Dramas adolescentes: 5 vicios que debes evitar
Los dramas adolescentes se ganan mucha mala fama y a veces es difícil defenderlos. En un artículo posterior me dedicaré a eso, pero primero quiero explorar esos vicios que plagan esta clase de historias y que les impiden alcanzar su máximo potencial.
También, comparto esto primero porque estoy claro que muchos escritores primerizos empiezan por este género, en parte porque, al ser jóvenes, los conflictos de adolescentes son una parte importante de su vida diaria.
Si estás trabajando o piensas trabajar este género, ¡entonces asegúrate de evitar estos problemas!
Exploración superficial de las temáticas
Que una historia lidie con problemas de adolescentes nunca debe ser una excusa para que explore de forma superficial temáticas interesantes.
Esto lo vemos diariamente en series como The Vampire Diaries o Riverdale, donde una idea medianamente interesante se presenta, y luego se ignora por el resto de la temporada.
Los dilemas adolescentes, aunque los adultos los puedan ver como simples y tontos, son todo menos eso, porque son problemas que marcan el crecimiento de una persona y definen quién será en el futuro.
Entonces, la historia no los puede reducir a respuestas obvias y mal articuladas, sino que debe darse el tiempo de explorar ambos lados del conflicto.
Excesiva sexualización
Este de hecho es uno de los vicios que más me molesta, en parte porque creo que de por sí es contraproducente crear contenido donde personajes menores de edad realizan este tipo de actos (muchas veces con otros personajes adultos, además).
Sin embargo, el principal problema es que tiende a reducir a los personajes adolescentes a un cúmulo de hormonas y lujuria que es incapaz de pensar en otra cosa. Todo gira en torno al protagonista o la protagonista más sexy y su relación con los otros personajes sexys que están alrededor.
Toda esa parte interesante y difícil de crecer (descubrirte a ti mismo, aprender a pensar por tu cuenta, encontrar tu propósito en el mundo, etcétera) pasa a un segundo plano solo para incluir una parte minúscula de la vida humana que es el sexo.
Porque no te confundas, la mayor cantidad de tu vida estará enfocada en resolver problemas que no tienen nada que ver con eso y que, podrías argumentar, son mucho más importantes, como conectar tu filosofía de vida con la de tu pareja, encontrar un buen trabajo, pagar la renta, formar una familia, etcétera.
El acto en sí no es algo que debe definir tu adolescencia ni tampoco tus historias.
Vehículo para fantasías antes que una historia
Por supuesto, no soy estúpido. Estoy claro que la principal razón por la que a los personajes adolescentes se les sexualiza en estas historias, es en parte porque estas narrativas suelen crearse con la intención de ser vehículos para fantasías que vive el público objetivo.
Después de todo, es muy común que un adolescente se imagine siendo alguien guapo con una novia preciosa y que está loca por él, y rodeado de lujos y mansiones espectaculares.
De la misma forma, una adolescente puede fantasear con ser una millonaria que utiliza ropa cara y bonita, y sale con los sujetos más atractivos y deseables del vecindario.
Aunque los adolescentes no sean un cúmulo de hormonas y lujuria, está claro que esos elementos están ahí hasta cierto punto, y que venden y mantienen enganchada a la audiencia con mucha facilidad.
Sin embargo, una buena narrativa no se reduce solo a vivir una fantasía. Al contrario, no es un proyección del autor, sino un mundo con personajes reales que viven y sufren dramas tangibles y simbólicamente significativos.
Obviamente, no estoy diciendo que no puedes incluir temas sexuales en tu historia o que tus personajes no pueden vivir en la opulencia económica. Lo que estoy diciendo es que esos elementos deben servir un propósito en la narrativa, algo que genere dramas reales y que profundice la temática, no algo que solo está ahí para que proyectes tus fantasías.
Glorificación de relaciones tóxicas
Este es un cliché tan común que duele. Es bastante cansado ver series como Riverdale y Gossip Girl donde los personajes cometen actos terribles hacia sus parejas, y la historia muchas veces las ignora completamente o las hace pasar por románticas.
Es algo así como en Twilight cuando Bella pone en peligro su vida solo para tener la oportunidad de ver a Edward en su mente. Eso no es romántico, es tóxico, demuestra una dependencia enfermiza que no es buena ni para ella ni para él.
Pero esto es algo que no es exclusivo de Twilight, sino que muestra su fea cabeza en casi todos los dramas adolescentes que hay por ahí, especialmente aquellos que salen de la CW.
Evita esto a toda costa y no solo porque rompe los símbolos narrativos de tu historia, sino porque recuerda que otros adolescentes verán tu obra y quizás crezcan creyendo que esas actitudes tóxicas son apropiadas y las trasladen a sus relaciones futuras. ¡No lo olvides!
Personajes estáticos y mal construidos
No necesitas ver dramas adolescentes por mucho tiempo para notar que es bastante común que los personajes se estanquen, especialmente en las series de televisión.
Esta es una consecuencia directa de problemas que ya mencioné aquí, ya que, al ser un vehículo de fantasías, los personajes se vuelven clichés andantes o simplemente aparecen para ser la pareja de otro personaje que el autor busca sexualizar.
No caigas en esa trampa, no permitas que tus personajes se vuelvan conveniencias narrativas o avatares muertos sin motivaciones más allá de crear triángulos amorosos.
Trátalos con respeto y desarróllalos con cuidado. Te sorprenderás al ver que no solo puedes continuar trabajando tramas románticas con ellos, sino que estas surgirán de manera orgánica y natural.
Si te ves constantemente obligado a forzar drama en tu historia, es porque no conoces a tus personajes.
El ser humano es complejo por sí solo, y esa complejidad genera conflicto cuando choca con la realidad de los demás. Es una característica inamovible de la vida.
Dales ese componente a tus personajes, y verás que te recompensan. Si no me crees, échale un ojo a la serie Sex Education.
¡Y con esto acabamos! Espero que estos consejos te sirvan. Si fue así o tienes una perspectiva distinta, ¡no olvides dejar tu comentario!
existen dramas adolescentes que si valgan la pena
Uff, mientras leía el artículo justo estaba pensando en Sex Education, que bueno que lo mencionaste al final. ¿Crees que podrías hacer un artículo sobre dramas adolescentes que sí valgan la pena? Quiero escribir uno y me gustaría ver referencias.
¡Claro que sí! Estoy trabajando en eso, pero es que la verdad está difícil encontrarlos ^^’
Te recomiendo la serie inglesa “Skins”, ya tiene unos años pero en mi opinión aborda muy bien los conflictos de la adolescencia y los personajes son todos muy grises. Eso sí, es bastante durilla y rebosa angst y drama.