¿Cómo puedes aprender a ejecutar bien tus ideas?

¿Cómo puedes aprender a ejecutar bien tus ideas?

¿Cómo puedes aprender a ejecutar bien tus ideas?

Una cosa es tener ideas narrativas geniales y una premisa original y especial, y otra completamente distinta es aprender a ejecutarlas de forma exitosa.

Muchos escritores novatos creen que lo único que necesitan para ser famosos y millonarios, es una idea que logre impactar y obsesionar a la audiencia, pero lo realidad es completamente diferente.

Por muy buena que sea la idea que te llegó, si no tienes los conocimientos necesarios para explotarla al máximo, lo más probable es que tu historia siga siendo una más del montón.

Si quieres aprender cómo puedes evitar esto, ¡lee hasta el final!

¿Qué significa hacer una “buena ejecución”?

Cuando hablo de “una buena ejecución” me refiero a que la idea o premisa que el autor decidió trabajar, está aprovechada y explorada al máximo. Es decir, el elemento tiene valor simbólico, narrativo y temático al mismo tiempo.

Esto es muy difícil de lograr y, dependiendo de qué tan compleja sea tu obra, en algunos casos requiere un nivel de talento, madurez y conocimiento que puede sentirse completamente ajeno a ti.

Por supuesto, eso no es razón para que te rindas y te des por vencido. Simplemente es una indicación de que tienes mucho margen de mejora. ¡Justo por eso es que debes echarle más ganas si te sientes trabado con una idea en particular!

¿Por qué es tan crucial?

Bueno, en parte, es vital porque mientras más original sea una idea, más importante se vuelve la primera impresión de la audiencia.

Uno de los mejores ejemplos que se me ocurre es la película de Peter Jackson, Máquinas Mortales, que tiene una idea bastante interesante y única, pero ejecutada de una forma tan superficial, que dejó de ser interesante y atractiva después de un solo intento.

Por supuesto, eso no significa que nadie puede replicarla y hacerla mejor (de hecho, podrías hacer el argumento de que eso ya se había logrado con Howl’s Moving Castle), pero sí significa que la idea ya tiene un estigma del que es más difícil escapar. ¡Todo porque no se ejecutó bien a la primera!

Dicho esto, aprender a ejecutar ideas narrativas no es importante solo para premisas originales. De hecho, es probable que sea todavía más importante cuando estamos hablando de historias que exploran una idea mucho más popular.

Ya sabes, me refiero a todos los “El Señor de los Anillos wanna-be” o todos los clones de Crepúsculo. Como estas historias levantaron una gran fanaticada, es normal que existan escritores apasionados que hayan sido influenciados por estas obras.

Sin embargo, si estos autores novatos quieren crear una historia que se sienta única y especial, y no que le hace tributo (o casi plagio) a otro producto, entonces necesitan incluir algún elemento que le dé la vuelta o profundice los símbolos de los trabajos originales.

Por ejemplo, podrías construir un “Señor de los Anillos” que sea escrito desde la perspectiva del villano, o un Crepúsculo donde al final, Edward no puede resistir sus impulsos y termina asesinando a Bella.

Ambas ideas PUEDEN ser interesantes y darle un aire fresco a la narrativa, pero todo está en la ejecución, porque tus lectores tienen otras expectativas e inconscientemente compararán tu obra con la original. Si no tienes algo que te dé una identidad propia, te olvidarán extremadamente rápido.

¿Cómo puedes hacerlo?

Como seguramente te podrás imaginar, no existe una regla general que te ayude a ejecutar a la perfección TODAS las ideas narrativas que puedan existir. Cada historia es distinta y cada autor tiene una forma de abarcarla totalmente única.

Eso, si bien significa que todos tenemos la oportunidad de crear algo original, también significa que existen mil formas de arruinar la ejecución de una idea.

Dicho esto, aunque no puedo darte la fórmula secreta para desarrollar a la perfección todas tus ideas, sí puedo compartirte los cuatro mantras críticos para que aumentes dramáticamente las posibilidades de que todo en tu historia esté bien implementado.

¡Aquí te van!

Necesitas entender cada elemento por separado

Este no es el primer mantra que menciono por nada. Si logras entender y aplicar esto, entonces créeme que tus historias siempre estarán bien hechas.

Si tienes tiempo leyendo este blog, seguramente sabes que hay toda clase de elementos narrativos y que cada uno tiene un propósito distinto, incluso cuando parece que son muy similares.

Por ejemplo, la ira y el odio tienen dos propósitos narrativos radicalmente distintos, a pesar de que el primero puede aparecer como consecuencia del segundo. Lo mismo sucede con el sufrimiento y la tristeza, la venganza y la crueldad, el amor y la obsesión.

Incluir cualquiera de estos fenómenos de la existencia humana en tu historia la afectará, pero,  más allá de eso, añadirá ciertas “obligaciones narrativas” que debes cumplir para que los símbolos realmente sean poderosos.

En el caso de la venganza, debe existir un detonante real y un conflicto moral; en el caso de la crueldad, debe haber una contraparte; en el caso de la ira, debe haber consecuencias negativas y positivas cuando el personaje la desata.

Si no conoces el propósito de cada uno de estos elementos, no serás capaz de ejecutar bien esa idea que tienes que, de una forma u otra, necesita aprovecharlos.

Por supuesto, esto no se limita a elementos narrativos, sino que también es cierto con recursos narrativos como el tipo de narrador, las metáforas que usas, la inclusión de flashbacks, etcétera.

¡Justo por esto es que escribir grandes historias es un proceso extremadamente complejo!

Necesitas planear tu historia con cuidado

Una de las cosas que le puede ganar incluso a los escritores experimentados, es la soberbia de creer que, como conocen bien los elementos que piensan trabajar, pueden darse el lujo de ir improvisando a medida que escriben.

Si bien no pienso negar que es posible que exista uno que otro talentoso escritor que pueda, lo cierto es que la gran mayoría de nosotros necesita planear con cuidado la historia para asegurarse que todo lo que necesita estar presente, efectivamente aparezca.

Esto es particularmente cierto con las novelas con tramas complejas, con muchos personajes que entran y salen del relato, pero también es importante para historias cortas con mensajes relativamente directos y sencillos.

Nunca subestimes el poder de estructurar tu obra. No solo te permitirá manejar una narrativa coherente, sino que también te ayudará a ver desde otra perspectiva tu historia. Así podrás identificar con más claridad cuáles son los elementos que necesitas explotar y, por ende, qué debes hacer para ejecutarlos a la perfección.

Aprende de los grandes

Si quieres descubrir cómo se ejecuta bien un elemento, no hay nada mejor que analizar cómo es que otros grandes escritores ya lo han hecho.

Por muy original que sea tu historia, al final tendrás que incluir elementos humanos para que diga algo interesante.

Es algo así como, a pesar de que el setting y premisa de Assassins Creed 2 y de Kill Bill son totalmente distintos, ambas narrativas, en el fondo, son historias de venganza y pertenecen al mismo arquetipo. Lo mismo sucede con Eragon y Star Wars, o Crepúsculo y Romeo y Julieta (digo, guardando las diferencias de calidad entre un producto y el otro).

Necesitas leer mucho y exponerte muchísimo más a las grandes obras que han logrado alcanzar la máxima profundidad del elemento que quieres explorar. Eso te dará pistas de lo que debes incluir, pero también te enseñará qué ángulo puedes tomar para darle frescura a tu historia.

¡Te ayudará muchísimo!

Respeta la agencia de los personajes

Este último mantra es casi más una advertencia que otra cosa. Si bien puede ser que tus ideas sean geniales y poderosas, asegúrate de respetar la agencia de tus personajes SIEMPRE.

Dicho de otra forma, no obligues a tus personajes a tomar decisiones que no tienen sentido para ellos de acuerdo a su personalidad, pasado y filosofía de vida.

No hay nada que lastime más la ejecución de una historia que tener personajes que actúan de manera forzada y falsa. Toma como ejemplo The Last of Us Part 2, una historia que tuvo ideas geniales, pero fue tan irrespetuosa de sus propios personajes que terminó minimizando todo el impacto que esas ideas pudieron tener.

No lo olvides: si quieres que tu audiencia trate a tus personajes como si fueran reales, tú debes hacerlo primero.

¡Y con eso llegamos al final! Espero que este artículo te haya enseñado muchas cosas interesantes.

Si quieres seguir mejorando, quizás te sirve este artículo sobre los recursos narrativos que todo escritor debe conocer. ¡No te lo pierdas!

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