Características únicas de personaje: ¿por qué te interesa incluirlas?
Características únicas de personaje: ¿por qué te interesa incluirlas?
Algo en lo que quizás no pensamos con mucha frecuencia es en la importancia que las características únicas de nuestros personajes favoritos tienen en la historia.
Después de todo, tampoco es demasiado inusual que estas simplemente aparezcan como entretenimiento superficial, sin cumplir algún propósito narrativo más allá de separar al personaje de los demás.
No me malinterpretes, eso no es una mala práctica ni mucho menos, pero lo cierto es que darle peso a esas características idiosincrásicas y particulares de tus personajes puede ser algo increíble y vale la pena hablar sobre el tema.
Si quieres aprender más, ¡lee hasta el final!
¿A qué me refiero con característica única?
Una característica única es simplemente un atributo que el personaje posee y que no comparte con nadie más. Podría ser un poder especial, un humor particular o, incluso, un defecto.
Este elemento es genial principalmente para que el elenco de personajes se sienta grande, variado y real, porque cada uno tiene cosas que lo hacen especial, así como en la vida real cada ser humano es único a su manera.
¿Por qué conviene darles peso narrativo?
Aunque el uso principal de las características únicas es darle color y sabor a tus personajes, en realidad quedarte ahí no logrará que el impacto sea lo suficientemente fuerte.
De hecho, tomar este elemento como algo superficial, de mera apariencia, terminará por hacer que tus personajes se vuelvan clichés andantes, creando un grupo predecible y aburrido.
Es por eso que ves tantas películas de adolescentes con el clásico trío del protagonista buena gente pero perdedor, con un amigo obsesionado con el sexo y otro adorablemente nerd.
El esfuerzo muchas veces cae simplemente en colocar características superficiales que permitan que la audiencia fácilmente separe a los personajes, pero no va más allá, y a medida que la trama avanza su efecto disminuye drásticamente hasta que pierde todo sentido.
Por eso es crucial que le des peso narrativo a esas características únicas, que les permitas respirar y participar en la historia, de forma que te ayuden a revelar detalles interesantes y profundos sobre el personaje que te ayuden a llevar la obra al siguiente nivel.
¿Cómo lo harán? Bueno, ayudándote a incluir símbolos idiosincrásicos en la trama y generar conflicto por medio de aspectos particulares de tus personajes. Eso hará que su lucha se sienta real y especial, porque tu audiencia percibirá que el drama está fuertemente ligado a los personajes que están presentes. Si cambias a uno solo de ellos, la historia ya no tendrá el mismo impacto.
¿Cómo construir una característica única de personaje e introducirla en la trama?
¿Te digo qué es lo mejor de aprovechar este elemento? Pues, el simple hecho de que aporta una inmensa cantidad de beneficios y es extremadamente fácil de poner en práctica, siempre y cuando conozcas a tus personajes y tengas estructurada tu obra.
Simplemente, asegúrate de seguir estos cuatro consejos y te irá genial. ¡No te los pierdas!
Que diga algo sobre su personalidad, pero no la defina
Una característica única es algo así como una tarjeta de presentación: nos ayuda a darnos una idea de quién es el personaje para que decidamos si queremos conocerlo más o no.
Dicho esto, creo que todos estamos de acuerdo en que si lo único que define a una persona es algo como “Licenciado Martínez, Abogado”, lo más probable es que se trate de alguien extremadamente aburrido.
Entonces, sin importar cuál sea la característica que le des a tu personaje, debes asegurarte que esta solo muestra una PARTE de quién es. Al final del día, este elemento lo que te ayuda es a introducir rápidamente el concepto más básico del personaje. Tu trabajo como autor es partir de esa base y añadirle complejidad.
No dejes que tu personaje simplemente sea “el cobarde”, “el emo” o “el que sabe hackear”; eso solo lo convertirá en un cliché repetitivo en el mejor de los casos o alguien insoportable en el peor.
En realidad, tus personajes deben estar compuestos por una serie de características especiales. Está claro que habrá una o dos que resalten muy por encima del resto, pero eso no significa que debas reducir al personaje a lo que esas etiquetas representan.
Que nazca orgánicamente a través de su backstory
Si hay una serie que es absolutamente genial a la hora de darle peso a las características únicas de sus personajes, definitivamente sería One Piece.
¿Alguna vez te has preguntado cómo es que una historia con más de 1000 personajes con relevancia en la trama logra que te sigas encariñando con ellos y que recuerdes a algunos que no han aparecido en docenas de capítulos? Bueno, eso es porque todos tienen características únicas que vienen directamente de lo que han sufrido y amado en el pasado, lo cual ayuda muchísimo a que se queden grabados en tu mente.
Por ejemplo, Nami, desde un punto de vista superficial, es la típica ladrona obsesionada con el dinero que podemos encontrar en muchísimas series. Ya sabes, ese personaje que traicionaría a su madre para conseguir unos cuántos verdes más.
Si vieras los primeros episodios en los que aparece Nami, probablemente creerías que simplemente es una característica particular del personaje y ya.
Sin embargo, una vez que conoces su backstory la cosa cambia drásticamente. Verás, Nami perdió a su madre adoptiva porque su familia no tenía recursos suficientes para pagarle a un pirata malvado que demandaba dinero a cambio de perdonarle la vida a los habitantes de la isla.
Posteriormente, el pirata se entera que Nami tiene mucho talento para dibujar mapas del océano, y la esclaviza, prometiéndole que si junta una suma considerable de dinero, la dejará ir.
Nami pasa más de una década robando para alcanzar la fortuna que exige el pirata, atesorando cada moneda que encuentra en el camino por el simple hecho de que la acerca a su meta y la libertad que tanto añora.
Su vida ha estado tan condicionada a pensar que el dinero solucionará todos sus problemas, que es absolutamente normal que tenga una codicia descarada, incluso después que el pirata es derrotado y Nami puede salir al océano con la tripulación de Luffy.
¡Y este es solo un ejemplo! Si me pongo a hablar de por qué Zoro utiliza tres espadas, por qué Trafalgar es un doctor, por qué Frankie es un ciborg, por qué Chopper es un reno que puede hablar, por qué Boa Hancock es la persona más soberbia del planeta, etcétera… lo cierto es que no acabaría nunca.
El punto es que estas características nos ayudan a entender el lugar que los personajes han ocupado en el mundo, y esto hace que la narrativa se enriquezca considerablemente.
Que tenga cierta relevancia en la trama
Los conflictos en las historias siempre deben nacer de los personajes y, por eso, es obvio que las características únicas que los definen necesitan tener cierto impacto en la historia.
No estoy hablando de que resuelvan la historia o algo tan drástico como eso. Puede ser algo tan sencillo como que el personaje utiliza esa característica para lidiar con un conflicto que aparece frente a él o ella.
Por ejemplo, si tu personaje se caracteriza por ser alguien que piensa todo dos veces, quizás puedas introducir un momento en la trama donde eso lo condena o lo salva.
Si tu personaje está obsesionado con el dinero, entonces puedes hacer que eso produzca conflicto con el resto del elenco.
Si tienes a alguien que se la pasa fumando, puedes hacer que su último deseo antes de morir sea echarse un último cigarro mirando el horizonte.
El punto es que la característica única te ayude a crear escenas con impacto en la historia; escenas que le den sabor a la narrativa y le den un toque idiosincrásico e inolvidable.
Que sea un símbolo que marca su crecimiento
Otro punto crucial para aprovechar este elemento al máximo, es entender que las características únicas siempre tienen un significado simbólico y necesitas relacionarlo con el crecimiento del personaje.
Puede ser algo tan sencillo como cuando el héroe de la historia, que siempre tuvo las manos metidas en sus bolsillos reflejando su personalidad desinteresada y metida en sí mismo, decide sacarlas en el momento crítico de la trama, mostrando que está luchando por algo más que su propia persona y está totalmente involucrado con la tarea frente a él.
O cuando nuestro personaje racista que le tiene miedo al agua se arroja al océano para salvar a un sujeto de color porque ahora es capaz de ver el mundo con otra perspectiva y está dispuesto a aventurarse en él.
Dicho de otra forma, las características únicas marcan quién es el personaje “hoy”, y permitirles evolucionar aunque sea un poco te ayudará a introducir un montón de relevancia temática en las escenas más intensas de tu obra.
¡Y ya llegamos al final del artículo! ¡Ojalá hayas aprendido mucho sobre el tema y te sientas inspirado a probar este elemento en tus historias!
Si tienes alguna duda, ¡déjame un comentario! ¡Respondo todo!