Nombre de un personaje: ¿existe un truco para elegirlo?

Nombre de un personaje: ¿existe un truco para elegirlo?

¿Existe algún truco para elegir el nombre de un personaje?

Hace muy poco, un visitante del blog me hizo una pregunta bastante interesante: ¿cómo debo elegir el nombre de un personaje de mi historia?

Es una pregunta muy buena porque, en muchas ocasiones, el nombre de nuestro personaje no solo es lo primero que sabemos sobre él, sino que viene acompañado de ciertas connotaciones que nosotros mismos relacionamos con el nombre en cuestión.

Por ejemplo, si consideramos que la persona más sabia del mundo es alguien como Aristóteles, es muy probable que nos sintamos inclinados a ponerle ese nombre al personaje más anciano y conocedor de nuestra obra. Es un ejemplo, tonto, lo sé, pero creo que ilustra perfecto lo mucho que el nombre nuestros personajes puede tener influencias externas.

Pero ¿esto realmente importa? ¿Debemos ser cuidadosos a la hora de elegir el nombre de nuestros personajes? ¿Cómo podemos saber si elegimos el nombre correcto?

Si te interesa conocer las respuestas a estas preguntas, ¡no pares de leer!

¿Qué relevancia narrativa tiene el nombre de un personaje?

De entrada, lo primero que debemos entender es que el nombre de un personaje no tiene ninguna relevancia narrativa a menos que el escritor se esmere por dársela.

Eso incluye casos en los que los nombres en cuestión tienen una inspiración muy clara que ayuda a aclarar el rol del personaje en la historia. Por ejemplo, en una historia en la que un personaje grande y fuerte se llama Aquiles, puedes inferir que se tratará de un guerrero habilidoso, pero eso en sí no tiene relevancia narrativa.

Lo mismo sucede sí, en el mismo caso, el personaje llamado Aquiles sea más bien una parodia del héroe griego, tratándose más bien de alguien debilucho y cobarde.

Esto es un guiño para la audiencia, pero no tiene ninguna importancia desde el punto de vista narrativo porque no afecta la historia ni tampoco define la persona que es el personaje. Eso solo lo pueden hacer sus acciones y decisiones a lo largo de la trama.

¿Por qué le darías relevancia narrativa al nombre de un personaje?

Para darle relevancia narrativa al nombre de un personaje el escritor necesita que el nombre impacte de alguna forma la manera en que el personaje interactúa con el mundo y/o el mundo interactúe con él.

Por ejemplo, en El Señor de los Anillos, Aragorn no se presenta con su verdadero nombre, sino con el de Trancos. Esto sucede porque su nombre tiene un impacto narrativo, ya que lo sitúa como el heredero de Isildur y rey de Gondor. Esto tiene repercusiones no solo en el curso de la historia, sino también en la forma en que el resto de personajes ven a Aragorn y se relacionan con él.

Su nombre tiene relevancia narrativa porque Tolkien decidió dársela.

Ahora, la pregunta más interesante que podemos plantear aquí es preguntarnos por qué rayos le daríamos relevancia narrativa al nombre de un personaje; por qué deberíamos pasar por las molestias de lograr que afecte la trama.

Bueno, los nombres son muy útiles para trabajar la idea del “destino” porque es algo que la persona no elige por su cuenta, sino que le es “dado”. Darle relevancia narrativa obliga al personaje a lidiar con un problema o una exigencia de la que no puede escapar.

Por supuesto, los nombres no son los únicos capaces de hacer esto (también puedes lograrlo con profecías, marcas de nacimiento o un poder raro y místico dado de forma casi aleatoria), pero son un elemento creíble y poco fantasioso que puede funcionar en cualquier género.

Si eso te interesa, ¡entonces dale relevancia narrativa al nombre de un personaje o al de varios de ellos!

Nota: el nombre solo cobra relevancia narrativa cuando es el nombre mismo lo que afecta al personaje desde que nace, no cuando simplemente se trata de un personaje famoso o popular. Por ejemplo, en Harry Potter, Voldemort, como nombre, no tiene relevancia narrativa incluso si los personajes tiemblan al escucharlo. Ellos no reaccionan al nombre, sino al villano despiadado que puede aparecer si lo invocas. El hijo de Voldemort, por otra parte, si utiliza su apellido, sí arrastraría valor narrativo con su nombre. Esa distinción no es tan importante en esta historia, pero puede serlo en la tuya. ¡No lo olvides!

¿Cuál es el principal factor que debes considerar al elegir un nombre para tu personaje?

Espero que a estas alturas del artículo no te sorprenda lo que voy a decir: el factor más importante para elegir el nombre de un personaje es TU GUSTO PERSONAL.

No te preocupes por las referencias o el significado si eso te lleva a elegir un nombre con el que no conectas. Lo más importante es que te guste como suena a ti y la forma en que queda con el personaje en cuestión.

¡Y con eso ya llegamos al final! Espero que hayas aprendido mucho con este artículo y te sientas con más confianza al escribir tu historia.

Si te gustó este contenido, considera leer este otro sobre cómo elegir un buen título para tu obra. ¡No te lo pierdas!

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