El Gato con Botas: el último deseo: mucho mejor
El Gato con Botas: el último deseo: extrañaba estas películas
No sé si les pasará a ustedes, pero de vez en cuando siento que estoy atrapado en un bucle terrible de películas/libros/series malas del que parezco no poder escapar. Por suerte, parece que el Gato con Botas: el último deseo me ha rescatado.
Esta película fue una gran sorpresa, especialmente porque la primera de la saga no fue de mi agrado en lo absoluto, fallando por completo en capturar lo mejor de Shrek o lo mejor del Gato con Botas.
Esta es una película que merece por completo tu tiempo y dinero, y en esta reseña haré todo lo posible para decirte por qué sin caer en spoilers. ¡Aquí vamos!
Sinopsis de El Gato con Botas: el último deseo
¿Sabías que dicen que los gatos tienen nueve vidas? Bueno, El Gato con Botas ha pasado ocho de ellas agigantando su leyenda, pero sin realmente entender qué es lo que hace que una vida merezca ser vivida.
Esto ha hecho que la mismísima muerte, representada por un temible lobo, vaya en busca del Gato para quitarle su única vida, lo que hace que nuestro héroe salga en una última aventura para encontrar un deseo que le devuelva las ocho vidas que dejó ir en el pasado.
¿Te la recomiendo?
Es difícil no recomendar una película que no solo tiene una buena historia, sino que no se complica la vida en la forma en que lo cuenta. El Gato con Botas: el último deseo sabe perfectamente lo que es y lo que quiere ser, divirtiéndose con sus personajes y aprovechando sus ocurrencias.
Además, esta película conoce muy bien a su protagonista y el increíble arco que le da, uno que no solo lo respeta como personaje, sino que te ayuda como audiencia a ver otra cara de él que no conocías.
Dicho esto, lo mejor de esta película es su villano, no solo por lo intimidante y genial que es, sino por lo mucho que influye en el arco del protagonista; dando una clase maestra de cómo se deben construir antagonistas en una historia, especialmente aquellos a los que realmente no podrás darles motivaciones y backstories complejas.
Me sorprendería mucho que no disfrutaras esta película, y por eso te la recomiendo.
Fortalezas y debilidades de El Gato con Botas: el último deseo
Aunque la he alabado mucho y definitivamente creo que hay más cosas que admirar que criticar, es cierto que esta película no es perfecta. Por eso, deja que te hable un poco sobre sus fortalezas y debilidades.
A favor: la animación es un deleite
El Gato con Botas tiene una mezcla muy interesante entre la animación a la que Shrek nos tiene acostumbrados y la animación a 24 frames que hizo tan popular a Spiderman: Into the Spiderverse.
Por lo general, en las escenas con un enfoque más narrativo, la animación fluye a un ritmo normal, pero cuando empiezan las escenas de acción, tenemos un cambio drástico a esta animación más colorida y caricaturizada que, honestamente, le dé mucha vida a la película.
Aunque entre las cosas que me importan de una historia, la presentación no está precisamente en mi tope, debo admitir que las películas como El Gato con Botas dan gusto.
A favor: el protagonista vive un arco genial
El Gato con Botas, al menos en las películas de Shrek, siempre ha sido un personaje secundario entretenido, pero con muy poca profundidad, ya que los arcos de personaje se suelen reservar para Shrek y Burro.
El Gato con Botas es ese típico personaje extremadamente capaz y energético que esconde dentro de sí una personalidad sensible, algo que lo hace ideal para ser un personaje secundario, pero que necesita mucho trabajo si quieres que eso se traduzca en un buen protagonista.
La primera película no lo logró, pero esta lo hizo a la perfección, enfocándose en la extrema capacidad y virilidad del Gato, para darle la vuelta, introduciendo el concepto de que quizás está demasiado obsesionado consigo mismo como para conectar con algo que sea más grande que él.
Aquí es donde la Muerte como villano juega un rol absolutamente crucial, pero hablaré a profundidad sobre esto más adelante.
A favor: los personajes secundarios están muy bien hechos
Considerando que la última película animada realmente buena de Disney es Moana (que salió en 2016), debo admitir que estoy empezando a convertirme hacia Dreamworks, que, si bien, siempre había tenido buenas propuestas narrativas como Kung Fu Panda o el mismo Shrek, por lo general se quedaba corto en comparación con los trabajos más espectaculares de Disney (ya sabes, esos que hacían antes de meterse de lleno en la guerra cultural de Estados Unidos).
Dreamworks, sin tener todavía la consistencia que en su momento sí tuvo Disney, por lo menos demuestra que está mucho más interesado en contar una historia que ganar puntos con una ideología particular.
¿Por qué menciono eso aquí? Bueno, porque creo que lo que más demuestra esto que digo es el hecho de que las películas de Dreamworks, como El Gato con Botas, hacen un gran esfuerzo por introducir personajes secundarios bien construidos y con relevancia en la trama.
Patitas suaves y Perro son grandes adiciones a la historia, pero lo cierto es que Ricitos de Oro y su familia de osos no se quedan nada atrás.
Lo mejor es que todos estos arcos están directamente relacionados con el del Gato, trabajando y profundizando la temática de anhelar algo que ya se tiene o desear algo que no es lo que realmente se necesita.
Todo esto hace que el clímax de la historia se gane a pulso el impacto emocional que tiene; que aunque no creo que te haga llorar, estoy seguro de que te llegará al corazón más de lo que crees.
Muy a favor: el villano es de un nivel altísimo
Si hay algo que separará al Gato con Botas: el último deseo del resto de las películas animadas que verás en mucho tiempo, es que de verdad hace todo lo posible por construir un villano ATERRADOR (y sí, lo digo en mayúsculas).
La Muerte o el Lobo, como quieras llamarlo, es un villano increíble, desde su personalidad sedienta de sangre hasta sus motivaciones para hacer lo que hace.
Así como Sauron, el Guasón o la Estrella de Pinocho, el Lobo no es un personaje en sí, sino la representación de un concepto abstracto, que en este contexto sería algo así como el arrepentimiento que tiene aquel que vive una vida banal y frívola.
La Muerte va en busca del Gato porque este no valora su vida, y una de las muestras más claras es su clásica frase de que no le tiene miedo a la muerte, algo que este villano le hace entender rápidamente.
Este personaje no necesita una backstory trágica ni tampoco una personalidad tridimensional, porque su rol en la historia es motivar el arco del protagonista de una forma única y crucial para la narrativa.
No te voy a spoilear, pero te aseguro que te emocionará mucho el desenlace de su conflicto con el Gato, una resolución que logra cerrar la película con broche de oro.
En el medio: no diría que es una historia para niños
Aunque me encantó esta película, debo admitir que el conflicto del Gato es, quizás, demasiado específico como para que los niños lo entiendan.
Esto quizás te sorprenda viniendo de mí, puesto que soy un gran defensor de que no deberíamos simplificar en exceso las historias para niños porque ellos entienden mucho más de lo que creemos (y, a veces, entienden mejor que los adultos), pero deja que me explique.
Eso que comento aplica principalmente con las historias que manejan arquetipos de una forma más directa (como el Rey León o El Jorobado de Notre Dame). El Gato con Botas no hace eso, sino que extrae un conflicto idiosincrásico de un arquetipo ya definido (en este caso, sería algo así como el arquetipo de la persona frívola).
El Gato con Botas es básicamente una crisis de los 40, una que pega al ver que nada de lo que has conseguido en tu vida, por exitoso que te haya hecho, realmente tiene un valor trascendental que te haga sentir pleno y satisfecho.
Esto es DEMASIADO ESPECÍFICO, en mi opinión, para que un niño lo entienda del todo, y dado que esta película está hecha para ellos, creo que es un factor negativo.
¿Por qué lo pongo entonces como “en el medio”? Pues, porque si no eres un niño, esto no tiene por qué afectarte. Además, tampoco es como que los pequeños no pueden disfrutar esta película; simplemente, no creo que tenga el poder formativo que sí tienen otras películas animadas como Entrenando a tu Dragón.
En contra: el ritmo narrativo es lento al inicio
Si tuviera que ponerme intenso con el análisis narrativo de El Gato con Botas, sin duda una de las cosas que debo criticar es el ritmo narrativo con el que se maneja el primer acto.
Por una secuencia bastante larga, considerando la extensión de la película, la narrativa se detiene por completo. No te quiero spoilear, pero estoy seguro de que si ya viste la película sabrás a qué me refiero, y que si finalmente decides darle una oportunidad, lo descubrirás por tu cuenta.
La buena noticia es que, una vez que empieza el segundo acto y la trama agarra velocidad, esto se soluciona de forma definitiva, pero no por eso deja de ser un punto menos que hay que quitarle al score total de la película.
En contra: uno de los villanos satelitales deja un poco que desear
Si bien la Muerte es un villano absolutamente genial porque representa un concepto abstracto, hay otro villano en la historia que no goza de ese privilegio y que aun así tiene incluso una motivación menos desarrollada que el Lobo.
Este villano literalmente está para ser un saco de boxeo o una fuente de conflicto artificial que aporta muy poco al arco del protagonista. Más que nada, es una excusa para que el conflicto se resuelva con otra “gran” batalla.
No arruina la película porque hay muchos buenos personajes alrededor para rescatarla, pero por eso mismo es mucho más llamativa la falta de profundidad con este personaje.
¡Y con eso llegamos al final del artículo! Espero que te sirva y que puedas tomar una decisión sobre esta película.
Si crees que El Gato con Botas: El último deseo, merece esta crítica o estás completamente en desacuerdo, ¡dímelo en los comentarios!