¿Qué es la narrativa y por qué debes conocerla?

¿Qué es la narrativa y por qué debes conocerla?

¿Qué es la narrativa y por qué debes conocerla?

Cuando se habla de buenas prácticas de escritura en las historias, una palabra que se escucha con mucha frecuencia es “narrativa”, a veces sola y a veces acompañada de otros términos como “arco narrativo”, “ritmo narrativo” o “ruta narrativa”.

Es un concepto que todos hemos escuchado, pero eso no significa que realmente sepamos lo que es.

Por eso, en este artículo te hablaré específicamente sobre este fenómeno, la importancia que tiene y te compartiré algunos tips para construir una narrativa exitosa.

Si te interesa el tema, ¡no pares de leer!

¿Qué es la narrativa?

Si investigas en Internet, es muy probable que descubras que la narrativa es un género literario que presenta, por medio de un narrador, una serie de hechos que le acontecen a uno o varios personajes.

Sin embargo, de esto no es precisamente de lo que hablamos cuando estamos analizando una obra. Después de todo, cualquier historia cuenta con una narrativa independientemente de si se encuentra en este género o no, tal como sucede con el teatro y el género dramático.

Eso es porque la narrativa como fenómeno (no como género literario) es en realidad la estructura que le da forma a la historia, la base donde todos los elementos y símbolos se sostienen y toman forma.

Digamos que los personajes, la temática, la trama, el ritmo, el tono, etcétera, son colores y la narrativa es el lienzo donde esos elementos pueden interactuar y dar forma a algo espectacular.

¿Cuál es su importancia?

Como te podrás imaginar, el hecho de que estemos hablando de la base donde se fundamenta cualquier estructura que tiene el propósito de contar una historia, significa que la narrativa tiene una importancia sin igual.

La razón por la que muchas veces esto no se reconoce es precisamente porque es una idea tan básica que no podemos evitar darla por sentado. Es algo así como el hecho de que nadie te va a felicitar por respirar, pero todos sabemos lo importante que es que lo hagas.

En realidad, no hay forma de construir una historia sin una narrativa, pero sí puedes arruinar una historia si no eres capaz de aprovechar al máximo el lienzo que tienes sin salirte de los bordes.

Ahí es donde se vuelve crucial entender que la narrativa, dentro de la libertad que ofrece, también tiene límites que son determinados desde el momento en el que la premisa aparece. Pueden variar levemente a medida que cobra vida la historia, pero en realidad los extremos a los que puedes llegar ya están pautados de antemano.

Esto quizá puede parecer negativo, pero en realidad es una maravilla porque al final del día lo que le da profundidad a una historia no es la cantidad de espacio que tienes para esparcir colores, sino que cada milímetro del lienzo haya sido explorado.

 Así como la narrativa de Sherlock Holmes no permite historias de aliens, la narrativa de Los Miserables necesita que los personajes lleguen al fondo de lo que significa realmente la miseria.

Por eso, entender los límites de tu narrativa y los lugares a los que debes llegar sí o sí es absolutamente necesario.

¿Qué necesita tener una narrativa para ser exitosa?

Ahora la pregunta que seguramente tienes es cómo puedes hacer eso, cómo puedes respetar los límites de tu narrativa y aún así expandirla lo más posible.

Bueno, eso pasa por el uso que haces de los elementos narrativos de los cuales hay miles, demasiados para que pueda incluirlos en un solo artículo. Sin embargo, te puedo dar algunos tips centrales que te permitirán ir por el buen camino.

¡No te los pierdas!

Personajes vivos y desarrollados

Cada elemento narrativo tiene su propia gama de colores. Por eso es que, aunque también aparezcan en muchas historias, tienen la capacidad de sentirse muy distintos y especiales.

Considerando eso, es imposible discutir que el elemento con más rango y alcance sin duda es el de los personajes. Podríamos hablar de cincuenta personajes del arquetipo del elegido y aún así seríamos capaces de encontrar cientos de diferencias entre ellos y sus respectivas narrativas, ¡y ese es solo un arquetipo!

Si quieres que tu narrativa tome forma y sea explorada a profundidad, lo que necesitas son personajes vivos y bien construidos que te ayuden a hacerlo, que por medio de sus personalidades y los eventos que sufren se sientan obligados a moverse hasta los límites del lienzo.

Si los respetas, ellos encontrarán la ruta sin salirse jamás de los límites que la narrativa plantea. Se necesita mucha habilidad para cuidar la agencia de los personajes, pero es crucial para que la integridad de la narrativa se mantenga intacta.

Una ruta narrativa definida

Una de las principales razones por las que una narrativa buena e interesante se arruina, es porque el escritor no tenía una ruta narrativa definida para la historia, sino que dependía en buena medida de la improvisación y las conveniencias narrativas.

Esta es la fórmula para el desastre, la que te obligará a romper constantemente los límites de la narrativa pegando pedazos de papel al lienzo para hacerle espacio a esos nuevos elementos que tuviste que incluir.

Es una pésima idea que hará que tu historia sufra muchísimo, hasta el punto que puede convertirse en un Frankenstein sin forma ni sentido.

Asegúrate de estructurar tus obras con mucho cuidado y determina lo antes posible hacia dónde quieres que la trama avance. De lo contrario, será casi imposible construir una narrativa coherente.

Una lógica interna consistente

Si los límites narrativos son el marco, entonces la lógica interna es algo así como el material con el que está construido el lienzo. Unas reglas de mundo bien estructuradas, con consecuencias reales y tangibles, es lo mismo que tener un lienzo construido con un pergamino fuerte y resistente, capaz de resaltar al máximo los elementos que coloques en él.

Sin embargo, una lógica interna flaca y cambiante, es casi lo mismo a pintar en un papel de baño, constantemente dejando huecos y formas incoherentes a medida que el dibujo toma complejidad.

A veces, tratar de pasarse de listo con subversiones de expectativas y plot twists puede arruinar la lógica de tu historia, y con ella la solidez de la narrativa.

Símbolos que soportan la temática

Cuando vez una pintura y tratas de interpretar su verdadero significado, una de las primeras cosas que haces es dar un paso hacia atrás y verla como un todo. Ese todo es la temática de la narrativa, la idea que explora a fondo.

Dicho esto, si eres un fan del arte, probablemente también sabes que la única forma de comprobar esa temática es luego acercándote a cada porción de la pintura y evaluándola de forma individual, prestando atención al menor detalle y su relación con la macro perspectiva a la que te expusiste antes.

Esos detalles son los símbolos de la historia que, como conjunto, permiten que la temática realmente sea cohesiva y, por ende, que la narrativa tenga sentido.

Un solo elemento mal definido o contradictorio puede arruinar el todo, y por eso debes cuidar este detalle.

¡Y con eso concluimos el artículo! Ojalá hayas aprendido mucho sobre la narrativa y entiendas su importancia.

Por supuesto, está claro que este es un tema muy amplio. Si tienes alguna duda o te gustaría agregar algo, ¡hazlo en los comentarios!

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