¿Cómo evitar ser demasiado edgy?

Uno de los problemas más grandes que puede enfrentar un autor en su adolescencia, es sin duda alejarse de la cultura edgy y crear algo que se sienta maduro e interesante.

Créeme que, si este es tu caso, no te estoy culpando; después de todo, escribir es un ejercicio que nos ayuda a lidiar con problemas e ideas que no entendemos del todo, y por eso es normal que nuestros primeros escritos tiendan a contener una mezcla extraña de conceptos hechos a medias.

Dicho esto, si te quedas ahí, entonces tus obras nunca tendrán ningún tipo de profundidad, sino que serán un montón de ideas huecas que parecen tener sentido solo de forma superficial.

Para ayudarte, en este artículo te explicaré a detalle qué es ser edgy y cómo puedes evitarlo. ¡Sigue leyendo!

¿Qué es ser edgy?

Edgy viene de la palabra en inglés “edge” que significa filo, y es más un estilo que algo en particular. En sí, una persona edgy es alguien audaz, provocador y oscuro, un concepto que, obviamente, resulta muy atractivo para muchos adolescentes.

Después de todo, ¿a quién no le gusta una persona misteriosa, cool y rebelde? Es muy interesante, sin duda, pero es una actitud peligrosa si quieres crear una buena historia.

¿Por qué? Bueno, porque el problema de la cultura edgy es que fácilmente puede convertirse en algo cínico y superficial, que reduce a su mínima expresión los conceptos importantes de la vida y termina quedándose con nada, no sin antes afirmar de que no existe otra interpretación válida más que la suya.

Esto es lo típico que ves en redes sociales cuando alguien dice “sabes mi nombre, pero no mi historia” o “los humanos solo existen para destruir, el mundo está mejor sin ellos”.

Si también eres alguien demasiado edgy (o lo fuiste) quizás esta frases resuenen contigo, pero el problema es que ninguna aporta absolutamente nada.

Son superficialmente sabias poque en cuanto piensas en ellas un poquito se desmoronan. Por ejemplo, en la primera, la persona parte de la premisa de que a los demás les interesa conocer su historia; mientras que en la segunda, es mentira que eso es todo lo que los humanos son (y también es hipócrita, porque un humano la está diciendo).

Es falsa sabiduría y pseudointelectualismo, completamente incapaz de mirar de forma introspectiva y decir algo más profundo sobre la vida, porque está demasiado enamorado de sus propias ideas.

Justamente porque los adolescentes todavía son muy jóvenes para entender de una forma madura esta clase de conceptos, es que es más común ver la cultura edgy desbordarse en las novelas escritas y consumidas por este sector; sin embargo, cualquier autor es presa de este mal.

¿Es válido meter esto en tus historias?

Ya que mencioné los peligros de ser edgy quiero hacer una distinción clara: no todos los mensajes negativos y brutalmente honestos son malos para tu obra.

Por ejemplo, en Joker, cuando el personaje dice “si fuera yo el que muere sobre la acera, caminarían sobre mí”, es un comentario duro, provocador y edgy, pero es muy positivo para la historia.

¿Por qué? Porque no es superficial y no está dicho solo por decir, sino que los símbolos de la narrativa lo justifican y lo dotan de complejidad. No es una idea arrojada al aire, sino que es una observación justificada por los eventos de la obra.

Hay veces en las que incluir este elemento (en su justa medida) puede ayudarte a cuestionar la consciencia de la audiencia, y darle a explorar un pensamiento que quizás no explorarían de otra forma.

Entonces, no leas una historia con un comentario edgy e inmediatamente concluyas que es inmadura. Todo depende de la ejecución y el contexto de la narrativa.

¿Cómo puedes evitar pasarte de la raya?

Como suele suceder con esta clase de “filosofías”, lo cierto es que el secreto está en no abusar de ellas. Es lo mismo que sucede con la deconstrucción de historias: es positiva siempre y cuando entiendas que no es todo lo que hay.

Si no sabes bien a qué me refiero, deja que te comparta tres consejos que te ayudarán a mantener el contenido edgy a un nivel aceptable en tu obra. ¡Sigue leyendo!

No creas que tienes la razón

Una de las razones más comunes por las que los comentarios edgy en las historias se sienten tan molestos y ridículos, es que el escritor está proyectando su propia opinión en la obra y actuando como si la audiencia está mal por estar en desacuerdo.

Eso es pésimo para la experiencia de los lectores, pero es todavía peor para la salud de la historia, porque, como escritor, estarás sermoneando a la audiencia en lugar de explorar junto a ella una idea difícil y dejar que saque sus propias conclusiones.

Puede ser que ganes un buen grupo de fans con opiniones controversiales y aparentemente profundas, pero lo cierto es que esos mismos fans, en cuanto maduren, se darán cuenta de que no les aportaste nada, y rápidamente te abandonarán.

Si lo que quieres es crear algo que perdure en el tiempo y que sea tan interesante hoy como dentro de cien años, asegúrate de que no dependes de tu conocimiento incompleto de la realidad para presentar las ideas más difíciles de la obra. ¡Aprovecha el conocimiento colectivo de tus lectores presentándoles una pregunta y dándoles la oportunidad de pensar en la respuesta!

Explora la ideas con honestidad

A medida que creces empezarás a darte cuenta con más y más frecuencia de que no sabes tanto como crees. Uno de los momentos que define la madurez, es el instante en el que te das cuenta que los adultos que te rodean, en realidad saben más que tú y que sus consejos son mucho más sabios de lo que pensabas.

Esta revelación no significa que seas menos que ellos ni nada parecido, simplemente es una prueba de que la vida es tan complicada y extraña que no existe un solo tema que no tenga un lado positivo y uno negativo.

Obviamente, hay algunos cuyo lado positivo es infinitamente menor al negativo y viceversa, pero el punto es que esa dictomía es lo que permite que exista la posibilidad de diálogo y, por ende, de análisis.

Si no entiendes esto, jamás serás capaz de manejar una idea con honestidad, especialmente si esa idea es algo con lo que te identificas mucho y ya has tomado una decisión al respecto.

Tú puedes tener todas las opiniones que quieras y clavarte en cada una de ellas, pero tus obras no deben tener esa rigidez mental.

Esa ruta te llevará, muy probablemente, a una historia hueca y exageradamente edgy, y créeme que no quieres eso.

No coloques conclusiones absolutas en tu historia

Muchas veces sucede que historias que no intentan ser edgy terminan dando la sensación de que lo son. ¿Cómo? Pues, incluyen un montón de argumentos absolutos sobre la vida y el resto de la historia actúa como si efectivamente fueran así de sencillos e inamovibles.

Si no quieres que tu escritura sea más edgy de lo necesario, entonces piensa dos veces antes de hacer comentarios como “todos son…”, “la única realidad es que…”, “el secreto de la vida es…”, etcétera.

Si lo vas a hacer, asegúrate que quede claro que el personaje es quien piensa así, no que el mundo efectivamente funciona como él dice.

Por ejemplo, si el villano dice que “el mundo está roto y no hay nada salvable en él”, entonces conviene que muestres algo hermoso que justifique salvarlo. Si el protagonista siente odio contra la sociedad porque no es más que una “maraña de parásitos”, muestra a individuos que no lo son y, todavía mejor, haz que el mismo protagonista realice conductas propias de un parásito.

No te dejes llevar por el impacto de adrenalina que da escribir algo profundo en tu historia. La realidad es que es muy probable que no lo sea, y entender eso es justo lo que te llevará a colocar frases genuinamente especiales.

¡Y con eso concluye el artículo! Si te gustó, te pareció informativo, o quisieras agregar algo no olvides decírmelo en los comentarios. ¡Me encantaría escuchar tu opinión!