Berserk: una guía perfecta sobre cómo hacer Dark Fantasy

Si eres un fanático del género de Dark Fantasy, las probabilidades de que no hayas visto Berserk son bastante bajas. Es, quizá, la serie de este género más ruda, valiente y disruptiva que existe, lo cual es mucho decir.

Si piensas que sagas como Game of Thrones o Attack on Titan son oscuras, entonces no tienes idea de qué es lo que te espera con Berserk. ¡Las otras parecen estar hechas para niños si las comparamos!

Por supuesto, con esto no estoy criticando a las otras, ni tampoco estoy pretendiendo que la calidad de una historia de Dark Fantasy se mide de acuerdo con cuántas muertes/violaciones/sangre muestre.

De hecho, ni siquiera pienso que lo más destacado de Berserk yace en estos puntos, sino que sus fortalezas recaen en el uso genial que hace de los elementos de la fantasía oscura.

Pero ¿cuáles son esos elementos? Si quieres descubrirlo, ¡no pares de leer!

Un mundo hostil y rudo

Esto es tan obvio que duele, lo sé, pero muchas veces construir un “mundo hostil” es más difícil de lo que parece.

Ya sabes cómo funciona: los héroes llegan a un lugar particularmente peligroso y todos los secundarios se mueren, pero ellos sobreviven.

El problema de esto es que si tu lector es un veterano, no se dejará llevar por la sangre ni el gore, no le sorprenderá la montaña de cuerpos ni tampoco las terribles imágenes que puedas colocar en su cabeza. El mundo no se siente tan terrible si pareciera que con formar parte del grupo de iniciales estarás bien al final del día.

Un mundo es tan hostil como la clemencia que presenta, la clase de errores que le perdona a los protagonistas. Si ni siquiera está dispuesto a perdonarles pequeños errores de juicio o, peor, los castiga cuando hacen lo correcto, más terrible se sentirá.

Ahí es donde Berserk hace un alarde increíble de dominio del género. Es rudo escribir así, porque lo normal es que un escritor se encariñe con los personajes, pero pareciera que Kentarou Miura no tiene este problema, o es capaz de superarlo fácilmente.

De verdad creo que a Guts no lo han asesinado porque la historia acabaría, pero cualquier otra cosa que le podía pasar, ya le ha pasado. Ha sido abusado, golpeado, descuartizado, cegado, odiado, maltratado, incomprendido, torturado, etcétera.

Y lo mismo sucede con el resto de los personajes que lo siguen. Si no están muertos, están traumados de por vida (o en camino de estarlo).

Nadie se salva en el universo de Berserk porque, conceptualmente, eso es lo que el autor quería transmitir. Incluso, las mismas fundaciones del universo están rotas, porque son contraladas por la “idea del mal”. Es decir, literalmente, el dios de ese mundo es una proyección de los deseos negativos humanos, y los únicos seres que albergan un poder real son los demonios.

Cuando los protagonistas cometen errores, lo pagan, si no es con su vida, con algún trauma psicológico. Además de todo, la serie se toma el tiempo de construirlos, de lograr que te encariñes con ellos y entiendas de verdad lo que el mundo está perdiendo con su muerte.

Su sufrimiento tiene justificación temática y enaltece los símbolos de la trama. ¡Así es como se incluye en una historia!

Un protagonista con una moral ambigua

Un problema que encuentro muy seguido en algunas historias que pretenden seguir el género de Dark Fantasy, es que crean protagonistas fastidiosos. Esos que se la tiran de duros, son unos patanes con todos, pero luego la historia quiere pretender que en el fondo esto es algo bueno y que son perfectos tal como son.

Esto es terrible, porque ni siquiera en Dark Fantasy se justifica tener un personaje perfecto. Y a lo mejor dirás: “Pero, JEFS, ¿no te estás contradiciendo? ¡Acabas de decir que son unos patanes! ¡Ahí está una característica que los hace imperfectos!”.

Lo cierto es que no. A menos que la historia haga que el personaje pague por su imperfección, entonces esta no tiene relevancia en su arco y, por lo tanto, es inconsecuente en su crecimiento hasta el punto que llamarle una falla ni siquiera tiene mucho sentido. Más bien, actúa como una particularidad individual, nada más.

No. Por lo que deberías apuntar es por un personaje con una moral ambigua, alguien que sea capaz de cometer actos atroces, pero que posea una interpretación propia de lo que está bien y lo que está mal, y actúe de acuerdo con eso.

Lo genial de Guts es que, a pesar de que a veces es un cínico y un nihilista, y habla hacia fuera como si el mundo entero careciera de valor e importancia para él, sus acciones constantemente lo contradicen. Incluso cuando la ira lo consume, es capaz de pensar en otra persona; a pesar de que los débiles le molestan, se encariña rápido con ellos y pone su vida en riesgo para ayudarlos.

Sería imposible decir que Guts es una “buena persona”, pero tampoco podrías decir que es un desalmado. ¡Y ese es el punto! Guts no tiene que ser un héroe ni un villano, sino un hombre que lucha contra los terrores del mundo lo mejor que puede.

Esto hace que su historia se sienta poderosa y atrapante, y logra que nos preocupemos por él y aquellos que pierde o desea proteger.

Valor simbólico en la violencia/gore/muerte

Este es, probablemente, el punto en el que la mayoría de las historias de Dark Fantasy fallan estrepitosamente y, en parte, es la razón por la que a muchas personas les cuesta encariñarse con este género.

Te equivocas si crees que siempre sucede porque no aguantan la sangre y la violencia. Hay muchos que son capaces de soportarlo y, eventualmente, aprenden a convivir con esos elementos, pero una cosa es ver muertes terribles en una historia, y otra muy distinta es ver muertes terribles y SIN PROPÓSITO.

Incluso Game of Thrones peca de esto de vez en cuando, de soltar cosas horribles que no tienen verdadero valor simbólico, sino que solo están ahí para sacarte de tu zona de confort, como el caso de que Sir Merlyn sea un pedófilo y golpee a las niñas en el prostíbulo que las trafica.

Esa escena solamente estaría justificada si planeas utilizar su pedofilia de alguna forma en la historia para que active un camino interesante en el arco del personaje principal y entre dentro de los símbolos de la historia.

Claro, es parte del show y tampoco es que arruina todo lo que has construido, pero le quita profundidad y te hace más un cirquero que un escritor. En Berserk no hay una sola escena fuerte que no tenga valor simbólico, consecuencias en la historia y conlleve un mensaje profundo sobre la vida misma.

Y, créeme, hay escenas traumáticas en Berserk, mucho más rudas que cualquiera que hayas visto en otros shows (especialmente si viste el manga), pero ellas nunca llegan por medio de una necesidad de ser controversial, sino porque forman parte del estilo de la serie y el compromiso que tiene el autor con respetar la clase de mundo que creó.

Buenas recompensas para la audiencia

Aquí va algo muy interesante que quizá no es algo que todas las personas consideran al crear una historia: la experiencia del lector/espectador.

En este caso, cuando hablo de recompensa, no me refiero a que suceda justo lo que la audiencia quiere (hay veces en las que sucederá, y otras en las que no), sino a que los hilos narrativos lleven a algo al final.

Cada vez que masacras a un grupo de personajes principales, los haces sufrir, logras que tus villanos hagan algo verdaderamente imperdonable, etcétera, estás generando expectativas, porque la conclusión lógica que sacarán tus lectores será: “¡Wow! Algo tan terrible como esto seguro tendrá consecuencias grandísimas en la historia y el mundo”.

La oferta ya se la hiciste y, si no la entregas, entonces faltará esa recompensa, eso que justificará el hecho de que la audiencia haya invertido su cariño en los personajes.

Esto es un consejo que aplica para todos los géneros, pero en Dark Fantasy es más importante, porque si las recompensas son malas o inexistentes, puedes frustrar a una buena porción de tus lectores, especialmente aquellos que no están ahí por la sangre y la controversia, sino por la calidad narrativa y artística.

Dilemas filosóficos complejos

Lamentablemente, hay muchas personas que creen que la Dark Fantasy está hecha para individuos morbosos, que solamente quieren ver sufrimiento, odio y muerte, pero no hay nada más alejado de la realidad.

Si bien está claro que existen personas con esas inclinaciones que, sin lugar a duda, se sentirán atraídas por este tipo de obras, la Dark Fantasy, en su núcleo, no está hecha para idealizar la muerte y la violencia, sino para ponerla sin censura frente a nosotros y mostrarnos lo terribles que son en realidad.

En Berserk, los momentos de alegría y belleza casi hacen llorar a los personajes, porque pasan tanto tiempo en las tinieblas que los rayos del sol los deslumbran cuando se asoman. En esos momentos, incluso los que han sufrido de la manera más amarga, no pueden evitar estar agradecidos por seguir con vida. De hecho, incluso los personajes más miserables suelen mostrar sus ganas de vivir al enfrentarse a las pesadillas más terribles del mundo.

Esto es genial, porque hace que la historia se vuelva emotiva y hermosa. A su propia manera, muestra que la vida es algo por lo que vale la pena luchar, y que incluso el dolor más grande, mientras no sea mortal, puede desaparecer.

Las historias de Dark Fantasy pueden meterse de lleno en el lado más asqueroso y terrible de la existencia humana para extraer mensajes poderosos y llenos de significado. Como un hombre que mete la mano en un estanque podrido y lleno de serpientes para sacar un diamante.

¡Y eso es todo! Si logras manejar bien estos elementos, es probable que construyas una historia tan poderosa como la de Berserk. Cuando lo hagas, ¡compártela con nosotros!

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