El perdón como elemento narrativo: ¿cómo funciona?
El perdón como elemento narrativo: ¿cómo funciona?
Cuando recibes alguna clase de agravio, es normal que tu reacción sea devolver el golpe, quizás incluso con más fuerza; sin embargo, el hecho de enfrentar esa tentación y superarla puede convertirte en un héroe.
Justamente por eso, el perdón puede convertirse en un elemento narrativo extraordinario si lo manejas bien.
Para ayudarte a lograrlo, pensé que sería una buena idea escribir un artículo que hable a profundidad sobre el tema. Si te interesa, ¡sigue leyendo!
¿Qué es el perdón?
El perdón es simplemente la acción de olvidar un agravio cometido, ya sea hacia tu persona o alguien más, sin que exista ningún tipo de rencor o castigo de por medio.
La palabra clave de todo esto es “olvidar”. Es decir, si no decides actuar contra alguien que te hizo daño, pero todavía lo detestas por lo que te hizo, entonces no estás perdonando realmente.
Es todavía más crudo si pensamos que tampoco se vale “perdonar con condiciones” o dicho de otra forma “no, ahora me dejas pegarte de vuelta y después nos contentamos”.
Si eres una persona humana con sentimientos, entonces sabes que existen muchísimas situaciones en las que el perdón, en su sentido más técnico, es prácticamente imposible y la clase de transformación moral que debes vivir es tan intensa, que puede cambiarte por completo.
Es por esto que las historias de venganza son tan interesantes, porque buena parte de lo que se está cuestionando es la capacidad de perdón del protagonista.
Dicho esto, no necesitas que la venganza esté presente para poder manejar el elemento del perdón. De hecho, uno de los usos más comunes y poderosos es crear un arco donde el protagonista debe perdonarse a sí mismo sus faltas.
Quizás esto pueda parecer sencillo de manera superficial, pero en algunos casos es todavía más complicado que perdonar a otra persona.
¿Por qué? Bueno, porque muchas veces, nosotros mismos no nos decimos cosas muy bonitas que digamos, sino que nos convertimos en nuestros peores enemigos. Ahí, nuestra incapaz de perdonarnos termina destruyéndonos, a menos que vivamos un “arco de personaje” que nos ayude a superar esa rigidez interna.
¿Qué significa como símbolo?
De forma general, el símbolo del perdón está directamente relacionado con la transformación, una conversión que puede llegar de dos formas:
- La transformación del que perdona: representa la evolución moral del agredido; un ejemplo de esto es en The Ultimate Gift con el arco de Jason.
- La transformación del pecador: representa el punto de inflexión moral del que agrede; el ejemplo más claro sería Jean Valjean en Los Miserables.
La diferencia entre ambos es que en la primera situación la capacidad de perdonar evoluciona con el arco del personaje, mientras que en la segunda actúa como detonante de dicho arco.
Ambos pueden ser muy poderosos y bastante útiles, pero, aunque su uso práctico es distinto, al final del día siguen cayendo en lo mismo: transformación.
¡No lo olvides!
¿Cómo manejar este elemento en una historia?
Ahora que ya sabemos qué es el perdón y cuál es su lugar simbólico en las historias, hablemos sobre cómo debes manejar este elemento.
¡No pares de leer!
Crea algo difícil de perdonar
Una de las cosas más interesantes del perdón, es que forma parte de esa selecta lista de elementos que son capaces de crear conflictos externos tan poderosos a la vez que involucra forzosamente una lucha interna interesante.
Por supuesto, si quieres que esto realmente se logre, entonces necesitas que el agravio sea significativo; es decir, jamás te saldrás con la tuya si en realidad no hay nada que perdonar. Muchas historias caen en esa trampa y por eso el elemento no tiene fuerza.
Ya sabes a qué me refiero. Es la típica trama “él/ella me hizo esto”, pero luego se revela que todo es un malentendido, y el personaje nunca hizo nada malo para empezar.
Si bien no tiene nada de malo que este elemento esté presente en tu obra, si lo que quieres es manejar el perdón como temática, entonces sí es un error y te impedirá darle poder al símbolo.
Relaciona el perdón con el arco del personaje y la trama
Si es cierto que el perdón está directamente relacionado con la transformación, entonces es crucial que lo vuelvas una parte central del arco de personaje.
Esto probablemente suena bastante obvio y por eso también quiero agregar que la trama también tiene que obligar constantemente al personaje a enfrentarse a situaciones donde el perdón resulta importante.
Esto no significa que deba existir una progresión donde el protagonista perdona agravios menores y eventualmente llega a mayores (después de todo, también podrías concluir la historia con que el personaje no perdona, como en Joker), pero sí significa que debes mostrar de alguna forma que el debate interno está sucediendo.
Desarrolla al personaje que hay que perdonar (pero no manipules)
Como te podrás imaginar, el perdón requiere forzosamente a un “agresor” y a una “víctima”. Sin embargo, aquí es crucial que recuerdes que la víctima de alguien puede fácilmente convertirse en el victimario de alguien más.
Esto es algo que suele aparecer con mucha más fuerza en historias de venganza, pero es especialmente cierto cuando estamos hablando del perdón.
El libro de La Cabaña, de hecho, maneja esto a la perfección, y pone en perspectiva el hecho de que alguien lo suficientemente corrupto y roto para matar a una pequeña niña, probablemente ha tenido una vida llena de sufrimiento y dolor.
Dicho esto, ten cuidado, porque la realidad es que la backstory más triste no justifica la maldad ejercida contra otros. No intentes manipular a tu audiencia para que se pongan del lado del victimario. Simplemente, desarrolla al personaje y deja que tus lectores decidan por sí mismos qué es lo correcto.
Une el perdón con la temática final
Como es tan difícil perdonar, el hecho de que tu personaje lo logre debe ser tratado como lo que es: una hazaña monumental.
Entonces, ¿qué mejor forma de darle tributo que atando el perdón con la temática de la historia?
Para ser honesto, es muy difícil que esto te salga bien si tu intención no era darle peso al símbolo desde el inicio. Después de todo, es tan dramático y poderoso este elemento, que lo más probable es que se adueñe por completo de la esencia de tu personaje.
En ese caso, si tu temática no lo refleja, te quedarás con una historia que se sentirá incongruente y mal construida.
¡Y con eso acabamos! Espero que este artículo haya marcado un punto de inflexión para ti y que ahora entiendas este elemento a la perfección.
Si no fue así, ¡perdóname! (xD no me pude resistir).
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Tengo una duda: cuando Katara perdona al asesino de su madre, ¿se maneja el símbolo del perdón? No estoy diciendo que esta mal construido o que esta mal su decisión. A lo que me refiero es que creo que no lo mata porque se ha convertido en alguien patético y lleva una vida triste. Entonces no lo mata porque, a mi parecer, cree que es un mejor castigo dejarlo vivo y también le da miedo terminar como él. Entonces, ¿de verdad lo perdona? Hablo del símbolo narrativo.
¡Hola, Iván! Así es, sigue siendo un símbolo del perdón porque Katara considera que ha pagado su deuda o que la seguirá pagando. Después de eso, Katara es capaz de continuar con su vida y dejar atrás su trauma. Cabe destacar que el perdón no significa olvidar el mal percibido, sino lograr continuar hacia adelante a pesar de él. Por eso el ejemplo de Katara es muy bueno.
HOLA JEFS.
PODRIAS HABLAR Y EXPLICAR EN UN PROXIMO BLOG ACERCA DE COMO CREAR BUENOS DIALOGOS Y QUE LOS HACE BUENOS
¡Hola, Ikki!
De hecho, ya hay un artículo sobre el tema. ¡Aquí te paso el link! ^^
https://blog.jefsescritor.com/construir-dialogos/
Interesante. Aunque siento que deberías mencionar a Steven Universe, una serie que manejó mal este elemento. Al menos, así lo vi yo ¿tu que opinas?
La verdad no he visto esa serie ^^’. ¿Se equivocó mucho?
Demasiado.