La metáfora: qué es, tipos e importancia
La metáfora: qué es, tipos e importancia
No se puede tener un blog que pretende hablar sobre historias y técnicas narrativas sin hablar sobre las metáforas, ¡así que justamente haremos hoy!
Esta herramienta es probablemente una de las más usadas y útiles que pueden existir en el arsenal de un escritor, pero es importante entenderla bien para poder usarla y extraer su máximo potencial.
¡Sigue leyendo y aprende más sobre ella!
¿Qué es una metáfora?
Una metáfora es simplemente una figura retórica de pensamiento que trata de establecer un elemento sin colocarlo directamente. Esto, en términos llanos y sencillos, quiere decir que es una forma simbólica de expresar un concepto sin decirlo textualmente.
La metáfora es bastante útil para transmitir ideas abstractas en un texto sin necesidad de entrar en un diálogo profundo y cansado sobre el tema.
Por ejemplo, cuando decimos “la belleza del tiempo”, no nos estamos refiriendo precisamente a que el tiempo tiene una apariencia física atractiva, sino que estamos haciendo alusión al hecho de que la vida y sus distintas etapas poseen cierta hermosura.
Por supuesto, yo realmente no necesitaba explicarte esto para que lo entendieras, porque, incluso de manera subconsciente, hasta el lector más despistado es capaz de captar el simbolismo detrás de estas oraciones.
¿Cuáles son los tipos de metáforas?
Ahora que sabemos lo que es una metáfora, es hora de hablar sobre los distintos tipos que existen.
Común
Una metáfora común aparece cuando se relaciona de manera directa el concepto real con el irreal. Un ejemplo típico de esto puede ser:
- La puerta es un roble impenetrable.
- Tu boca es un templo.
- Tus cabellos son llamas de fuego avivadas por el viento.
Cada una de estas metáforas nos permite ver algo más profundo en los elementos que se presentan, y también nos ayuda a participar más activamente en la descripción, obligando a nuestro cerebro a que vea más allá en lugar de quedarse con lo que se dice superficialmente.
Complemento preposicional
En este caso, la metáfora fusiona las imágenes, de forma tal que se conviertan en la misma cosa, por medio del uso de una preposición.
- Ruidos del infierno.
- Llanto con sangre.
- Mar de condenados.
Este tipo de metáfora es particularmente útil para hacer descripciones poderosas de personajes, emociones y escenarios.
Pura
La metáfora pura es quizá, la más difícil de dominar, pero la que tiene un nivel simbólico más alto.
En este caso, no se utiliza la imagen real, sino que el escritor se apoya totalmente en la irreal para construir la metáfora.
- El sol de su mirada se apagó (en este caso, el sol hace alusión a “la vida”, al hecho de que el personaje murió).
- El puente a medio hacer de su vida se volvió evidente (el puente hace alusión a la naturaleza “incompleta” del personaje).
- Un canalla que se robó mi primavera (la primavera se refiere a la juventud o la época dorada del personaje).
Este tipo de metáfora posee un valor estético increíble y es, probablemente, la que le da al autor más libertad para manejar los símbolos del relato. Historias como Paraíso Perdido y la Divina Comedia utilizan mucho esta técnica para transmitir sus mensajes más profundos.
Aposicional
La metáfora aposicional es aquella en la que no existe un punto de conexión entre la figura real y la irreal.
- Mi mirada, el mar en calma.
- La caída, dulce sueño.
- La tragedia ajena, fiesta del celoso.
Esta metáfora de pie para la construcción de símbolos que al autor le interesa que queden muy grabados en la mente del lector. Son particularmente buenas para transmitir emociones en momento clave de la historia.
Negativa
Como su nombre lo indica, el chiste de esta metáfora es que contenga algún tipo de negación.
- Tentación, no boca.
- No es una dama, es una harpía.
- Son ratas, no hombres.
Este tipo de metáfora siempre carga consigo una gran carga emocional, y es muy útil para expresar ideas y perspectivas de los personajes de una forma clara y estética.
Sinestésica
Esta metáfora es la que busca expresar una confusión en los sentidos, una especie de imposibilidad o contradicción que puede existir en el personaje.
- Ruidoso silencio.
- Eléctrica mirada.
- Ardiente culpa.
Ninguna de estas cosas tiene un sentido estrictamente lógico. Solamente se puede extraer su verdadero significado cuando se analizan simbólicamente, involucrando la parte subjetiva de los sentimientos y lo que producen en nosotros.
¿Por qué es importante usarla?
La metáfora puede aportar varios beneficios y enriquecer significativamente un texto, a continuación te presento algunos de ellos:
- Claridad y comprensión: La metáfora puede ayudar a explicar conceptos abstractos o complejos de una manera más clara y sencilla. Al comparar un concepto abstracto con otro que es más concreto y familiar, el lector puede entender mejor el significado y la idea que se quiere transmitir.
- Emociones y sentimientos: Las metáforas pueden evocar emociones y sentimientos en el lector, lo que ayuda a crear una conexión más profunda con el texto. Al utilizar imágenes y analogías que son evocadoras y emocionales, el lector puede sentirse más involucrado con la historia o el tema que se está tratando.
- Originalidad y creatividad: Las metáforas pueden hacer que un texto sea más original y creativo. Al utilizar comparaciones inusuales o inesperadas, el texto puede destacarse y ser más memorable para el lector.
- Imágenes vívidas: La metáfora puede crear imágenes vívidas en la mente del lector. Al comparar un objeto o concepto con otro que es más visual o tangible, el lector puede imaginar la escena de una manera más detallada y realista.
- Perspectiva y comprensión del mundo: Las metáforas pueden ayudar al lector a comprender el mundo y a ver las cosas desde una perspectiva diferente. Al comparar conceptos y objetos de maneras nuevas e inesperadas, el lector puede ampliar su visión del mundo y tener una comprensión más profunda de la realidad.
Para que tengas una idea de la potencia del recurso, te puedo contar que en la novela “Memorias del Subsuelo” de Fiódor Dostoyevski se utilizan varias metáforas para explorar los temas de la alienación, la soledad y la impotencia del hombre frente a su propia existencia.
Un ejemplo muy claro lo vemos en el capítulo 9 de la novela, donde el narrador describe su propia situación de aislamiento y alienación utilizando una metáfora:
“Pero yo no podía vivir como todo el mundo; ¿no lo he dicho ya anteriormente? ¿Podía yo, por ejemplo, llegar a ser un simple funcionario? ¿Podía yo trabajar en un banco, en un comercio, en un bufete, en una oficina? ¿Podía yo casarme, tener hijos? ¿Podía yo, al menos, olvidarme de mí mismo? ¿Olvidarme de mí mismo? ¡No! En absoluto, siempre fui el mismo, en todo momento, como si mi yo fuera una joroba, como si fuera el hombro izquierdo más alto que el derecho.”
En esta metáfora, el narrador compara su sentido de alienación y desajuste con una joroba que siempre lo acompaña, haciendo hincapié en su incapacidad para adaptarse a la vida normal y su constante sensación de ser diferente. La imagen de la joroba también sugiere la idea de una carga o una deformidad, lo que implica que el narrador siente que su propia existencia es una especie de carga que siempre lleva consigo y que lo separa del resto del mundo.
En pocas palabras, la metáfora es una herramienta muy poderosa en la escritura y puede aportar una gran variedad de beneficios al texto. Desde una mayor claridad y comprensión hasta una mayor originalidad y creatividad, las metáforas pueden ayudar a que un texto sea más efectivo y memorable para el lector.
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