¿Cómo hacer un buen desarrollo de personaje en una historia corta?

Cualquier escritor interesado en construir una historia memorable y especial, debe estar enfocado particularmente en el desarrollo de sus personajes.

Este elemento es vital para la historia, y quizás por eso también es uno de los más complejos y que más dolores de cabeza nos da, especialmente cuando queremos construir una historia corta y que nuestros personajes crezcan y evolucionen de manera creíble en pocas páginas.

Por suerte, el trabajo de grandes escritores como Edgar Allan Poe, Lovecraft y la recopilación de los hermanos Grimm, nos muestran un patrón muy claro que nos ayudará a estructurar historias cortas que se sientan tan profundas y memorables como una extensa novela (en algunos casos, incluso más).

¡Sigue leyendo y descubre estas buenas prácticas!

1. Simplifica el arco de personaje

Quizás esto te parezca brutalmente obvio (y lo es), pero la simpleza es una de las habilidades más difíciles de dominar.

Está claro que en una historia corta no puedes explorar a fondo todas las ideas que giran en torno a la debilidad clave de tu personaje, pero justamente por eso es que es tan complicado simplificar su arco: debes entender a fondo qué es lo que quieres trabajar y hacer que toda la estructura de la obra te lleve a lograrlo.

Cuando hablo de “simplificar” también estoy hablando de hacer más eficiente el lenguaje, de forma que todos los párrafos conduzcan al protagonista a un arco claro en el que no haya desvíos.

A diferencia de una novela, si te desvías del camino en una historia corta para explorar otros aspectos del personaje, tu obra sufrirá.

En un libro extenso, puedes darte el lujo de tener muchas subtramas, porque tienes el tiempo y el espacio para trabajarlas y relacionarlas con el arco del personaje y la temática, pero en un relato pequeño eso solo conseguirá que tengas muchas ideas exploradas a medias, lo cual es igual a no tener nada.

Entiende a fondo la idea central del arco de tu personaje y simplifica la estructura para que puedas trabajar esa parte exclusivamente.

2. Aprovecha los símbolos lo más que puedas

¿Alguna vez te has preguntado por qué los cuentos de hadas han perdurado por tanto tiempo? Eso es porque la simbología en estas historias es bastante poderosa, y el ser humano tendría que cambiar mucho para no entenderla.

Por ejemplo, cuando leemos la Bella Durmiente, nuestro cerebro capta los símbolos narrativos sin necesidad de que nosotros lo hagamos. Sé que eso suena confuso, pero es una realidad que tiene todo que ver con tu subconsciente.

Es decir, cuando tu mente explora lo que dice el relato, es capaz de ver más allá y descubrir cosas más profundas.

Es decir, la bruja malvada en la Bella Durmiente es simplemente una representación del mal puro del mundo, algo que simplemente existe para dañar. El hecho de que el rey y la reina no invitaran a la bruja a la ceremonia es también un símbolo, porque representa a los padres temerosos y protectores que no quieren que el mal se presente ante sus hijos jamás.

Si bien eso último es algo noble en cierto sentido, la compasión exagerada hace débiles a las personas y les impide enfrentarse al mundo con valentía. Es por eso que la simple aguja de una rueca es suficiente para empujar a la Bella Durmiente a un coma emocional (simbólicamente), porque no está hecha para lidiar con esa parte de la realidad.

El príncipe es simplemente la persona que ejemplifica lo contrario: alguien valeroso capaz de asesinar dragones y abrir los ojos de la princesa. Que el beso del verdadero amor la despierte es un gran símbolo, porque representa que lo único que puede ayudar a una persona a superar el descubrimiento de la maldad es el descubrimiento del amor, el sentimiento humano más sublime y hermoso.

Esto que te estoy diciendo no es nuevo para ti. Quizás no lo podrías explicar como lo acabo de hacer, pero tu mente ya conocía cada uno de estos detalles. ¡Por eso el cuento te transmitió cosas cuando lo leíste!

La historia es, superficialmente, sencilla y fácil de seguir, pero el uso magistral de los símbolos es lo que le da su profundidad y le permite mantenerse relevante por años y años.

3. Establece de inmediato la debilidad y deseo del personaje

Para que la historia tenga un desarrollo de personaje interesante, obviamente necesitas que tu personaje pueda crecer y la única forma en que lo logre es a través de superar algún tipo de debilidad.

A su vez, si quieres que esa debilidad tenga un clímax interesante que te ayude a reflejar la evolución del personaje, necesitas que esté relacionado con un deseo o una meta.

Piensa en tus historias cortas favoritas y te darás cuenta que esto siempre se establece lo antes posible.

Incluso en una historia como El Vampiro de John Polidori, donde la meta nunca es establecida directamente, existe un deseo del protagonista que mueve la trama: descubrir el secreto de su misterioso compañero.

Eso mueve la historia y permite que su desarrollo siempre esté amarrado a los conflictos del relato.

4. Mantén la atención en el protagonista

Con esto me refiero a que no te distraigas con personajes secundarios o, peor, que crees personajes que son más interesantes que tu protagonista.

Obviamente, con interesante me refiero a que siempre sea el conflicto del personaje principal el enfoque de la trama. Puedes aprovechar a tus secundarios y darles personalidad, pero no te distragias explorando subtramas con ellos, sino que utilízalos para reforzar el crecimiento de tu protagonista (quien debe estar situado en el medio del conflicto central de la trama).

¡Y eso es todo! La verdad es que hay mucho más que decir, pero estos tips te servirán más de lo que crees. Y bueno, lo cierto es que en un artículo sobre como hacer más eficientes los relatos cortos, creo que no conviene que me explaye demasiado.

La información clave ya la tienes. ¡Espero que te sirva! Si de todas formas sigues teniendo alguna duda, ¡déjala en los comentarios! ¡Con gusto te ayudaré!