¿Cómo evitar los diálogos estúpidos?

¿Cómo evitar los diálogos estúpidos?

¿Cómo evitar los diálogos estúpidos?

Uno de los miedos más grandes que tienen los escritores a la hora de compartir sus historias, es que sus lectores piensen que la calidad de su escritura es deficiente, y no hay nada que humille más a los autores que el hecho de que los pillen con diálogos estúpidos y mal construidos.

Esto es tan cierto que los diálogos de las precuelas de Star Wars están al menos en el top tres de las razones por las que los fanáticos las detestaron cuando salieron (aunque hoy en día se han vuelto un manantial inacabable de memes geniales).

Por supuesto, como en este blog no promovemos escribir algo “tan malo que es bueno”, sino la construcción de historias de alta calidad, creo que vale la pena hablar sobre cómo puedes evitar diálogos estúpidos.

¡Sigue leyendo!

¿Se puede definir lo que son los “diálogos estúpidos”?

Quizás parezca que decir “diálogos estúpidos” es muy duro y ofensivo, pero los defino así precisamente porque no hay mejor palabra para expresar lo que son.

Al mismo tiempo, ¡claro que quiero que sea un poco ofensivo! Quiero que te sientas motivado a pulir tus diálogos hasta el punto que nadie, jamás, será capaz de calificarlos de “estúpidos”.

Pueden ser aburridos, lentos o complicados, pero nunca estúpidos.

Dicho esto, ¿cómo hacemos una distinción clara y concisa ente un diálogo bueno, uno malo y uno completamente estúpido?

Bueno, creo que la mejor forma de hacerlo es estableciendo que los diálogos estúpidos son aquellos que cometen al menos tres de estos errores:

  • Traicionan al personaje que los dice.
  • No van con el tono de la historia.
  • No van con la situación y el contexto narrativo.
  • Presentan una carencia de lógica importante.

Si una de las conversaciones en tu historia tiene varias líneas con estos errores, entonces es muy probable que tengas en frente un buen ejemplo de “diálogos estúpidos”.

Como ejemplos, te podría dar varios, pero me voy a quedar con uno particularmente idiota que hizo que mi esposa y yo nos riéramos por un buen rato.

En la película de Moonfall, uno de los personajes tiene un hijo adolescente con el que no se lleva bien desde hace mucho tiempo, pero lo cierto es que lo sigue queriendo mucho y uno de sus principales anhelos es volver a conectar con él.

Sin embargo, el problema principal que tiene es que la luna está por estrellarse contra la Tierra en pocos días aniquilando a toda la humanidad y, considerando que su hijo está en prisión por un delito menor del que no saldrá hasta la próxima semana, lo más probable es que sea de los primeros en morir.

Por suerte, este personaje es el único astronauta capaz de llevar a cabo la misión que representará la última oportunidad de salvación para la humanidad por lo que la NASA lo llama, un organismo con la autoridad suficiente para ayudarle a sacar a su hijo de la prisión y ponerlo en un lugar seguro mientras él se dedica a salvar el mundo.

Ahora, aquí viene la respuesta del personaje cuando le proponen todo esto y le explican la situación: “No puedo, tengo cosas que hacer”.

Mi hermano en Cristo… ¿tienes cosas que hacer? El mundo se está acabando, todo lo que conoces está a punto de ser destruido, eres el único que puede salvarlo… pero ¿dices que no porque tienes cosas que hacer?

Bueno, esto, como ves, no se puede calificar como otra cosa que “estúpido” y es justamente lo que debes evitar al escribir.

Como ves, el diálogo comete todos los errores que mencioné antes y te aseguro que si analizas esto con la mayoría de las películas que tienen diálogos ridículos, es muy probable que te topes con varios de este nivel.

Nota: ahora, por supuesto, un diálogo muy bueno será el que no cometa ninguno de esos errores y uno simplemente deficiente a lo mejor cometerá uno o dos. De hecho, es por esto que las frases clichés son dañinas, pero no letales: lo único que hacen, por lo regular, es traicionar al personaje porque le quitan idiosincrasia.

¿Por qué son tan malos para las historias?

Los diálogos estúpidos son mucho peores de lo que crees para tus historias. No es que simplemente le quitan profundidad o estética a la obra, sino que activamente debilitan la construcción de los personajes y también pueden afectar la trama, ya que suelen crear conflictos artificiales que no deberían existir.

Recuerda que no estamos hablando de una simple línea mal construida, sino un diálogo que está desalineado con tantos aspectos de la historia que está activamente saboteándola.

Es por eso que debes tener mucho cuidado con tus diálogos, especialmente en las escenas cruciales para la narrativa que marcarán las rutas narrativas que tomes.

En pocas palabras, no hagas un Moonfall.

¿Cómo evitarlos?

A lo largo del contenido te he ofrecido varios tips para evitar estos diálogos, pero creo que vale la pena que los resumamos de una manera más concisa para terminar.

¡Aquí vamos!

Asegúrate de entender las idiosincrasias de tus personajes

La forma de pensar de tus personajes y su personalidad es lo que debería definir lo que sale de su boca, no las “necesidades” que tú tienes para la historia.

Si ignoras esta premisa, te estás poniendo de pechito para, cuando menos, llenar tu historia de diálogos deficientes y tener tu buena dosis de frases estúpidas que harán que tu audiencia se ría cuando muy probablemente no es tu intención.

Los personajes deben tener una voz clara en la historia y debes entenderla y respetarla, ¡sin excepciones!

Asegúrate que el diálogo no desentona con el tono de la historia

Algo que espero que quede claro es que un diálogo no es estúpido simplemente porque suene raro. Si fuera así, las comedias serían un desastre, pero no lo son (siempre).

¿Por qué? Bueno, porque las comedias están siendo consistentes con su tono y, por lo tanto, el diálogo está bien alineado con la historia.

Por ejemplo, cuando en Life of Brian el diputado romano habla sobre “Biggus Dickus”, el diálogo suena estúpido, pero en realidad es genial para la escena y es lo que ha permitido que se convierta en uno de los momentos más icónicos del cine de comedia.

Por supuesto, si pones la misma frase en una película como El Señor de los Anillos, que tiene un tono radicalmente distinto, definitivamente te reirás de Tolkien, no con él.

¡Asegúrate de tener esto presente!

Evita las frases cliché

Las frases cliché están más relacionadas con el lazy writing, pero igual importan mucho a la hora de hablar de diálogos estúpidos, porque suelen aparecer cuando no tienen nada de sentido.

Un ejemplo perfecto es la frase de Rose en las secuelas de Star Wars cuando dice “no ganaremos destruyendo lo que odiamos, sino salvando lo que amamos” mientras las puertas de la guarida de la Resistencia explotan en mil pedazos condenándolos a todos a la muerte (aunque por suerte aparecieron Luke y el Deus Ex Machina)

Este es el típico cliché pacifista que no tiene ningún sentido en el contexto bélico de la película, y es tan disonante que es difícil calificarlo como poco menos que absolutamente imbécil.

Tengo todo un artículo que habla sobre las frases cliché y cómo evitarlas. ¡Échale un ojo si quieres aprender más!

Lee tus diálogos en voz alta

Sé que analizar todos los diálogos de tu historia puede parecer una tarea titánica, pero lo cierto es que no lo es tanto.

El mejor tip que te puedo dar para superar este problema es que “actúes” las escenas en las que haya diálogos y los digas en voz alta con el mismo tono y gravedad que usarían los personajes.

Esto te dará una muy buena pista de qué tan buenas, malas o estúpidas son las frases que utilizan tus personajes.

Te apostaría que así encontrarás al menos el 90% de los diálogos deficientes de tu historia y te ayudará muchísimo a pulirla.

¡Y con eso llegamos al final! Espero que este contenido te haya gustado y servido.

Si quieres aprender más sobre el tema, tengo un artículo que explica cómo construir buenos diálogos. ¡No te lo pierdas!

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