¿Cómo construir diálogos en las historias?

¿Cómo construir diálogos en las historias?

¿Cómo construir diálogos en las historias?

Crear un mundo interesante, personajes reales y creíbles, y una premisa atractiva y expansiva, no es nada fácil, pero, incluso si lo logras, si no sabes cómo construir diálogos increíbles, es muy probable que todo se vaya al drenaje.

De la misma forma, los buenos diálogos pueden darle a una historia sencilla varios niveles de profundidad extra, y hacen que las escenas sean memorables y poderosas (y quizás tengan potencial para convertirse en memes).

Por supuesto, está más que claro que construir buenos diálogos no es fácil, y hasta los mejores escritores tienen dificultades para lograrlo. Por eso, en este artículo quiero compartirte los elementos que necesitas considerar para construir un buen diálogo. ¡No pares de leer!

¿Qué es un diálogo narrativo?

Para empezar, quiero dejar algo muy claro: olvídate de la idea de que un diálogo narrativo es simplemente una conversación donde se transmite información. Eso es una equivocación gravísima y es por culpa de ese mito que muchas historias sufren.

Un diálogo narrativo es una forma de conflicto en la historia, una escena que debe tener un inicio, desarrollo y final. El diálogo es importante tanto para establecer puntos clave de la trama, como para avanzar y desarrollar el arco de los personajes y, por ende, la temática.

Nunca construyas un diálogo que solamente tiene como propósito hacer que dos o más personajes interactúen, sino que piensa seriamente en cómo cada diálogo te ayuda a avanzar la trama y expandir (aunque sea un poco) el crecimiento de los personajes.

Elementos que construyen un buen diálogo

Ahora que definimos lo que es, fundamentalmente, este concepto, es hora de que entremos a detalle a hablar sobre cómo construir un diálogo que se sienta poderoso y memorable.

¡Sigue leyendo!

Conflicto

Como lo mencioné antes, es erróneo considerar un diálogo como un simple intercambio de información. Los diálogos son batallas y necesitan conflicto para poder tener relevancia y peso en la historia.

Por supuesto, esto no significa que cada diálogo debe ser una discusión, ese no es el punto, sino que en cada diálogo debe existir algún tipo de conflicto que da relevancia a la conversación.

Por ejemplo, al final del Señor de los Anillos, cuando Aragorn da su famoso discurso a los pies de la Puerta Negra de Mordor, no está teniendo una conversación con alguien más, porque para que eso suceda alguien debe responderle, pero sí está teniendo un diálogo, porque el silencio de los personajes también es una forma de diálogo.

Aquí, lo que Aragorn está haciendo como personaje es exponer el conflicto principal que tienen todos los presentes: el miedo a enfrentarse a una muerte segura. La respuesta de ellos vienen de acuerdo a sus reacciones, aunque no digan nada como respuesta.

¡Hijos de Gondor, de Rohan, mis hermanos! Veo en sus ojos el mismo miedo que me arrebataría el corazón.

En esta parte del diálogo, el personaje presenta el conflicto.

Algún día vendrá el momento donde el coraje del hombre falle, donde olvidemos a nuestros amigos y abandonemos todos nuestros lazos de camaradería; pero no es este día. Una hora de lobos y escudos rotos donde la era del hombre se estrelle estrepitosamente; pero no es este día, ¡este día peleamos!

Este es el desarrollo del conflicto, donde el personaje lo enfrenta a su propia manera y lleva el nudo hasta un clímax que define un curso de acción.

Por todo lo que consideran amado en esta buena tierra, les pido que se mantengan firmes. ¡Hombres del Oeste!

El personaje culmina la escena dando una conclusión al conflicto, que avanza la trama. Ahora, la escena pasó orgánicamente de un conflicto a otro: del miedo de enfrentar la muerte, a enfrentarla con la esperanza de ganar la guerra.

Esa conexión es la que permite que los diálogos sean una fuerza positiva para la trama.

Una voz única para cada personaje

Lo mejor del discurso de Aragorn no es necesariamente lo inspirador que es, sino el hecho de que está redactado exactamente como si el personaje lo hubiera hecho enteramente por su cuenta.

El viaje de Aragorn, sobre todo en las películas, estuvo siempre relacionado con el destino de la raza de los hombres, y a lo largo de su viaje tuvo que ganarse el respeto de todos. Cuando empieza llamando hermanos a hombres de distintos países, hombres que no se consideraban hermanos hasta entonces, está mostrando tanto su forma peculiar de ver el mundo como la evolución que ha tenido a lo largo de la historia.

Aragorn no pretende no estar asustado, pero se enfrenta al peligro de todas maneras, y su discurso no es una orden, sino una petición, porque él jamás enviaría a alguien a la muerte contra su voluntad.

Es inspirador e increíble, y la música en la película te hace querer llorar de emoción, pero todo eso es un agregado a la buena construcción de personaje que hubo y la interpretación excepcional de lo que ese personaje cree y representa.

Eso último es lo que necesitas para que cada personaje tenga una voz propia y no se sienta como un droide que nada más balbucea aquello que necesitas que diga.

Cada personaje debe tener una forma de ver el mundo, y de esa forma es que debe nacer su forma de expresar lo que piensa y siente. ¡No lo olvides!

Evolución temática y de arcos de personaje

Como mencioné antes, el chiste de un buen diálogo no es solamente que avance la trama (de hecho, es por esta razón que el diálogo expositivo es tan mal visto), sino que ofrezca oportunidades para darle forma a la temática y avanzar los arcos de los personajes.

Veamos otro diálogo genial, esta vez de la película Good Will Hunting, una película donde prácticamente todos los puntos de inflexión toman lugar gracias a los increíbles diálogos de la historia.

En lugar de enfocarme en los más dramáticos (en parte porque no quiero spoilearla), voy a enfocarme en uno muy sencillo que nos ayuda a entender el personaje de Will de manera brillante, al mismo tiempo que nos ayuda a crear una conexión entre él y el interés romántico.

Como contexto, esta escena toma lugar en un bar, donde uno de los amigos de Will, Chuckie, intenta impresionar a unas chicas para salir con ellas. Chuckie, sabiendo que en ese bar van muchos universitarios, intenta hacerse pasar por un estudiante de su clase. Las muchachas se dan cuenta de inmediato, pero les divierte su intento y le siguen el juego por un rato.

Entonces, aparece un sujeto con aires de superioridad y empieza a soltar preguntas pretenciosas para exponer a Chuckie y humillarlo. En ese momento aparece Will y el conflicto empieza.

Will: Claro que esa es tu opinión, eres un estudiante de primer año. Acabas de terminar de leer algún gran historiador, Peter Garrison probablemente. Vas a estar convencido de lo que dices hasta el próximo año cuando leas James Lemon, entonces vas a estar hablando sobre cómo las economías de Virginia y Pennsilvania eran emprendedoras y capitalistas en 1740. Esto te durará hasta el próximo año, donde estarás regurgitando Gordon Wood hablando sobre, ya sabes, la utopia pre-revolucionaria y los efectos de la obtención de capital de la movilización militar.

Engreído: De hecho, no lo haré porque Wood subestima drásticamente el impacto…

Will: “Wood subestima drásticamente el impacto de las distinciones sociales predicadas en la riqueza, especialmente la riqueza heredada”. Sacaste eso de Vickers en el Condado de Essex, página 98, ¿no es así? Sí, lo leí también. Ibas a plagiar todo el libro o tienes algún pensamiento propio sobre el tema. ¿O eso es todo? ¿Entras a un bar, citas un pasaje poco conocido y pretendes que es tuyo solo para impresionar a unas chicas? ¿Avergonzar a mi amigo? Mira, lo triste sobre un tipo como tú es que en cincuenta años vas a empezar a pensar por tu cuenta y te darás cuenta de que hay dos certezas en la vida. Uno, no hagas eso, y dos, soltaste 150 mil dólares en una educación que pudiste haber sacado con un dólar cincuenta en la biblioteca pública.

Engreído: Por lo menos tendré un título, y tú estarás sirviéndole papas fritas a mis hijos cuando vayamos de camino a esquiar.

Will: quizá, quizá, pero al menos seré original. Pero, bueno, si tienes un problema con eso podemos ir afuera y resolverlo.

Engreído: No, no hay ningún problema.

En ese diálogo, que se ha vuelto uno de los más memorables de la historia del cine, queda establecido que Will es una persona inteligente, orgullosa y sofisticada, pero que al mismo tiempo tiene un aire callejero. Así como está listo para citar textos profundamente intelectuales, también lo está para caerse a golpes afuera de un bar.

También se nos presenta un personaje que, aunque está defendiendo a su amigo, está disfrutando utilizar su superioridad intelectual sobre alguien que se considera inteligente, ilustrándonos de inmediato esa forma de pensar tan particular del personaje.

El conflicto es sencillo y no representa un gran avance para la trama, pero tiene suficientes elementos que sugieren la temática y dan forma al arco del personaje, que aunque solo avance la trama de maneras muy pequeñas, se siente especial y memorable.

Recontextualización de la historia

Si es cierto que un buen diálogo debe tener un inicio, un desarrollo y un final, eso significa que la resolución del conflicto debe significar algún tipo de cambio para la historia, es decir, una recontextualización de la trama y los símbolos que están en ella.

En el caso de Aragorn, la resolución del conflicto pone en perspectiva lo valientes que están siendo los hombres que lo acompañan y él mismo, y hace que su batalla se sienta más memorable y épica de lo que ya es.

Pasa de ser un suicidio militar, a una obra heroica en la que los involucrados son consientes de que perderán, pero tienen razones de mayor peso para sacrificar sus vidas.

En el caso de Will, la forma en la que resuelve el conflicto establece frente a la audiencia la clase persona que es, introduce al obvio interés romántico y nos explica que su genialidad no se limita a las matemáticas.

Pasa de ser una historia de un chico inteligente, a la de un completo genio con fallas claras en su personalidad y la posibilidad de entablar una relación amorosa con alguien más.

Esa transformación es justo la que debes buscar en los diálogos. Si absolutamente nada cambió, entonces la escena y el diálogo sobran, y están alentando la trama.

¿Listo para escribir grandes diálogos?

¡Ahora ya tienes todo lo que necesitas para construir diálogos impresionantes!

Como tip extra, quiero recordarte que el silencio también puede ser una forma de diálogo narrativo y, a veces, es mejor dejar que los símbolos y las expresiones de los personajes hablen por sí solas que soltar todo directamente.

También, si piensas incluir escenas de acción o de pelea, no olvides que las ataques son una forma de diálogo también, y si estas no están relacionadas con la razón por la que los personajes pelean, entonces la escena perderá peso.

Si te gustó este artículo, seguramente disfrutarás este otro sobre cómo crear escenas de acción dinámicas y fluidas. ¡No te lo pierdas!

3 thoughts on “¿Cómo construir diálogos en las historias?

    1. ¡Muchas gracias! Lo puedes hacer en mi página de Facebook si quieres ^^. También, si me quieres apoyar, puedes compartirlo en tu perfil para que le llegue a más personas 🙂

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