Arco de identidad: un conflicto brutal

Descubrir quién somos y quién queremos ser nos toma una buena parte de nuestra vida, y es por eso que un arco de identidad puede ser tan interesante en las historias.

Casi todas las personas sobre la faz de la tierra se pueden identificar con la lucha de los personajes que viven este arco, especialmente aquellos que están pasando por la etapa de la adolescencia.

Si quieres aprender más sobre ellos y sobre cómo usarlos en una historia, ¡no pares de leer!

¿Qué es un arco de identidad?

Estos arcos, también conocidos como “coming-of-age”, usualmente tienen como centro a un personaje adolescente que está pasando por una etapa complicada de su vida, donde las circunstancias de la historia le han obligado a cuestionar su lugar en el mundo.

Básicamente, el arco de identidad empieza cuando el personaje se cuestiona quién es en realidad e inicia su viaje para responder esa pregunta.

Es un arco introspectivo, que fuerza al personaje a crecer desde adentro y evolucionar su comprensión de sí mismo y del mundo que lo rodea.

¿Qué representa como símbolo?

Los arcos de identidad representan el paso a la madurez, la transición de joven a adulto, de la inocencia a la comprensión más dura y compleja de la realidad.

Por eso, no es casualidad que la mayoría de los personajes que viven este arco son jóvenes: porque es entonces cuando los seres humanos nos vemos obligados a transformarnos y dejar a un lado nuestra niñez para encontrar nuestro lugar en el mundo.

Esto lo podemos ver muy bien representado en películas como Moana y Hércules, historias que nos presentan a jóvenes con aspiraciones sublimes e interesantes enfrentarse a lo desconocido para emerger con algo nuevo, algo que anhelan en lo más profundo de su ser: entender quiénes son.

En el caso de Moana, es una viajera; en el caso de Hércules, es un héroe verdadero, pero el símbolo es el mismo en ambos casos.

¿Qué elementos debe tener?

Ahora, hablemos sobre los elementos que el arco de identidad debe contener para ser realmente efectivo. ¡no te los pierdas!

Una aspiración

El primer paso que un arco de identidad debe tener es la aspiración del personaje por alcanzar algo que está lejos de él o ella.

¿Por qué? Bueno, porque el camino al crecimiento es doloroso y complicado, y tu personaje necesita una motivación trascendental que le ayude a soportar todo eso y llegar hasta el final.

Esa aspiración debe estar relacionada con descubrir quién es y aceptarse a sí mismo, como en el caso de Quasimodo que aspira a salir fuera de la catedral, pero para lograrlo debe superar la inseguridad que le provoca su apariencia.

Es por eso que el arco de identidad también aparece con muchísima frecuencia en el viaje del héroe, porque este tipo de historias tienen un “llamado a la aventura”, un sentimiento dentro del personaje que lo empuja a lanzarse hacia lo desconocido.

Sin este elemento, te costará mucho justificar los esfuerzos del personaje y darle poder narrativo a su conflicto interno.

Un obstáculo real

Las aspiraciones son bonitas y todo, pero necesitan tener verdaderos obstáculos para que exista un conflicto narrativo interesante.

Al final del día, cuando tu personaje observa fuera de la ventana anhelando lo que quiere, no lo hace simplemente porque es un soñador, sino porque existen limitaciones en su vida que hacen que ese objetivo parezca un sueño inalcanzable.

Eso es lo que sucede con Po cuando ve a los Cinco Furiosos y sueña con convertirse en un guerrero de Kung Fu a pesar de que es un panda con una pésima condición física y coordinación en general.

Ese es un obstáculo REAL, que genuinamente le impide alcanzar aquello que quiere.

De la misma forma, cuando Moana se aventura al océano por primera vez, se topa con algo violento y cruel que casi la ahoga junto con su mascota. Es decir, las advertencias de su padre eran ciertas, y continuar enfrascada en su anhelo puede precipitar su muerte.

Este es un elemento crucial porque ayuda a que el arco de identidad cumpla su rol formador. Si al final del día el personaje tiene que abandonar su inocencia y ver el mundo por lo que es, entonces tu historia debe mostrar lo traumante que es esta experiencia. De lo contrario, perderá mucho poder como símbolo narrativo.

Una falla de personaje poderosa

Si bien el obstáculo que colocas debe ser algo que impacta directamente el contexto del personaje, el arco de identidad debe trabajar una falla interna muy fuerte en el personaje.

El punto es que el personaje tenga una falla terrible que amenace con destruirlo y que el arco de identidad le ayude a superar. Puede ser su arrogancia, su impulsividad, su ingenuidad o cualquier otra cosa que se te ocurra.

Esta falla le dará al personaje un camino para crecer, aprendiendo a lo largo del viaje a verse a sí mismo con otros ojos; ojos más maduros y sabios.

Si te falta este elemento, prácticamente estarás asesinando el arco de tu personaje.

¡Y con eso llegamos al final! Espero que este artículo te haya enseñado al menos un par de cosas interesantes.

Si fue así o simplemente te gustaría agregar algo, ¡hazlo en los comentarios!