Full Metal Jacket: ¡esto es una sátira!

Full Metal Jacket: ¡esto es una sátira!

Full Metal Jacket: para los que defienden Don’t Look Up, ¡esto es una sátira!

Full Metal Jacket es una sátira tan interesante que me ayudó a entender el fanatismo por Stanley Kubrick después que La Naranja Mecánica me hizo cuestionarlo. Esta película no solo tiene una calidad superior, sino que es todo lo que otras películas como Don’t Look Up desearían ser.

Esta sátira no intenta ganar puntos con los pacifistas a pesar de que claramente critica la guerra, sino que busca deconstruir la idea de la guerra en sí y los valores que muchas veces se elevan en esta clase de situaciones extremas.

Si quieres que te ayude a descubrir si esta película es para ti o no, ¡sigue leyendo este contenido!

Sinopsis de Full Metal Jacket

Full Metal Jacket nos cuenta la historia de un recluta apodado Joker y su experiencia como Marine, desde el momento en el que lo entrenan hasta que participa activamente en la guerra de Vietnam.

Muy al estilo de Kubrick, Joker no es un protagonista a la vieja usanza. Aunque vive un arco muy sencillo a lo largo de la historia, su principal rol es actuar como un avatar para que la audiencia experimente las distintas facetas de la guerra, desde la parte propagandística y cínica hasta la sangrienta y sádica.

Esto permite que la historia pueda hacer una crítica bastante agresiva y enfocada, pero que siempre se siente aterrizada y sincera.

Joker no es un tipo particularmente bueno, pero tampoco es alguien particularmente malo. Es simplemente una persona que está tratando de hacer lo mejor con lo que tiene y, en medida de lo posible, mantenerse honesto con quien es en realidad.

Es alguien que no quiere perder su humanidad a pesar de todas las monstruosidades que vive.

¿Te la recomiendo?

Full Metal Jacket NO es una película para todo el mundo. Es cruda, sangrienta y con un lenguaje tan soez que te llegará a sacar más de una risa por la increíble creatividad que contienen algunos insultos.

A su vez, es una película extremadamente lenta para estándares modernos, especialmente porque el protagonista se siente muchas veces como un actor secundario y la trama carece de un norte claro durante muchas instancias, lo cual aburre y te impide hacer una conexión emocional con lo que sucede.

Lo cierto es que, aunque Full Metal Jacket es una sátira increíble, como historia no ha envejecido del todo bien y eso es algo que notarás sin lugar a dudas.

Dicho esto, hay suficiente profundidad moral aquí como para que valga la pena verla si te sientes preparado para una historia dura que explore las peores partes del ser humano.

Si esas historias te atraen, genial; si no lo hacen, entonces lo mejor es que no la veas.

Los componentes que hacen que Full Metal Jacket sea una buena sátira

Como mencioné en el título, una de las principales razones por las que quise hacer este artículo es para poner un ejemplo de lo que es en realidad una buena sátira.

Don’t Look Up es un ejemplo clarísimo de cómo hacer una mala, y me parece que necesitamos ambos análisis para tener una visión más completa.

¡Aquí te va!

Critica, pero no destruye

Es incuestionable que Full Metal Jacket está criticando duramente la guerra y por eso no es casualidad que su trama se lleve a cabo durante la guerra de Vietnam, uno de los conflictos bélicos más controversiales de Estados Unidos.

A diferencia de la guerra contra los nazis y sus campos de concentración, es muchísimo más difícil justificar la presencia del ejército estadounidense en este país asiático, y si a eso le sumamos su eventual y humillante derrota, ¡todavía más!

Sin embargo, sería demasiado superficial que Kubrick quisiera criticar un conflicto particular con muchos matices políticos. No, Kubrick aquí no busca criticar esta guerra de forma específica, sino la idea de la guerra en sí y su glorificación.

Los conceptos que estamos acostumbrados a escuchar para hacer que la guerra sea un evento heroico (camaradería, fortaleza mental y física, valentía, capacidad de matar a los enemigos, etcétera) son fuertemente criticados por Kubrick.

Esta crítica empieza desde la primera escena de la película, donde vemos el maltrato psicológico que viven los reclutas en cuanto empieza su entrenamiento, algo que claramente está afectando de forma negativa a unos más que a otros.

Ahora, lo interesante aquí es que, a pesar de que Kubrick muestra lo dañino que puede ser este método de entrenamiento, también lo pone en perspectiva.

Es decir, aunque cuestiona su moralidad, no NIEGA su utilidad, y es por eso que la sátira es poderosa porque no pretende saber la respuesta correcta, sino que simplemente expone ambos lados de la moneda.

Esto es algo que vemos constantemente a lo largo de la historia y que permite que Full Metal Jacket tenga muchísima profundidad.

Exagera, pero respeta a los personajes y la narrativa

Como buena sátira, Full Metal Jacket está llena de personajes que se mueven en los extremos más radicales del problema.

En esta película tenemos un recluta con problemas psicológicos y tendencias asesinas, un instructor abusivo hasta la médula, un soldado que mata civiles mientras se ríe y cuenta sus bajas, y un marine que aprovecha para soltar insultos racistas cada vez que tiene la oportunidad.

Están estos extremos, pero al mismo tiempo los personajes tienen sus propias razones para hacer esas cosas y su interacción con el resto pone sus acciones en perspectiva.

Por ejemplo, el soldado que mata civiles a diestra y siniestra toma protagonismo en una sola escena y, al mismo tiempo que lo vemos cometiendo crímenes de guerra, tenemos a otro personaje que está asqueado hasta el punto de querer vomitar al ver el comportamiento barbárico de su compañero.

En esa simple escena Kubrick dice: “la guerra es el lugar perfecto para que los monstruos se pongan un uniforme y den rienda suelta a sus instintos… PERO no todos los que usan uniforme son monstruos”.

Es decir, al mismo tiempo que explora LO PEOR, también lo pone en perspectiva y te ayuda a pensar en el tema de una forma más profunda. Si simplemente se enfocara en lo malo y mostrara que todo el sistema es irredimible, no hay lugar para el debate, ¡está claro que hay que aventar todo por la borda y empezar de nuevo!

Sin embargo, al mostrar una visión más balanceada, te obliga a pensar con más criterio y dejar a un lado tus prejuicios iniciales, independientemente de los que sean.

Es una crítica política y social, pero te deja a ti sacar conclusiones

La otra cuestión que Full Metal Jacket hace muy bien es que no te da las respuestas correctas en ningún momento. De hecho, al final de la película, lo normal es que te quedes con una cara de confusión, sin saber exactamente qué es lo que la película te está diciendo más allá de que claramente critica la guerra y sus componentes.

¡Esa es la cara que te tiene que quedar al acabar una buena sátira! No debe ser una conclusión barata y cliché de que “esto es malo y hay que hacer algo al respecto”, sino un cuestionamiento real de aquellas cosas en las que nunca habías pensado y que dabas por definidas.

Así como la guerra es terrible, también es una parte central de la existencia humana y es importante entender todas sus facetas para encontrar sus raíces y arrancarlas de cuajo.

Una visión propagandística y superficial de “no a la guerra” o “yo quiero paz mundial”, no es más que el idealismo de un niño que apenas sabe el abecedario. La pregunta aquí es, “si asumo que mi enemigo es un ser humano como yo y, por ende, también quiere paz y no la guerra, ¿por qué seguimos luchando?”.

Esta es la profundidad que necesita una sátira, y no hay ninguna excusa para que no la tenga. Ni siquiera contar con Meryl Streep y Leonardo DiCaprio en la nómina.

¡Y con eso llegamos al final! Espero que este contenido te haya resultado interesante. Si te gustó y quieres leer otros parecidos, ¡asegúrate de suscribirte al newsletter!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *