Unicorn Wars: la superficialidad disfrazada

Unicorn Wars: la superficialidad disfrazada

Unicorn Wars: una sátira deficiente

Unicorn Wars es una de las películas que más me han insistido que vea en los comentarios del blog y en nuestra comunidad de escritores en Discord.

Esta insistencia hizo que estuviera muy emocionado por finalmente ser capaz de llegar hasta ella y experimentarla por mi cuenta, pero también causó que me sintiera mal… porque creo que esta será una de las raras veces en las que estoy en desacuerdo con mi comunidad.

Me da mucho dolor hacer este artículo porque sé que a varios de mis seguidores no les gustará, pero bueno, me toca ser honesto y comentar los resultados de mi análisis. ¡Aquí vamos!

Sinopsis de Unicorn Wars

Unicorn Wars es una película animada española dirigida por Alberto Vázquez que nos cuenta la historia de un mundo fantástico en el que hay una guerra entre los ositos (muy parecidos a los ositos cariñositos) y los unicornios.

Aquí, dos mellizos, bastante diferentes entre sí, se unen al ejército y deberán lidiar con sus propios demonios y el monstruoso contexto que se abre ante ellos.

¿Te la recomiendo?

Eso sí, que no te engañe ni el nombre ni la estética de la película. Esta película no tiene nada de tierna ni es para niños en lo absoluto. Hay mucho contenido para mayores de edad y las muertes son brutales a lo largo de toda la película.

En realidad, Unicorn Wars es una sátira con claras críticas a la religión y a la guerra, lo cual la ha hecho merecedora de una gran cantidad de premios que comparten con orgullo en su página web.

Si pudiera definir esta película, la calificaría como el resultado de fusionar Full Metal Jacket con Happy Tree Friends, presentando una sátira cínica y cruel de la guerra con el shock value y la subversión que viene al ver lindos ositos ser descuartizados de forma sanguinaria y asquerosa.

Es una premisa realmente interesante y por eso no me sorprende que haya captado la atención de tantas personas alrededor del mundo. Sin embargo, en cuanto a la historia, hay muchos problemas y me temo que se queda demasiado corta para manejar lo que quiere, en buena parte porque los creadores están demasiado enamorados del shock value y lo meten de forma completamente gratuita.

Aunque la estética y la producción artística es bastante atractiva y la considero un logro, lo cierto es que la película me parece, en esencia, superficial y hueca, con muchos discursos vomitados, pero muy poca introspección honesta.

Entonces, si soy genuinamente sincero, no te recomendaría esta película.

Si quieres ver una buena sátira antibélica, entonces ya existe Full Metal Jacket, que mantiene el mismo cinismo y dureza que esta, pero al menos lo sostiene con una exploración mucho más honesta de cómo la guerra es simultáneamente el infierno y un nido de psicópatas, pero también un lugar para el heroísmo y el sacrificio; algo que no puedes quitarle si tienes al menos dos dedos de frente.

Fortalezas y debilidades de Unicorn Wars

Así como hay varios elementos que definitivamente se pueden rescatar de Unicorn Wars, también hay varias cosas que criticarle.

En mi caso, los puntos negativos terminaron declinando la balanza en contra de la peli, pero quizás en tu caso sea distinto. ¡Descúbrelo leyendo esta lista!

A favor: la animación

La animación de Unicorn Wars tiene esa característica única de mantenerte atento todo el tiempo. No es particularmente fluida, pero la intensidad de las expresiones y gesticulaciones de los osos es simplemente increíble.

Es incuestionable que hay mucha pasión y trabajo detrás de este proyecto, que claramente es fruto de una visión artística y no la intención de vender tickets en el cine.

Esto es algo que se nota a leguas y que puedo apreciar, incluso si me parece que la narrativa en sí tiene muchos problemas.

A favor: explora la religión de una forma decente

Aunque no es una exploración particularmente única y profunda, este es el elemento que Unicorn Wars maneja incuestionablemente mejor, siendo capaz de mostrar tanto el factor más enfermizo y fanático de la religión… como el complicado hecho de que, de vez en cuando, resulta que sus preceptos tienen razón.

Esto lo resalto precisamente porque son muy pocas las historias que introducen este importante matiz en la narrativa, ya que por lo general vemos obras que desacreditan por completo la religión o que la ensalzan como si no hubiera ningún “pero” legítimo que hacerle.

Ambas perspectivas son propagandísticas, y es refrescante ver que, dentro de su dureza y cinismo, una película como Unicorn Wars fue lo suficientemente honesta para al menos dejar la puerta abierta.

Ahora, aunque esta exploración está ahí, sí quiero que quede claro que esta no es una película que realmente se meta de lleno en ese tema. Lo tantea y lo deja ahí, pero tampoco esperes una gran exploración teológica o filosófica, especialmente porque la temática central, la guerra, es manejada de forma tan superficial que le quita peso al elemento religioso.

A favor: su presentación es muy original

Así como Happy Tree Friends resultó un fenómeno viral en su momento por la evidente incongruencia entre su estética y la violencia que mostraba, no es de sorprenderse que Unicorn Wars haya generado tanta discusión a su alrededor, pero esto no es lo único original que tiene.

Unicorn Wars tiene su lore particular; un lore que está diseñado para replicar la estructura profética religiosa con el componente fantástico y bélico del mundo. A su vez, los personajes viven en un ambiente que claramente hace referencia al ejército de la guerra de Vietnam, tanto por tecnología como por estética (lo cual hace más fuertes los paralelismos con Full Metal Jacket).

Esta presentación te transmite la sensación de que estás viendo algo único, si bien la narrativa termina siendo lo mismo que has visto miles de veces, solo que con otra paleta de colores.

A favor: el final casi salva todo

Lo mejor de Unicorn Wars, desde el punto de vista narrativo, es, incuestionablemente, su final, el cual posee un valor simbólico y temático poderosísimo.

El final fue el único momento en el que sentí que estaba viendo algo verdaderamente especial… el problema es que la construcción de ese momento es gravemente afectada por el pésimo trabajo que se realizó antes.

Este final tiene un mensaje muy claro que hace alusión a la dualidad del hombre (de nuevo, otro componente temático de Full Metal Jacket), algo que es muy interesante y poderoso, pero los símbolos no pueden trabajar solos; su rol es apoyar o darle fuerza a los elementos de la historia y así profundizar la temática.

Es una lástima que este final haya sido desaprovechado, pero lo cierto es que deja tan buen sabor de boca que casi salva todo para mí.

En contra: la historia en sí no es muy original

Si ves más allá de la estética, el humor vulgar y el shock value de Unicorn Wars, lo cierto es que te quedas con una historia que no tiene mucho de original o especial (al menos, no hasta el final).

En sí, es la típica sátira antibélica que nos dice que la guerra es una pérdida de tiempo, donde los héroes, villanos e inocentes mueren de forma patética e inútil, que todo se mueve por el dinero y el poder, bla, bla, bla…

Es la crítica que has escuchado mil veces con exactamente los mismos elementos:

  • Una banda de cadetes inexpertos que son arrojados al conflicto.
  • La clásica escena de muerte que les enseña la realidad en la que están y alguien vomita.
  • El lento proceso en el que los matan a todos hasta que solo quedan los personajes principales.
  • Los personajes principales quedan traumatizados de por vida por lo que experimentaron, sin ganar nada a cambio de su sacrificio.

Vamos, es la misma perspectiva hippie que se hizo popular después de la guerra de Vietnam en la que el contexto político y las atrocidades cometidas eran tan inexcusables, que el país entero terminó forzando al gobierno a dejar de jugar al tonto en otro continente.

El tema es que la historia no tiene conflictos interesantes y solo hace lo mínimo indispensable para darle algún tipo de motivación a sus personajes, los cuales nunca llegan a ser verdaderamente tridimensionales.

No surgen preguntas interesantes ni tampoco arcos profundos de los que agarrarse. Es una sátira más y hasta ahí; y ni siquiera es la mejor en eso.

En contra: es una sátira bélica muy pobre

Ya he tocado este tema una y otra vez a lo largo de este artículo, pero quisiera aterrizarlo más porque estoy seguro de que habrá algunos que genuinamente estén en desacuerdo conmigo y crean que esta es una película que definitivamente hace una crítica efectiva a la guerra.

El tema es que esto no es una crítica… es propaganda antibélica.

Eso puede sonar muy bonito y noble si consideras que la guerra está mal y esa es tu forma de pensar, la cual comparto, por cierto (vamos, como si hubiera un ser humano sobre la Tierra que esté “a favor” de la guerra, seamos serios).

La cuestión es que una historia tiene un rol mucho más importante que simplemente repetirte lo que ya sabes. Su labor es ayudarte a explorar ideas complejas y genuinas sobre la existencia humana. Esto lo hacen todas las buenas películas con distintos grados de profundidad, desde Mentiroso, Mentiroso y el Rey León hasta Hamlet y El Señor de los Anillos.

Te guste o no te guste, la guerra no es un tema tan sencillo como “un cura nos dijo que matáramos y, pues, eso hacemos” o “todo el que muere en una guerra lo hace sin sentido”.

Eso suena muy profundo para un adolescente que no ha tomado un libro de historia en su vida y que jamás se ha tomado el problema en serio.

El tema de la guerra y lo que la hace fascinante y terrible, es precisamente que es la ÚNICA solución posible cuando las personas DEJAN DE ESCUCHARSE Y HABLAR entre ellas. El momento en el que decidimos que no solo no cambiaremos de opinión, sino que no tiene sentido hablar con el otro porque tampoco cambiará, estamos abriendo la puerta a la guerra.

¿Te suena a exageración? Bueno, nada más piensa en lo que ocurriría si tu vecino empieza a levantarse todos los días y se mete en tu casa a golpear a tu mamá o a tu esposa porque estas le estafaron en el pasado.

“Pues, fácil, JEFS, llamo a la policía para que lo resuelva por mí”.

Oh… qué listo eres. Excepto que se me olvidó mencionar que tu vecino es el Jefe de Policía y nadie vendrá a ayudarte.

En ese contexto, dime, ¿qué harías?

  1. Hablarías amorosamente una y otra vez con tu vecino para que deje de suavizar sus nudillos con el rostro de la gente que amas.
  2. Te quedarías en una esquina a llorar y aceptar lo que ocurre.
  3. Recurrirías a una represalia física para detenerlo.

Si tu respuesta es la primera, entonces te convertirás en una víctima.

Si tu respuesta es la segunda, te convertirás en una víctima patética.

Si tu respuesta es la tercera, acabas de abrir la puerta a la guerra.

Las interacciones humanas son tan complejas que no es raro que se presenten situaciones en las que este tipo de cosas ocurren, incluso si admito que mi ejemplo es exagerado a propósito para que mi punto quede claro.

Si tanto estás en contra de la guerra, ¿por qué no vas a Ucrania a decirle a esos jóvenes que son unos tontos perdedores porque están luchando una guerra inútil y sin sentido? ¿Por qué no les dices que mejor entreguen su país y se arrodillen? Después de todo, la guerra acaba si uno de los dos bandos se detiene, ¿no es así?

Eso es porque la realidad no tiene tiempo para sentimentalismos tontos e ideas superficiales y mal dirigidas. Esto lo entendió a la perfección Full Metal Jacket, situando su temática en la dualidad del ser humano, más allá de la guerra en sí, algo que Unicorn Wars solo hizo superficialmente con la idea de los mellizos y el plot twist del final.

Vamos, no te puedes tomar en serio una crítica bélica que tiene líneas como estas dichas por los líderes del ejército:

 “Se necesitan falsos héroes”.

“Mientras haya guerra, mantendremos nuestro poder”.

“¿No has escuchado la expresión ‘daños colaterales’?”.

Es un cinismo tan superficial y ridículo que te prometo que me causó risa, especialmente porque las escenas en donde se dicen se supone que te las tienes que tomar en serio.

De nuevo, esto es lo que se imagina un adolescente que piensa que las guerras estallan cuando lee el titular en el periódico y que cree que Putin está en Ucrania porque se despertó con una picazón distinta una mañana de primavera; que no entiende que este conflicto se lleva cocinando desde hace DÉCADAS y que resolverlo es mucho más complicado de lo que parece.

Unicorn Wars tiene esa vibra de adolescente spammero de Twitter y Tik Tok, y la verdad es que no pude tomármela en serio.

En contra: tiene protagonistas deficientes

Los protagonistas de esta historia son los mellizos Gordi y Azulín, dos personajes que no pueden ser más distintos. Gordi es patético y endeble, pero tiene un corazón bondadoso, mientras Azulín es un sujeto arrogante e inseguro, repleto de demonios y tendencias violentas.

Este combo debería dar para una serie de dinámicas geniales y poderosas para la historia, y entiendo a la perfección que la idea era algo así como mostrar a través de estos dos personajes la dualidad del hombre y su capacidad para el bien y para el mal.

El problema es que ambos personajes son extremadamente planos, especialmente Azulín, el cual es malvado SIEMPRE y, aunque se juega con la idea de una conversión, esta nunca llega.

Gordi tiene un momento interesante cerca del final de la película cuando finalmente entiende que su hermano es un psicópata y no merece su admiración, pero esto no llega a nada ni se saca provecho al final de la trama.

Básicamente, si ambos personajes se topan con la oportunidad de hacer algo bueno o algo malo, ya sabes qué decisión tomará Gordi y cuál tomará Azulín. Esta dinámica no cambia en toda la película, ni siquiera en el último acto cuando se supone que sus arcos debieron haberlos ayudado a evolucionar.

Estoy seguro de que muchos verán a Azulín y creerán que es un personaje profundo; después de todo, tiene muchas fallas y una backstory, ¿no es esa la fórmula para hacer un personaje complejo? Eh… no, por supuesto que no.

Lo que hace a un personaje complejo no es el hecho de que esté torturado o que haya una forma de explicar su forma de ser… lo que lo hace complejo es que su sistema moral constantemente está peleando con lo que está bien y lo que está mal, y no siempre sabe qué elegir.

Azulín no es así. Es un personaje completamente malvado, sin características redimibles y que siempre tomará la ruta más enferma y cruel posible.

Esto, de hecho, es terrible si tu intención es manejar la dualidad del hombre, porque el tema es que esa idea parte de la premisa de que todos somos capaces de realizar acciones crueles y espantosas, pero también sublimes y hermosas.

Tener personajes que solo son capaces de ir en una dirección rompe por completo el concepto y nos separa entre buenos y malos de la misma forma que lo haría un niño de prescolar al ver los personajes de un cómic.

Esta construcción de personajes es la antítesis de la profundidad, especialmente en una película antibélica como esta.

En contra: es demasiado fan del shock value

Unicorn Wars es una de esas películas adultas que cree que meter cochinadas en la historia es lo mismo que hacerla madura y profunda En realidad, esto solo hace que Unicorn Wars esté entre las películas más pubertas y superficiales que he visto.

Aquí hay un poco de todo: incesto, suicidio, asesinato, crueldad, violencia gratuita, etcétera. El combo está completo, pero podría contar con los dedos de una mano las veces que estos elementos tienen la mínima relevancia narrativa.

Vamos, esta es la clase de película que mete una escena de “¿quieres verme el pitito?” que dura dos o tres minutos sin que esta tenga ningún tipo de relevancia en la historia o sea al menos un set up para un pay off posterior.

También es la clase de película que te pondrá el pene de un oso en close up o a dos hermanos besándose porque… bueno, porque sí.

Esto es lo que yo llamo “carnada de pseudocríticos” porque hace que los críticos más inseguros y patéticos vean las escenas y, por miedo a que los califiquen de tontos que no entienden la idiosincrasia de una historia, pretendan que ven mucha profundidad y valor en estos símbolos.

La realidad es que el shock value puede tener sus usos, pero debe estar muy bien pensado y calibrado para que no afecte negativamente a la historia.

En el caso de Unicorn Wars, uno de los problemas más obvios que trae esto es que se pierde demasiado tiempo en estas escenas inútiles que se podría aprovechar para, por ejemplo, darle algo más de sustancia a los personajes principales (o a los secundarios, los cuales no he mencionado porque de verdad no tienen nada de importancia en la historia).

Que sea algo que vaya a espantar a tu abuelita no significa que tenga profundidad. De hecho, muy probablemente significa que deberías hacerle más caso a tu abuelita.

En contra: es una película bastante superficial

Creo que ya he dejado claro que considero que Unicorn Wars es superficial, así que no me voy a clavar demasiado en este punto.

Lo único que diré es que Unicorn Wars parece un capítulo extenso de Rick and Morty, uno que se mete demasiado de lleno en uno de esos escenarios satíricos y payasos de este show, como la secuencia del país de las serpientes que nace como consecuencia de que Morty salga del coche cuando Rick le dijo que no lo hiciera.

El tema es que al menos Rick and Morty entiende que su sátira tiene un propósito humorístico y, por lo tanto, no se la toma muy en serio, por lo que resulta muy fácil para mí perdonar que este tipo de narrativas no tengan mucha profundidad.

Unicorn Wars, por el contrario, parece el resultado de que alguien vea Rick and Morty sin tener la capacidad de procesar la ironía, y decida hacer una historia que se toma en serio las ideas más superficiales que presenta.

Esa sería la forma más sencilla para mí de describir esta película: un skit de Rick and Morty que se toma a sí mismo demasiado en serio.

¡Y con eso llegamos al final! Este fue un artículo muy extenso, pero es que de verdad creo que había muchas cosas que decir sobre esta película.

Si eres uno de mis seguidores a los que le gustó, solo quiero nuevamente mencionar mi mantra de que aquí critico las historias y no los gustos.

A ti y a mí nos puede gustar una historia mal hecha y puede que odiemos una bien hecha. El tema es que seamos capaces de identificar los elementos que diferencian a una de la otra.

Si te gustaría leer otra crítica de una película un tanto controversial, puedes leer este artículo sobre La Ballena de Brendan Fraser. ¡Échale un ojo!

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