Escapar de los clichés: ¿cómo construir motivaciones originales?

Un terror que veo que constantemente aplasta a muchos escritores novatos es el miedo a que sean incapaces de escapar de los clichés en sus historias y que sus lectores consideren que no hay nada original ni especial en lo que han creado.

Es difícil no simpatizar con este miedo cuando hay tantas historias que son duramente criticadas precisamente por eso: por ser poco más que una sopa de clichés malos y aburridos que hacen que la historia sea predecible y plana.

La buena noticia es que escapar de los clichés no es tan difícil como crees, al menos conceptualmente. Si quieres aprender más sobre el tema, ¡sigue leyendo!

¿Por qué es importante escapar de los clichés?

El problema de los clichés es que suelen encerrar a los escritores en estructuras narrativas familiares y predecibles, en las que muchas veces se meten no porque sean lo mejor para la historia, sino porque resulta fácil replicarlas o se tiene la falsa impresión de que es una expectativa de la audiencia que hay que cubrir.

Esto termina causando que la historia pierda originalidad y caiga en inconsistencias o conveniencias narrativas porque lo que ocurre no está sujeto a los personajes y sus características únicas, sino a un prejuicio arbitrario del autor.

Por eso, no está mal que un escritor sienta la necesidad de hacer algo distinto y quiera huir de los clichés. Ese suele ser un buen instinto que le comunica a los escritores que su historia requiere más trabajo y creatividad, y que sus personajes merecen más respeto.

¿Qué produce que aparezcan clichés en una historia?

Dicho lo anterior, es muy importante que ese miedo que traes no sea llevado al extremo y te quedes paralizado cada vez que existe la mínima posibilidad de que tu historia incluya el más mínimo cliché.

Para poder huir de ese terror, lo mejor es razonarlo, y nada mejor que entender cómo es que se producen clichés en las historias para empezar. Después de todo, te debería parecer al menos curioso que tantos escritores de distintos países y contextos recurran a rutas narrativas y estereotipos similares para sus historias.

La respuesta a esto es que muchos clichés son en realidad arquetipos, patrones que suelen aparecer con frecuencia en las historias precisamente porque son componentes constantes en la existencia humana. Por ejemplo, el viaje del héroe es una estructura narrativa recurrente porque está tan intrínsecamente relacionada con el ser humano que jamás perderá su relevancia.

En estos casos, huir del viaje del héroe, simplemente porque quieres tener algo distinto, no hará más que cortar las posibilidades narrativas de tu historia y pondrá en el enfoque incorrecto, porque de los arquetipos no se huye, sino que se profundiza; y, obviamente, lo mismo ocurre con los clichés, especialmente los que son útiles y especiales.

¿Y cómo se logra eso? Bueno, a través de los personajes.

¿Cómo te ayudan tus personajes a evitar clichés?

Si estás pensando que la respuesta es tan sencilla como “si no haces personajes cliché, entonces no tendrás clichés en tu historia” estarías… ¡EQUIVOCADO!

De nuevo, en muchas ocasiones, eso que consideras clichés son arquetipos y te costará mucho evitarlos sin que tu historia termine sufriendo gravemente tarde o temprano.

En realidad, la mejor forma de aprovechar a tus personajes para evitar clichés es construirlos a partir de un arquetipo interesante y amplio y, a partir de ahí, dejar que sean sus elementos más idiosincrásicos (su backstory, su personalidad, sus motivaciones, sus fallas, etcétera) los que lo separen del resto.

Vamos, piénsalo así. Si tienes hermanos, estoy seguro de que jamás dirías que ellos son exactamente iguales a ti, incluso si comparten muchas características similares, como el nivel socioeconómico, los mismos padres o el lugar en el que crecieron.

Entonces, si ni siquiera esta clase de personas son iguales, ¿qué esperanza hay de que tu personaje sea idéntico a uno que otro escritor desarrolló?

Si sigues este consejo, lo normal es que tus personajes sean drásticamente distintos, de la misma forma en que muy pocos considerarían que Luke Skywalker y Moana son el mismo personaje, a pesar de que comparten el mismo arquetipo.

¿Cómo evitar que tu trama sea cliché?

Ahora, seguro que otro miedo que tienes es que tu trama esté repleta de rutas narrativas cliché que hagan que tu trama sea predecible.

Nuevamente, aquí lo único que tienes que hacer es voltear nuevamente a ver a tus personajes y dejar que ellos te guíen.

Si te conviertes en la clase de escritor que deja que sus personajes tomen decisiones, entonces jamás tendrás que preocuparte porque tu trama se vuelva predecible y aburrida.

“Pero, JEFS, entonces, ¿nunca puedo meter en mi historia rutas narrativas que me gustan? ¿La trama está fuera de mi control y solo puedo hacer lo que mis personajes quieren hacer?”.

No, eso no es a lo que me refiero.

Lo que trato de decir es que como escritor entiendas tan bien la forma de ser de tus personajes, que seas capaz de interpretar lo que harían y lo que NO harían en determinadas circunstancias.

Si al final del día te encanta una ruta narrativa particular, lo que debes hacer es crear las condiciones y circunstancias que empujarían a un personaje a tomar las decisiones que lo lleven ahí.

Tu reto como escritor es lograr que esto ocurra de forma orgánica y creíble. ¡Ahí es donde se esconde el verdadero talento literario!

¡Y con eso llegamos al final del artículo! Espero que te haya servido y ahora estés más tranquilo a la hora de pensar en cómo escapar de los clichés.

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