La fuerza interna como elemento narrativo: ¿cómo utilizarla?
La fuerza interna como elemento narrativo: ¿cómo utilizarla?
Seguro que más de una vez te has topado con la clásica escena en la que todo parece perdido, en la que el héroe de la historia está destrozado y golpeado, pero, contra todo pronóstico, logra sacar una fuerza interna aparentemente de la nada para darle la vuelta a la situación y vencer.
Este elemento narrativo es tan usado (y muchas veces abusado) que hoy en día muchos lo consideran un cliché, pero la realidad es que no es así.
Hay mucho que extraer sobre el concepto de fuerza interna y por eso creo que vale la pena que hablemos sobre el tema. ¡Aquí vamos!
¿Qué es una fuerza interna?
En el contexto narrativo, cuando hablamos de “fuerza interna” nos referimos a una fuente de poder relativamente inexplicada que parece provenir desde dentro de un personaje (usualmente el protagonista) y que sale en el momento indicado, no antes.
Con esto no me refiero a los power ups, aunque claramente es un concepto que está íntimamente ligado, ya que los power ups deben representarse como cambios drásticos en el personaje. La fuerza interna no necesita ser eso; simplemente tiene que ser algo que permite al personaje ir más allá de las expectativas más realistas de la audiencia.
Por ejemplo, en One Piece, en el arco de Ennies Lobby, Gear 2 y Gear 3 son ambas un power up de Luffy; sin embargo, cuando el protagonista está a punto de desfallecer después de recibir por SEGUNDA VEZ un golpe que ya la primera vez casi lo mata, y no solo logra mantenerse de pie, sino que recibe un impulso de fuerza repentino que le permite ganar cuando todo parece perdido… eso es la fuerza interna de la que hablamos.
Es decir, es algo que, aunque no tiene un sentido lógico como tal, sí tiene mucho valor narrativo y emocional para la audiencia, la cual, a pesar de que sabe que se sale de lo ordinario, lo acepta como una demostración de lo impresionante que es el personaje.
Este elemento puede dar lugar a algunas de las escenas más memorables y poderosas de una historia, y es por eso que no lo deberías subestimar.
¿Qué representa?
Como seguro ya te diste cuenta, la fuerza interna está directamente relacionada a la motivación del personaje. No es un encantamiento que mágicamente hace que el personaje se haga más fuerte, sino una representación literal de cómo su motivación lo empuja a superar sus propios límites para alcanzar sus objetivos.
Continuando el ejemplo de One Piece, la razón por la que Luffy no desfallece no es simplemente porque sea más cool o fuerte que su oponente, ni siquiera lo hace porque le queden fuerzas, sino que, en el contexto narrativo, la determinación de Luffy es tan grande que es capaz de ignorar el dolor y su propio sentido de autopreservación para superar a su rival y salvar a sus amigos.
Si eres muy cínico, podrías llamar a esto cliché, pero te estarías haciendo un flaco favor. Este elemento narrativo busca mostrar la resistencia del espíritu humano, algo que no es tan fácil de romper como pensarías.
Si no te gusta que coloque un ejemplo de un setting fantástico, te puedo sacar una película que no solo se desarrolla en un contexto tan aterrizado como la Segunda Guerra Mundial, sino que además está basada en una historia real: Unbroken.
En esta película, hay una escena que ya he visto en muchas compilaciones de videos motivacionales. En ella, nuestro protagonista es obligado a sostener sobre su cabeza una viga extremadamente pesada por un largo periodo de tiempo, todo esto después de meses de mala alimentación, maltratos y trabajo forzado en un campo de concentración. Si la suelta, le dispararán en el acto.
Desde el inicio, todo parece indicar que el personaje está en sus últimas. Sus ojos están apagados, sus manos tiemblan y parece estar a punto de ser aplastado por el peso de la viga… y entonces, cuando parece inevitable su derrota, el personaje observa al sádico militar que lo puso en esa situación, y levanta con todavía más fuerza la viga mientras grita desafiante.
Es una escena espectacular porque entiendes que el personaje no consigue esto por tener un físico privilegiado, sino porque su espíritu y fuerza mental son imposibles de romper, lo que inspira tanto al resto de los personajes de la historia como a los miembros de la audiencia.
El protagonista termina golpeado, pero su victoria es aplastante. ¿Por qué? Porque cuando un personaje muestra esa determinación, no hay nada que el villano pueda hacer para romperlo. Viva o muera, ya ganó.
¿Cómo construirla con sentido?
Ahora, queda claro que este elemento puede muy fácilmente salirse de las manos, ya que si no se construye bien, se puede sentir como una conveniencia narrativa creada por escritores perezosos.
Entonces, ¿qué puedes hacer para que esto no ocurra? Aquí te paso algunos tips.
Define MUY BIEN la motivación del protagonista
Si al final del día la fuerza interna es una representación literal de la motivación del personaje, queda clarísimo que este elemento no puede funcionar si no te aseguras de construir muy bien la razón por la que el personaje lucha.
¿Qué es lo que hace que se levante de la cama? ¿Qué mantiene su mente enfocada y le ayuda a enfrentarse al sufrimiento y la tribulación casi sin dudar? Y, todavía más importante, ¿por qué está tan obsesionado con ese “algo”?
Estas escenas no son algo que puedes aportarle a cualquier personaje cuando te dé la gana, sino que debes empezar a establecerlo casi desde la primera escena en la que aparece y construir sobre eso con el tiempo.
Si se te ocurre utilizar la fuerza interna para salir de un problema narrativo en el que te metiste, lo más probable es que estés arruinando tu historia.
Crea un protagonista con un carácter fuerte
Con esto no quiero decir que el personaje tiene que ser alguien asertivo e intimidante. En este contexto, cuando digo “carácter fuerte” me refiero a que tenga un carácter irrompible, algo que le permita mantenerse firme y no rendirse por mucho que la lógica le diga que lo haga.
Esta es una característica heroica, pero lo mejor es que no tienes que reservársela a personajes morales y virtuosos. Los antihéroes también son grandes candidatos a mostrar esta cualidad cuando la situación lo amerita, lo cual puede potenciar drásticamente la culminación de su arco.
Uno de los mejores ejemplos es Iron Man, quien logra convertirse en un héroe en toda la regla al robarle a Thanos las gemas del infinito y sacrificarse a sí mismo para salvar el universo, haciendo un eco hermoso y simbólico del regaño que le hizo el Capitán América sobre cómo él no era la clase de soldado que “se acuesta sobre el alambre y deja que otros pasen sobre él”.
Entonces, si un antihéroe puede, también puede un personaje introvertido y tímido. Lo importante es que su motivación sea lo suficientemente fuerte para justificarlo y existan indicios de que su carácter es lo suficiente fuerte para no romperse cuando la presión está sobre él o ella.
Construye el momento con mucho cuidado (lleva al personaje al límite)
Ahora, otro error muy típico que cometen muchos escritores (incluso los talentosos), es sacar la fuerza interna desde el inicio; algo así como que un personaje que previamente fue completamente destruido por otro, súbitamente está en la misma escala de poder, simplemente porque “ahora sí tiene una razón para luchar”.
Por mucho cariño que le tengo a One Piece, esta es una debilidad que ha aparecido más de una vez en la serie y que le quita calidad narrativa a algunos arcos (aunque, por lo general, tiende a tener un impacto menor).
Lo que sucede en estas escenas es que fallan al comprender el valor narrativo de la fuerza interna y cómo se separa del power up (razón por la que te hice la acotación antes).
La fuerza interna se utiliza para ROMPER LOS LÍMITES del personaje; es decir, que cuando este ya no pueda más, de todas formas consiga la fuerza para continuar lo justo y necesario para vencer o al menos minimizar la derrota.
Para que esto tenga valor narrativo, por lo tanto, queda claro que primero necesitas llevar al personaje AL LÍMITE. Necesitas que sufra, que esté golpeado, que se levante una y otra vez y lo vuelvan a tumbar cada vez con más fuerza y, entonces, cuando parece que no podrá más… lo hace por última vez.
Por supuesto, el límite al que debes llevar a tu personaje depende mucho de tu historia, el contexto narrativo y el mismo aguante del susodicho, pero el punto es que lo arrastres hasta ahí y entonces permitas que sea su motivación y fuerza de espíritu lo que haga la diferencia.
¿Por qué es esto tan importante? Bueno, piénsalo desde el punto de vista lógico. Si una persona se queda sin ideas para vencer a su oponente, sin energía en el tanque para moverse y está tan golpeada y lastimado que lo normal es que estuviera muerta… ¿Qué rayos podría estarle dando la fuerza para continuar luchando con incluso más ferocidad con la que lo hizo al inicio?
Pues, en ese contexto, hasta el más cínico se emocionará y pensará “pues, tiene que ser algo más, algo inombrable”. Ese “algo” es la cualidad fantástica e indescriptible del espíritu humano y para sacar este elemento del terreno abstracto y vago, necesitas que sea la ÚNICA CONCLUSIÓN restante.
Dale una consecuencia al uso de la fuerza interna
Dicho lo anterior, todo lo que hagas en el punto anterior puede arruinarse si no tomas en cuenta lo siguiente: si es cierto que tu personaje llegó a su límite y lo superó, demuéstralo.
Es decir, no te creas que algo como esto puede ser usado sin consecuencias importantes para el personaje. Estamos hablando de un sujeto que, según la lógica, debería estar, al menos, medio muerto. Pretender que después de esto puede, simplemente por su “férrea voluntad” ignorar heridas mortales y devolverse caminando a su casa, es igual a insultar la inteligencia del lector o espectador.
La fuerza interna SIEMPRE debe venir acompañada de un costo importante para el personaje, ya sea que se desmaye de forma definitiva justo después de quemar la energía que le quedara, que muera finalmente por las heridas que sufrió o que sostenga consecuencias permanentes para el resto de su vida.
La fuerza interna es lo que le permite al personaje sacar un rendimiento optimizado del poco gas que le queda al forzar la máquina por encima de sus capacidades; podrás funcionar, pero inevitablemente habrá algo que se romperá.
Mientras más exagerado sea el impacto de la fuerza interna, más importante será que le des una consecuencia creíble. Recuerda que la fuerza interna no hace al personaje más poderoso, sino que le ayuda a continuar más allá de lo que es capaz. La única razón por la que puede parecer que su fuerza aumenta es porque está quemando el combustible que le queda de forma explosiva.
Entonces, si no hay consecuencias a este comportamiento irracional e impulsivo, la audiencia empezará a cuestionarse por qué rayos el personaje no se toma en serio sus enfrentamientos hasta que todo está casi perdido y sentirá que su fuerza depende de lo que los escritores necesitan y que no es algo que realmente le pertenece. ¡No lo olvides!
¡Y con eso acabamos! Espero que este contenido te haya resultado interesante.
Si te gustó, este otro sobre la ambición puede ser para ti. ¡No te lo pierdas!
Jefs esto no tiene nada que ver con el artículo y se que es de noche pero dime que te pareció toradora si es que te lo viste