Monster: un anime diferente (por decir lo mínimo)
Monster: la monstruosidad como temática
Este artículo fue escrito por Pedro Gálvez, un ingeniero electrónico con dos grandes pasiones: la música y las buenas historias. Aunque le gusta leer y ver de todo un poco, le fascina especialmente la animación, pues le permite expresar la creatividad y los símbolos narrativos de una forma única.
¡Es para mí un gusto estar de vuelta en el blog! Anteriormente, escribí el artículo de presentación para la serie de Bojack Horseman, un ejemplo magnífico de cómo tratar temas maduros en la animación. Hoy, siguiendo esa línea, nos toca hablar del anime Monster, una magistral obra de culto basada en el manga de Naoki Urasawa.
En los últimos años, la animación japonesa ha ganado bastantes aficionados en el público occidental y, como suele suceder con todo lo que adquiere cierto nivel de popularidad, esto ha derivado en un gran abanico de opiniones. En ese sentido, hay quienes aún se dejan llevar solo por la forma y creen que el anime no es más que una sucesión de escenas coloridas, personajes estrafalarios, exceso de drama y muchos simbolismos culturales que nos resultan bastante ajenos. Sin embargo, este tipo de producciones esconden obras de una riqueza descomunal y es algo triste, aunque comprensible, que muchos espectadores las eviten porque su estilo les parece demasiado extraño.
Es aquí donde entran series como Monster, pues su narrativa es más parecida a una novela rusa que a las batallas o romances que usualmente encontramos en historias como One Piece o Your Name. Así que, si todavía no le has dado una oportunidad al anime o eres un fanático en busca de una propuesta diferente, sigue leyendo para descubrir si Monster tiene algo para ti.
Nota: artículo libre de spoilers.
¿De qué trata Monster?
La serie es un thriller psicológico con tintes policíacos. Nuestro protagonista es el doctor Kenzō Tenma, un prodigioso neurocirujano japonés que viajó a Alemania poco antes de la caída del muro para alcanzar la cumbre de su profesión.
Desde un inicio, el personaje tiene que lidiar con los complejos dilemas morales que conlleva ejercer como médico, además de confrontar la cara más corrupta de la burocracia hospitalaria. Después de muchos altibajos, parece que al fin ha encontrado el auténtico sentido de su vocación, pero entonces descubre que un paciente, al que le salvó la vida, era en realidad un despiadado asesino. En consecuencia, el doctor Tenma decide embarcarse en un viaje para deshacer el error que, según piensa, cometió al devolverle la vida al monstruo.
Su búsqueda lo llevará a desenredar una complicada madeja de trágicos acontecimientos y oscuras conspiraciones que ocurrieron durante la Guerra Fría, mientras se enfrenta a los remordimientos que amenazan con convertirlo, a su vez, en un homicida despiadado.
¿La recomiendo?
Antes de responder afirmativamente, es necesario precisar que Monster pertenece a la demografía seinen, es decir, está enfocada hacia un público adulto. Puede que esta serie no tenga una cantidad exagerada de violencia gráfica o contenido visceral, sin embargo, no vacila ni un poco a la hora de retratar las peores depravaciones del ser humano: crímenes de guerra, maltrato infantil, tortura psicológica, vicios, fanatismo ideológico, todo aterrizado en un contexto tan humano que difícilmente te dejara impasible. Por tanto, sería irresponsable de mi parte recomendártela si eres menor de edad.
En caso contrario, y sobre todo si disfrutas de los dramas desgarradores, Monster es un anime que definitivamente merece tu atención. Pero si no te he convencido con la premisa, deja que te enumere sus principales virtudes.
Fortalezas de Monster
La calidad narrativa de Monster es sencillamente espectacular y haré mi mejor esfuerzo para explicarte el porqué sin dejarte spoilers.
La profundidad temática
Si leemos el título, no debería ser ningún misterio que esta obra es una franca exploración de la monstruosidad humana. Este es un asunto que nos atañe a todos, pues, por más que nos esforcemos en negarlo, la realidad es que ningún humano está exento de cometer actos perversos.
Cuando nos miramos al espejo con esta idea en la mente, es inevitable que surjan una infinidad de interrogantes: ¿qué lleva a las personas a convertirse en monstruos? ¿Existe algún límite para nuestra capacidad de redención? ¿Cómo podemos enfrentar nuestros vicios y equivocaciones? ¿Es nuestro deber acabar con el monstruo para proteger al mundo de sus actos, o, por el contrario, deberíamos tratar de salvarlo, sabiendo que nosotros también podríamos convertirnos en uno?
Como cualquier autor que se toma en serio su labor, Urasawa no trata de revelarnos las respuestas absolutas a dichas interrogantes. Simplemente, las pone sobre la mesa y deja que las experiencias y decisiones de un repertorio verdaderamente extraordinario de personajes nos ofrezcan un poco de luz ante tal oscuridad, lo cual me lleva al siguiente punto.
Personajes increíblemente complejos
Es claro que una historia de esta naturaleza está obligada a presentarnos personajes de elevada complejidad moral. Aun así, la forma en que trabaja a sus héroes y villanos alcanza niveles de excelencia y su construcción es tan particular que, para poder analizarlos mejor, he decidido dividirlos en tres categorías:
Personaje principal
El doctor Tenma es un protagonista increíble, precisamente por los contrastes tan fuertes que nos ofrece.
Por una parte, la historia siempre le da oportunidad de mostrar su generosidad, su altruismo y su calidez a la hora de ayudar a los enfermos, procurando que la curación no sea solo del cuerpo, sino del alma. Sin importar cuán comprometedora sea la situación, puedes estar seguro de que nunca dejará de velar por sus pacientes.
No obstante, su meta de asesinar al monstruo implica traicionar la esencia misma de su vocación y, conforme avanza la historia, este conflicto adquiere proporciones gigantescas. Esa es la razón de que, aun siendo un personaje moral, el doctor Tenma jamás se siente aburrido ni falso, incluso para los que son escépticos con este arquetipo.
Secundarios recurrentes
Ya que estamos ante una historia sumamente compleja, no es de extrañar que el peso de la trama se distribuya entre el protagonista y varios personajes secundarios que la enriquecen muchísimo con sus propios conflictos y perspectivas. No ahondaré mucho en los detalles, pues la idea es mantener el artículo libre de spoilers y lo cierto es que muchos de ellos merecerían su propio artículo para analizarlos correctamente. ¡Así de espectaculares son! Sin embargo, todos tienen dos características que me gustaría destacar.
La primera es el manejo excepcional de la ambigüedad moral; algunos de ellos se nos presentan como seres absolutamente detestables y otros como sujetos entrañables y carismáticos. Sin embargo, se nos recuerda una y otra vez la máxima de que no se debe juzgar a las personas con base en las apariencias. ¿Cuántos de ellos son víctimas convertidas en victimarios? ¿Qué siniestras intenciones se pueden esconder tras una actitud sonriente y gentil? Monster no deja piedra sin remover a la hora de explorar estas interrogantes.
La segunda es la manera magistral en la que todos los arcos se vinculan con el del protagonista. A pesar de que la historia está llena de subtramas con una evolución bastante elaborada, al final todo converge alrededor de Tenma y su decisión final. Y lo cierto es que, en este tipo de historias, esto tiene mucho mérito.
Secundarios esporádicos
Finalizamos con una de las características más notables de Monster: a lo largo de la serie vemos a muchos (en serio, muchos) personajes que aparecen en uno o dos episodios, pero que no necesitaron más para dejar una impresión bastante profunda. ¿Cómo lo consiguió Urasawa? Pude identificar tres elementos básicos.
El primero es un trabajo sumamente ingenioso en la caracterización. Todos ellos tienen alguna peculiaridad que los hace perfectamente distinguibles; dos turistas ingleses que no hablan alemán, un veterano de la Segunda Guerra Mundial, una huérfana extranjera que vive con un mercenario. El segundo es que todos ellos tienen un arco que permite empatizar con ellos. Y finalmente, el aspecto en donde reluce el genio del autor, todos estos arcos expanden bastante la temática, además de haber sido colocados con una precisión inaudita para resonar con el conflicto que el protagonista o los secundarios recurrentes enfrentan en ese momento. Esto da lugar a interacciones increíblemente poderosas y logra que prácticamente todos ellos se queden grabados a fuego en tu memoria.
Cabe mencionar que esta no es una técnica nueva, pues es común encontrarla en series episódicas, pero rara vez la he visto ejecutado con semejante maestría.
Un peculiar manejo de los símbolos
En este tipo de ficciones, podríamos esperar que los símbolos estén aterrizados en el contexto mundano de los personajes. Lo cierto es que Monster hace un trabajo monumental en ese aspecto, pues construye mundos enteros con cosas tan simples como un hombre que le pone demasiada azúcar a su café o un viejo que pasea por un parque para oír a las aves.
Pero el autor no se contentó con eso. Sin entrar en muchos detalles sobre su rol en la historia, diré que buena parte de su exploración temática descansa en una serie de cuentos infantiles escritos por uno de sus personajes más enigmáticos. Esto le permite a la historia transportarse momentáneamente al terreno fantástico, sin sacrificar la coherencia que exige una historia realista de una forma que es simplemente brillante.
¿Podría ponerle algún “pero” en contra?
A nivel narrativo, diría que es una de las mejores historias que se han hecho en los últimos tiempos y tengo muy poco que objetar en general. La trama está repleta de misterios muy bien planteados, su evolución fluye de manera sumamente orgánica y los momentos críticos siempre están cargados de tensión tremenda, gracias a toda la construcción que hay detrás.
El ritmo narrativo es bueno, pero conviene aclarar que el principal enfoque de Monster está en la resolución de las intrigas y las interacciones e introspecciones de los personajes, por lo que no habrá tiroteos o persecuciones cada dos capítulos. Además, hay momentos en los que la parte simbólica, que como mencioné es bastante particular, puede hacer que ciertos elementos de la trama resulten extraños a primera vista.
Y para concluir, aunque Urasawa sea un genio construyendo historias, hay que aceptar que los diseños de sus personajes no son especialmente estéticos. Sé que este aspecto puede no ser determinante para algunos, e incluso podría decirse que es parte de su encanto; pero si eres de los que prefiere un arte estilizado como el de Bleach, Demon Slayer o Violet Evergarden, probablemente le encontrarás varios peros al de Monster.
Si nada de lo anterior supone un inconveniente demasiado grande, entonces definitivamente deberías embarcarte en este anime. ¡Es una experiencia formidable y aterradora que vale muchísimo la pena!
¡Y eso es todo por ahora! Si ya has visto este anime, no dudes en dejar tu opinión en los comentarios.
Al igual que a Ann me emocionó mucho leer un artículo de una serie que es potencialmente mi favorita. Sobretodo porque fue justo como lo busqué… opiniones sin spoilers.
Voy recién en el episodio 20 y me sorprendió tanto como se relata y lo que se empatiza, que fue inevitable querer saber si había público al cual le provocaba lo mismo.
Me encontré con este artículo maravilloso.
Mientras veía este anime, “simultáneamente” con otras creaciones de distintas categorías, y me preguntaba si nos impactarán de distinta manera dependiendo del momento o las emociones o situaciones que vivimos y en la que estamos.
Y claramente si. Aún así, con toda la variedad de cine que he estado viendo v/s esta obra en particular, podría decir que en cualquier momento se disfruta, sin importar cuál puede ser su final.
Es muy bonita y “oscura” a la vez. Ojalá que si se deciden a verla, se entreguen sin expectativas y gocen de cómo se desarrolla la trama en un principio, y luego acojan como se narra con cada personaje que fortuitamente va apareciendo en la serie.
Sonríes, lloras, empatizas, te petrificas, te identificas…
No sabes cuanto me he emocionado al ver mi manga favorito en el título!!
A ver, la verdad es que si bien Monster es un pedazo de manga y se lo recomiendo a cualquiera, (le he puesto 9,5 sobre 10, la máxima calificación posible) sí que tiene un gran fallo que he notado y es…..
que muchas ocasiones se abusan de las conveniencias.
Yo comprendo que es para que la trama avance y eso, pero me sorprendió que no lo pusieras porque al menos yo lo sentí como un error muy notorio ./ igual eso no le quita lo complejo y la forma en q aborda ciertos simbolismos.
Respecto al arte más realista y menos estilo “anime” (ojos grandes y rasgos desproporcionados) no los sentí molestos, al contrario, me gustó el estilo de dibujo del autor
p.d: me alegra q hayas arreglado los problemas de servidor D: estuve así casi como un mes sin poder leer tus artículos