El valor de la arquitectura en la construcción de mundos

El valor de la arquitectura en la construcción de mundos

La arquitectura y su relación con la literatura

La arquitectura es una expresión artística y una muestra del avance técnico en materia constructiva. Nos ha acompañado desde que las sociedades nacieron, desarrollada con el propósito de protegernos de los elementos, los invasores y, en general, brindar a nuestra vida confort; pasando de las chozas de paja y arcilla a las mega estructuras de acero y concreto qué hoy rozan los cielos.

Y al leer esto seguro te surge la duda ¿No es esto un blog sobre construcción de historias? ¿Qué tiene que ver la arquitectura con ello? Bueno, resulta que las distintas disciplinas artísticas están de alguna forma relacionadas.

¿No me crees? Pues, precisamente por eso, en el siguiente artículo te hablaré sobre cómo la arquitectura y la escritura se conectan.

¡Sigue leyendo!

Un muro no es solo un muro

En la historia hay diferentes ejemplos de muros y de cómo las diversas civilizaciones los han usado para distintos fines.

El más largo, incluso hoy donde los récords se rompen, sería la Gran Muralla China, una construcción cuyo propósito era proteger al imperio chino de la amenaza de los mongoles, cuyo imperio en expansión amenazaba China.

Otros ejemplos de muros famosos serían los muros de Adriano y Antonio en la isla de Gran Bretaña, construidos por Roma para protegerse de las amenazas de los “bárbaros”, que vivían en lo que hoy es Escocia.

Nota: se ha teorizado que estos muros quizá no los protegían, sino que era una muestra del poder de Roma o tal vez fuera conveniente para controlar el tráfico en las fronteras.

Dicho esto, aunque en la realidad y la ficción los muros sirven para proteger y defender, este elemento tan básico y simple también tiene otro propósito: dividir.

Tal es el caso del muro de Berlín, el símbolo físico de una división ideológica que marcó una época y que incluso hoy día, tras casi cuatro décadas de haber sido derrumbado, sus efectos sobre Alemania aún persisten en forma de diferencias culturales, económicas y políticas entre lo que antaño eran Alemania del Este y del Oeste.

Pero es que ese muro no solo marcó la dinámica social de Berlín, sino que representaba al telón de acero, la línea divisoria entre el mundo capitalista y el socialista, que aunque no existía físicamente, sí qué era difícil de traspasar.

Además, la caída del muro marca el comienzo del fin de una superpotencia de la época: la Unión Soviética. El muro de Berlín ya no existe, pero su existencia pasada nos trae a la mente la Guerra Fría, las tensiones nucleares y las historias de espías, así como el recuerdo de cuando pasar de un lado a otro de una ciudad era una odisea qué podía costar la vida.

Un simple muro puede inspirar tanto la calma de la protección como en los primeros ejemplos, como la alarma y la tensión de la división, tal cómo lo hizo el muro de Berlín en su momento.

En la ficción me viene a la mente el muro de hielo de Juego de Tronos, el cual tenía como propósito defender los siete reinos de los habitantes del norte. ¿Qué tanto cambiaría la historia de juego de tronos sin ese muro?

Un reflejo de la dinámica y los valores sociales

Las fortalezas medievales no surgieron por bonitas o por moda, los castillos tenían el propósito de defender un asentamiento de las constantes guerras qué asolaban Europa.

El Japón feudal también tiene sus castillos, pero diseñados para una dinámica de guerra diferente.

Los fuertes en el caribe, tenían el propósito de defenderse de batallas navales.

Eso nos habla del estado del mundo, en el cual la guerra era una constante, donde los conflictos armados surgían por cosas tan absurdas como pasteles, y los asentamientos crecían alrededor (o dentro) de estas fortalezas.

Tener eso en tu historia nos dice o que están en guerra, han estado en guerra o se preparan para la guerra, así como el tipo de guerra qué tendrán, pues no es lo mismo la guerra de trincheras del siglo XX, que las campañas militares de Roma. El castillo de la fantasía casi siempre termina funcionando como una fortaleza qué guarece a una facción durante una imponente batalla.

Los jardines y parques urbanos surgieron hace relativamente poco, al menos como espacios fundamentales de la ciudad. Son lugares de esparcimiento, de interacción social, su propósito es embellecer, pero también lo son para que el gobernante haga alarde de ellos con sus enemigos (o aliados) en clara muestra de riqueza.

Las plazas también tiene ese propósito de unir. Son lugares que congregan a muchas personas, e ideales para mostrar el cómo viven en el pueblo o ciudad dónde están.

Por ejemplo, Quasimodo conocía a todos los habitantes alrededor de Notredame, nada con ver su plaza frente a la iglesia. Tenerla concurrida o vacía, nos habla del estado de la ciudad, pues no tienes que decir “todo estaba bonito” o “todo estaba destrozado” si puedes describir en su lugar cómo las calles están desiertas o concurridas, y sus edificios lucen magníficos o están hechos pedazos.

La Unión Soviética era un estado aconfesional, así que es de esperar que no prestarán atención a templos, y en su lugar se dedicarán a lo que hacía falta tras la revolución de octubre: viviendas.

La Unión Soviética fue muy pragmática y muchos edificios de esa época fueron prácticos y austeros, al menos comparado con los de occidente con el art decó.

Todo el diseño urbano soviético giraba alrededor de sus ideales de igualdad y desaparición de clases, con edificios diseñados para vivir sin esas distinciones de clase qué abundan en occidente, sin el exceso de ornamentado y con un estilo más industrial. Se pensaba que el habitante normalmente pasaría su día afuera en el trabajo, surgiendo así espacios pequeños para dormir y comer, y edificios iguales fueron esparcidos por toda la ciudad en subgrupos que formaban sus propios subdistritos con todo lo necesario cerca para evitar el traslado, aunque las ciudades se encontraran perfectamente conectadas.

De hecho, esos edificios son tan icónicos que de solo verlos sabes que son soviéticos, y es tan “suyo” qué toda una escuela surgió de allí, y seguramente si en tu historia quieres darle un toque de progreso industrial o quizá algo más distópico, las ciudades soviéticas te pueden inspirar.

Del otro lado tenemos a la Edad Media y como la religión era más importante que la obra civil, tanto que son iglesias y monasterios las obras qué sobresalen. Veamos a Roma y la Basílica de San Pedro, un edificio hermoso actualmente, pero que pasó de un estilo austero, propio del arte paleocristiano, al actual, que posee uno renacentista/barroco bastante más ornamentado, esto debido al importante papel de la religión en ese tiempo y de la relevancia de este templo para el catolicismo romano, siendo el templo más importante para la cristiandad de occidente debido a su papel como sede del papado.

Este cambio tiene una historia impresionante que revolucionó al mundo occidental, pues cuando Martín Lutero fue a Roma y vio lo que se hacía para construir tan bello monumento (la venta de indulgencias), lo llevaría a escribir sus 95 tesis que dieron origen a la reforma protestante; y tan importantes eran los templos qué clavó las tesis en la puerta de una iglesia.

Así pues, esa acción dio origen a un nuevo cisma en la iglesia occidental y llevó a una guerra entre los príncipes del sacro imperio, que hizo que países enteros se alejaran de Roma y que nuevos valores se fueran adaptando al mundo que la nueva religión formaba, ¡y todo eso por un edificio!

Pero es que los templos no solo son importante en la historia. Obviando los mitos griegos, existe un clásico de la literatura qué está escrito con uno como su eje central. Este libro de Víctor Hugo (en el cual se basa el Jorobado de Notredame de Disney, cabe destacar) lleva originalmente por título el nombre de la catedral, Nuestra señora de París, la cual es un personaje más en la obra.

Y es que los edificios nos pueden decir mucho sobre cómo funciona la sociedad. Si los parques están llenos de niños o vacíos, es un indicio de lo que ocurre en tu mundo; las plazas y templos, nos dicen cuan cohesionada está y cuanto valor le dan a la religión; el cómo estos se unen y cómo reaccionan a los cambios a estos edificios, o los mismos ideales de una nación. El mismo edificio puede ser el origen de la historia, más allá del escenario dónde ocurre.

Una muestra del desarrollo tecnológico y económico

Antes mencioné chozas y rascacielos, y es que ambos son opuestos en técnica, costos y requerimientos de suelo.

La choza es sencilla, hecha de madera, paja y arcilla, fueron las primeras viviendas que la humanidad vio, es sencilla y, aparentemente, no es un reto (y aun así tardamos siglos y siglos en comenzar a construirlas y salir de las cavernas).

Los rascacielos son el logro de la modernidad, con tantos materiales tan complejos que tan solo mencionar acero, concreto y vidrio sería una burla a la ingeniería.

También podríamos hablar del arco, un descubrimiento que los romanos dominaron y con el cual construyeron los famosos acueductos; o el coliseo, el famoso anfiteatro que a día de hoy nos sigue maravillando (más teniendo en cuenta que hay países qué no tienen recintos con tal capacidad de asistentes, pero al mismo tiempo tenemos países ricos y prósperos con estadios de mayor capacidad y amenidades que los hacen extremadamente confortables).

Luego tenemos la cúpula, algo tan simple como un arco en revolución y que, aun así, los constructores de la Edad Media guardaron celosamente para mantener su monopolio. Fijémonos en como la cúpula de la Catedral de Santa María de Fiore, en Florencia, tenía a los constructores de la época de cabeza hasta que alguien al fin pudo resolverlo y maravillarnos con el nivel de técnica que sé logró alcanzar en ese arte, obra maestra de la prosperidad del renacimiento.

Y es que allá donde veas edificios magníficos habrá historias de superación y del ingenio humano, pero también riqueza y opulencia. Y es que no tienes que decir directamente que una sociedad es rica cuando describes cómo la ciudad está repleta de construcciones complejas, palacios majestuosos y jardines extensos. No necesitas mencionar que una sociedad tiene amplios conocimientos tecnológicos y científicos (aunque no todos en ella los comprendan) si sus edificios tienen iluminación de led o neón, automatización, abundancia de acero y vidrio, y demás menesteres que evocan a la civilización futurista con ciencia que parece magia.

Tampoco requieres saber de arquitectura, o que el románico se llama así, cuando usas edificios simples, con poca o nula ornamentación, sin ventanas o unos simples agujeros y de aspecto robusto y tosco. Con esas palabras, inmediatamente evocas esa austeridad del pasado en los tiempos oscuros tras la caída del imperio romano.

Y, sin embargo, un milenio más tarde aparece el gótico, ahora más estilizado, más alto, más complejo y con ventanas con vidrio. Y no necesito decir que este fue posterior al primero y requería una mayor técnica y mayor conocimiento. El solo verlo o describirlo evoca a la Edad Media, pero una etapa tardía, con mayor riqueza también y, sin duda, un gran avance en ingeniería y también una mayor permisividad artística en las construcciones.

El punto es que puedes usar los elementos arquitectónicos tanto para determinar la época en la que está ambientado tu mundo, o el lugar de ese mundo dónde lo ambientas, además de decirnos si la cultura previa a la que está allí era más o menos avanzada por las ruinas qué dejaron, o incluso la falta de esas ruinas.

Ve el caso de Skyrim y las ruinas Dwemer, llenas de aparatos que parecen fuera de época y complejos sistemas de cañerías. Es obvio que eran la raza más avanzada de su época y, quizá, más avanzados que los que siguen viviendo durante la época del Dragonborn.

Reflejo de diferencias culturales

Si en tu historia hay varias razas, naciones, o pueblos, usar la arquitectura para demostrar sus diferencias es una idea excelente, pues ello ayuda a reforzar esas premisas y valores que los representan para que no queden en simples curiosidades mencionadas al azar. Podemos utilizar el apartado anterior y que sean diferencias tecnológicas y económicas, o podemos sacar inspiración en el mundo real y sobre cómo un castillo europeo no es igual a uno Japonés.

El que usen diferentes materiales, elementos como columnas, arcos, colores dominantes, cuan cercano o lejano está de la naturaleza su inspiración, o simplemente el cómo deben organizarse los elementos dentro y fuera del hogar de acuerdo a su cultura; dota de realismo al escenario, les da personalidad y complejidad a su mundo y sus sistemas de creencias y valores.

Tengo un ejemplo sacado de la saga Eragon de Christopher Paolini. En Ellesmera, la capital del Reino de los elfos, las casas están sobre todo en los árboles, pero no construidas aparte, sino que las moldearon con magia para que se adaptaran el árbol tomando la forma de un hogar. Y es que los elfos consideran que la vida tiene un alto valor, incluso (o especialmente) los árboles, algo que, además de que concuerda con su filosofía, también les da un toque especial y distintivo.

Claro, Eragon quizá no sea la mejor obra para hablar de arquitectura, ya que muchos de sus pueblos son los “típicos pueblos medievales” sacados de las películas hollywoodenses, pero tengo un par de ejemplos que podría borrarnos un poco esa idea.

Teirm es una ciudad costera cuya primera descripción es que “las casas más cercanas a la muralla son más pequeñas y las más alejadas son más altas”. Esto, de hecho, les da ventaja en una invasión, y es interesante porque, a partir de esa descripción (y de que Eragon lo note), nosotros descubrimos que esa ciudad está preparada para la guerra.

Teirm ha sido invadida muchas veces debido a su importancia económica, tanto que al final no es sorpresa que, tras vencer al imperio, los Vardenos no logren conquistar esa ciudad y les den el trato especial que exigen (ups, spoiler).

Luego tenemos a Dras-Leona, una ciudad que, en palabras de Zafira, “es un nido de ratas”. Sin embargo, dentro de ella existe un templo justo al centro de la ciudad, una catedral (de nuevo un elemento religioso) cuya fachada imita al Helgrind, las montañas sagradas donde habitan los Ra’Zac, y quienes resultan ser sus dioses (otro spoiler), asiendo alusión también a la importancia que esta ciudad le da a su oscura religión.

También debemos hablar de Farthen Dur y Tronjheim, la ciudad de los enanos, la cual construyeron en medio de una montaña, tallado en la misma montaña en realidad, dejando en claro la conexión de esta raza con la piedra.

Y es que tal vez no sea tan complejo todo en cuanto a la cantidad de diseños arquitectónicos, pero son suficientes para que quede claro que entre esas tres razas hay diferencias, y eso sin contar a los Úrgalos que apenas se les ve alguna aldea suya que resulta ser muy primitiva, acorde a esta brutal raza.

El edificio y su impacto en el personaje

Dejando de lado a los elementos arquitectónicos, el diseño y la ornamenta, un edificio puede ser mucho más que una simple construcción de roca. Puede ser un escenario que, a la vez, es un personaje y tiene la importancia de uno. Su existencia repercute en el personaje principal o en todos los personajes, y aquí usaré el ejemplo que quizá sea el más conocido: Hogwarts.

Visto desde fuera, Hogwarts es tan solo un castillo medieval genérico, quizá de estilo gótico temprano, por lo que se nos muestra en las películas.

Posee todos los elementos de un castillo de fantasía normal, torres, mazmorras, patios interiores… pero ese castillo, tan aparentemente genérico, es muy distinto de todos los otros castillos de la fantasía. Es más que una escuela para Harry: es su hogar, el salvador que llegó cuando su vida era miserable por el maltrato de sus tíos, su primer acercamiento al mundo mágico, donde vivió todas sus aventuras y conoció el amor.

Hogwarts es un lugar misterioso que guarda muchos secretos, pese a que año con año cientos de jóvenes magos y brujas asisten allí para vivir y atender sus clases. El techo encantado del gran comedor, las escaleras que se mueven, el salón de los menesteres, puntos mágicos qué nos recuerdan a cada minuto que estamos en un mundo con magia, que nos maravilla y que lo distingue de otros castillos.

Pero es que Hogwarts no solo era importante para Harry, igualmente lo fue para el villano, Lord Voldemort. Era tan valioso para él, que allí guardó uno de sus horrocruxes, y hasta quería volver allí y dar clases porque era el único hogar que jamás conoció.

Además de su importancia para esos dos personajes, para el mundo mágico también lo era, al punto de que fue allí dónde se libró la gran batalla final con la que se cierra esta historia.

Como ves, un edificio es más que solo eso, incluso si no eres capaz de describir al detalle todos sus anexos y ornamentos, o qué estilo tiene, en tanto contenga los elementos que refuercen su importancia y le haga diferenciarse de otros, ese edificio podría volverse icónico, tanto como Hogwarts lo es para Harry y para los fans.

El techo, la puerta y la ventana

Abrí el artículo con el más básico de los elementos de una construcción, el muro, por lo que parece apropiado cerrarlo con otros elementos igual de importantes con sus propios significados.

El techo

El techo es protección; sin embargo, no lo es en el sentido militar de la palabra. Cuando nos referimos al techo solemos hacerlo de forma metafórica, como el símbolo del hogar.

Si un personaje no tiene techo, es lo mismo a decir que no tiene hogar, una familia, sin edificaciones asociadas a él. Esto lo vuelve un errante y nos hace entender que le hace falta un lugar al que pertenecer.

La puerta

La puerta es el más básico de los elementos de una casa: te permite entrar y salir de un lugar. Pero el portal es el símbolo de pasar de un mundo a otro y, en muchas ocasiones, no está pegado a una edificación.

Un simple arco puede ser una puerta a otro mundo; también una cueva, un agujero o el armario de las crónicas de Narnia. El portal puede ser el punto de acceso a diversas aventuras.

La ventana

La ventana es la salida al mundo sin dejar la protección del hogar, te permite ver los peligros de afuera y mantenerte seguro, solamente que esa siempre será una mirada parcial, pues la misma naturaleza de la ventana no te permite experimentar lo que ocurre afuera.

Si crees que una simple ventana no daría para narrar una buena historia es que no conoces La Ventana Indiscreta, o sus múltiples parodias en distintos programas de televisión (si no la conoces, debes verla, aquí no hago spoiler).

La ventana incluso podría ser el comienzo de una aventura romántica, como en el cliché de enamorarse de la chica de al lado que viste a través de tu ventana, muy común en las comedias románticas.

Conclusiones finales

Quizá la arquitectura y literatura no parezcan estar ligadas, pero lo están. Toda historia ocurre en una locación y, si en tu historia hay humanos (o algo muy parecido a los humanos), tarde o temprano meterás este elemento civilizatorio.

Ya sea que necesites una ciudad futurista con edificios de vidrio y luces de neón, o una ciudad antigua con casas de arcilla y antorchas, conocer lo básico de arquitectura y urbanismo le dará vida a tus ciudades y pueblos; los hará distinguibles más allá de un nombre impronunciable y los dotará de detalles que marquen diferencias culturales, económicas y sociales. Les dará personalidad propia para que no estén en “ciudades genéricas”, y entender lo que representa cada edificio para tu mundo lo podría volver icónico y marcar incluso a las personas en el mundo real.

¡Y con esto terminamos! Siéntete libre de compartir tus opiniones en la caja de comentarios, también tus críticas al artículo y su contenido, así como cualquier aportación al tema.

3 thoughts on “El valor de la arquitectura en la construcción de mundos

  1. ¡Gran artículo! Estoy escribiendo una novela en la que pensaba darle bastantes dimensiones a la arquitectura, y me ha ayudado a pensar en más cosas que podrían guiarme.
    Llevo uno o dos meses leyendo los artículos de este blog, y son muy buenos. ¡Enhorabuena!

  2. Hola Jefs. Debo decir que desde hace mucho sigo tus artículos. Son muy buenos! Tus consejos narrativos y análisis van directo al punto, y sabes mantener tus argumentos. Es por ello que me gustaría que hicieras un artículo enfocado al desarrollo del pensamiento crítico en la cinematografía; es decir, como hacer un buen análisis crítico de una película u obra literaria. ¡Sigue así! 👍

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