¿Cómo desarrollar el suspenso en una historia?

¿Cómo desarrollar el suspenso en una historia?

¿Cómo desarrollar el suspenso en una historia?

Uno de los objetivos más difíciles que se puede plantear un escritor, es construir una historia que tenga un suspenso bien trabajado y satisfactorio.

Por supuesto, hay algunos escritores que tienen esta habilidad de forma natural, pero las probabilidades de que seas uno de ellos son bastante bajas. Entonces, si no eres uno de los elegidos, ¿cómo puedes aprender a desarrollar el suspenso en una obra?

Bueno, con la intención de ayudarte he creado este artículo. ¡Espero que te sirva!

¿Qué es el suspenso?

El suspenso es aquello que mantiene la expectativa sobre una resolución o el estado de tensión en una determinada situación.

Las historias que logran dominar el suspenso suelen ser extremadamente adictivas, algo que seguramente sabes si ya has leído un libro de este estilo como La Historia del Loco o Un Puñado de Centeno.

Estas obras casi te OBLIGAN a voltear la página porque el suspenso es uno de esos elementos que hacen que el ritmo narrativo se acelere de una forma muy particular: no es que la historia vaya más rápido, sino que la curiosidad de la audiencia es tan grande que el tiempo se les pasa volando.

Es por esto que es casi siempre una buena idea meter algo de suspenso en tu obra, aunque, en muchos casos, esto técnicamente se definiría como tensión, lo cual nos lleva al siguiente punto.

¿En qué se diferencia del concepto de la tensión?

La definición que compartí antes ya nos da una pista de que la tensión y el suspenso son dos conceptos narrativos íntimamente relacionados entre sí. De hecho, narrativamente, no hay mucha diferencia entre uno y otro; lo único en sí que los separa es que el suspenso se suele relacionar con el miedo, mientras que la tensión es algo que podemos identificar en cualquier tipo de historia.

Por ejemplo, si le preguntaras a un lector qué siente cuando el héroe y el villano están teniendo una batalla bastante pareja, seguro te diría “tensión”. Sin embargo, si le preguntaras qué siente cuando un personaje está desenmascarando un misterio terrible mientras el asesino está observando todo desde la oscuridad, probablemente te diría que hay mucho “suspenso”.

Lo cierto es que ambas palabras se podrían utilizar de forma intercambiable si nos relajamos un poco, pero si nos ponemos técnicos es una diferencia importante; tan es así que las historias con ese elemento de terror tienen su propio género que conocemos como Suspenso, Suspense o Thriller.

Por eso, de ahora en adelante, cuando en este artículo hablemos de suspenso, nos estamos refiriendo al estado de tensión en una obra que también está relacionado con el miedo.

Es decir, Seven es una historia de suspenso, pero Misión Imposible es una película de acción.

¿Cómo construir el suspenso en una historia?

Ahora que ya entiendes de qué va el suspenso, es hora de que hablemos un poco sobre los elementos que lo componen y las técnicas que puedes aplicar para ejecutarlo con éxito en una historia.

Juega con la perspectiva de la audiencia

Aquí, sería muy fácil introducirte la idea de trabajar un misterio en tu obra de suspenso, pero creo que eso es algo que puede quedarse muy corto o muy vago para la mayoría de los escritores.

En realidad, creo que la mejor forma de explicar esta técnica es partiendo de la figura que será influenciada por tu obra: la audiencia.

Entonces, como audiencia, es importante entender que una de las partes más divertidas de experimentar una historia de suspenso, es ir haciendo conjeturas y suposiciones sobre el misterio  que se desenvuelve frente a ti, y la razón por la que puedes hacerlo es justamente porque no sabes la respuesta, a diferencia del autor.

¿Qué quiero decir con esto? Bueno, que como autor es tu labor jugar con la perspectiva de la audiencia para que descubra pistas, pero nunca las suficientes para descifrar por completo el misterio. De hecho, incluso es una buena opción presentar pistas falsas o distractores que hagan más difícil responder el acertijo (considerando que todo tiene una lógica al final, por supuesto).

Y si todavía lo quieres hacer más divertido, otra forma en la que puedes jugar con la perspectiva de la audiencia es revelándoles algo que los personajes TODAVÍA no han descifrado. Por ejemplo, si le muestras a la audiencia la identidad del asesino antes que a los personajes, estos estarán llenos de miedo y dudas cuando estos interactúen, especialmente en un contexto en el que el villano tiene todas las de salirse con la suya.

Requiere mucha habilidad y creatividad hacer esto, pero precisamente por eso vale la pena.

Utiliza los símbolos para crear un ambiento tenso e incómodo

Otra técnica que es particularmente obvia en la literatura, pero que muchos que solo ven películas ignoran, es que uno de los elementos más importantes en el suspenso es el ambiente y el “feeling” de las escenas.

Aquí no me refiero únicamente a que coloques una música tétrica (aunque eso ayuda), sino a todos los componentes de la escena.

Una estrategia que suelen aplicar los mejores escritores es hacer descripciones diseñadas para incomodar a la audiencia y sacarla de su zona de confort. Un ejemplo lo vemos en El Corazón Delator con estos párrafos:

“Pero he aquí que de repente oigo una especie de queja débil, y reconozco que era debida a un terror mortal; no era de dolor ni de pena, ¡oh, no! Era el sruido sordo y ahogado que se eleva del fondo de un alma poseída por el espanto”.

“Estaba abierto, muy abierto, y no me enfurecí apenas le miré; le con la mayor claridad, todo entero, con su color azul opaco, y cubierto con una especie de velo hediondo que heló mi sangre hasta la médula de los huesos; pero esto era lo único que veía de la cara o de la persona del anciano, pues había dirigido el rayo de luz, como por instinto, hacia el maldito ojo”.

Edgar Allan Poe utiliza las descripciones y la excitación del personaje para crear una sensación de incomodidad e incertidumbre en la audiencia, lo cual hace que el suspenso de sus historias sea muy efectivo.

Usa el concepto de la ironía dramática

Aunque a muchos les parecerá que aquí estoy hablando de jump scares, en realidad, la ironía dramática es un elemento que tiene mucho valor en el suspenso para que la audiencia no sepa qué esperar ni cuándo esperarlo.

La ironía dramática se refiere a la práctica de presentar escenas de miedo cuyo detonante termina siendo un peligro falso. Algo así como la clásica escena en que los personajes escuchan aterrados un sonido cerca de ellos y, al investigarlo, descubren que se trataba de un gato inofensivo que pasaba por ahí.

Es cierto que este no es un recurso del que se deba abusar, pero sí que es algo que puede servir para que tu audiencia reciba una probada de miedo que luego la mantenga inconscientemente alerta.

Aprovecha los cliffhangers

Los cliffhangers son otros de esos trucos viejos que no se deben subestimar, por mucho que los escritores lleven décadas haciéndolos.

Lo cierto es que hay pocas más útiles para mantener la atención de tu audiencia y el suspenso de una historia que estructurar los capítulos o las escenas de forma tal que aparezcan cliffhangers con cierta regularidad.

Para aquellos que no estén familiarizados con el concepto, los cliffhangers son un recurso narrativo que consiste en crear una situación tensa para uno de los personajes principales o compartir información crucial justo al final de un capítulo o en el punto climático de uno de los actos de la historia.

Si bien es cierto que esta técnica puede beneficiar cualquier tipo de historia, las obras de suspenso lo necesitan todavía más porque son las que permiten que el conflicto o los conflictos de la trama estén sumidos en la incertidumbre y la tensión.

¡Y con eso ya acabamos! Espero que este artículo te haya parecido interesante. Si fue así, considera leer este otro sobre H.P Lovecraft y el horror cósmico. ¡Seguro te gustará!

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