¿Qué significa “escribir con honestidad” y por qué importa?

¿Qué significa “escribir con honestidad” y por qué importa?

¿Qué significa “escribir con honestidad” y por qué importa?

Es normal que cuando hablas de historias y los elementos que las construyen, de vez en cuando menciones conceptos e ideas poco conocidas, y por eso no me sorprende la gran cantidad de preguntas que me llegan sobre ciertos temas.

Uno en particular que aparece con mucha recurrencia es el de “escribir con honestidad”, una frase que suelo decir con relativa frecuencia en mis artículos y a muchos de mis lectores los toma desprevenidos.

Por eso, pensé que valía la pena dedicar un artículo al tema, especialmente porque considero que esta práctica es crucial para construir obras con mucho valor literario y artístico.

Si quieres aprender más al respecto, ¡no pares de leer!

¿Qué es escribir con honestidad?

Dicho de una forma muy sencilla, escribir con honestidad significa narrar una historia permitiendo que los personajes que viven en ella se expresen libremente, con una mínima intervención del autor.

Esto puede sonar extraño o quizás imposible, pero no es para nada el caso. Las mejores historias que has experimentado en tu vida siguen esta premisa y justo por eso muchas se convierten en clásicos que se mantienen relevantes sin importar el paso del tiempo.

¿Por qué es tan crucial?

Por supuesto, como te podrás imaginar, escribir con honestidad es esa clase de concepto que se entiende rápidamente, pero es muy difícil de poner en práctica.

Necesitas pensar mucho en cada escena, tomar muchas notas de forma externa para la historia, desarrollar elementos que quizás nunca aparezcan textualmente en la obra, revisar cada palabra que usas y su significado más profundo, etcétera.

Es una labor que demanda muchísima energía intelectual y por eso creo que debemos hablar sobre por qué vale la pena el esfuerzo.

Si eres muy fanático de ir al cine, leer los libros más populares que salen cada año, las series que están de punta en Netflix y jugar los videojuegos por su historia, seguramente te has dado cuenta que la gran mayoría son muy malas, incluso conteniendo errores de principiante.

Tal vez, eso te incline a pensar que la calidad de los autores de hoy en día es inferior a la del pasado, pero estarías equivocado. Lo cierto es que antes existía la misma proporción de historias buenas/historias malas que tenemos hoy. La diferencia es que las obras mal construidas, artificiales y deshonestas se quedaron atrás, olvidadas y desahuciadas, como si nunca hubieran existido.

Eso sucede porque su mensaje central no explora la naturaleza humana, sino una opinión del autor, algo completamente intercambiable que no tiene ninguna solidez por sí misma, porque no se soporta en nada trascendental.

Los personajes que habitan en ella son ideas caminantes, no personas reales y complejas capaces de añadir profundidad a una discusión.

No toman decisiones, sino que las decisiones las toma el autor según lo que busca conseguir con la historia. La obra no está viva, sino que es un sermón escondido de lo que el escrito piensa.

Si bien no es extraño que obras así consigan seguidores que también están más interesados en el mensaje en lugar de la historia, lo cierto es que jamás llegarán lejos, porque hasta la opinión más educada y fundamentada no es más que eso: una opinión.

Si estás interesado en que tus historias superen el paso del tiempo, que se conviertan en algo que rompe esquemas y trasciende tu propia mortalidad, entonces necesitas escribir con honestidad.

Consejos para lograrlo

Espero que en este punto ya estés convencido de la importancia de esta idea en la construcción de historias. Si es así, deja que te de algunos tips para que puedas poner en práctica la escritura honesta.

Ojo, es probable que no te salga a la primera, pero mientras más practiques, ¡mejor te irá!

Recuerda que tú no tienes las respuestas

Especialmente en nuestra adolescencia, es muy común que los consejos de terceros lleguen a oídos sordos o se choquen con un muro de soberbia casi impenetrable.

Nuestra propia ingenuidad sobre la forma en la que funciona el mundo, nos hace simplificar los problemas hasta el punto que genuinamente creemos que hemos descifrado la fórmula perfecta para resolverlos.

Esto es terrible para los escritores porque los vuelve presuntuosos y superficiales, creyendo que su historia es más una compilación de “verdades” en lugar de una narrativa que explora una idea compleja y que el autor no puede resolver por su cuenta.

Por muy fuertes que sean tus convicciones, a la hora de escribir una historia necesitas ser capaz de cuestionarlas, de ponerlas a prueba, y para hacer eso debes tener la humildad de aceptar el hecho de que NO TIENES LAS RESPUESTAS.

Haz las preguntas y permite que la audiencia decida cómo solucionarlas.

Dale fuerza y complejidad a ambos lados del argumento

Es muy frustrante ver películas con fuertes tonos a favor de una ideología en particular quejarse de que el bando opuesto, usualmente lleno de personajes irredimibles y despreciables, conspiraron para que el producto fracasara, pero lo cierto es que es un reflejo de la forma de pensar de los creadores de esa clase de productos.

Como su ideología es perfecta e incuestionable, ellos también lo son y, por lo tanto, cuando algo malo sucede DEBE ser culpa del bando opuesto.

Es una forma demasiado superficial y simplista de atacar un problema, y por eso son completamente incapaces de crear historias profundas que manejen una temática de forma honesta y trascendental.

Lo peor es que le están haciendo un flaco favor a su ideología, porque si esta fuera en realidad fuerte y racional, no necesitaría que los autores inclinaran la balanza a su favor.

Al contrario, si realmente quieres que una idea sea poderosa, debes darle muchísimas ventajas al bando opuesto, tratar de entender realmente por qué alguien se opondría al concepto y permitirle que sea tan o más complejo que el lado de los buenos.

Esto es justamente lo que hace Dostoyevsky en sus novelas, y por eso cada una es una obra maestra que se mantendrá relevante por cientos de años más.

No fuerces el relato en la dirección filosófica que te interesa

Incluso si logras darle al bando opuesto una personalidad compleja, es muy probable que todavía te sientas tentado a forzar la trama para que quede claro que está total y rotundamente equivocado.

Eso es un problema precisamente porque de nuevo estás manipulando a los personajes, en lugar que sean ellos y los conflictos que viven los que determinan el valor de los símbolos y la temática central de la historia.

No les obligues a pensar como tú, sino que deja que su backstory, su personalidad y sus propias experiencias marquen las decisiones que tomen y las conclusiones a las que llegan.

Es tal cual lo que hizo Victor Hugo con Jean Valjean, y por eso Los Miserables es un grande entre los grandes.

No te proyectes en los personajes

Los escritores novatos muchas veces utilizan sus historias para vivir una fantasía propia. Si bien no hay nada inherentemente malo en la práctica, lo cierto es que les impedirá crear algo con valor literario y artístico.

Puedes hacer un personaje muy parecido a ti si quieres, pero lo cierto es que ese personaje igual experimentará cosas a un distinto ritmo que tú, en un contexto diferente y con consecuencias distintas.

Por lo tanto, aunque en la primera página sea un clon de quien eres, cada escena de la narrativa lo separará más y más de ti, hasta que pueda mantenerse en pie sobre sí mismo. Esto sucederá quieras o no quieras, y no debes luchar contra ello, sino permitir que suceda lo antes posible.

Y, ¿por qué es importante hacer esto para escribir con honestidad? Bueno, porque proyectarte en tus personajes también les impone tu forma de pensar y les quita agencia. Evita que se conviertan en criaturas de carne y hueso, y en su lugar las transforma en panfletos propagandísticos de tu manera de ver el mundo.

¡Y ya llegamos al final del artículo! Ojalá te haya inspirado a seguir trabajando en tu obra y darle mayor profundidad a tus personajes.

Si te gustó este contenido, seguro te fascinará este otro sobre sobre cómo construir arcos de redención. ¡No te lo pierdas!

2 thoughts on “¿Qué significa “escribir con honestidad” y por qué importa?

  1. Si ser propagandístico quita mérito a una narración ya sea película, serie o novela, entoncs la película Casablanca que es propaganda de EE.UU entrando a la guerra contra los nazis también pierde mérito por eso y hubiera sido mejor si mostraba varios lados de EE.UU y de la guerra?? Gracias por la respuesta

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