¿Cómo conseguir que la audiencia genere empatía con un personaje?
¿Cómo conseguir que la audiencia genera empatía con un personaje?
Algo que seguramente escuchas con mucha frecuencia cuando conversas con alguien sobre personajes en las historias, es lo mucho que se han encariñado con un personaje o quizás lo complejo que les resultó un villano en particular.
Esta es una reacción que todo escritor desearía suscitar con todos los personajes que incluye en una historia y, si quieres algún día lograrlo, primero debes entender cómo esa empatía con un personaje se despierta para empezar.
Si quieres aprender más al respecto, este artículo es ideal para ti. ¡Lee hasta el final!
¿Por qué te interesa producir esta reacción?
La empatía es una emoción crucial para la experiencia de tu audiencia porque es lo que le permite ponerse en los zapatos de los personajes y, por ende, meterse de lleno en la historia.
¿Alguna vez te has colocado al filo de tu asiento cuando un personaje está por tomar una decisión de vida o muerte, o cuando parece que la meta que perseguía el protagonista está por escaparse de sus dedos? ¿Alguna vez te has entristecido cuando un villano es derrotado por el héroe y, aunque no estabas de acuerdo con sus acciones, entiendes la lógica que las impulsaba?
Eso sucede porque la construcción de personaje resonó contigo y te permitió generar empatía por el personaje. Esto no significa necesariamente que “te gusta” el personaje, simplemente que eres capaz de ver su complejidad y lo observas como si fuera una persona de carne y hueso.
¿Qué es lo que realmente produce la empatía?
Ajá, esa es la pregunta clave, ¿no? ¿Cómo rayos logro que mi audiencia genere empatía con mis personajes? ¿No es algo sumamente subjetivo y abstracto?
Sí y no. Si bien es cierto que no hay una fórmula que te garantice el éxito con el 100% de las personas, existen buenas prácticas que te permitirán aumentar las probabilidades de que suceda.
¡Deja que te comparta algunas aquí!
Una backstory definida
Las backstories no son simplemente relatos del pasado de un personaje, sino que son contextos narrativos que justifican y expanden las acciones del actor y su filosofía de vida.
“Para saber a dónde vas, necesitas saber de dónde vienes”, ¿no? Bueno, por lo menos en las historias esto es una absoluta realidad, precisamente porque le aporta coherencia y lógica a los personajes.
Una buena backstory puede justificar hasta la personalidad más rocambolesca que te puedas imaginar porque humanizará al personaje, dotándole a sus acciones un aire idiosincrásico con el que tu audiencia se podrá identificar y generar empatía.
Una construcción de personaje coherente
Por supuesto, una backstory no es construcción de personaje, es un contexto que te puede ayudar a desarrollarlo, pero no hará el trabajo por ti.
Esto es tan cierto que muchas historias ni siquiera necesitan enfocarse demasiado en la backstory de su personaje principal, pudiendo compartirla en una línea o dos de diálogo sin que se pierda mayor valor narrativo.
Dicho esto, así como la construcción de personaje es tan poderosa, también es sumamente compleja y por eso es muy fácil equivocarse a la hora de realizarla.
Hay muchos elementos que involucrados este proceso, pero, para efectos del tema de este artículo, solo hablaré de uno en particular: la lógica interna del personaje.
Lamentablemente, es muy común la creencia de que los personajes de una historia pueden ser tan aleatorios como quieran porque, al final del día, las personas en la vida real son aleatorias; es decir, hacen cosas sin sentido o explicación alguna y, pues, no tiene nada de malo que tu historia lo refleje, ¿no es así?
Bueno, no. Las personas solo son aleatorias ante tus ojos porque no eres omnisciente. No sabes de dónde vienen, no sabes qué piensan o qué problema interno traen que les hizo creer que la decisión que tomaron era la correcta.
Lo único “aleatorio” en la vida son las tragedias que te golpean, pero las personas en sí no lo son. Siguen una lógica interna a la que solo ellos están expuestos y que quizá no entienden del todo.
Es normal que las personas reales te resulten indescifrables, pero los personajes en una historia no deberían ser así porque en ese contexto tú sí eres omnisciente, y puedes ver todo lo que hay ahí, tanto lo que está a simple vista como lo que se encuentra debajo de la piel.
Debes aprovechar ese conocimiento para que la construcción de tus personajes siempre siga una línea coherente, incluso si eso significa que tu audiencia sea capaz de adivinar una que otra cosa que ocurrirá en la narrativa.
Eso no es tan malo como piensan algunos. Al contrario, eso le da a tu audiencia la sensación de “familiaridad” con el personaje y les meterá en la cabeza la idea de “entiendo por qué está haciendo lo que hace”. ¡Empatía!
Motivaciones claras y consistentes
En nuestro día a día, la mejor herramienta que tenemos para conocer a las personas es averiguar qué es lo que se encuentra en la cima de su escala de valor. ¿Su trabajo? ¿Su familia? ¿Su físico? ¿Su intelecto? ¿Su religión?
Las cosas que lo motivan son las mejores pistas que tenemos para encontrar su patrón de conducta y, por ende, ser capaz de comprenderlos mejor. Es decir, cuando se aproxima un evento grande como el Super Bowl o la final del mundial de fútbol, hay personas que, por su escala de valor, sabemos que dejarán lo que sea de lado para ver esos acontecimientos.
Para ellos, un día de trabajo o de convivencia familiar no está a la altura del momento cúspide del hobby que los apasiona, y por eso fácilmente puedes deducir la decisión que tomarán en esa fecha especial.
Ojo, no estoy criticando a los fanáticos de deportes, ese no es mi punto (al contrario, yo soy un inmenso fan del Real Madrid); lo que trato de decir es que el hecho de que todas las personas tengan motivaciones claras y relativamente consistentes, es lo que te permite conocerlas y separarlas del resto.
Por lo tanto, tus personajes también deben tener algo así si quieres que tu audiencia pueda formar una relación con ellos y comprenderlos mejor.
Una ruta narrativa clara
Para bien o para mal, no todo lo que nos ayuda a generar empatía con un personaje nace de él. De hecho, podrías decir que lo que más nos impacta es la forma en la que reaccionan a los golpes y tragedias que la vida les arroja en la cara.
Puedes tener al personaje más interesante de la historia, pero si las rutas narrativas que tomas no le obligan a explorarse a sí mismo y reinventarse constantemente, entonces en realidad no habrá nada con lo que “empatizar”.
¿Por qué? Bueno, porque el proceso de empatía nace justamente de las consecuencias de un acontecimiento. El proceso es algo parecido a esto:
- Algo sucede.
- Genera consecuencias en la vida del personaje.
- La audiencia observa su reacción y el contexto en el que ocurre.
- Se pone en los zapatos del personaje y ejecuta un juicio de valor.
Ese punto que detona el proceso entero depende más de la ruta narrativa que elijas que de las decisiones del personaje en sí. ¡Por eso no debes ignorarlo!
Deja que lo vean sufrir
una de las razones por las que nadie siente empatía ni pena por una Mary Sue, es justamente porque todo les sale bien, siempre se ven fuertes y listas para enfrentar lo que sea que se les ponga delante. Algunos creen que esto hará que el personaje sea admirable, pero solamente hace que sea más difícil para la audiencia entenderlo.
En realidad, el momento en el que hacemos mayor click con un personaje es cuando lo vemos triste, dudando de sí mismo, oprimido por una realidad que lo carcome. Es cuando está en su punto más bajo que es más cercano para nosotros, y por eso es muy valioso que muestres esa faceta.
Esto es tan cierto que incluso un personaje como Cersei, cuando la vemos humillada o llorando la muerte de uno de sus hijos, no podemos evitar sentirnos mal por ella, a pesar de que sabemos que es un monstruo. ¡Así de importante es este elemento!
¿Listo para ganarte a tu audiencia?
¡Espero que hayas aprendido mucho con este contenido! Sé muy bien que esto es mucho más difícil de lo que parece, pero creo que con estos consejos tienes las herramientas necesarias para descifrar la fórmula correcta para tu obra.
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Me gustaría leer un analisis tuyo del recurso de la “perdida de memoria” de un personaje en la narrativa, en el caso de que aun no hubieras hecho uno. Lo veo util como metodo de presentar la premisa al espectador ya que el personaje en cuestion descubre parte de la trama a la par de quien lee, pero tendrá alguna consecuencia negativa para la historia? Y si sí, cuales?
¡Por supuesto! Ese es un tema muy interesante. ¡Lo colocaré en la lista!