God of War: Ragnarok: mis expectativas eran altas… soy feliz
God of War: Ragnarok: mis expectativas eran altas… y fueron superadas
Todo aquel que jugó God of War (2018) estaba esperando con muchísimas expectativas la secuela God of War: Ragnarok, un juego que tenía la difícil tarea de no solo estar a la altura de su predecesor, sino darle un fin acorde a la saga nórdica de la franquicia.
Yo, en lo personal, amé con locura el primer juego, y decir que mis expectativas eran extremadamente altas es quedarse muy corto. Hoy, estoy muy contento de compartirles que este juego es todo lo que queríamos y más, hasta el punto que soy de la opinión de que SUPERÓ el juego anterior.
Es un logro monumental y vale la pena que hablemos sobre él. Por supuesto, no compartiré spoilers porque sé que muchos todavía no han tenido oportunidad de disfrutarlo y lo cierto es que esta es una experiencia muy fácil de arruinar con spoilers.
Y ya sin más, ¡empecemos!
Sinopsis de God of War: Ragnarok
God of War: Ragnarok es la secuela y última edición de la épica saga nórdica de la franquicia de God of War.
Aquí, nos reencontramos con Kratos y su hijo, Atreus, tres años después de los acontecimientos del primer juego. Durante este tiempo, ambos estuvieron entrenando y preparándose para el inevitable enfrentamiento con Odín cuando llegue Ragnarok, el fin de todas las cosas.
El juego está plagado de peleas épicas batallas contra bosses, momentos emotivos y un combate brutal y emocionante que apunta a enganchar tanto a veteranos como a jugadores casuales.
¿Te la recomiendo?
Es imposible no recomendar este juego, especialmente considerando de que sin duda estará entre los favoritos a ganar juego del año junto con Elden Ring (y habiendo jugado y disfrutado los dos, debo decir que me inclino por Ragnarok como vencedor).
Dicho esto, tomando en cuenta que este blog se enfoca en las historias, la principal razón por la que recomiendo este juego es por su narrativa, una de las más fuertes y mejor construidas que se han hecho jamás en los videojuegos.
Es una prueba de que los videojuegos no deben tomarse a la ligera como formato narrativo, y que la parte del gameplay puede añadir tanto a una narrativa como en su momento descubrimos que podía hacerlo la música o la animación.
God of War: Ragnarok es una obra maestra que logra superar a la anterior edición en todos los lugares que importa, sin buscar imitarla. Mientras el juego anterior se enfocaba en el crecimiento de Kratos y Atreus como familia, el segundo se encarga de su separación; de cómo uno se convierte en hombre y el otro se enorgullece del rol que jugó en ese desenlace.
Todo esto bajo una poderosa temática de hombre contra destino que está potenciada por el espectacular elenco de personajes que profundizan el relato. Esta es una joya que, como gamer y como amante de las historias, ¡no puedes ignorar!
Fortalezas y debilidades de God of War: Ragnarok
Este es un juego básicamente perfecto, con muy pocas quejas y casi ninguna que valga la pena mencionar. De todas formas, creo que vale la pena compartir todo lo que este juego tiene para ofrecer. ¡Aquí vamos!
Muy a favor: la historia es simplemente espectacular
God of War: Ragnarok tiene, probablemente, la mejor historia que se ha manejado en un juego. Punto. Así de sencillo. Y lo digo siendo un gran fanático de otros juegos con grandes historias como Last of Us, Undertale, Beyond Two Souls, Half-Life, Bioshock y Assassin’s Creed.
Todas esas son historias increíbles, pero creo que ninguna le llega a God of War en cuanto a calidad narrativa. Ragnarok tiene una historia ambiciosa que sabe aprovechar lo mejor de su predecesora para convertirse en una secuela exquisita.
No es perfecta si la comparamos con narrativas más potentes como Los Miserables, El Conde de Montecristo u otros clásicos de la literatura, pero definitivamente demuestra que el hueco cada vez se está cerrando más, y que los videojuegos están muy cerca de finalmente sacar ese Citizen Kane que finalmente haga que sean considerados, sin lugar a dudas, como un medio artístico tan relevante y poderoso como el cine y los libros.
No creo que Ragnarok sea esa pieza todavía, pero te aseguro que el debate está más servido que nunca gracias a este juego.
La trama tiene una complejidad increíble, con personajes muy bien trabajados con conflictos únicos y arcos propios y todo toma lugar en un universo narrativo inspirado en la mitología nórdica que logra cambiarlo lo suficiente para que se sienta propio.
El cierre de algunos de esos arcos no es del todo perfecto y hay una que otra conveniencia narrativa menor que hace que el juego tenga esa brecha que lo separa de la perfección narrativa que otros medios sí han alcanzado, pero, como mencioné antes, la distancia se está haciendo casi inexistente.
Muy a favor: el gameplay es exquisito
Como gamer es importante agregue que God of War es uno de esos juegos que te reviven el gusto por el hobby, especialmente ahora que la industria sufre por la exagerada presencia de juegos formulaicos y aburridos, hechos para las masas sin satisfacer a nadie en particular.
Si, a su vez, temes que God of War sea pura presentación y poco juego, con gusto te puedo decir que no será así. Claramente, el enfoque del juego es su historia, pero en el mejor sentido posible. Todos los sistemas están diseñados para potenciar tu inmersión, y es por eso que todo el gameplay de God of War fluye a la perfección.
Desde la variedad de enemigos hasta el contenido secundario, todo compagina de forma natural y orgánica hasta el punto que siempre disfrutarás lo que estás haciendo. La exploración en particular se siente muy satisfactoria, ya que hay una inmensa cantidad de actividades que realizar y coleccionables que encontrar en el mundo abierto con una buena dosis de misiones secundarias memorables.
Muy a favor: los personajes son muy tridimensionales
En God of War (2018), el enfoque narrativo estaba claramente enfocado en Atreus y Kratos, y aunque el villano, Baldur, estuvo muy bien trabajado, la narrativa pocas veces tenía tiempo para realmente expandir a sus personajes secundarios.
Esta vez, no solo los villanos tienen mucho más tiempo para brillar y desarrollarse, sino que TODOS los héroes también, lo cual incluye, por supuesto, a los protagonistas, pero especialmente a otros como Brok, Sindri y Mimir.
El mundo esta vez se siente mucho más vivo justamente porque hay más vida en él. Las relaciones de Kratos y Atreus no solo se reducen a ellos dos, sino que hay toda una red de personajes que les importan, tanto por el cariño que les tienen como la amenaza que representan.
En particular, el personaje de Odín es genial por los paralelismos que presenta con el viaje de Atreus, pero incluso el “peor” desarrollo de personaje de esta historia no está muy lejos del mejor. ¡La calidad de todos es brutal!
Nota: obviamente, hay personajes secundarios que no se expanden demasiado por que no se puede trabajar todo; me refiero aquí a los personajes que claramente son un enfoque en la narrativa.
Muy a favor: la presentación es de altísima calidad
Incluso si juegas este juego en un PS4, no me queda la menor duda de que rápidamente se convertirá en uno de los juegos más hermosos que vas a haber disfrutado en una consola.
God of War, por lo menos en el PS5, corre a 4K y a 60fps de principio a fin. Las áreas no solo son grandes y coloridas, sino que tienen personalidad y su propia identidad, lo cual se nota especialmente por los distintos puzzles que ofrecen.
La actuación de voz es espectacular, los efectos de partículas son geniales y la presentación cinematográfica no tiene nada que envidiarles a grandes producciones de Hollywood.
Hay un nivel obsesivo de atención al detalle en este juego y eso solo puede conseguirse con un equipo de creadores talentosos, apasionados y dedicados con su trabajo.
En contra: las transiciones entre áreas pueden ser molestas
Como mencioné antes, las quejas que puedes tener de este juego serán siempre muy “piquis” y subjetivas, porque el paquete en sí es extremadamente completo. De hecho, te admito que me cuesta mucho pensar en aspectos negativos del juego.
Lo primero que se me ocurre es que hay DEMASIADAS transiciones fastidiosas entre áreas, algo que no te molesta las primeras horas de juego, pero que no tardará en volverse una ligera molestia.
Constantemente, Kratos y su pandilla se ven obligados a pasar por corredores estrechos o levantar una piedra para llegar a otra área, lo cual termina siendo una mini cutscene que verás cientos de veces en tu playthrough.
Esto se vuelve particularmente fastidioso cuando decides volver a áreas que ya visitaste antes para descubrir nuevos secretos a los que no tenías acceso previamente.
No es algo que creo que deberías alejarte del juego, pero quizás sí sea algo para lo que debas prepararte.
En contra: el combate tiene un techo relativamente bajo
Como algunos de mis seguidores saben, yo soy un jugador obsesionado con la dificultad y el combate intenso y con un techo de habilidad bastante alto. No por nada mi franquicia favorita es Devil May Cry y adoro sufrir con Ninja Gaiden.
Si eres un fanático de la jugabilidad y la historia de los juegos de importa poco, puede ser que God of War choque contigo porque el combate, aunque divertido y épico, sí resulta relativamente sencillo y fácil de dominar.
Para la mitad del juego, lo cierto es que ya habrás dominado el combate al máximo, habiéndote acostumbrado a usar el kit básico de tus armas y a intercalarlas para usar tus habilidades más fuertes.
Sí, sí, es cierto que seguro habrán tech especiales que los jugadores más dedicados encontrarán, pero habiendo acabado mi primer playthrough en la dificultad más alta (Give Me God Of War) sin mayor problema más que en una u otra pelea, te puedo garantizar que no necesitas interactuar con esas mecánicas como por ejemplo sí te obliga un juego como Devil May Cry o Sekiro.
El combate se agarra rápido y se domina relativamente rápido y sé que esto puede ser un punto de quiebre para muchos jugadores.
Ahora, si no eres una persona obsesionada con esto ni tampoco un masoquista de la dificultad, esta debilidad no debería preocuparte mucho.
En el medio: tienes que haber jugado el primer juego OBLIGATORIAMENTE
Esto no es algo bueno ni malo en sí, pero es importante que lo tomes en cuenta: si no has jugado el primer juego, ¡aléjate de Ragnarok!
Esta es una secuela en toda la regla que asume que como jugador no solo acabaste el primer juego, sino que hiciste todo el contenido secundario para sacarte el platino, constantemente haciendo referencias a la trama central a incluso misiones secundarias del primer juego.
No solo estarás increíblemente perdido si no jugaste el primer juego, sino que tu disfrute de la historia se verá excesivamente menguado.
Claro está, esto se invierte si ya jugaste el primer juego porque todo tu disfrute se intensifica; por eso digo que no es algo ni bueno ni malo, todo depende de tu situación particular.
¡Y con eso llegamos al final! Esper oque este artículo te haya inspirado a jugar este juego o por lo menos te haya ayudado a decidir si es para ti.
Por supuesto, si de entrada no fuiste fan del primer juego por la razón que sea, es probable que Ragnarok no llene los huecos que hicieron que no te gustara, ya que, en esencia, las bases son las mismas; los creadores simplemente construyeron sobre lo que ya había y lo potenciaron.
Por mi parte te puedo decir que tenía años que no disfrutaba tanto un juego y se me hizo un hueco en el corazón cuando me di cuenta que lo había acabado al 100%.
Si te gustó esta reseña, pero más bien estás buscando un juego que puedas disfrutar en pareja, quizás este artículo sobre Detroit: Become Human te sirva, ¡échale un ojo!
Me acabo de pasar el juego hace relativamente poco y la verdad, me ha encantado. Sin embargo, en el final, final de la historia principal (literalmente últimos combates), tenía unos puntos que me parece que hacen que no sea todo lo redondo que podría haber sido (por ejemplo, hay algunos símbolos que creo que contradicen otros presentados con anterioridad). Si quieres, me gustaría discutir contigo esos temas en los comentarios, ya con spoilers, por supuesto.