4 películas tan malas que analizarlas te hará mejor escritor

Si alguna vez has intentado algún truco en una bicicleta o patineta, seguramente sabes que hay veces en las que aprender a los golpes es necesario y extremadamente útil.

En el mundo de la escritura no te das contra el suelo, sino que te estrellas con unas cuantas horas de aburrimiento o frustración donde puedes sentir a tu cerebro perder neuronas con cada segundo que pasa.

A nadie le gusta ver películas malas, pero la realidad es que ver historias deficientes y tratar de descifrar donde se rompieron es un ejercicio que te puede ayudar muchísimo a evitar los mismos errores y darle una mejor estructura a tus propias obras.

Entonces, quiero compartirte 4 películas tan malas que analizar todos los elementos en los que se rompen te ayudará a crecer como escritor. Te recomiendo que las veas con alguien que te haga reír, de esa forma disfrutarás de todas formas estas agónicas horas.

¡Suerte y aquí te comparto esta lista maldita!

He Never Died – El tono disonante

Es curioso que lo que se supone que sea un thriller de drama fantástico, llegue a tener tantas escenas en las que no puedes evitar morirte de la risa.

He Never Died es una película que curiosamente no tiene una premisa terrible. Aquí tenemos a Caín, el legendario fratricida condenado por Dios a caminar por siempre sobre la tierra. Caín tiene poderes increíbles y es presentado como una especie de antihéroe.

Estoy seguro que al menos esto atrajo tu atención un poco (o eso quiero creer, porque funcionó conmigo *llora*), pero lamentablemente la película no logra sacarle provecho a esta idea en lo más mínimo.

Más allá de la pésima actuación, los personajes planos y aburridos, y la progresión ilógica de la trama, esta película en realidad es una clase maestra de cómo NO MANEJAR EL TONO DE TU HISTORIA.

Ni el drama ni el thriller aterrizan alguna vez porque el tono es completamente disonante y constantemente salta de un lado a otro, sin que tú como audiencia seas capaz de meterte en la historia y relacionarte con los personajes.

Si quieres evitar que esto te suceda, analizar esta película te ayudará mucho más de lo que crees.

The Kissing Booth – El drama inmerecido

No sé que es más frustrante… que Netflix crea que los adolescentes son idiotas o que las películas que sacan con esa mentalidad terminan teniendo mucho éxito.

The Kissing Booth es la historia de una muchacha (ya no me acuerdo el nombre y no pienso buscarlo) que tiene una serie de reglas con su mejor amigo, entre la cuales está el hecho de que no pueden salir con un familiar del otro.

Como te podrás imaginar, el mejor amigo tiene un papasito de hermano por el que nuestra protagonista se muere. Eventualmente, este conflicto desata toda clase de inconvenientes que seguro ya puedes predecir.

Además de que esta película está atascada de clichés, de conveniencias narrativas, de personajes inmorales cuyas fallas la historia nunca reconoce y de relaciones tóxicas; la mayor falla de The Kissing Booth yace sin lugar a dudas en el pésimo uso del drama.

Todo el conflicto de la película se puede resolver con una conversación, y aún así estamos ahí por horas viendo a los personajes ahogarse en un vaso de agua. El drama no solo no tiene verdadero fundamento en el contexto de los personajes, sino que además hace tan poco por mover los arcos de los personajes, que te preguntas para qué rayos lo incluyeron para empezar.

Si estás escribiendo una historia romántica y te da miedo manejar mal el drama, ver esta película te ayudará, porque te enseñará qué no hacer y, además, te hará sentir mejor el darte cuenta que no lo estás haciendo tan mal como otros.

The Guest – La falta de identidad

 The Guest es la historia de un soldado que vuelve de la guerra con la intención de brindar sus respetos a la familia de un compañero de pelotón que murió trágicamente durante su servicio militar.

Esta familia, todavía tratando de reponerse de la tragedia, le abre las puertas en busca de alguna especie de catarsis emocional; sin embargo, nuestro protagonista es en realidad una persona que esconde mucho más de lo aparente a primera instancia.

Quizás viendo esta descripción, te estés preguntando si la película es un drama o una especie de thriller, pero la realidad es que ni los mismos creadores saben lo que es. Mejor dicho, drama y thriller ni siquiera es todo lo que intenta ser esta historia, porque también mete elementos de ciencia ficción, conspiración política a lo Bourne Identity e incluso escenas tipo “coming-of-age”.

Es una película que carece completamente de identidad y sentido, teniendo escenas genuinamente ridículas en los momentos climáticos que te sacarán más de una carcajada sin que sea esa la intención.

Esto es lo que sucede cuando una historia quiere hacer mucho al mismo tiempo: termina sin llegar a ningún lado.

¡Vela para que obtengas pistas de cómo evitar este error!

The Pretty Thing that Lives in The House – La ausencia de ritmo

Si andas en busca de crear obras con un alto valor artístico, que se toman a sí mismas muy en serio y se enfocan de una manera profunda en un solo personaje, The Pretty Thing that Lives in This House te ayudará a descubrir qué debes evitar.

Esta película tiene la fórmula típica de una obra que intenta ser artística: escenas lentas con una voz de fondo soltando metáforas a diestra y siniestra, un ritmo lento y contemplativo, diálogos susurrados y crípticos, pistas visuales sutiles y simbólicas, etcétera.

El problema es que se puso tanto énfasis en esos aspectos que a los creadores se les olvidó por completo que tenían que construir una historia y que la trama tenía que hacer algo tan básico como, bueno, avanzar.

Esta película es un fenómeno extraño, porque se nota que los escritores querían algo profundo y complejo, pero malinterpretaron por completo lo que le da a este tipo de historias su valor.

El resultado es una historia extremadamente aburrida que resulta una tortura terminar y que no tiene nada más que elementos superficiales para justificar su existencia.

Si quieres evitar a toda costa que tu obra sea aburrida y lenta, esta película te mostrará todos los elementos que debes evitar.

¡Y con eso acabamos! Espero que no sufras tanto como yo si decides ver estas películas; sin embargo, el punto del artículo se mantiene: las historias malas también nos pueden ayudar a crecer como escritores.

Los errores no se cometen por casualidad, sino por una falta de comprensión de los elementos narrativos y lo que nuestra obra en sí necesita.

Si también estás interesado en exponerte a historias increíbles, entonces este artículo sobre libros que cambiarán tu perspectiva del mundo seguro te encantará. ¡Léelo ahora!