La derrota como elemento narrativo: ¿más poderosa que la victoria?
La derrota como elemento narrativo: ¿por qué puede ser más poderosa que la victoria?
Cuando empezamos a escribir, es muy común que nos proyectemos en los personajes de nuestra historia; después de todo, no es raro que lo que nos impulsa a las letras sea un ansia escondida y profunda de vivir una aventura similar a la que aparecen en nuestras obras favoritas.
Esta inclinación puede provocar que nos encontremos reacios a permitir que nuestros personajes favoritos sufran y sean derrotados, y eso puede generar problemas terribles en nuestra obra.
En este artículo hablaremos a fondo sobre el tema, así que si te interesa, ¡estás en el lugar corecto!
¿Qué es una derrota en el contexto narrativo?
Según nuestra querida RAE, la derrota es la “acción y efecto de ser derrotado”, de perder en algún tipo de conflicto.
Eso está muy bien (y seguro ni siquiera necesitaba decírtelo), pero no es exactamente lo mismo en el mundo de las historias.
Aquí, las derrotas en realidad son oportunidades para que el personaje explores su falla y defecto central y encuentre la motivación para hacer algo al respecto.
Dicho de otra forma, las derrotas en realidad son puntos de inflexión que marcan el crecimiento de un personaje.
Sin las derrotas, no puede existir un verdadero arco de personaje, ¡y por eso es tan crucial que nos las dejes a un lado en tu historia!
Tipos de derrota
Las derrotas pueden venir de distintas formas y, lo más interesante de todo, es que cada una de esas variantes puede llegar al mismo tiempo, creando más avenidas para que el personaje crezca.
¡Deja que te comparta los distintos tipos de derrota!
Derrota física
Esta derrota ocurre en combates cuerpo a cuerpo donde el héroe es lastimado gravemente por un rival poderoso (usualmente el villano).
A raíz de este tipo de derrota, el héroe identifica su falta de poder y/o habilidad como una carencia en su persona.
Suele ser muy útil para motivar al personaje a entrenar y crecer en poder, pero también para obligarle a ver lo importante que es trabajar en equipo.
Derrota moral
La derrota moral es un enfrentamiento en el que el héroe se vio obligado a traicionar su brújula moral para obtener su cometido. Curiosamente, la derrota moral suele aparecer después de una victoria narrativa relativa, ya que el héroe suele conseguir lo que quiere a raíz de este tipo de derrota.
Un ejemplo de esto sería en Seven donde los héroes, aunque consiguen llegar al criminal, son manipulados y terminan concretando el plan del villano, perdiendo la pureza de su alma en el camino.
Dicho esto, la derrota moral también puede llegar con una derrota general, algo así como cuando un personaje traiciona a otro para proteger a su familia, y esta es asesinada o apresada de todas formas.
Derrota psicológica
La derrota psicológica se refiere al momento en el que un enfrentamiento rompe la estructura psicológica que fundamenta al individuo. Esta es una derrota más profunda y dolorosa, porque introduce a un personaje en un estado de shock extremo en donde aquello que creía súbitamente cambia por completo.
Estas son las derrotas que corrompen a los personajes o les generan traumas de por vida. Algo así como lo que le hace a Guts y Casca el Eclipse en Berserk, o lo que la batalla entre Omniman e Invincible le produce al protagonista.
La derrota psicológica se utiliza principalmente para preparar cambios dramáticos en la personalidad del personaje e introducir rutas narrativas vastamente diferentes a las llevadas a cabo hasta el momento.
Esto es lo que hace que la actitud de tu personaje cambia así como sus motivaciones.
¿Cómo hacer que tenga impacto narrativo?
Ahora que ya conocemos la derrota a fondo y los tipos que pueden aparecer en una historia, deja que te dé algunos tips para que tenga impacto narrativo real y no caigas en la trampa de crear “derrotas falsas”.
¡No dejes de leer!
La derrota debe ser un punto de inflexión
La derrota debe marcar un antes y un después para tu personaje. Si te terminas dando cuenta que las consecuencias del enfrentamiento se pueden ignorar fácilmente, entonces esa derrota no tiene verdadero valor narrativo.
Tu personaje debe quedar profundamente afectado por lo sucedido, lo suficiente para encontrar la NECESIDAD de hacer cambios en su vida.
Debe suceder por culpa de la debilidad central del personaje
Antes mencioné la idea de las “derrotas falsas”. Cuando digo esto, me refiero a derrotas que realmente no impulsan el crecimiento del personaje. Son derrotas inútiles en el contexto narrativo o que solamente sirven como conveniencias narrativas.
Es algo así como cuando Rey, supuestamente, asesina a Chewy. En este caso, la derrota no es producto de una falla central de la protagonista, sino de un accidente un poco estúpido.
La derrota no representa nada porque no reta al personaje principal a cambiar ni le expone su debilidad, empujando su arco y expandiendo su desarrollo.
No, para que las derrotas tengan sentido, deben ser CULPA de tu personaje. No caigas en la trampa de crear un plot twist que los limpie de toda culpa. Si lo haces, entonces ya la derrota no tendrá el mismo poder.
Debe tener consecuencias negativas importantes para el personaje
Una derrota es un momento bajo, es literalmente encontrarte en el último lugar que quisieras estar al proponerte una meta.
En un partido de futbol sería acabar los 90 minutos con menos goles que el adversario.
Al abrir un negocio sería quedar en bancarrota.
En el matrimonio, probablemente, sería divorciarse.
Sin embargo, el impacto narrativo no llega con la derrota en sí, sino como esta impacta al personaje.
¿Qué representó perder ese partido? ¿Perderá su contrato profesional? ¿Volverá a la banca?
¿Qué significaba ese negocio para él o ella? ¿Quedará en la calle? ¿Entrará en depresión porque era su sueño?
¿Qué efectos negativos tendrá el divorcio? ¿Perderá a alguien que realmente ama? ¿Estará solo para siempre? ¿Ya no podrá compartir con sus hijos a quienes adora más que nada en el mundo?
Esas consecuencias son las que permiten que una derrota tenga poder en una historia, ¡así que asegúrate de trabajarlas!
¡Y ya llegamos al final del artículo! Espero que el contenido haya resultado interesante. Si fue así y quieres leer otros parecidos, ¡no olvides suscribirte al newsletter del blog!