Enfoque en personajes: ¿cómo hacerlo en la práctica y qué ventajas tiene?

Hace unas semanas finalizó la Primera Competición de Escritura del blog, en la que los participantes del Discord demostraron su talento con las letras a través de una serie de retos diseñados para sacarlos de su zona de confort y hacerles trabajar distintas habilidades. Entre ellas se encontraba la capacidad de escribir con un enfoque en personaje.

Esto es algo que todos los escritores necesitan aprender a manejar si quieren que las emociones de sus personajes sean poderosas y le transmitan al lector sentimientos profundos e idiosincrásicos. Algunos autores novatos son capaces de hacer esto de forma inconsciente, pero hay muchos que necesitan desarrollar la habilidad para ser capaces de aprovecharla.

Lo admito, muchos de los participantes sufrieron con este reto, pero la meta se logró y justo de eso te quiero hablar hoy. Quizás así te animes a hacer el reto por tu cuenta y trabajar tu enfoque en personajes.

¿En qué consistía el 1er reto de la Competición de Escritura?

La Competición de Escritura que llevamos a cabo consistió en una serie de retos semanales que tenían como propósito ayudar a los participantes a pulir distintos aspectos de su escritura. El primero de todos se compartió de la siguiente manera:

Los superhéroes son personajes que sufren mucho por el exceso de clichés que aplastan el potencial del género. Muchos han criticado esto, pero, como somos escritores, tenemos que ir más allá y probar que podemos superar cualquier expectativa.

Esta semana, tu reto será construir el punto de inflexión del arco de un superhéroe creado por ustedes; el momento cúspide en el que finalmente toma la decisión de dedicar su vida a salvar a las personas, PERO lo que lo motiva no puede ser ninguno de los siguientes clichés:

• La trágica muerte de una persona que conoce.
• Una conversación profunda y dramática con un mentor o figura paterna.
• La aparición de un villano o un obstáculo poderoso que solo el superhéroe puede vencer.
• Las ganas inexplicables e incontrolables de “hacer lo correcto porque es lo correcto”.

En total, 11 participantes lograron completar el reto. Sus historias se leyeron en vivo en un Facebook Live que llevamos a cabo específicamente para el concurso, aunque, en este punto de la competición, nadie sabía a quién pertenecía cada historia, algo que no se reveló hasta el final.

En ese directo me aseguré de darles una buena retroalimentación que les ayudara a entender las áreas de mejora y los aciertos de su escrito; permitiéndoles ser conscientes de técnicas y elementos narrativos que estaban usando (o dejando un lado) por mero instinto.

La puntuación de cada escrito fue determinada por medio de votaciones anónimas que realizaron los que asistieron al directo, fueran competidores o meros espectadores.

A su vez, TODOS LOS RETOS tenían una fuerte limitación de espacio, ya que el formato en el que lo debían entregar les impedía pasarse de una página, teniendo un máximo de 700 u 900 palabras para desarrollar todo el escrito.

¿Qué exigía este reto?

Algo importante que debes entender es que la redacción del reto está diseñada de una forma muy específica. Como ves, en ningún momento se hace mención sobre la importancia de escribir con un enfoque en personajes para tener éxito en el desafío.

¿Por qué? Bueno, porque cada reto era en realidad un acertijo que los participantes debían descifrar por su cuenta. Más que marearlos con una explicación larga y profunda sobre los elementos narrativos que debían manejar para hacerlo bien, las limitantes estaban diseñadas para OBLIGARLOS a pensar en las herramientas que les quedaban y exprimirlas al máximo.

En este caso, la clave estaba en los clichés prohibidos y la elección del género; uno que justamente es conocido por recurrir constantemente a las mismas rutas narrativas y crear personajes homogéneos y repetitivos.

Hubiera sido muy sencillo para ellos escribir el punto de inflexión de un héroe utilizando las típicas motivaciones que cualquiera podría reconocer… pero la obligación a salir de la caja les pediría un approach mucho más profundo; necesitarían algo más, y no, no estoy hablando de creatividad.

En realidad, la única forma de crear motivaciones verdaderamente idiosincrásicas que sean capaces de escapar de los clichés, es a través de un análisis más íntimo de los personajes; es decir, crear un personaje lo suficientemente tridimensional para que aquello que lo mueva sea tan específico que dé la ilusión de salirse del molde, incluso si sigue perteneciendo a un arquetipo definido.

Los escritores que querían tener éxito en la competición y sacar un alto puntaje, necesitaban forzosamente tomar este enfoque centrado en personaje, especialmente porque las limitantes de espacio les exigían que fueran muy eficientes con su lenguaje y su narrativa.

Eso significaba que sus párrafos debían desarrollar las emociones de los personajes y crear el universo narrativo a través de la perspectiva del protagonista; de forma tal que sus motivaciones se desarrollaran a través de su existencia particular. Este es un estilo de escritura que llamo “enfoque en personaje”. Puedes conocer más sobre él en mi artículo de teoría de los estilos de escritura.

A su vez, los escritores tenían que profundizar sobre lo que significa ser un “superhéroe” e ir más allá de las ideas superficiales y típicas que han hecho que el género pierda mucho de su fuelle.

Ya no suena tan fácil, ¿no es así?

La buena noticia es que muchos lograron hacerlo, unos con más éxito que otros, claro está, pero el punto es que consiguieron dar con una de las teclas que llevará a su escritura al siguiente nivel.

La historia ganadora del reto

Supongo que en estos momentos te gustaría ver qué tan bien quedaron estos escritos, especialmente si el reto te ha dejado bastante confundido y no sabrías como llevarlo a cabo.

Para hacerte una demostración, te voy a compartir el texto que recibió la calificación más alta de las votaciones, obteniendo un promedio de 4 puntos de 5 posibles. ¡Aquí va!

Efestino se despertó, tenía la boca seca y parte de las sábanas se pegaban a su piel, incomodándolo. La noche era calurosa y el escaso viento que se escurría por la ventana apestando a polvo no ayudaba mucho a aplacar ese calor, por lo que decidió ir a la cocina a tomar algo de agua.

Al tocar el azulejo disfrutó del frescor que surgió del contacto, caminó descalzo, agradeciendo ese pequeño placer que le daba la vida en ese infierno dónde se encontraban él y toda su familia. Ya en la cocina, no intento abrir las llaves, pues desde hace tiempo no había abasto de agua para las casas del país. Las cubetas que habían traído la noche pasada ya estaban casi vacías, era increíble como una sequía de pocos meses podía cambiar tanto su mundo, antes se maravillaba con el pasar de los botes y veleros, disfrutando de la abundante pesca de la región, ahora lo único que pasaba por ahí eran cabras flacas y algún que otro olvidado caminando ya entrada la noche.

Su horrible reflejo tembló al separarse una esfera de agua contenida en la cubeta, perdiéndose en los labios agrietados de Efestino. Un fuerte ruido lo sorprendió, poniéndolo en guardia con su mirada puesta en la puerta, pero solo vio a su madre cargando con las dos cubetas con las que salió hace unas horas, su mirada estaba cansada, igual que sus brazos por la pesada carga. Suspirando Efestino, desintegró las dos cuchillas de hielo que había formado sin haberlo pensado, dejándolas con sus hermanas líquidas. Una vez hecho, la ayudó con un movimiento de la mano, elevando las aguas y guiándolas como serpientes a las cubetas que ya tenían hogar en la cocina, dejando atrás una esférica y fresca recompensa por el esfuerzo de su madre.

A la mañana siguiente toda la casa buia de actividad, el mundo no había parado aunque el agua si, todos se apresuraban por salir lo antes posible, el sol apenas mostraba sus brazos y la familia prefería no enfrentarlo cuando diera la cara. En poco tiempo la casa estaba sola, bueno, casi, Efestino se quedó ahí, como un Poderoso solo le era permitido pasear por sus dominios, siendo fichado desde su nacimiento y vigilado constantemente, con cualquier anomalía fuera del área asignada que tenga un parecido con su poder serían encarcelados. Así que resignado se apresuró a aprovechar la mayor cantidad de agua posible, primero lavo las verduras y los trastes con una esfera llena de jabón, que con cada pasada se enturbiaba ligeramente. Después, cocío los pocos alimentos que alcanzaban a comprar, condensado cada vapor que salía de la olla, ayudándose de una placa en diagonal desde la parte superior de la estufa, que goteaba a un recipiente más abajo, no podía salvar toda el agua, pero definitivamente salvaba más que sus familiares con el mismo método. Con esa agua y la de los trastes se formó una esfera del tamaño de una pelota, fue pasándola por toda la casa, dejándola más reluciente que con trapo y un trapeador, lavando el refri, la cocina, todo el piso, algún que otro accidente y el baño, dejando irse el agua con el resto de desechos orgánicos.

Fue hasta en la noche que se enteró. La cena, preparada por él, no fue tan buena como antaño, pero se seguía sorprendiendo de lograrlo con tan poco. La noche fue llenada con plática de lo que acontecía afuera y a sus familiares, en la charla, supo algo que empeoró su infierno, el problema era más fuerte de lo que pensó, teniendo ellos una vida bastante cómoda a comparación de otros en parecidas circunstancias. Esa cena terminó con muchas quejas, pero nada más. Ya en la cama, miraba el techo, ¿Cómo era posible tal situación? Definitivamente, era complicado solucionarlo al tratarse de algo que afectaba a todo el país, pero sin duda era algo urgente. Los traficantes de agua pedían cada vez más dinero, la situación se hacía insostenible, en algún momento todos trabajarían para poder llevar agua a la boca, él apoyaba como podía, pero los acuíferos estaban cada vez más lejos y vacíos, sin tan solo la noche durara más tiempo para irse todos de ahí.

Él ya era prisionero de esa casa y esas secas tierras, no quería que el resto de su familia lo fuera también, pero si ya estaba atrapado ¿Qué importancia tenía el lugar? Lo había decidido, arreglaría todo. A su paso, la poca agua que había hervía con él, dándole una idea, su poder ya no sería el agua, él sería Hefesto, dios del fuego, mientras menos supieran de su origen, más segura estaría su familia. Así que salió al almacén, tomó el martillo de su abuelo minero y se fue. Solo los ojos agotados de su madre, que regresaba con una única cubeta llena, lo vio perderse en el olvido de la luna.

Este texto fue realizado por la talentosa AraiNoktlo, una de las mejores escritoras que tenemos en el Discord y que tiene un talento especial a la hora de trabajar a sus personajes.

Como ves, el texto se desarrolla completamente desde las emociones del protagonista. Sus motivaciones siguen siendo, arquetípicamente, las mismas que las de cualquier héroe, pero se escapan de los clichés que antes mencionamos porque son profundamente suyas. Están amarradas a su contexto social, a su personalidad y a su situación personal.

La escritura consigue, en muy poco espacio, presentarnos a este personaje, su contexto y construir la motivación que le permite iniciar su viaje hacia el heroísmo. ¿Imagínate lo que podrías hacer con más espacio y tiempo para desarrollar tu historia si fueras un maestro a la hora de escribir con un enfoque en personajes?

¡Y con eso acabamos! Espero que este artículo te haya gustado y te inspire a probar el reto por tu cuenta. Si lo haces, puedes compartir los resultados en nuestro Discord donde encontrarás muchos escritores encantados de ayudarte.

Ahí también encontrarás otras dinámicas interesantes que van desde sesiones de análisis de historias de seguidores hasta otras competiciones de escritura como esta.

¡Ven y únete a la comunidad! ¡Te esperamos!