Game of Thrones: ¿qué salió mal?
Game of Thrones: ¿qué salió mal?
Muchas cosas se pueden decir sobre la última temporada de la famosa serie, Game of Thones, pero probablemente el adjetivo que mejor la describe es: decepcionante.
Y no, no me refiero a que el final sea “agridulce”; ningún fanático de la serie esperaba un final feliz. Justamente, la razón por la que tantas personas se sintieron atraídas por GoT fue porque era la única serie que parecía siempre poder sorprenderte, la única que podía hacer cosas inesperadas sin que la trama sufriera por eso.
El problema fundamental de la octava temporada es que arrojó esa característica por la ventana y con eso convirtió a GoT en otra serie más del montón, o por lo menos le quitó el estatus legendario que había mantenido por tantos años.
Eso es un completo desastre, uno que sin duda merece ser analizado a fondo. En este artículo (repleto de spoilers), haremos justamente eso, así que si quieres descubrir qué fue lo que salió mal con Game of Thrones, ¡sigue leyendo!
Nota: haré todo lo posible para evitar que este texto se convierta en una queja prolongada de un fanboy. Trataré de ser lo más objetivo posible y enfocarme meramente en el análisis de los elementos que fallaron esta temporada, pero no prometo hacerlo a la perfección.
Arcos inconclusos o mal ejecutados
Game of Thrones, en su núcleo, es una historia basada en personajes. A diferencia de otras grandes historias de fantasía donde el argumento central guía a los protagonistas, en GoT eran los protagonistas los que definían cuál era el argumento central.
Es por eso que a lo largo de las temporadas podíamos presenciar muchos tipos de conflictos distintos y tuvimos la oportunidad de explorar a tantos personajes: porque la batuta la llevaban ellos y se la pasaban constantemente.
Esta técnica es bastante difícil de sostener por la complejidad que representa estar creando conflictos nuevos que mantengan a la audiencia enganchada, pero la genialidad de George R.R Martin le permitió ejecutarla a la perfección y eso nos permitió descubrir un mundo interesante, lleno de peligros y personajes creíbles y humanos.
Ahora, los escritores del show, David Benioff y D.B Weiss (comúnmente conocidos en el Internet como D&D) no parecen compartir el talento que tiene George y se vieron bastante sobrepasados por lo que la historia exigía de ellos.
Me cuesta pensar en un solo personaje de Game of Thrones que no fue completamente destruido y arruinado por la terrible forma en la que estos escritores decidieron construir el final de sus arcos.
Jaime, Cersei, Bronn, Jon, Tyrion, Sansa, Greyworm… todos aniquilados y masacrados como si se tratara de un superhéroe del universo cinemático de DC comics, desde un punto de vista narrativo claro está.
Como no puedo analizar cada personaje de manera individual, me voy a enfocar en el que más me dolió: Arya Stark.
Este arco en lo particular, me puso fúrico por dos razones. La primera, obviamente, es porque Arya es mi personaje favorito de la serie. Su desarrollo como personaje, de una niña ruda a la asesina más capaz de Westeros, es increíble y lleno de momentos memorables.
Sin embargo, lo que de verdad me desesperó fue lo poco que a los escritores pareció importarles su arco y la forma en la que lo arruinaron simplemente para tenerla corriendo por la ciudad y hacer que la audiencia sintiera “miedo” al ver a Dany quemando todo.
El arco de Arya, para bien o para mal, siempre fue la venganza. Incluso, desde antes que los Lannister mataran a Ned, Arya era un persona que se cobraba todos los males que le hacían.
Lo que hizo que su arco de venganza rompiera el molde fue la paciencia e inteligencia con la que fue haciéndose más fuerte. Arya nunca se ha visto a sí misma como una víctima, sin importar qué clase de horrores la perseguían. Ella siempre ha sido un personaje activo en su propia historia.
A lo largo de su viaje, fue tachando nombres de su lista mientras desarrollaba las habilidades necesarias para convertirse en la personaje más letal de los Siete Reinos, y siempre que se vengó, la serie nos lo vendió como un rotundo éxito para el personaje.
Es por eso que cuando Sandor convence a Arya de no vengarse de Cersei porque la “consumiría” se siente barato y estúpido, especialmente en una serie como GoT donde la venganza es presentada como justicia divina.
El problema de esto es que le quita la resolución a Arya y la roba de su autorrevelación. Está bien que no mate a Cersei, pero ella tiene que tomar la decisión por su cuenta cuando tiene a la reina en sus garras, lista para darle el golpe final.
Dicho esto, de todas formas ese final sería un error, porque parte de lo que necesitaba Arya para darle fuerza al final de su arco era juntarlo con el de Cersei.
Verás, parte de crear un villano que todos odian es darle un final poéticamente adecuado para que la audiencia sienta que valió la pena sufrir sus demencias a lo largo de la historia.
Arya, la niña de los Starks a quien menos temía, un producto directamente creado por los errores de Cersei y su amor obsesivo y enfermo por su familia, es el personaje perfecto para darle fin a su vida, cuando esté en su punto más débil, completamente sola porque su odio terminó por alejar a todos los que la amaban, incluyendo a Jamie.
Sí, sí, hay cierta poesía en que muera aplastada por el castillo que representaba su poder, pero la historia de Cersei nunca fue sobre el poder, fue sobre la familia. Ella no se casó con Robert Baratheon porque quería ser reina, se casó con él porque era su obligación como hija de Tywin Lannister. Ella no mató a Ned Stark porque quería mantenerse en el trono, sino porque él era una amenaza para toda su familia, especialmente sus hijos.
Y bueno, quería hablar de Arya y terminé metiendo a Cersei en el pastel, pero es que así debería ser. Las tramas de Game of Thrones siempre han sido una compleja telaraña entre los personajes y lo que hace uno afecta directamente el arco del otro.
Perdemos al villano principal a la mitad
Wow, de todos los personajes arruinados de la serie, el Night King se merece un puesto en el podio. ¿Qué hizo para merecer este trato?
Él siempre fue un buen chico. Se comportó como un villano poderoso, temible y misterioso, hizo todo bien durante siete temporadas y construyó una trama que parecía imposible de arruinar… pero parece que sí se podía.
Empezando porque lo matara Arya Stark, quien es el equivalente narrativo a que lo matara un completo random de la Nighwatch. Arya no tenía ninguna razón personal para matarlo, nada que le diera peso a ese momento y nos hiciera sentir que su personaje por fin había logrado algo importante PARA ELLA.
Desde el inicio, Jon Snow fue construido cuidadosamente para llevar a cabo esa empresa, y quitarlo seguro sorprende a la audiencia, pero también arruina el arco que habías construido para ese personaje durante siete temporadas. ¡Es un desastre narrativo!
Pero bueno, hablaremos de eso más adelante, por ahora el punto principal que quiero transmitir es que en el momento que vencieron al Night King, el villano más poderoso que tenía la serie, también mataron el clímax de la historia.
Imagínate que en Avengers: Endgame, después de que nuestros héroes vencen a Thanos al inicio, súbitamente se tuvieran que enfrentar al Duende Verde. Por mucho que nos pueda gustar el Duende, jamás podrá compararse con la amenaza que es Thanos.
Es lo mismo que sucede con Cersei: ella no está a la altura del Night King. Este hecho irrefutable hizo que los últimos capítulos se sintieran dramáticos por ser dramáticos. Narrativamente no había nada en juego, así que los escritores tuvieron que sacarse trucos de la manga… lo cual nos lleva al siguiente punto.
Personajes mal escritos
Otro de los problemas más graves de esta temporada es el poco cuidado con el que los personajes fueron escritos.
Y aquí no me refiero a algo tan complejo como los arcos y su efecto en la historia, sino que literalmente me refiero a la manera en que actúan como si fueran personas totalmente distintas.
Jon y Arya son reactivos; Brienne llora en vez de tomar las riendas del asunto; Daenerys mata inocentes sin ninguna justificación; Tyrion y Varys son estúpidos e incompetentes; Jamie ignora todo su desarrollo de personaje y vuelve con Cersei; Brann olvida que es un ser trascendental sin interés en el presente y se convierte en rey… honestamente podríamos pasar aquí todo el día enumerando el montón de cosas que no tienen sentido.
Como dije antes, Game of Thrones es una serie que tiene como centro las interacciones entre sus personajes; si los traicionas a ellos, te quedas sin nada.
Morbo > Narrativa
Creo firmemente que esta temporada es la que dividió la fanaticada de Game of Thrones en dos grupos: aquellos que veían la serie por morbo y aquellos que la veían por la trama.
No estoy criticando a ninguno de los dos, ambas posiciones son válidas, pero como considero estar dentro del segundo grupo, estoy inclinado a pensar que fue un error que D&D decidieran dar prioridad a los “momentos impactantes” en lugar de hacer lo mejor para la historia.
Como sabes si leíste mi artículo sobre la diferencia entre Tolkien y Meyers, lo que realmente separa a un escritor decente de uno genial es el respeto que tienen por su obra y la honestidad con la que escriben.
Un gran escritor no intenta forzar una reacción en su audiencia, sino que deja que los interesantes personajes que crea lo hagan por su cuenta.
Claro, nuestras expectativas se rompen al ver a Daenerys masacrar miles de inocentes, ¿pero eso era lo mejor para su arco? ¿Es creíble que un personaje que ha pospuesto una y otra vez su obsesión por el trono, simplemente porque era lo correcto, de repente se convierta en una genocida?
Quizás haya algunos que cometan la falacia de decir que este momento había sido profetizado anteriormente, pero eso es simplemente ridículo. Game of Thrones es una serie que siempre ha utilizado la crueldad como herramienta narrativa, y esa crueldad es ejercida por todos y cada uno de sus personajes.
Si las acciones moralmente dudosas de Daenerys la destinaron a convertirse en una genocida, entonces lo mismo deberíamos decir del resto de los personajes. Esa inconsistencia solo revela lo poco que los escritores le dedicaron a pensar en lo que hacían, y que su prioridad no estaba en hacer algo increíble, sino “sorpresivo”.
Los símbolos fueron destruidos/mal implementados
Al igual que con los arcos de los personajes, hay demasiados símbolos completamente destruidos o mal impuestos en la trama como para mencionarlos a todos, pero me enfocaré en uno solo por ahora: el trono de hierro.
Es completamente inverosímil que el conflicto final de la serie gire en torno a una silla visualmente incómoda, justamente porque desde el inicio se nos ha dado a entender que esa lucha no es solo mortal, sino que es insípida.
A lo largo de la historia, el mensaje que se ha enviado una y otra vez es que perseguir el trono es una misión estúpida e inútil. Todos los personajes que se han obsesionado con él han muerto de manera ridícula; han sido traicionados, envenenados y manipulados.
El trono lo que representa es la corrupción inherente en la alta sociedad de Westeros, no es más que un símbolo que expresa lo mucho que esta cultura necesita un cambio.
Esto es tan cierto que todo el arco de los White Walkers justamente se trataba de demostrar la futilidad de luchar por conceptos arbitrarios de poder cuando la muerte está esperando a la vuelta de la esquina.
Lo que el Night King representaba era la fuerza inevitable de la naturaleza que demuestra que entre el rey y el esclavo no hay diferencia alguna.
Es por eso que matar al Night King primero y luego hacer que el conflicto central girara alrededor de “qué trasero calienta el trono de hierro” se sintió vacío e insatisfactorio, porque como audiencia hemos estado condicionados por siete temporadas a que nos importe poco eso.
En el momento en el que vimos a Daenerys mirar el trono como si fuera suyo, se convirtió en otra efímera monarca más. De la misma forma, ver a Bran ser rey significa poco para nosotros porque ya sabemos cómo funciona el juego: eventualmente alguien lo matará o él morirá y los que quedan se destruirán entre ellos.
Al final del día, la rueda no fue destruida como nos prometieron, fue tuneada y eso no es muy interesante ni inteligente.
Pero bueno, ese es uno de los símbolos. Si todavía no me crees que hay muchos más, deja que te dé una lista de menciones de honor:
- La libertad de Myssandre: muere encadenada, el final más cruel imaginable para el personaje… y completamente innecesario.
- La muerte de Theon: salva su honor muriendo por Bran… excepto que la historia constantemente nos dice que quien está en la silla no es Bran, sino el Cuervo de los Tres Ojos. En pocas palabras, simbólicamente, Theon muere por un extraño.
- Cersei muere junto a Jaime: Cersei es una persona que ha alejado a todos los que ama porque es malvada y corrupta, su destino era terminar sola sin poder culpar a nadie aparte de ella… excepto que eso no sucedió. Ni siquiera fue asesinada. Es triste que Meryn Trant tuvo un final más apropiado que Cersei.
- Sandor muere aventándose al fuego junto a su hermano: esto sería genial, sino fuera porque era imposible para el personaje saber que había fuego abajo. Sandor tenía que ver el fuego, temerle, y aún así decidir tirarse para que el símbolo fuera efectivo. Además, para que su arco realmente se completara esa pelea tenía que tener algún tipo de peso en la historia. Así como está, aunque Sandor no hiciera nada la Montaña iba a morir.
- Tyrion eligiendo a Bran como rey porque está “roto” y tiene una historia interesante: todos los personajes de Game of Thrones están rotos y tienen historias interesantes, Tyrion parece haber olvidado al 90% de las personas que conoce.
Creo que con eso es suficiente. Este mal uso de los símbolos es solo una demostración de la falta de profundidad que tiene esta temporada.
(Wow… “Falta de profundidad” es algo que jamás creí que diría sobre el final de Game of Thrones)
¡Y listo! Estos son los elementos principales que provocaron que la octava temporada de GoT fuera tan decepcionante para muchos de nosotros.
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Por favor, podrías analizar la serie alemana Dark de Netflix? La trama es sorprendente
¡Ya hay muchos que me la han recomendado! En cuando tenga tiempo, ¡la veré! ^^
Buena nota pero muy contradictoria, primero se expone que lo que hace a GOT es lo inesperado, y luego mandas una queja de por qué el arco de cersei y arya no se juntaron, la fanaticada esperaba ver a arya cortarle el cuello, y la política de la serie es: “si los fanáticos lo esperan no pasará” así de simple
Lo que dije fue que GoT era la única historia que podía romper esquemas sin que eso arruinara la trama. Una cosa es hacer cosas sorpresivas, pero que tienen sentido con la trama y el mundo, y otra muy distinta es llevarle la contradictoria a tu propia narrativa con el mero propósito de sorprender a la audiencia. La fanaticada también esperaba ver a Arya matar a Meryn Trant y sucedió, la fanaticada esperaba que Jon fuera un Targaryen y pasó, la fanaticada esperaba que Sansa matara a Ramsay y obtuvimos una de las escenas más satisfactorias del show. La política de la serie no es sorprender, simplemente lo hacía orgánicamente por la complejidad de sus personajes y la historia