Sci-Fi: ¿por qué es tan interesante?

Si eres un gran fanático de las historias, estoy seguro que por lo menos una de tus historias preferidas pertenece al género de sci-fi.

Vamos, incluso si esa aseveración es errónea, es incuestionable que conoces muchísimas películas y series que manejan esta temática, como Tron o Star Trek.

Pero ¿qué es exactamente? ¿por qué aparece con tanta frecuencia? Si quieres aprender más al respecto, ¡no pares de leer!

¿Qué es sci-Fi?

El sci-fi o ciencia ficción es un subgénero de la fantasía que trabaja principalmente con elementos basados en la ciencia.

Es ideal para presentar escenarios extravagantes e imaginativos, pero manteniendo un cierto aire de realismo, permitiendo que la audiencia se enganche fácilmente con la historia y se plantee más seriamente las posibilidades y los dilemas que la narrativa comparte.

Es uno de los géneros que ofrecen mayor libertad creativa a los escritores, y por eso no es de extrañar que sea tan popular en el medio.

¿En qué se diferencia de la fantasía?

Un error común que cometen muchas personas es creer que la ciencia ficción y la fantasía son lo mismo, pero eso está equivocado.

Si bien es cierto que son similares en muchos sentidos, hay diferencias muy marcadas que de hecho son cruciales si quieres construir una historia en este género.

Para empezar, en una historia de sci-fi los elementos fantásticos necesitan forzosamente estar basados en teorías, principios y hechos científicos, lo cual genera un impacto mucho mayor de lo que crees, porque justamente lo que hace que este tipo de historias tengan éxito, es la ilusión de que el escenario que se presenta es posible.

No es lo mismo que ver El Señor de los Anillos, donde claramente podemos concluir que nada de lo que sucede en ese mundo podrá acontecer en nuestra realidad. En una historia, como Star Trek, por ejemplo, es muy fácil imaginarse que, en el futuro, los seres humanos seremos capaces de vivir algo similar a lo que experimentan los personajes, y ese prospecto le agrega mucha emoción y valor a la narrativa.

Además, otro aspecto interesante es que este realismo humaniza la historia, porque los actores del relato son humanos como tú y como yo, solamente que está siendo apoyados por los avances tecnológicos de su universo.

Nota: cabe destacar que no es muy extraño que existan historias que actúan más como un híbrido entre fantasía y ciencia, algo así como Star Wars y Full Metal Alchemist. En estos casos, los beneficios mencionados antes no aplicarían; simplemente, trataríamos esas narrativas como si fueran meramente fantásticas.

3 elementos que tienen las mejores historias de sci-Fi

Si bien construir una buena historia de sci-fi tiene un alto nivel de complejidad (ya que, además de tener una premisa creativa, necesitas hacer una buena labor de investigación para educarte sobre los temas científicos que piensas aprovechar), en sí, solamente hay tres cosas que necesitas tener muy presente para que la historia esté a la altura del género.

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Tecnología creíble y consistente

Independientemente de qué tanto piensas sumergirte en los aspectos de tecnología fantástica de la historia, lo más importante es que te asegures que lo que hace tiene sentido y está explicado de una forma aceptable.

Está claro que no tienes que aplicar conceptos científicos de manera perfecta, y hay cierto nivel de flexibilidad en cuanto a la interpretación que puedes hacer de la materia en sí. Lo importante es que sea creíble y tenga reglas claras y consistentes.

A diferencia de las historias fantásticas, que pueden tener un sistema mágico soft o hard, las historias de ciencia ficción forzosamente deben ser hard, dejando muy poco espacio al misticismo y la aleatoriedad.

Esto es muy importante que lo tomes en cuenta. De lo contrario, puedes terminar con una historia que ni se siente fantasía ni ciencia ficción, y no aprovecha las ventajas de ninguno de los dos bandos.

Preguntas filosóficas interesantes

Uno de los aspectos más fascinantes de la ciencia ficción es precisamente la clase de preguntas filosóficas que ofrece el siquiera plantearse la probabilidad de que cierta tecnología pudiera existir.

Por ejemplo, ¿qué sería de nosotros si las máquinas decidieran asesinarnos porque determinan que somos malos para el mundo? ¿Qué sucede si un algoritmo es capaz de determinar quién es bueno y quién es malo? ¿Qué significa “ser humano” en un mundo en el que es posible crear hombres y mujeres de forma artificial, sin necesidad de un padre o una madre? ¿Qué lugar ocupamos en el universo una vez que descubrimos que no somos los únicos ahí?

En realidad, uno de los mayores méritos que tiene este género es que, justamente porque los escenarios que presenta son “teóricamente” posibles, la audiencia está sujeta a pensar que, en un futuro, la humanidad podría estar en la situación hipotética del relato, y de inmediato esto invita a una reflexión más profunda e interesante.

Esto no significa que todas las historias de ciencia ficción deban tomarse a sí mismas muy en serio, pero sí que deben tomar en cuenta el posible impacto que los elementos fantásticos que incluyen tendrán en el mundo.

Una historia fantástica puede ser más relajada en este aspecto y no será mayor problema, pero como en la ciencia ficción todo debe tener un funcionamiento basado en la lógica científica, no puedes simplemente ignorar ese aspecto.

Desarrollo de mundo

Otro lugar donde debe estar demostrado el impacto de la tecnología fantástica es en el desarrollo de mundo, siendo particularmente importante que se vea claramente reflejado cómo esa hipotética tecnología afecta el contexto en el que vive.

Es decir, ¿cómo se organizarían los humanos en un mundo con confederaciones planetarias? ¿Qué sucedería con nuestra idea de la vida si resulta que las máquinas nos pueden volver inmortales? Si pudiéramos clonarnos a voluntad, ¿cómo la sociedad calificaría a las copias?

Aquí no estoy hablando de la parte filosófica, sino de la práctica, de cómo la tecnología afectaría el día a día de los habitantes del mundo.

De hecho, esta construcción de mundo es lo que separa historias de ciencia ficción (como Blade Runner) de historias con elementos de sci-fi (como Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos).

Sin ese desarrollo, entonces te estás quedando a medias y no estás trabajando una verdadera narrativa de sci-fi.

¡Y con eso acabamos! Espero que el artículo haya resultado atractivo para ti.

rSi fue así, tienes alguna duda o te gustaría agregar algo, ¡hazlo en los comentarios! ¡Con gusto te leeré!