La familia como elemento narrativo: ¿qué la hace tan especial?
La familia como elemento narrativo: ¿qué la hace tan especial?
Si hay un símbolo que debe llevarse el premio por “más recurrente en las historias”, sin lugar a dudas sería muy fácil argumentar que sería el de la familia.
Vamos, a veces parece que una de cada tres películas debe explorar este elemento, ya sea con el clásico padre obsesionado con el trabajo que no le presta atención a sus hijos, o con el drama que genera una familia disfuncional.
Sin embargo, aunque esto te pueda parecer cliché y repetitivo de vez en cuando, no debes olvidar que la familia es un pilar de la existencia humana porque nadie se da vida a sí mismo, ni tampoco nadie puede cuidarse desde que sale del vientre materno.
A lo largo de tu vida, incluso si tuviste la tragedia de nacer dentro de una familia biológica lejana y ausente, eventualmente deberás encontrar a un grupo de individuos que la sustituya, ya que vivir sin lazos familiares no es una opción.
Esta realidad es tan imperiosa y poderosa, que es normal que los escritores se sientan atraídos una y otra vez a explorarla dentro de sus historias, ¡y justo de eso vamos a hablar en este artículo!
¿Qué representa la familia?
Si tienes tiempo leyendo este blog, entonces estás acostumbrado a que te diga lo que simbólicamente representa un vampiro, el agua, la soberbia, etcétera. Seguramente, estás acostumbrado a descubrir que estos elementos en realidad son reflejos de ideas mucho más complejas y profundas.
Curiosamente, en el caso de la familia como elemento narrativo, el símbolo no existe para actuar como representación de otro concepto, sino que se representa a sí mismo.
Quizás te parezca una respuesta anticlimática decir que la familia, como símbolo, representa a la familia, pero lo cierto es que esto debería hacer que tu cerebro explote, ya que es un testamento de lo increíblemente importante que es esta parte de la realidad humana.
La familia no es algo que incluyes en una historia para explorar otros aspectos de la vida humana, sino que lo introduces para explorar lo que la familia representa en la vida de una persona, tanto en lo malo como en lo bueno.
El rol que juega el núcleo familiar en la vida de un individuo es tan dramático, que lo vuelve un elemento ideal para crear conflictos narrativos y que la audiencia se involucre con cada uno de ellos.
Es por eso que muchas de las historias más exitosas que se han hecho, como Game of Thrones, Los Sopranos o Breaking Bad, tiene en su centro un conflicto o una serie de conflictos familiares.
La familia es tanto un símbolo en sí mismo como un vehículo para mover la trama hacia delante, siendo capaz de impulsar el desarrollo de los personajes, sus motivaciones, metas y arcos.
Esto, además, se puede trabajar con un tono infantil y atractivo como en Coco, y también de forma seria y dramática como en Peaky Blinders.
Existe tanta complejidad en esta idea, que es virtualmente imposible que se agoten las distintas maneras de presentarla en un contexto narrativo. ¡Por eso es tan popular!
¿Cómo trabajar este elemento en una historia?
Ahora que entendemos el poder e importancia que la familia tiene en una historia, es hora de hablar sobre cómo se trabaja este elemento de forma narrativa.
Por supuesto, espero que sea obvio que para explorar este concepto no es suficiente con colocar un par de hermanos o esposos, sino que la historia en sí debe tomarse el tiempo de permitir que ciertas ideas no estén presentes.
¡Aquí te los comparto!
La familia nunca es perfecta
Sin importar que tan cercana sea una familia y qué tanto se quieren, siempre estará propensa a conflictos. Vamos, muchas veces es precisamente ese cariño el que produce las peleas, insultos y rencores.
Esto es una realidad que tu historia debe explorar y por eso no te conviene colocar una familia completamente perfecta y feliz, sin importar si piensas matar a algunos de sus miembros en el futuro.
Para que la familia sea realmente explorada en una historia, NECESITAS los conflictos, las peleas fuertes y los insultos hirientes; necesitas que tus personajes se enojen por los familiares que tienen y se frustren por el ambiente de convivencia que generan sus parientes.
Esto no solo le da profundidad al símbolo, sino que también se convierte en el escenario ideal para exponer las distintas fallas de tus personajes e introducirlas de forma natural en la historia.
La familia tiene un vínculo especial
Cuando era más joven, de unos trece o catorce años, tenía un amigo con el que convivía desde que estábamos en kínder. Este amigo tenía un hermano menor con el que compartía un carácter fuerte y agresivo.
Como te podrás imaginar, mi amigo y su hermano peleaban sin parar, insultándose, saboteándose y gritándose a cada rato. Yo creo que si los vi convivir felices durante mi infancia tres veces es demasiado; y precisamente por esa animosidad tan grande que parecían tener entre ellos, es que tengo grabado a fuego en mi cabeza una escena que no se me olvidará nunca.
Un día, estábamos jugando en una alberca, y mi amigo sufre un accidente bastante grave. Sin dar muchos detalles, solo te diré que la cantidad de sangre que quedó en el suelo y la alberca te haría pensar que el sujeto se había muerto en el lugar.
Salimos corriendo al hospital como locos y por suerte no hubo mayores inconvenientes. A mi amigo le quedó una cicatriz inmensa (y épica, debo admitir) en la cabeza y se recuperó a las pocas semanas.
Sin embargo, lo que me impresionó del evento, fue la reacción del hermano menor. Jamás había visto a alguien más angustiado y triste durante esos momentos de incertidumbre después del golpe y mientras los doctores revisaban a su hermano mayor.
Cuando la intervención médica acabó y mi amigo volvió en sí, le comenté lo mucho que me sorprendió la reacción de su hermano menor, al que prácticamente nunca le había visto un detalle de afecto hacia él. Mi amigo simplemente me dijo: “pues, claro, es mi hermano; yo lo quiero y él me quiere”.
Yo mismo tengo dos hermanas y tres hermanos, pero antes de esto siempre tuve la perspectiva de que, si me llevara como mi amigo y su hermano lo hacían, los dejaría de querer muy pronto.
Este golpe de realidad me enseñó esa característica única y casi mística de los lazos familiares, que van más allá de las diferencias entre los individuos que la conforman. Es algo que realmente no puedes medir con una vara racional; es algo que simplemente debes aceptar porque existe y punto.
En una familia la gente se quiere precisamente porque es capaz de mostrarse tal cual es y ver a los demás tal cual son; con lo bueno y lo malo, independientemente de hacia qué lado se incline la balanza.
Es decir, el papá del protagonista puede ser un absoluto desgraciado… pero es su papá.
El hermano de la protagonista puede ser un monstruo… pero es su hermano.
La mamá del villano puede traicionarlo y aliarse con el héroe… pero es su mamá.
¿Qué significa para el progreso de tu trama? No lo sé, depende de las idiosincrasias de tus personajes. Lo importante es que estés al tanto de que ahí hay “algo especial”. Si lo ignoras y tratas estas interacciones como cualquier otra, te quedarás con un símbolo incompleto y una historia menos creíble.
La familia debe influir en el arco del personaje o personajes
Una de las razones por las que nuestros familiares nos desesperan tanto muchas veces, es porque ellos conocen nuestros puntos débiles. De la misma forma, conocen nuestras fallas y por eso es muy fácil sentir que estamos siendo juzgados constantemente.
Independientemente de cuál sea la dinámica particular en la que entra tu personaje, lo cierto es que los miembros de su familia son los personajes ideales para hacer que el individuo enfrente sus fallas internas y se desarrolle como personaje.
Esto no se te debe olvidar jamás porque es lo que te permitirá que la familia adquiera verdadero valor narrativo.
¡Y con eso acabamos! Si te gustó el artículo y quieres leer otros parecidos, ¡suscríbete al newsletter del blog!
Hola JEFS
Solo quería preguntar acerca de la ubicación y el tiempo en el que se situa una historia y si es necesariamente importante en esta. Pregunto esto porque tengo una frase que será muy recurrente en mi historia:
“En un lugar desconocido, en una fecha desconocida…”
¡Hola, Ikki! En realidad, no. Solo toma importancia si la audiencia requiere forzosamente esa información para darle sentido a la trama. Por ejemplo, si llevas a cabo una historia en el año 3023 donde existe una cantidad radical de cambios tecnológicos, necesitas que tu audiencia esté enterada del marco temporal para que no se pierda. Por otro lado, puede ser que sea completamente irrelevante, como en Star Wars, donde la “galaxia muy muy lejana” no necesita tener nombre para que tenga sentido la historia.
Eso sí, recuerda que si no colocas una fecha o lugar, tu audiencia asumirá por su cuenta que el sitio es similar a donde vive y que la fecha es la misma del presente. Si eso no rompe tu obra, entonces no tienes que dedicarle mucho a la construcción del mundo.
Maestro J.E.F.S
Se que esto no tiene nada que ver, pero puedes hacer una crítica sobre la novela ligera que anda en boca de YouTube, me refiero a Mushoku Tensei.
He escuchado que es buena por su desarrollo en el protagonista que al mismo tiempo avanza con la exploración del mundo en el que se ambienta.
Ante todo, gracias por su atención.
Gracias por el artículo! Mi historia trata de las obligaciones de cada persona y la falta de libertad. Hablo de la relación de una madre “conservadora” y una hija “liberal”, y como el amor que se tienen, a pesar de sus diferentes posturas, permanece ahí, tengo los diálogos, las situaciones
¡Eso suena genial!