El honor como elemento narrativo: ¿qué tiene de interesante?
El honor como elemento narrativo: ¿qué tiene de interesante?
Para mí es una verdadera tragedia que muchas de las virtudes más interesantes y profundas que hay (como el heroísmo, la generosidad, la entrega abnegada, etcétera) se han vuelto tan comunes y cliché en las historias, que ya muchos son completamente inmunes a su significado.
Dicho esto, tampoco los culpo, porque muchas veces estos elementos aparecen solo porque sí, y no reciben la profundidad que necesitan para tener relevancia narrativa y artística.
Uno de esos elementos es justamente el honor, una idea que aparece en casi todas las historias relacionadas con los samurais y las artes marciales, hasta el punto que lo raro sería no incluirlo.
Eso ha producido una inmensa cantidad de historias que lo incluyen más por esa regla no escrita que porque realmente entienden lo que puede aportar a la historia y la forma correcta de trabajar el honor como elemento narrativo.
Justo por eso, me parece que vale la pena hablar sobre el tema. Si te interesa, ¡no pares de leer!
¿Qué es el honor?
El honor es una cualidad moral que invita a una persona a actuar éticamente y cumplir con las responsabilidades adquiridas. Dicho de otra forma, es algo que impulsa al personaje a tomar el camino moralmente correcto sin importar lo que esto signifique para su persona.
Es una forma de vida que define en buena manera el compromiso que el personaje tiene con el bien.
Eso suena muy bien, ¿no es así? Sin embargo, si te quedas ahí, entonces estás mirando el honor de una forma muy superficial.
Todo lo mencionado anteriormente es muy bonito, hasta que te das cuenta de que definir el camino “moralmente correcto” es algo muy difícil, y por muy honorable que seas, no eres perfecto.
Ahí es cuando esta cualidad puede volverse negativa, porque la rigidez moral que exige, si está mal dirigida, obliga a la persona a llevar su decisión hasta sus últimas consecuencias, siendo incapaz en el trayecto de reevaluar si está bien o no lo que hace.
En pocas palabras, así como puede convertirte en alguien bueno y generoso, también puede hacerte alguien terco, obtuso y autodestructivo.
¿Qué aporta a una historia?
Como te podrás imaginar, desde el punto de vista narrativo, el honor es un elemento increíble para crear motivaciones para los personajes y, todavía mejor, conflictos internos y externos poderosos.
Un ejemplo sería en Los Miserables donde el rígido código de Javert le impide ver más allá de sus prejuicios contra Jean Valjean, llevándole a perseguir un hombre bueno y honesto, e ignorar a otros que realmente merecen su atención.
De la misma forma, es el honor lo que obliga a Jean Valjean a confesar sus crímenes y su verdadera identidad para proteger a un hombre inocente, a pesar de que dejar las cosas como estaban lo liberaría de su pasado para siempre, al menos desde un punto de vista social.
En ambos casos, el honor sirve para generar conflictos interesantes y preguntas profundas, enriqueciendo la narrativa, los arcos de los personajes y la temática de la historia.
¡Así es cómo debes usarlo si quieres aprovecharlo al máximo!
¿Cómo utilizar el honor como elemento narrativo?
La dificultad de utilizar el honor con profundidad en una historia recae precisamente en recordar aquellas cosas que lo hacen tan interesante, en lugar de replicar sin mucho sentido lo que has visto en otras historias.
Si quieres hacerlo bien, deja que te comparta tres consejos que te ayudarán muchísimo. ¡Aquí te van!
Debe generar un conflicto interno
Uno de los problemas que las historias de samurai tienen es que muchas veces los personajes no tienen tiempo para establecerse antes de llevar a cabo una decisión basada completamente en el honor.
Ya sabes a qué me refiero. Es cuando el padre del héroe hace seppuku porque el shogun lo ordenó, sin importar qué tan ridícula sea la circunstancia en la que se demanda. El personaje ni siquiera duda ni es cuestionado. Simplemente se acuchilla el estómago y pasamos a la siguiente escena.
Si bien esto genera drama y puede servir para establecer las motivaciones del protagonista, realmente es un elemento muy superficial, porque está utilizando el honor más como conveniencia narrativa que otra cosa.
No estoy diciendo que un personaje tiene que dudar a fuerzas, pero su decisión debe representar un conflicto interno, aunque la decisión sea tomada relativamente rápido.
Una historia que entendió esto a la perfección es la del videojuego Ghost of Tsushima, donde tenemos a Lord Shimura, el clásico samurái obsesionado con el honor y que está cegado por él. Desde el inicio, queda claro que el personaje, si tiene que decidir entre su código y algo más, siempre elegirá lo primero, sin importar lo que eso le cause.
Sin embargo, la historia se toma el tiempo de mostrar lo que esto significa para él, cómo le destruye por dentro ir en contra de su corazón y ser esclavizado por su rígido honor. El conflicto interno lo lleva incluso a las lágrimas, pero aún así es incapaz de abandonar su estilo de vida porque es la única forma en la que entiende el mundo.
No es simplemente algo que está ahí porque, bueno, es una historia de samuráis, sino que aparece para enriquecer la historia y la profundidad de los personajes.
Debe ponerse a prueba
Una de las cosas más interesantes de el honor como elemento narrativo, es que el hecho de tener un personaje con cualidades honorables no significa que realmente lo estás trabajando en tu historia.
Por ejemplo, Dumbledore es un personaje honorable, pero también es un paragon, por lo que siempre tiene la razón cuando elige una acción moral. No hay verdadero conflicto porque su honor no está puesto en entredicho, ya que no hay ambigüedad ética en su decisión.
Ahí, el honor aparece, pero no tiene relevancia narrativa, es simplemente una cualidad de personaje y nada más.
Ahora, eso no es algo malo en sí. Es perfectamente factible que no explores el honor en tu historia el elemento si tu enfoque está en otro lugar.
El punto es que, si el honor es parte de tu temática y quieres trabajarlo, entonces es crucial que pongas a prueba al personaje, que su honor sea cuestionado y la audiencia pueda definir si es un sistema rígido y dogmático en lugar de una cualidad repleta de sabiduría y humanidad.
Si no incluyes esto, entonces no le podrás dar verdadera profundidad.
Debe ser tanto una bendición como una maldición
Una de las razones por las que Spiderman es un héroe tan interesante y fácil de querer, es que su filosofía de vida (fuertemente ligada con el honor) constantemente lo sabotea y le hace sufrir.
A veces, su sufrimiento tiene consecuencias que hacen el mundo un mejor lugar, pero incluso otras el tiro le sale por la culata y el actuar honorablemente termina siendo peor.
Es esa constante dualidad e impredictibilidad lo que que hace sea interesante cada vez que toma una decisión.
Su honor es tanto una bendición (por mantenerlo del lado del bien sin importar qué), pero también una maldición (por el sufrimiento que puede causar).
Es por eso que ese elemento es tan profundo en las historias de este héroe y la razón por las que nunca nos aburrimos de verlo lidiar con él.
¡Y con eso llegamos al final! Espero que este contenido haya resultado útil e interesante para ti.
Si fue así, quisieras compartir algo o tienes alguna duda, ¡deja tu comentario! ¡Con gusto lo leeré!