Musicales: ¿qué tienen de especial como formatos narrativos?
Musicales: ¡no los subestimes!
Los formatos narrativos no reciben el mismo nivel de aprecio, eso es seguro; sin embargo, quizás uno de los menos apreciados es el de los musicales, un formato que algunos echan a un lado en cuanto se enteran de que una historia lo utiliza.
Eso no solo sucede con historias menos conocidas como Sweeney Todd, sino que también ocurre con clásicos como Los Miserables, que desde hace décadas se ha presentado en el teatro y el cine como musical.
Aunque no te culpo del todo si entras en el grupo de las personas que no disfrutan los musicales, hoy quiero ayudarte a verlos de otra forma, ya que ofrecen algo especial que no encontrarás en ningún otro sitio.
Si te interesa conocer más sobre el tema, ¡no pares de leer!
¿Qué son los musicales?
Los musicales son una forma de expresión de arte escénico en el que la acción narrativa se desenvuelve a través de secciones cantadas y, por lo general, bailadas.
Lo más común es que cerca del 95% de los diálogos de la historia se enuncien por medio del canto, reservando los diálogos “normales” para frases cortas y particulares.
Los musicales son especialmente populares en el teatro, teniendo como principal patrocinador a Broadway en Nueva York. Sin embargo, también aparecen con frecuencia en el cine y han influenciado formatos híbridos como el de las películas de Disney que juntan música con storytelling de una forma parecida, pero mucho más flexible.
¿Por qué no deberías ignorarlos?
Los musicales mezclan de una forma muy especial tres medios narrativos: el literario, el musical y el visual.
Si te llama la atención “literario” no te culpo, después de todo, esta es una conclusión a la que llegué yo. Es muy probable que no encontrarás a otros críticos que los ven así.
Mi lógica nace de la particularidad que tienen las canciones de los musicales, ya que se construyen con la intención de construir la escena, establecer a los personajes y ofrecer exposición narrativa.
De cierta forma, los musicales son el único medio visual que puede aprovechar casi por completo al narrador literario porque la música permite que la audiencia escuche una explicación casi literal de lo que ocurre sin que su suspensión de la incredulidad se rompa.
Los personajes no están limitados a tener que “actuar” lo que sienten, sino que lo pueden gritar a los cuatro vientos de la forma más poética o directa que quieran hacerlo.
Un ejemplo genial lo vemos en la canción clásica de Los Miserables, “Empty Chairs and Empty Tables”, donde Marius comparte toda su tristeza y duelo después de la muerte de todos sus amigos, además de su culpa por haber sobrevivido mientras ellos fallecieron.
Esta característica única de los musicales hace que sean uno de los formatos narrativos más especiales y únicos que existen, y por eso no deberías ignorarlos.
¿Qué te pueden ofrecer?
Si eso no fue suficiente para convencerte, deja que te comparta otras cosas que los musicales te pueden ofrecer. ¡Aquí vamos!
Narrativa y sentimiento se vuelven uno
La música es uno de los medios artísticos más hermosos que existen. ¿Por qué? Bueno, porque la música es el sentimiento mismo siendo representado en la realidad. La música no te pide que pienses o analices, sino que sientas. No inspira a tu cerebro a reflexionar como lo hace una pintura o un libro, sino que se va directo a tu corazón y trabaja desde ahí.
Es por eso que, en algunas ocasiones, lo que más recordamos de una película o serie es la música que la acompañaba: los sentimientos que evocaba eran tan poderosos que agrandaban de manera increíble lo que ya ocurría en la narrativa.
En los musicales, este sentimiento y la narrativa nunca se separan, sino que forman parte de la misma cosa.
¿No me crees? Hazme el favor de buscar en Youtube a Jennifer Hudson en Dreamgirls cuando canta “And I’m Telling You”. No necesitas contexto para sentir esta escena… ese es el poder de los musicales.
La exposición narrativa es más fácil de digerir para la audiencia
Como mencioné antes, los musicales tienen el pequeño “hack” de poder incluir al narrador narrativo en la obra, ya que los personajes pueden literalmente decir lo que ocurre y lo que sienten.
Eso hace que las historias tengan escenas muy eficientes, siempre y cuando seas capaz de entender lo que dicen.
Quizás, es por esto último que las personas no aprecian las obras de ópera lo suficiente: están perdidas la mitad del tiempo porque o no se entiende lo que dicen, o lo dicen en otro idioma.
Por eso recomiendo que, en los casos más extremos, tengas a tu lado tu cel con la letra de las canciones. Podrá parecer tarea extra, pero créeme que mejorará drásticamente tu experiencia (solo en los peores casos en los que de verdad estés perdido).
Nota: no lo hagas con Cats; incluso con la letra, nada tiene sentido en esa obra.
Puedes hacer muy memorables los conflictos de tus personajes
Como la emoción es lo que manda en los musicales, cada momento importante en el arco de un personaje suele estar cargado de emoción e intensidad.
En los musicales, nada se vive a medias, sino que todo está exagerado y llevado a la enésima potencia. Esto puede ser un poco estresante al inicio, pero, una vez que te acostumbras, se vuelve un absoluto deleite.
Nota: por supuesto, lo malo aquí es que, si no te gustan las canciones, es muy probable que el musical en sí no sea de tu agrado, y ahí es donde los sentimientos pueden jugar un poco en contra.
¡Y con eso llegamos al final! Espero que este artículo te haya permitido abrirte un poco más a los musicales.
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