La Ballena: una buena película que no sé si disfruté

La Ballena: una buena película que no sé si disfruté

La Ballena: cuando la calidad narrativa te hace sufrir

Aunque no creo que el marketing de esta película fuera particularmente excepcional, sí debo admitir que al ver ese tráiler con un Brendan Frasser exageradamente obeso llorar con tanto sentimiento sin que entendiera muy bien de qué iba la trama, fue suficiente para convencerme de darle una oportunidad a La Ballena.

Hacía un rato ya desde mi último drama intenso con temáticas oscuras y crueles o, mejor dicho, desde que vi uno de estos dramas que realmente considerara de alta calidad, y lo cierto es que una parte de mí extrañaba muchísimo esta clase de historias.

La Ballena es una experiencia interesante, pero no creo que sea una experiencia para todo el mundo y justo de eso quiero hablar en este artículo.

Nota: sin spoilers.

Sinopsis de La Ballena

La Ballena es un drama para adultos que narra la historia de Charlie, un hombre homosexual sumido en la depresión y con toda clase de problemas de salud derivados de su obesidad mórbida, la cual ni siquiera le permite caminar sin ayuda de unas muletas o una silla de ruedas.

Un día, Charlie sufre un ataque cardíaco a medias que casi lo mata y su mejor amiga (la cual también es enfermera) le advierte que, si no va al hospital, es muy probable que muera antes de que llegue el fin de semana.

Charlie de todas formas se rehúsa haciendo alusión a lo costoso que resultaría un hospital y le pide a su amiga que lo cuide lo mejor que pueda.

En este contexto, aparece su hija, una adolescente a la cual abandonó cuando tenía ocho años cuando “salió del clóset” y decidió irse con su novio, ahora fallecido.

Esta joven tiene muchos problemas y lo odia con toda su alma, por lo que Charlie tratará de salvar lo que pueda de esta relación y ayudar a su hija antes de morir.

¿Te la recomiendo?

Para empezar, te quiero decir que llegué al cine sin ningún tipo de expectativa sobre la película, pero, a pesar de que ya han pasado varios días desde que salí de la sala, todavía no te sabría decir si lo que vi me gustó en el sentido más superficial de la palabra.

Es decir, no cuestiono la calidad narrativa de La Ballena en lo absoluto. Creo que es una película muy bien hecha y cuyos escritores dominan a la perfección los elementos narrativos y que tenían un genuino interés en manejar su historia con honestidad y profundidad.

Aquí te estoy hablando tal cual de la parte más subjetiva de que te “guste algo”. Aunque como crítico aprecio todo lo que la película logró con éxito, como miembro de la audiencia no sentí que estaba disfrutando lo que veía.

Eso es porque La Ballena no es una película que le interese en lo más mínimo hacerte sentir cómodo o siquiera a gusto. Es una película que no intenta glorificar en lo absoluto la condición de su protagonista, mostrándola en toda su fea, asquerosa y patética extensión.

Charlie no es una persona mala ni mucho menos, pero es un individuo que ha cometido muchos errores graves en su vida que le han llevado a un hoyo del que no solo no puede salir, sino que se rinde ante él, sumiéndose en su desgracia simultáneamente, odiándose y complaciéndose a sí mismo.

Es algo que está muy bien trabajado y que tiene una potencia narrativa brutal, pero, rayos, a mí no me resultó fácil ver a una persona en ese estado.

No era un drama más externo como los que ves en una historia al estilo de La Vida es Bella, El Niño de la Pijama de Rayas o uno más romantizado como lo que ves en Los Miserables… La Ballena es un drama profundamente personal y agresivo con su protagonista.

Se siente como ver a una persona cercana destruirse a sí misma sin que puedas hacer nada al respecto, mientras, de forma muy merecida, el mundo que lo rodea sigue golpeándolo.

A diferencia de una película que explora algo similar como Joker, en La Ballena no tenemos ese momento en el que el personaje golpea de vuelta y tiene su momento rebelde (aunque, obviamente, hay un momento climático muy bien construido); eso sería demasiado fantasioso u optimista para los escritores de esta historia.

No, en este caso, tenemos a un ser humano aplastado por todos lados que no tiene una salida a su situación.

Esta es una forma muy larga de concluir que no sé si recomendarte esta película porque no sé si es algo que disfrutarás. Creo que, como amante de las historias y los elementos narrativos, hay mucho que apreciar aquí, pero como audiencia te espera una experiencia desgarradora.

Si esto te atrae, genial; si no, creo que es mejor que te la saltes.

Fortalezas y debilidades de La Ballena

La Ballena tiene muchas más fortalezas que debilidades desde el punto de vista narrativo y quiero que eso quede muy claro.

Como siempre digo, los gustos subjetivos no tienen nada que ver con el análisis objetivo de una estructura narrativa. A cualquiera le puede gustar una mala película o, incluso, NO GUSTAR una buena película. Lo importante es que, a la hora de hacer el análisis, seas capaz de interpretar aquello que está bien trabajado de lo que no lo está.

Basándome en eso, haré el siguiente listado. Aunque no estoy seguro de haber disfrutado la película, es incuestionable su calidad narrativa. No me gustó porque algo estuviera mal hecho… no me gustó porque no me gustó y a veces eso sucede.

Y sin más, ¡aquí vamos!

A favor: maneja temáticas de una forma honesta y profunda

Si hay algo que cualquier escritor debería aprender de La Ballena, es que los escritores hicieron un trabajo espléndido a la hora de manejar sus temáticas con honestidad. Esto lo hace con todas las ideas que explora, pero te voy a dar un ejemplo muy claro: la religión.

Entre los componentes más importantes de la historia, tanto a nivel de trama como temático, la religión está sin duda en el podio. No creo que sea el principal, pero sin duda está ahí. Dicho esto, creo que no he visto muchas películas que sean capaces de manejar un tema tan polémico y controversial como la religión de una forma tan profunda como lo hace La Ballena.

Sin importar si eres un ateo o una persona religiosa, lo cierto es que no sabrás en ningún momento si la película está de tu lado o no porque ni siquiera los mismos creadores lo saben.

Los personajes están constantemente estrellándose contra la religión y criticando abiertamente sus fallas (la hipocresía y arrogancia de sus fieles, los fallos burocráticos, la rigidez dogmática, etcétera)… pero el personaje religioso que aparece es probablemente el individuo más moral del elenco y es una persona que genuinamente quiere ayudar a los demás por el simple hecho de agradar a Dios. A través de este personaje, entonces, también se exploran los aciertos de la religión (la compasión, el deseo de vivir una vida correcta, el perdón, el sentido que ofrece someterse a un ser trascendental, etcétera).

Es un tira y afloja constante que invita mucho a pensar justamente porque no está diseñado para convertir a nadie; simplemente está hecho para mostrar varias perspectivas y permitir que choquen entre sí.

Este es solo un ejemplo, pero lo cierto es que la serie hace esto con cada uno de sus elementos temáticos.

A favor: los personajes son BRUTALMENTE humanos

Una buena razón por la que la película logra desarrollarse con una honestidad increíble, es que la construcción de los personajes es de muy alto nivel.

No quiero que pienses que esto significa que encontrarás aquí personajes únicos y entretenidos que no verás en ninguna otra parte. Aquí no hay ningún personaje con tics extraños o una obsesión poderosa que lo hace especial de alguna forma. De hecho, el primer halago que se me ocurre al pensar en estos personajes es que son demasiado humanos y terrenales, y por eso mismo la dureza de la trama hace que se sientan reales e idiosincrásicos de una forma brutal y casi cruel.

No hay un solo personaje en esta película que no esté atormentado por algo; la única diferencia es el nivel de sufrimiento que experimentan. Al mismo tiempo, ninguno de estos personajes es ni malo ni bueno… solo son personas tratando de lidiar lo mejor que pueden con los retos de su vida.

Uno de los mejores ejemplos es la antigua esposa de Charlie. Este personaje ODIA a su esposo… pero todavía lo ama. Esto puede parecer contradictorio hasta que ves la película y la idiosincrasia del personaje y te das cuenta de que esa compleja interacción está muy bien fundamentada.

Todo esto está amarrado a la temática principal de la película: la honestidad, algo que hace que cada personaje, a medida que avanza la historia, deje caer su careta para decir exactamente lo que piensa.

Esa transformación está tan bien construida que siempre logra generar un impacto emocional, incluso si ese impacto es incómodo y desagradable.

A favor: la dirección cinematográfica apoya mucho a la historia

Como sabrán mis seguidores más longevos, por lo general no me importa mucho la cinematografía de una película; en buena parte porque no la entiendo, pero también porque jamás he visto que una cinematografía muy bien hecha salve una mala historia (sí, Avatar 2, te estoy viendo a ti).

Sin embargo, en este caso debo hacer una mención, porque incluso un tonto como yo puede apreciar toda la simbología visual que el director utilizó para fortalecer su relato.

La película es por lo general oscura, con muy pocas fuentes de luz desperdigadas por la casa. La cámara siempre toma ángulos incómodos y personales para representar la ansiedad y el peso del protagonista en momentos clave. La música es genial, con un tono grave y lento que perfectamente podría formar parte de una adaptación de Moby Dick (otro elemento narrativo de importancia en la historia).

No te puedo dar más detalles porque no tengo los conocimientos técnicos, pero sí tú lo tienes y te gusta mucho este aspecto de la creación de películas, creo que La Ballena te encantará.

A favor: Brendan Fraser es increíble

Lo que se ha dicho de Brendan Fraser y su actuación en esta película no han sido exageraciones. Una de las principales razones por las que Charlie funciona tan bien como protagonista, es que Fraser hace un trabajo magnífico a la hora de representar los aspectos más complejos de su protagonista: su odio por sí mismo, su baja autoestima, su culpa, su inteligencia que no hace más que castigarlo, su rechazo a Dios, su egoísmo y su autocompasión…

Todo ese coctel de miseria y redención, tan difícil de capturar en un personaje como este, Brendan lo maneja de una forma envidiable que hace que, por mucho que se revelen los pecados más horribles del personaje, no puedas evitar empatizar y sentir cierta lástima por él.

Charlie no es una persona fácil de entender, ni siquiera para los que lo conocen, pero nadie lo entiende mejor que Brendan.

En contra: el ritmo narrativo a veces es demasiado lento

La única crítica que le daría a esta película es que tiende a inclinarse de una forma un poco molesta en las prácticas “artísticas” de Hollywood, esas que no considero artísticas en realidad.

Ya sabes a qué me refiero: escenas largas en las que no ocurre nada, la cámara moviéndose lentamente en una dirección, un énfasis sostenido e innecesario sobre un elemento que la audiencia ya entendió hace mucho tiempo, etcétera.

Esto no es un problema grave, pero si tienes sensibilidad para estas cosas, La Ballena no te hará cambiar de opinión.

Este problema solo aparece en pequeños tramos de la película, pero está ahí.

En todo caso, el hecho de que esto sea lo único que realmente encuentro objetivamente criticable te debe dar una idea de la calidad narrativa de esta historia.

¡Y con eso acabamos! Espero que este artículo te sirva para entender si esta es una película para ti o no. Creo que La Ballena está muy bien hecha, pero no creo que sea para mí.

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