4 diferencias entre una saga y una obra única
4 diferencias entre una saga y una obra única
Nos guste o no, lo cierto es que construir una saga no es lo mismo que crear una obra única y es importante tener esto en consideración para poder crear algo realmente espectacular.
Hay veces en que las diferencias entre distintos tipos de obras literarias (o incluso series y películas) son tan sutiles que se nos olvida que están ahí, y por eso algunos trabajos están condenados al fracaso desde el inicio.
Para que eso no te suceda, decidí hacer un artículo que habla a fondo sobre las sagas y aquellos que las diferencia de las obras únicas.
¡Sigue leyendo!
¿Qué es una saga?
Una saga simplemente se refiere a un trabajo artístico que tiene una historia que se reparte a lo largo de varios tomos. No hay que confundirlo con las “sagas de anime” o algo por el estilo; esas realmente están más relacionadas con el nombre que se le da a un arco narrativo en particular (por eso es que en inglés se les dice “arch”).
Digamos que, a partir del momento en que una obra se divide a lo largo de varios volúmenes, se convierte en una saga.
TL;DR: Harry Potter es una saga; Crimen y Castigo es una obra única.
Dato curioso: también existe un estilo literario llamado Saga que se refiere a las obras producidas en Islandia durante un periodo específico de la Edad Media.
¿Por qué te conviene trabajar una saga?
Como te podrás imaginar, este tipo de narrativas suelen ser mucho más complejas y requieren mucho trabajo y planeación para ser manejadas a la perfección. Después de todo, para mantener una historia viva a lo largo de varios libros, es necesario contar con muchos elementos narrativos que te permitan explorar muchos temas difíciles con gran profundidad.
Sin embargo, es por esa misma razón que vale la pena trabajar una saga: la cantidad de ideas que puedes considerar y la profundidad temática a la que puedes llegar es prácticamente infinita.
Si tienes en mente un mundo vasto y complejo, con muchos personajes que salen y entran del relato, lo más probable es que te convenga crear una saga que te permita explorar a cada uno de forma paulatina.
Diferencias entre una saga y una obra única
Ahora que sabemos lo que es una saga y por qué deberíamos utilizar este formato narrativo, es hora de que hablemos sobre lo que la hace diferente a las obras únicas.
Eso sí, toma en cuenta que hay más diferencias, pero estas son las más importantes. Si no las tienes en consideración, es muy probable que tu historia fracase.
1. Cada parte de la saga debe tener su propia historia
Esto es, por mucho, lo más importante. Se vale dejar misterios sin responder para que volúmenes posteriores los resuelvan, pero eso no significa que puedas ignorar aspectos clave para entender la historia que se cuenta.
Por ejemplo, está bien que en el primer libro de Harry Potter no se nos diga por qué Harry sobrevivió, porque la base de la narrativa no está depositada ahí, sino en el misterio de Nicholas Flamel y la piedra filosofal.
Lo que no podrías hacer es ocultarle al lector por qué Voldemort quiere la piedra. Eso sería un error garrafal, porque un elemento clave faltaría (la motivación del villano), y eso hará que la obra se sienta aburrida e incompleta.
Puedes guardarte cosas que están más relacionadas con el lore y los misterios circundantes del mundo, pero no puedes simplemente arrojar la estructura narrativa por la ventana y pretender que tu lector lo acepte.
Es por eso que cada tomo de una saga debe tener una historia contenida, con un inicio, desarrollo y final. Este final, obviamente, no será cerrado si consideramos la macronarrativa, pero sí deberá cerrar todos los puntos clave de la trama.
Piensa en las mejores sagas: El Señor de los Anillos, The Dark Knight, El Padrino, Las Crónicas de Narnia, etcétera. Cada una de ellas tiene historias contenidas que puedes entender y disfrutar incluso si no has visto las demás,.
¡Eso es clave para mantener a tus lectores enganchados y satisfechos! ¡Recuerda que lo que quieres es hacerlos volver!
2. Debe haber una macrotemática a lo largo de todas las ediciones
Aquí viene otra de las claves más importantes, pero que es fácil de ignorar cuando apenas somos escritores novatos que hacen historias más por satisfacción propia que por una verdadera labor artística.
El alma de una saga no está realmente en sus personajes, sino en la temática que maneja a lo largo de sus distintas ediciones. Bueno, técnicamente eso no es cierto, puesto que son los personajes los que le dan vida a la temática, y una buena obra siempre dejará que ellos actúen por su cuenta, pero el punto es que necesitas entender el mensaje central de tu obra para ser capaz de darle coherencia a toda la narrativa.
Por ejemplo, en el caso de El Señor de los Anillos hay una macrotemática muy poderosa que se centra en la importancia de resistirse a la tentación del mal, pero cada libro, dentro de su historia contenida, explora esto de una manera distinta:
La Comunidad del Anillo: cómo los lazos de la amistad son afectados por esta tentación.
Las Dos Torres: cómo los grandes conflictos nacen a raíz de esta tentación.
El Retorno del Rey: el peso que cada individuo tiene en el mundo cuando sucumbe a la tentación del mal o cuando es victorioso sobre ella.
Cada uno de esos tomos explora distintas ideas, pero la macrotemática es la misma, lo cual permite que digas: sí, esto SE SIENTE como El Señor de los Anillos y no otra cosa.
En parte por esto es que las secuelas de Star Wars no han sido tan bien recibidas. Porque tienen el look y están en el mismo universo, pero no tienen esa alma que caracterizaba a las otras. Entonces, tienes algo que se ve y luce como Star Wars, pero que, en una parte recóndita de tu ser, sabes que no lo es.
3. Debe haber distintos arcos de personaje en cada tomo
Si bien la macrotemática debe mantenerse, es importante que cada volumen le dé a los personajes nuevas rutas por las que crecer. En parte por esto, si planeas hacer una saga, necesitas personajes con muchos defectos, porque así puedes explorar cada uno y darles varios arcos de personajes.
Esto es importante porque la única forma de que una historia se sienta impactante, es por medio de la evolución de los personajes a lo largo de la trama. Forzosamente, necesitas que tus actores clave sean distintos al final en comparación con lo que eran al inicio.
En parte por esto la película de Los Increíbles 2 fue tan “meh”, porque el arco que vivió la familia fue exactamente el mismo: redescubrir el valor que cada individuo tiene en ella.
Si bien no está mal hacer una película con ese mensaje, el problema es que todo esto ya lo vivimos, y le quita todo valor a la primera película que los personajes tuvieran que aprender lo mismo otra vez. Se siente repetitivo y, peor todavía, como que la aventura anterior fue una pérdida de tiempo.
Deben existir distintos retos, cambios en los personajes que les presentan nuevas luchas y aprendizajes que los van moldeando en algo mejor (o peor).
Piensa muy bien qué clase de lucha le darás a tus personajes en cada libro, y asegúrate que esta tenga consecuencias en la historia presente y produzca cambios permanentes.
4. La planeación debe ser mucho más cuidadosa y extensa
Esto lo coloco de último porque es completamente factible empezar una historia sin planearla y dejarte llevar por un tiempo. Sin embargo, una buena saga, si te la estás tomando en serio, eventualmente necesita que empieces a hacer una planeación muy cuidadosa de todo lo que sucederá y lo que piensas explorar en ella.
A veces, podemos creer que una planeación nos va a limitar mucho y que preferimos trabajar con la libertad que nos da la incertidumbre, pero una historia, por muy planeada que esté, jamás debería ser considerada como algo estático.
Quizás haya cosas que descubras sobre tus personajes o el mundo en el que habitan que te obligue a reconsiderar ciertas escenas y desenlaces, y eso está bien.
Eso se vale. Lo que no se vale es ir a ciegas a través del complejo laberinto que es la construcción de historias.
Tómate tu tiempo y trabaja seriamente en este aspecto narrativo para que obtengas los resultados que deseas.
Eso sí, si bien es cierto que esto es particularmente importante en las sagas, la planeación es algo que deberías implementar siempre que vas a escribir, incluso si se trata de relatos o cuentos cortos, porque le da estructura a tu escritura y hace que se vuelva mucho más sofisticada.
¡Y eso es todo! Espero que este artículo te inspire a crear una saga o a pulir la que ya tienes en proceso. Si fue así, ¡considera suscribirte al newsletter del blog!
Muchas gracias. Desde siempre he pensado en convertir mi historia en una saga. Pero primero necesito acabar mi libro, el cual pienso dividir en dos partes (aunque, más que partes, yo los llamaría arcos argumentales porque cada parte tiene su planteamiento, nudo y desenlace.
Aunque no estoy seguro sobre que elementos debo mostrar y cuales no