”, lo cual puede dar lugar a settings más creativos y únicos.
Antropomorfización parcial
La antropomorfización parcial es aquella en la que solo una porción de los personajes está antropomorfizada, lo que significa que los humanos siguen estando presentes en la historia y teniendo algún tipo de repercusión en la trama.
Cabe destacar que la antropomorfización parcial no existe como tal si la existencia de humanos está simplemente “sugerida”, como ocurre en Bichos donde vemos casas y objetos que claramente pertenecen a personas, pero los seres humanos nunca tienen ningún tipo de repercusión en la historia.
Más bien, la antropomorfización parcial es algo como lo que vemos en Ratatuille o en las clásicas películas de princesas Disney como La Bella y la Bestia.
La antropomorfización parcial ayuda a que la simbología de los elementos humanizados interactúe directamente con los seres humanos, permitiendo que su valor temático sea más fácil de entender.
En el caso de Ratatuille, por ejemplo, lo inverosímil que resulta que en una cocina humana el chef más destacado sea una rata, un animal que es activamente odiado y rechazado por el sector, ayuda a que se explore mejor la idea central de la historia “el talento puede venir de cualquier lugar, incluso el más inesperado”.
En el caso de la Bella y la Bestia, el símbolo es todavía más interesante porque los personajes no representan necesariamente el objeto que animan (es decir, es irrelevante que Lumiere sea un candelabro, podría ser cualquier otra cosa), sino que simbolizan la forma en que la Bestia los veía antes, como meros accesorios de su mansión que no se vuelven realmente personas hasta que el príncipe es capaz de amar.
¡Esto te puede dar una idea de los usos que le puedes dar a la antropomorfización parcial!
¿Cuál es la regla de oro que debes tener presente?
La principal regla de oro cuando hablamos de la antropomorfización es entender que no se trata de un elemento meramente estético, sino que aquello que humanizas debe tener una lógica temática y simbólica.
No se trata de animar cualquier cosa solo porque sí, sino entender su lugar en la historia y escoger qué antropomorfizar de acuerdo a las necesidades narrativas de la obra.
Si no haces esto, entonces es muy probable que tu antropomorfización se vuelva una mera gimmick y una de las razones por la que muchos escritores la reducen a eso.
¡Y con eso terminamos el artículo! Espero que hayas aprendido algo interesante sobre esta herramienta narrativa.
Si te gustó el artículo y quisieras aprender más sobre escritura, este artículo sobre los recursos narrativos te servirá. ¡No te lo pierdas!