Femme fatale: ¿cómo construir una kriptonita para hombres?

Femme fatale: ¿cómo construir una kriptonita para hombres?

Femme fatale: ¿cómo construir una kriptonita para hombres?

Uno de los conceptos más incomprendidos hoy en día es sin duda el del personaje de la femme fatale, un arquetipo de personaje que ha existido desde hace siglos y que es extremadamente interesante cuando se maneja bien.

Si quieres descubrir por qué aparece con tanta recurrencia en las historias y cuál es su valor narrativo, ¡lee este artículo hasta el final!

¿Qué es una femme fatale?

La femme fatale o “mujer fatal” (como sería su traducción literal al español) es un personaje femenino que se aprovecha de esta característica para generar conflictos en un personaje masculino (usualmente el protagonista).

Hoy en día, se ha caído en la falsa creencia de que una femme fatale es cualquier mujer habilidosa en el combate como Beatrix de Kill Bill o la Viuda Negra de Avengers; ya sabes, alguien que representa de alguna forma la fuerza de la feminidad y su carácter indomable y rebelde.

Aunque es cierto que las femme fatale pueden tener esos elementos, necesitas otras cosas para que el personaje pertenezca al arquetipo.

Para empezar, las femme fatale no solo son atractivas y hermosas, sino que saben que lo son y se aprovechan de estos atributos para manipular y engatusar a los hombres. Su feminidad es un arma que saben utilizar a la perfección, y no dependen de la fuerza ni la violencia para conseguir sus objetivos.

Las femme fatale son astutas e impredecibles, pero eso no significa que forzosamente deban ser “villanas” como Amy en Gone Girl. De hecho, personajes como Gatúbela y Trinity nos han demostrado que las femme fatale pueden ser tanto antiheroínas como heroínas, lo cual te debería dar una pista de la flexibilidad del arquetipo.

¿Qué puede aportar a una historia?

Por definición, las femme fatale NO SON las protagonistas de la historia. Eso es porque su rol consiste en generar conflicto en un personaje masculino quien verá su arco beneficiado gracias a estos conflictos.

El rol de la femme fatale es convertirse en un obstáculo muy complicado de superar por el héroe, especialmente si este está acostumbrado a resolver todo por la fuerza. La femme fatale le obligará a utilizar la cabeza, definir sus convicciones, dejar de un lado el sentimentalismo y enfocarse de lleno en la tarea que debe cumplir.

La femme fatale es un enemigo formidable, no solo porque puede arruinar al personaje masculino prácticamente cuando quiera, sino porque las reglas usuales no aplican contra ella.

Gracias a todo eso es que la femme fatale puede ayudarte a introducir dinámicas interesantes en la historia, donde la fuerza del personaje masculino se vuelve inútil y a este no le queda de otra que trabajar sus fallas de una forma más honesta y humana.

Ahora, quizás te preguntes por qué no es posible tener a una femme fatale como protagonista y sacarle valor narrativo al elemento.

Bueno, eso se debe a que ninguna de las características clave de una femme fatale son una debilidad para el personaje, sino todo lo contrario. Es algo que le permite salirse con la suya y alcanzar sus objetivos. Es algo que tiene bajo perfecto control y que forma parte de su ser. Puede ser que subestime la inteligencia de sus adversarios de vez en cuando, pero eso no es más que un aprendizaje que le permitirá aumentar su letalidad en el futuro.

No, las debilidades de la femme fatale serán otras, como un trauma que le impide confiar en los hombres o quizás una arrogancia desmedida que le hace ver a los demás como medios para un fin; aquello que la hace una femme fatale (su sensualidad, su capacidad de manipulación y astucia) no pueden formar parte de su arco porque en el momento en el que las presentas como debilidades, el personaje deja de ser una femme fatale.

En pocas palabras, puedes tener a un personaje principal que sea técnicamente una femme fatale, pero dado que las cualidades específicas del personaje no serán la parte central de su arco, el arquetipo perderá prácticamente todo su valor narrativo.

Eso no significa que será un mal personaje, simplemente que no te ayudará a trabajar a la femme fatale como un elemento narrativo. Trabajará otras cosas, pero no eso.

¿Cómo construir una femme fatale?

La femme fatale no es un personaje difícil de construir en parte porque es un arquetipo bastante fácil de reconocer. Sin embargo, lo mismo no aplica a la hora de darle profundidad.

Para lograrlo, ¡debes asegurarte construir bien las partes que la conforman! ¡Aquí te van!

Construye sus cuatro características básicas: atractiva, seductora, manipuladora y peligrosa

La femme fatale no solo debe aparentar serlo, sino que la misma historia debe demostrar cada una de sus cualidades más importantes: su belleza, sensualidad, capacidad de manipulación y cómo todo esto la hace peligrosa para el personaje principal.

En Gone Girl, por ejemplo, vemos que Amy es bastante diestra a la hora de utilizar su belleza para engatusar a sus parejas y luego hacerse pasar por la víctima cuando sus abusos amenazan con hacerse públicos. Su sensualidad es un arma y su inteligencia es, sin duda, peligrosa.

Si la narrativa no le da presencia a estos elementos o, por el contrario, muestra a la femme fatale como una incompetente a la hora de usarlos, estará disminuyendo drásticamente la amenaza que el personaje debe representar, lo cual afectará negativamente el arco del personaje masculino al que se supone que debería potenciar.

Construye la feminidad de la femme fatale

Aunque parezca extraño, creo que es importante reforzar que las femme fatale NO SON HOMBRES, lo cual significa que, aunque tengan la capacidad de resolver problemas a los golpes, esta no debería ser la manera en que generan conflicto para el personaje masculino.

No, su fuerza está en su feminidad, y por lo tanto debes construirla. Las femme fatale son esas mujeres que saben hacerse inalcanzables pero irresistibles, que irradian un aura de confianza y te miran a los ojos como si te retaran a conquistarlas; teniendo 100% presente que estarás perdido desde el momento en el que piques el anzuelo.

Cuando usan un vestido, se ven como damas; cuando utilizan una joya, la hacen lucir; cuando se dirigen a un hombre, coquetean a su antojo; cuando hablan, no dicen lo que piensan, sino que esperan que el otro lea entre líneas.

Todas estas con características femeninas de las cuales estos personajes se enorgullecen y sacan el máximo provecho.

Recuerda: una femme fatale no atrapa a un hombre por la fuerza, sino que lo lleva seductoramente de la mano para que él solito se encierre con una sonrisa en los labios.

Dale fallas y motivaciones propias

Ahora, todo lo que mencioné con anterioridad es sin duda suficiente para que la femme fatale sea una gran herramienta para mover la historia y generar conflicto, pero no la hace un personaje de verdad.

Lo que le permitirá tomar profundidad es la construcción de fallas y motivaciones que explican su filosofía de vida y su forma extraña de conducirse por el mundo.

Un ejemplo genial de esto es Megara de Hércules de Disney. Ella cumple todos los requisitos que mencionamos antes: sabe utilizar su atractivo para atrapar al héroe y representa un verdadero peligro, ya que conspira con el villano sin que Hércules tenga la menor idea.

Sin embargo, Meg no lo hace simplemente por diversión o morbo, sino que debe hacerlo para recuperar su libertad, aquella que cedió por un hombre que luego la abandonó por otra. Esto también ha hecho que se cierre al amor y que desconfíe de los demás.

Meg, en su rol de femme fatale, tiene un impacto inmenso en el arco de Hércules, pero ella también vive su propio arco gracias a que los escritores le supieron dar sus propias fallas y motivaciones.

Lo mismo sucede con Gatúbela en la saga de Batman de Christopher Nolan, alguien que no pensaba más que en sí misma, pero que luego se transforma al ver la generosidad y sacrificio de Bruce.

Sin esto, tu femme fatale será una simple conveniencia narrativa y, por lo tanto, no tendrá la complejidad necesaria para ofrecerle profundidad a tu historia.

¡Y con eso acabamos! Ahora ya sabes qué es una femme fatale y cómo sacarle provecho en tu narrativa.

Si te gustó este contenido, quizás también deberías leer este otro sobre los personajes femeninos fuertes y cómo construirlos. ¡Dale una oportunidad!

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