Recursos literarios: qué son y definición de cada uno
Recursos literarios: qué son y definición de cada uno
En este blog hablamos muchísimo de los recursos narrativos, de esas herramientas y técnicas que son increíblemente útiles para construir y estructurar buenas historias, sin embargo, hasta ahora no hemos hablado sobre otro tipo de recursos que son cruciales para darle un mayor valor artístico a la escritura en sí: los recursos literarios.
Por eso, en este artículo hablaremos a fondo sobre los más importantes, a la vez que te compartiré ejemplos para que los pongas en práctica en tu redacción.
¡No pares de leer!
¿Qué son los recursos literarios?
Los recursos literarios o figuras retóricas son estrategias y técnicas que se utilizan con el fin de aumentar la calidad expresiva y artística de un texto.
Dicho de otra forma, un recurso literario bien usado es lo que permite que una novela y un ensayo del colegio sean radicalmente distintos porque existe precisamente para darle un valor agregado a lo que se está plasmando en palabras.
Todo escritor que quiera llegar lejos en este negocio necesita dominar la mayor cantidad de recursos literarios posible, ¡así que no los subestimes!
Tipos de recursos literarios y su clasificación
Existen muchos tipos de recursos literarios y cada uno forma parte de una clasificación definida. Aquí te compartiré los recursos literarios más recurrentes e importantes, separándolos según el grupo del que forman parte.
Léxico-semánticos
Los recursos literarios léxico-semánticos son aquellos que se valen del uso del léxico y la semántica para generar su impacto en la historia. Algunos de estos recursos son:.
Personificación
La personificación, como su nombre lo sugiere, sucede cuando se le dan cualidades antropomórficas a elementos que no las tienen en la realidad, como animales u objetos inanimados.
Es un recurso genial para darle un mayor impacto emocional a ciertas escenas y representar simbólicamente elementos de las mismas.
Ejemplos:
“El cielo lloraba junto a ella, intentando lavar su pesar y acariciar sus enrojecidas mejillas”.
“El mar dirigía su venganza contra el barco, escupiendo espuma por su boca salada y maldiciones con cada puñetazo de las olas”.
Metáfora
La metáfora es una figura retórica de pensamiento en la que un concepto se explica con una idea distinta, pero que guarda cierta relación. Este elemento es genial para explicar conceptos complicados de una forma artística e interesante.
Ejemplos:
“En su mente había una prisión sin ventanas que le impedía ver el dolor de los demás”.
“Su sonrisa empujaba alegremente las puertas de su alma, abriéndolas de par en par”.
Comparación
La comparación es similar a la metáfora, pero en este caso se trata de contraponer un término real con otro imaginario para que la semejanza entre ellos dote de mayor valor al enunciado.
Es muy poderoso para colocar más fácilmente a la audiencia en los zapatos del personaje. Suele caracterizarse por conectar las ideas con la palabra “como”.
Ejemplos:
“Su mente ardía con pensamientos violentos y confusos como un león que ha sido despertado de su sueño por la dolorosa apuñalada de una lanza”.
“La despedida se sentía como el agua que se escurre entre las manos donde por más que la quieras frenar no te queda de otra que aceptar que eventualmente se irá del todo”.
Antítesis
La antítesis es la contraposición de dos elementos opuestos en un mismo discurso. Es muy útil para presentar emociones complejas en el texto.
Ejemplos:
“La ira y la alegría la embargaron al ver que su hermano no había logrado acabar con su propia vida”.
“Eres pobre y rico, amigo mío, pero eres incapaz de ver qué lado de la balanza es más importante”.
Epíteto
El epíteto sucede cuando se añaden adjetivos con la intención de subrayar una característica del sustantivo. Es muy bueno para crear una imagen visual más poderosa en la audiencia o simplemente establecer elementos cruciales en la construcción de los personajes y escenas.
Ejemplos:
“La ignorante sonrisa de su madre le rompía el corazón”.
“El paso de las suaves olas a su alrededor lo llenaba de paz”.
Ironía
En este caso, la ironía se refiere a presentar una idea o situación que resulta contraria a lo que se espera, creando una incongruencia entre lo que sucede y nuestras expectativas. Este recurso sirve para añadirle dramatismo, humor y/o sabor al enunciado.
Ejemplos:
“Hiciste todo eso para evitarme y, ¿a dónde te llevó? De vuelta hacia mí”.
“Podía salvar a otros de la muerte, pero no a sí mismo”.
Hipérbole
La hipérbole se refiere a la exageración en un enunciado para que la idea que maneje quede muy clara. También es genial para crear imágenes más fuertes y poderosas en los lectores.
Ejemplos:
“Lo observó con la fuerza de mil soles, quemándolo con la vista a kilómetros a distancia”.
“Lo golpeó miles de veces con la velocidad del rayo y la fuerza del trueno”.
Morfosintácticos
Los recursos morfosintácticos son los que utilizan la sintaxis y la morfología de las palabras para afectar el texto. Algunos ejemplos de estos recursos son:
Anáfora
Consiste en la repetición de uno o varios conceptos al comienzo de un enunciado. Es perfecto para aumentar el valor artístico de la escena y reforzar los símbolos de la misma.
Ejemplos:
“Caía detrás del velo de la realidad; caía como roca sobre la superficie del mar, caía como un pájaro herido de muerte”.
“Te vi y sufrí, te vi y lloré, te vi y no me viste de vuelta”.
Polisíndeton
En este caso, estamos hablando del uso de varios elementos que están unidos por medio de conjunciones. Es muy útil para añadir dramatismo a una escena.
Ejemplos:
“Caminé y corrí y sudé y descubrí la verdad”.
“Ni roto, ni acabado, ni abandonado. No te confundas”.
Paralelismo
Este recurso literario consiste en desarrollar una estructura y repetirla constantemente alterando algunos elementos de la misma y, así, creando la sensación de semejanza entre dichos elementos.
Ejemplos:
“De la caída al vuelo, de la manía al amor”.
“Pequeño el cuerpo, grande el corazón”.
Elipsis
Esto sucede cuando el escritor obvia un elemento en la construcción del enunciado considerando que se sobreentiende. ¡Muy útil para hacer un buen uso del ahorro del lenguaje!
Ejemplos:
“Yo construyo, él destruye” (se obvia el “y”).
“Es nuestra única opción. No hay otra” (se obvia “opción” o “solución” al final).
Fónicos
Estos son los recursos literarios que aprovechan el sonido para darle mayor valor al enunciado. Alguno ejemplos serían:
Aliteración
La aliteración es cuando repites un mismo sonido en una oración. ¡Es muy útil para crear diálogos idiosincrásicos y desarrollar poemas!
Ejemplos:
“Aparte del parto no hay parte que esté a la par”.
“Contigo continúo con la conciencia contenta”
Onomatopeya
La onomatopeya es la inclusión de sonidos reales en el enunciado. ¡Muy bueno para causar efecto y meter a la audiencia en la historia!
Ejemplos:
“Cuando Ana dio un paso fuera de la casa, ¡pum! Un choque estruendoso le obligó a cerrar los ojos”.
“Juan escuchó con atención otra vez el misterioso siseo que venía de la pared… Psssss… Pssss… una y otra vez”.
Paranomasia
La paranomasia es la asociación de dos palabras diferentes, pero con similitudes fonéticas.
Ejemplos:
“No tiene hilo, pero sí que trae filo”.
“Al que madruga, Dios lo ayuda”.
Reto literario: ¿puedes identificar todos los recursos literarios de los siguientes párrafos?
Ahora, si quieres asegurarte que sabes identificar los recursos literarios que mencionamos antes, ¿por qué no te sometes a una breve prueba?
Te compartiré unos cuántos párrafos de libros reales y tendrás que descubrir qué recurso literario está utilizando el autor. ¡Te los marcaré en negritas para que sepas qué porción del texto debes analizar!
Párrafo 1
“«¿Dónde está? ¿Por qué me dejaría así sola, presa de mi dolor?», se preguntó con amargura, olvidando que ella le ocultaba con cuidado todo cuanto se refería a su hijo.” — Anna Karénina, Lev Tolstoi.
En este párrafo de la obra maestra de Tolstoi, vemos el uso efectivo de uno de los recursos literarios más comunes que existen. ¿Puedes identificarlo?
Como pista, esta figura retórica ayudó al autor a presentar una idea bastante profunda y complicada de una forma visual, artística y rápida de entender.
Respuesta: Metáfora.
Párrafo 2
“—¡No sé si soy yo, o no soy yo. ¿Seré yo, o no seré yo? Me parece que no soy yo.” Federico y Catalina, Los Hermanos Grimm
En este caso, el recurso se utiliza para añadir un toque artístico y simpático a la escena, ayudando a representar las características particulares del personaje.
Respuesta: Anáfora.
Párrafo 3
“—¡Ah! ¡Ya lo encontré, naturaleza orgullosa y egoísta! Enhorabuena, tengo delante al hombre que quiere agujerear el amor propio de otro a fuerza de hachazos, y que gime y grita cuando intentan hacer lo mismo con el suyo con una aguja.” El Conde de Montecristo, Alejandro Dumas.
Este párrafo es una demostración de lo galante y artística que es la escritura de Dumas, ¿puedes identificar cada uno de los recursos literarios que usó aquí?
Respuesta (por orden): Onomatopeya, personificación, metáfora, paranomasia.
Párrafo 4
“—Entonces, Éowyn de Rohan, os digo que sois hermosa. En los valles de nuestras colinas crecen flores bellas y brillantes, y muchachas aún más encantadoras; pero hasta ahora no había visto en Gondor ni una flor ni una dama tan hermosa, ni tan triste. Tal vez nos queden pocos días antes que la oscuridad se desplome sobre el mundo, y cuando llegue espero enfrentarla con entereza; pero si pudiera veros mientras el sol brilla aún, me aliviarías el corazón. Porque los dos hemos pasado bajo las alas de la Sombra, y la misma mano nos ha salvado.” El Retorno del Rey, J.R.R Tolkien.
Lo genial de buscar los recursos literarios que los grandes autores utilizan, es que puedes notar rápidamente cómo afectan su estilo narrativo.
En este párrafo, vemos que Tolkien utiliza varias veces los mismos recursos con el mismo fin: embellecer drásticamente el diálogo y exponer los sentimientos más sublimes del personaje.
Si alguna vez te has preguntado cómo es que este escritor construye diálogos tan espectaculares, ¡aquí tienes una parte de la respuesta!
Respuesta (en orden): personificación y epíteto, polisíndeton, metáfora y personificación, metáfora, metáfora, personificación.
Más ejemplos de fragmentos hermosos de novelas
Si te interesa ver más ejemplos de cómo los recursos literarios pueden embellecer un texto, ¡aquí te los comparto! ¿Serías capaz de nombrar e identificar algunos de ellos por tu cuenta?
“Esperar es la virtud de los desesperados.” – Victor Hugo, “Los Miserables”
“Allí estaba Túrin ante el trono de Morgoth, y desafió al señor del mal, y solo. Entonces Morgoth echó sobre él una maldición, y Túrin se vio preso en un destino de desgracia que le arrastró hasta su fin, mientras todo el mundo a su alrededor se deshacía.” – J.R.R. Tolkien, “Los Hijos de Húrin”
“He sido vengado; no deseo nada más. Mira en mi boca y verás si tengo la lengua cortada.” – Alejandro Dumas, “El Conde de Montecristo”
“La luz que brilla con doble intensidad dura la mitad de tiempo.” – Fyodor Dostoyevsky, “Crimen y Castigo”
“El amor que siento por ti es el más profundo, el más puro y el más sincero que una mujer puede sentir.” – Jane Austen, “Orgullo y Prejuicio”
“Mi alma estaba en paz, aunque mi cuerpo estuviera en constante tormento.” – Mary Shelley, “Frankenstein”
“Soy yo, yo mismo, Sancho Panza, siéntame aquí, por tu vida, que tengo ganas de llorar un poco, como un niño chico.” – Miguel de Cervantes, “Don Quijote de la Mancha”
“Bastaba con que el niño desease algo para que se pusiera en marcha la gran maquinaria de las casualidades, para que todo empezara a girar y girar hasta que, finalmente, se cumpliera el deseo.” – Michael Ende, “La Historia Interminable”
¿Listo para usar estos recursos?
¡Ya llegamos al final del artículo! Espero que lo hayas encontrado útil y educativo.
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