Terror existencial: ¿qué representa exactamente?

Terror existencial: ¿qué representa exactamente?

Terror existencial: qué es y sus tipos

El terror existencial es algo que, especialmente en esta era en la que las bases culturales de nuestra sociedad están siendo eternamente cuestionadas, es normal que vivamos de forma relativamente frecuente.

Esta es probablemente la razón por la que desde hace ya varias décadas han aparecido muchas historias que exploran esta idea y sus distintas facetas, y no me sorprendería si tú, como escritor, estás pensando en trabajar este elemento en alguna de tus obras.

Si quieres entenderlo más a fondo y descubrir cómo puedes darle verdadero valor narrativo, ¡este artículo te ayudará!

¿Qué es el terror existencial?

El terror existencial se refiere al miedo o la incertidumbre que llega cuando el ser humano se plantea las preguntas más complejas de su existencia cuyas potenciales respuestas tienen ramificaciones muy profundas en cuanto al significado de su vida.

Esto es algo que aparece cuando pensamos que quizás nuestras decisiones no tienen sentido, o que todos vivimos en una simulación de computadora o que todo lo que nos rodea es un sueño del que no podemos despertar.

Cuestionar la realidad de esta forma, cuando se hace en serio, es aterrador porque cualquier respuesta que ofrezcas afectará drásticamente el núcleo de tu existencia, tu filosofía de vida y tu brújula moral.

Es por eso que, la mayoría de las veces, preferimos simplemente reírnos y dejar de mirar el abismo: nos da pavor que nos observe de vuelta.

¿Siempre tiene que aparecer en historias de terror?

Algo curioso sobre este elemento narrativo es que, a pesar de su nombre, el terror existencial no tiene por qué aparecer exclusivamente en historias de miedo; de hecho, por lo general no son estas las historias que mejor lo trabajan; ese título se lo ganan las historias de ciencia ficción.

¿Por qué? Bueno, la razón es bastante sencilla: el terror existencial nace de una pregunta, no de un peligro tangible.

Es por esto que incluso historias como The Truman Show o Matrix pueden explorar el terror existencial de una forma muy profunda: todo se trata de la pregunta que se le plantea a la audiencia y en la manera en que se explora.

Por supuesto, Lovecraft aprovechaba este elemento en sus historias, hasta el punto que el terror existencial es un componente necesario para construir horror cósmico, pero eso no significa que necesites entidades infinitas e incomprensible para provocar terror existencial.

4 tipos de terror existencial y qué tiene de interesante cada uno

Aunque pueden existir muchos tipos de terror existencial, en las historias suelen manejarse cuatro muy característicos y reconocibles.

Cada uno tiene sus propios elementos que lo hacen interesante; la diferencia radica en lo que cada uno se enfoca para despertar el terror existencial.

¡Aquí te los explico!

Realidad dudosa

La realidad dudosa es el terror existencial que nace de la dificultad de interpretar lo que es real y lo que no lo es cuando se empieza a jugar con el concepto; es decir, es algo que inevitablemente aparece cuando preguntamos “¿qué es real?”.

Esta es una de esas preguntas existenciales que, para no volvernos locos, solemos responder de forma implícita. No nos planteamos si una manzana es real o no antes de comerla, sino que la tomamos y la mordemos, y asumimos que eso la hace real.

En el momento en el que empezamos a cuestionar su naturaleza, quedamos en un predicamento porque no importa la definición que hagamos, estaremos dejando algo fuera.

¿No me crees? Déjame darte un ejemplo.

Supongamos que decimos que la manzana es real porque podemos verla…

Muy bien, pero ¿entonces qué sucede con el aire? Como no se puede ver, ¿no existe?

Bueno, entonces agreguemos que también debemos ser capaces de tocar lo que es real.

De acuerdo, ¿y qué sucede con el amor que sientes por tu madre? ¿Eso lo puedes tocar?

Ok, si forma parte de la experiencia humana, entonces es real.

Me parece bien… excepto que hay cosas que existen más allá de la experiencia humana; como un planeta a miles de años luz de distancia que todavía no ubicamos. Hasta que el ser humano lo encuentre, ¿no es real?

Este juego lo podemos hacer todo el día cayendo en huecos y falacias lógicas una y otra vez, porque lo cierto es que lo que es “real” es algo mucho más fácil de identificar que explicar. Eso no significa que no exista la realidad; sino que somos muy malos entendiéndola.

Ahora, algo interesante sobre este concepto es que va más allá de las historias épicas como Matrix que plantean un mundo simulado y predeterminado por algoritmos matemáticos.

En realidad, la realidad dudosa es algo que viven las personas TODO el tiempo en su vida diaria. ¿No me crees? Entonces, deja que te dé otro ejemplo.

Imagínate que mañana sales a la calle y conoces a una persona increíble. Es básicamente lo que siempre has querido: alguien que te entiende, que se ríe de tus chistes, que piensa de manera parecida y hace clic contigo de una forma casi mágica.

Logras que esta persona se enamore de ti y empiezas la relación romántica más significativa de tu vida. Te casas y estás que explotas de alegría todos los días. Empiezas a trabajar muy duro para que este maravilloso individuo siempre tenga todo lo que necesite.

Con el tiempo, tienes hijos a quienes adoras con toda tu alma. La vida se pone difícil, tienes contratiempos y caes en la rutina, pero amas tanto a las personas que tienes cerca que sigues luchando cada día sin parar.

Un día, ves que la persona que amas se empieza a alejar de ti y haces todo lo posible para salvar la relación… y es entonces cuando te revela que, en realidad, los hijos que tienes no son tuyos y que en realidad te ha sido infiel desde incluso antes de que se casaran.

De repente, el pasado, eso que pensabas que era inamovible y real, ya no es lo que pensabas. Esta ya no es una persona increíble que te entiende y te ama… sino alguien completamente diferente, alguien que no entiendes en lo absoluto.

¿Y qué sucede entonces contigo? Tú pensabas que eras alguien en un matrimonio feliz, un padre o una madre… pero resulta que no eres ninguna de esas cosas. Eres alguien más, alguien roto que realmente no reconoces.

Toda tu concepción de lo que era real es destruida y el lugar que antes conocías como hogar, ya no existe. Ahora estás en un páramo desierto mientras caminas por él completamente ciego…

Esto es algo que le sucede a las personas muy seguido (y en parte, es una de las razones por las que la traición es tan terrible; no por nada Dante la puso como el peor pecado que se puede cometer).

 Ahora, esto no significa que la realidad es subjetiva o cambiante, sino que nuestra interpretación de la realidad lo es y, por lo tanto, nuestra forma de actuar siempre es propensa al error.

Ese miedo que te llegó ahorita al pensar que quizás estás actuando basándote en premisas falsas de quien eres y lo que entiendes del mundo, y que quizás todo lo que haces está mal… ese es el terror existencial caracterizado por la realidad dudosa.

Nihilismo

El nihilismo es un terror existencial que nace cuando se plantea la pregunta “¿y si en realidad nada importa?”.

El nihilismo reduce a la “nada” todos los conceptos de la existencia humana, pero el más importante que demerita es sin duda el de la moralidad, y es por esto que el nihilismo es una filosofía tan peligrosa.

La complejidad y supuesta aleatoriedad de la realidad puede hacer que el ser humano se rinda al comprender que jamás será capaz de entender lo que representa. Esto, puede hacer que una mente arrogante interprete que el mensaje entonces es “no lo puedo entender porque, en sí, no tiene ningún significado”.

Esta idea es aterradora porque inmediatamente destruye todo lo que está a nuestro alrededor. Todo lo que compone el mundo pierde su valor y significado, y pasas a encontrarte en un abismo vacío e infinito.

Pero eso no es lo peor… lo peor es que después de la primera impresión de miedo, sientes un alivio liberador. Si nada tiene valor, entonces tampoco lo tienen tus errores y tus fallas; puedes ahogarte en tu miseria y tus vicios sin remordimiento de consciencia. Esas supuestas cadenas que te oprimían, desaparecen y te sientes dueño de ti mismo.

Esta es la parte más horrible del nihilismo: el cómo te encierras en un agujero sin fondo pensando genuinamente que eres más libre que el resto de las personas.

No es por nada que esta filosofía suele explorarse a través de villanos: una persona que se cree sin limitaciones morales, es un monstruo en potencia.

Una de las películas que mejor explora esta idea es Todo En Todas Partes Al Mismo Tiempo, ¡te recomiendo que la veas si quieres profundizar el concepto en una historia!

Hombre contra destino

El hombre contra destino es el terror existencial que nace de la pregunta “¿mis decisiones son mías o están predeterminadas por algo más?”.

La forma en la que el ser humano interactúa con la realidad es, principalmente, a través de la razón y, por ende, a través de sus decisiones. Esta es una parte intrínseca de tu ser y que, en buena medida, te ayuda a tener una idea de quien eres y lo que te separa de los demás.

Por eso, plantearte la idea de que, tal vez, lo que haces no es mérito tuyo ni tampoco está bajo tu control, sino que te mueves como una marioneta bajo el yugo de un misterioso titiritero, puede ser tan aterradora.

Historias como Prince of Persia: Warror Within exploran esto por medio de la clásica profecía, que le muestra al personaje un destino ineludible que, por mucho que se resista, eventualmente cumplirá.

A diferencia de el nihilismo, el hombre contra destino enfrenta directamente a la persona contra la realidad misma; le hace antagonizarla y luchar contra ella.

Como te podrás imaginar, este conflicto puede ser extremadamente interesante, no solo porque se trata de un enfrentamiento entre el David más pequeño y el Goliat más monstruoso; sino porque también representa la lucha de todos los días del ser humano.

Es una idea poderosa que se puede explorar de mil maneras en una historia.

La vida tiene significado

El nihilismo, como casi todo en la vida, tiene otra cara de la moneda. Por un lado, podemos pensar que nada tiene sentido y, por ende, que somos libres para hacer lo que queramos según nos convenga.

Sin embargo, hay otra conclusión posible que es mucho (MUCHO) más aterradora: todo lo que haces importa y tiene significado.

Aunque parezca contraintuitivo, esta mentalidad es la que realmente es capaz de liberarte porque te pone a ti mismo como timón de tu propia vida… el problema es que también hace caer sobre tus hombros una carga descomunal: responsabilidad.

De ahora en adelante, lo que haces SIGNIFICA algo, lo cual incluye tus aciertos y tus peores tropiezos. Ya no puedes culpar a los demás, sino estás dispuesto a compartir parte de la culpa. Ya nunca serás la víctima, sino que siempre serás una mezcla de víctima y victimario, siendo incluso capaz de ser tu peor enemigo o el causante de tus mayores desgracias.

Este terror existencial plantea la pregunta “¿y si todo tiene significado?” y te pone frente a un espejo para que te fuerces a ti mismo a verte vulnerable y desnudo, y digas que todo el dolor pasado y el que viene no solo debes aceptarlo, sino que es una parte necesaria de tu vida que debes utilizar para crecer; incluso si no entiendes su razón de ser.

Esto es durísimo y aterrador, especialmente si te pones a pensar un poco en la clase de tragedias que puede vivir una persona.

¿A tu hija le dio cáncer a los cuatro años?

¿Tu padre te abandonó cuando eras pequeño?

¿Una bala perdida te dejó inválido?

Incluso ante la tragedia, la responsabilidad está en ti, especialmente a la hora de responder ante los golpes más duros que recibes; si no lo haces y todo se va al caño, será tu culpa y de nadie más.

Esto es algo que exploran películas como Father Stu o Butterfly Effect, y también pueden representar un conflicto brutalmente interesante.

¡Y con eso llegamos al final del artículo! Espero que te haya gustado, aunque sea un poco. Si te gustaría compartirme tu opinión sobre el tema, ¡hazlo en los comentarios!

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