¿Cómo construir el final perfecto para tu historia?

¿Cómo construir el final perfecto para tu historia?

¿Cómo construir el final perfecto para tu historia?

Que se te ocurra una buena historia es bastante difícil, pero que se te ocurra una genial y aparte consigas construir el final perfecto para ella es una tarea mucho más complicada que requiere que entiendas muy bien tanto las idiosincrasias de tu historia como varias técnicas narrativas indispensables para esto.

La temática, el tono, el arco de los personajes, el ritmo de la narrativa o pacing, la construcción del villano, etcétera, son puntos importantísimos que debes dominar si quieres alcanzar un gran final, pero como no podemos enfocarnos en todos en un solo artículo, te daré consejos asumiendo que ya sabes usar estos elementos a la perfección.

Sin más que agregar, ¡empecemos!

Piensa en el arco de tu personaje y cómo se relaciona con la temática

Un buen final siempre debe hacer dos cosas: cerrar el arco del personaje principal y lograr que la temática de la historia se vea reflejada en su éxito o fracaso.

Por ejemplo, en el Señor de los Anillos, el final del arco de Frodo llega con la salvación de la Tierra Media y su viaje a las tierras imperecederas. En ese punto, es donde la temática central del libro toma su forma completa: resistir la tentación de la maldad vale la pena; es lo que, eventualmente, te santifica.

Este es un mensaje poderosísimo que Tolkien había trabajado a lo largo de la historia, pero con ese final se aseguró que, desde el punto de vista temática, todo quedara perfectamente cerrado y trabajado.

Dicho esto, no cometas el error de creer que, si estás escribiendo una saga, tu libro puede acabar sin necesidad de lograr esta congruencia.

Recuerda que en una saga deben existir temáticas y conflictos centrales del libro en particular, que si bien están sometidos a una macronarrativa más grande, deben tener fuerza propia de forma que sean realmente valiosos por su cuenta.

Si te fijas en las mejores trilogías, cada una de sus partes suele explorar una temática distinta y el personaje principal vive un arco un poco distinto en cada uno.

Si consideramos la trilogía de Christopher Nolan de Batman, podemos ver muy clara esta estructura:

Batman Begins

Temática: los efectos del miedo en el actuar humano.

Arco de personaje: Batman debe aprender a superar sus miedos para convertirse en alguien que actúa con rectitud e inspira a los demás a hacerlo también.

The Dark Knight

Temática: cómo el caos transforma a los hombres y los convierte en monstruos o héroes.

Arco de personaje: Batman debe aceptar la monstruosidad inherente en el ser humano y él mismo para poder superarla.

The Dark Knight Returns

Temática: cómo el dolor da forma al ser humano.

Arco de personaje: Batman debe aprender a enfrentar el dolor y convertirlo en una fuerza positiva para el bien. Literalmente, debe convertirse en el ideal del héroe fantástico.

Si bien todas estas películas están unidas por la macronarrativa que representa el viaje de Batman para salvar a Ciudad Gótica, cada una tiene un conflicto, temática y arco de personaje único que se cierra de manera espectacular en cada film.

En pocas palabras, si quieres que incluso tu saga tenga un gran final en cada edición, entonces tienes que considerarlas como historias solitarias que, a su vez, forman parte de un todo.

Toma en cuenta a los personajes secundarios

La otra cuestión es que los personajes secundarios, si estuvieron bien construidos, también deberían justificar su participación en la historia una vez que se llegue al final.

Si bien el arco del protagonista es el más importante (después de todo, si seguimos los consejos de John Truby, el personaje principal es el más interesante del relato), no nos podemos olvidar de los compañeros que lo siguieron a lo largo de la aventura.

No voy a entrar a fondo sobre los elementos que construyen a los personajes secundarios, pero ellos también deben tener un rol parecido al del protagonista, aunque en una escala mucho más pequeña.

Dicho de otra forma, un gran final también cerrará el arco de estos personajes y les ayudará a darle más profundidad a la temática.

Por ejemplo, al final de Star Wars, mientras Luke está culminando su arco de personaje y el conflicto central, Leia y Han Solo están concluyendo su crecimiento y participando en la dinámica de la trama de una manera distinta.

Tanto ella como él tienen un rol importante que jugar que no le quita peso al protagonista, pero también tiene brillo propio. Leia asume su rol como líder y Han Solo finalmente se convierte en un hombre bueno que lucha por alguien más aparte de sí mismo.

La razón por la que estos personajes nos dejaron un impacto tan grande es porque George Lucas supo entender que ellos necesitaban una conclusión a sus historias que, además de estar amarrada a la temática del relato, les permitiera crecer y evolucionar.

¡Nunca te olvides de tus personajes secundarios en el final de tu obra!

Cierra todos los nudos centrales de la historia

Con esto no estoy diciendo que no puedes dejar misterios para una posible secuela o que esté mal dejar preguntas sin resolver al final del relato.

No, a lo que me refiero es que aquellas partes que se trabajaron en la trama y que fueron una pieza clave del conflicto de la historia sean trabajados con la profundidad necesaria para que la historia tenga sentido.

Por ejemplo, al final de Children of Men, no necesitaban echarnos un cuento larguísimo sobre por qué y cómo la humanidad terminó en una situación tan terrible, ya que esto realmente no era relevante para el conflicto en sí.

La razón es muy sencilla: el dilema del protagonista jamás fue descubrir qué pasó ni qué hacer con la información; su problema siempre estuvo desarrollado con el valor de la vida humana y lo que realmente él veía en ella.

En este caso, el final cierra este dilema de una manera magistral y, si bien hay muchas otras cosas que a lo mejor nos gustaría saber sobre el mundo de la película, ninguna de ellas es necesaria para que la temática tenga sentido y el arco del personaje se complete.

Por supuesto, lograr esto es mucho más difícil cuando hay varios personajes secundarios bien construidos en la historia, ya que todos deben alcanzar (o no) su meta.

Una de los mejores finales que he visto en mi vida es el de Full Metal Alchemist Brotherhood, donde el gigantesco entramado de historias secundarias se juntan de manera imperial al final y todas concluyen emanando una luz particular y especial.

Ahora, un ejemplo de una película que tiene un final abierto, pero que están muy bien hecho es Inception, donde al final la audiencia se queda con la duda si el protagonista alcanzó su meta o está atrapado en un sueño.

La razón por la que esto está muy bien hecho, es porque, sin afectar el arco del personaje (que estaba relacionado con superar la muerte de su esposa y perdonarse; cosa que hace), fortalece la temática, porque justo lo que manejó la película era la idea de lo que significa la realidad y el sueño, y lo difícil que es diferenciarlos.

Tiene sentido que al final nos quedemos con la pregunta de forma tal que podamos responderla con nuestras propias experiencias e ideas.

El punto es que, si bien no está mal que dejes al lector queriendo más, al final de la historia todo tiene que tener “sentido”. Si algo no lo tiene, entonces hay que trabajar el final una vez más o, incluso, hacer cambios a la estructura de la obra.

Asegúrate que el clímax explore los símbolos más importantes de la narrativa

Una de las razones por las que la octava temporada de Game Of Thrones fue tan decepcionante, es justamente porque no supo manejar la gigantesca cantidad de símbolos que habían quedado impresos en la historia.

Los arcos de los personajes tuvieron finales súbitos (o de plano inexistentes), hubo hilos argumentales que se dejaron de lado, símbolos ignorados o contradichos, etcétera.

Un buen final llevará todas las preguntas que presentaba la narrativa a un punto en específico y las hará chocar entre ellas, de forma tal que la resolución se sienta ganada y poderosa.

Un gran ejemplo de esto es en Crimen y Castigo, donde la caída de nuestro protagonista lo obliga a redescubrir el verdadero valor de la vía humana, lo cual le permite llegar a una redención sanadora, que no solo lo salva a él, sino también a la mujer que ama.

De la misma forma, en el libro de Los Miserables, la redención de Jean Valjean y Fantine, la caída de los malvados Thénardiers, la desgracia de Javert, el crecimiento de Marius y la revelación de Cosette y su transformación, son arcos que se ven reforzados por todos los símbolos del final de la historia.

Esta maravillosa novela tiene un final espectacular porque el clímax trabaja los símbolos más importantes de la narrativa, los explora y, por ende, les permite tener profundidad.

Deja que el villano tenga su momento

Con esto, no me refiero necesariamente a que lo dejes ganar, sino que le permitas tener algún punto en el que tiene una emoción introspectiva sobre sus actos.

Tu villano, si estuvo bien construido, tenía motivaciones e ideas relativamente altruistas para cometer las atrocidades que hizo, y al final, cuando todo está por decidirse, esto debería empujarlo a tener una autorrevelación poderosa.

Puede ser que, incluso viendo que fue derrotado, decida que no cometió ninguna equivocación, pero eso incluso es algo interesante para el personaje. De hecho, es todavía mejor si haces que la autorrevelación llegue demasiado tarde, como que justo cuando no hay retorno, se dé cuenta de su error y sufra por él.

Un buen ejemplo de esto es en Kung Fu Panda 2, donde Po encara a Shen luego de derrotarlo y estos entablan una conversación sobre sus distintas filosofías para tratar el dolor del pasado. Aquí, nuestro villano rechaza las ideas del héroe, incapaz de aceptar que los crímenes que cometió no son las acciones inevitables de un gran hombre buscando justicia, sino las de un malhechor con una visión rota de la realidad.

Shen enfrenta a Po y su agresividad provoca su muerte, pero justo antes de que esto suceda, podemos ver una breve escena en la que Shen cierra los ojos, finalmente aceptando su destino y, por ende, culminando su arco de personaje.

¡Y listo! Sigue estos consejos y serás capaz de darle a tu historia un final espectacular.

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